Sí te perdonó, pero te marchas de mi casa, ya que ya no confío en ti, y la próxima vez que nos veamos será en el tribunal para divorciarnos.
La loca de nuestra vecina le confesó a la puta de mi esposa y a su marido, que ella se había acostado conmigo, mi esposa en venganza realizó un trio con el marido de la vecina, y la vecina para luego bien orgullosa de lo que hizo decírmelo a mí..
Al principio no podía creer lo que mi esposa me terminaba de decir, hasta llegué a pensar que se trataba de una pesada broma de ella, estaba boquiabierto, confundido, y con una rabia tremenda, cuando finalmente comprendí que ella, queriéndose vengar de mi por haberme acostado con la vecina, me había sido infiel, aunque yo realmente no lo podía creer.
Para comenzar les diré que mi esposa, me vino con el cuento de que se enteró por boca de nuestra vecina, que ella y yo nos habíamos acostado, lo que fue cierto, pero era algo que yo no pensé que fuera de tanta importancia.
Según mi esposa, ella se sintió muy mal al escucharla, pero de inmediato nuestra vecina continuó llorando y confesándole todo lo sucedido entre ella y yo, cuando de momento le pidió encarecidamente que por favor la acompañase a su casa para hablar con el esposo de ella.
Mi esposa me dijo que estaba bien confundida y que no salía de su turbación, con lo confundida y molesta que me encontraba, decidió acompañar a la vecina, y apenas llegaron a su casa, el marido de la vecina las recibió, poniendo cara de tragedia le comentó a mi esposa. “Por lo visto ya veo que te contó todo.”
Mi esposa respondió afirmativamente, aunque nuestra vecina de inmediato les dijo a los dos. “Me siento sumamente apenada, avergonzada de sí misma, pero que ese peso que tengo en mi conciencia, no me va a dejar tranquila hasta que les cuente todo a ustedes dos.”
Mi esposa me comentó que ella, realmente no deseaba escuchar nada al respecto, pero, al mismo tiempo se moría de curiosidad por saber todos los detalles, quizás la morbosa curiosidad y para tener más evidencia de lo que había pasado entre nuestra vecina y yo, por lo que decidió quedarme escuchándola, visualizando como se vengaría.
El marido de la vecina, visiblemente avergonzado, sirvió a mí esposa y para él un trago, mientras que la vecina comenzó a contar como ella, y yo nos habíamos puesto de acuerdo, para vernos en un cercano motel.
La vecina continuó diciendo que una vez que atravesamos la puerta de la habitación del motel, tanto ella como yo nos comenzamos a besarse salvajemente, lo que en parte es cierto.
Pero a medida que se los fue contando a mi esposa y a su marido, la loca de nuestra vecina, lo fue dramatizando, así que para mi esposa y el esposo de la vecina, prácticamente era como si estuvieran presente en esos momentos.
Mi esposa me comentó que, en cierto momento, hasta pensó en retirarse, sin decir nada, pero fue tanta su curiosidad, que se quedó sentada sin tan siquiera mover un solo musculo de su cuerpo, escuchando detenidamente todo lo que la vecina les decía sobre nuestro uno de nuestros encuentros, y viendo en parte como lo habíamos hecho.
Mi esposa también me comentó, que el marido de nuestra vecina, estaba en las mismas condiciones que ella, ocasionalmente se daban una furtiva mirada entre ellos, pero de inmediato continuaban viéndola a su esposa, mientras les explicaba como todo había sucedido, con lujo de detalles.
Nuestra vecina no dejaba de hablar, y de moverse por la sala, diciéndonos como lentamente la fui despojando de toda su ropa, y como ella a su vez me fue desnudando a mí.
Seguidamente les dijo como, tras estar los dos completamente desnudos, la continué besando no tan solo en su boca, sino que además también la besé y chupé intensamente en las aureolas de sus pezones.
Pero al ella decirles eso, la blusa que ella cargaba puesta en esos momentos la abrió dejando ante los ojos de mi esposa y los de su marido las enormes tetas de nuestra vecina.
Mi esposa me comentó en ese momento, que el calor que ella comenzó a sentir fue bárbaro sobre todo entre sus piernas, y a medida que la vecina continuó diciendo que yo, entre besos y caricias coloqué mi boca, entre las piernas de ella.
En esos momentos mi esposa no dejaba de repetirme que en principio estaba bien molesta conmigo, pero que, a pesar de eso, no pudo dejar de darse cuenta de que sentía todo su coño bastante húmedo por dentro.
De solo pensar y prácticamente ver lo que nuestra vecina y yo hicimos, mi esposa me comentó que, en esos momentos, se encontraba tremendamente excitada.
A medida que nuestra vecina seguía narrando, como con mi boca fui chupando su clítoris de manera magistral, y como mis dedos de exploraban sabrosamente toda su vulva.
Mi esposa me dijo que, en ese instante, dio un vistazo accidentalmente hacía el miembro del marido de nuestra vecina, que se encontraba sentado a su lado, y se dio cuenta de que se encontraba completamente erecto, a pesar de estar oculto bajo su pantalón.
Así que mientras nuestra vecina, continuaba narrándoles todo lo sucedido de una manera extremadamente sensual, la mirada de mi esposa y nuestro vecino se encontraron.
Mi esposa me dijo que en ese momento ella solo escuchaba, la manera en que nuestra vecina recreaba sus gemidos de placer, cuando casi de manera automática tanto nuestro vecino como mi esposa, comenzaron a besarse y acariciarse por todo el cuerpo, frente a nuestra vecina que continuaba como si nada estuviera sucediendo frente a sus ojos, narrando todo lo sucedido entre ella y yo.
Mi esposa de momento reconoció, que en su mente se decía a sí misma que era su manera de vengarse por lo que yo había hecho, y ante la mirada de nuestra vecina, continuaron besándose y agarrándose por todas partes.
Mientras que la vecina, no dejaba de seguir contándoles, como yo, le arrancaba gritos de placer a medida que continuaba explorando y chupando viciosamente todo su coño.
Lo cierto es que ni mi esposa, ni el esposo de la vecina se pudieron contener, y como si ambos se hubieran vuelto locos, frente a la misma vecina prácticamente se arrancaron toda su ropa.
Al tiempo que no dejaban de besarse de manera bien ardiente, mi esposa sintió como las manos del vecino recorrían toda su piel, al tiempo que ella gustosamente le abrió sus piernas.
Mientras que la mujer del vecino seguía contándoles como mi miembro se fue abriendo paso dentro del coño de ella haciéndola gritar y llorar de alegría y satisfacción.
Yo no podía dar crédito a lo que mi esposa me estaba contando, y ella casualmente me dijo que ella no podía dar crédito a todo lo que estaba sucediendo, ya que apenas y conocía al esposo de la vecina, y justo en ese instante mi esposa me dijo que ella estaba siendo penetrada divinamente por él.
Mientras que la loca de nuestra vecina, aparte de continuar narrándoles todos los hechos, se sumó a ellos.
Mi esposa me dijo que por primera vez en su vida que sentía las manos de otra mujer sobre su piel, cuando la boca de la vecina sabrosamente le succionaba sus senos, y sus dedos explorando y toqueteando los labios de la vagina de mi mujer, al tiempo que el marido de la vecina la penetraba divinamente una y otra vez.
En mi mente me los imaginé a los tres que se volvían un solo cuerpo, según mi esposa la vecina colocó su coño frente al rostro de ella, y a medida que su marido la penetraba, metiendo y sacando toda su verga de dentro del coño de mi esposa, por su parte ella, sin que se lo pidiera la vecina, mi esposa se dedicó a chuparle el clítoris a la vecina, como le gustaría que se lo chupasen a ella.
Mi esposa tuvo el descaro de decirme que en su vida había disfrutado tanto del sexo como en esos momentos, también me dijo que en su vida había tocado a ninguna otra mujer.
Pero en esos instantes mi esposa muy orgullosamente me dijo que disfrutó plenamente de todo lo que sucedió entre ellos tres, al grado que cuando la vecina le comenzó a dar, un desconocido beso negro.
Fue tanta la excitación que cuando sintió la lengua de la vecina ligeramente introduciéndose dentro de su esfínter, sin dudarlo por un instante, cuando el marido de la vecina, le propuso que se pusiera en cuatro, no lo dudo ni por un instante.
Y con una burlona risa me dijo que finalmente supo lo que es el placentero dolor del sexo anal, ya que a mí siempre se había negado a complacerme con respecto a eso, y a medida que el marido de la vecina no cesaba de meter y sacar su miembro de entre sus nalgas.
Su mujer sin vergüenza alguna se dedicó a mamar todo el coño de mi esposa, al tiempo que mi esposa a su vez también se lo seguía mamando a ella.
Mi esposa me dijo que entró a la casa de los vecinos como a las cinco de la tarde, y cuando salió, cansada, sudada, olorosa a sexo por todas partes, y sobre todo tremendamente satisfecha y vengada, hacia unas cuantas horas que había oscurecido.
Aun ebria de placer, cuando entró a nuestra casa, se dirigía a darse una buena ducha, cuando sentado en la sala me vio a mí, viendo la tele.
Sin acercárseme mucho, simplemente me dijo desde la escalera que conduce a nuestra habitación. “Así que te acostaste con nuestra vecina.”
Yo me había quedado callado, en silencio, de inmediato, pensé. “¿Y esta de que me está hablando?”
Mi esposa bastante molesta bajó las escaleras, y cuando estuvo frente a mí me lo volvió a preguntar, pero sin esperar mi respuesta me comenzó a contar todo lo sucedido entre nuestros vecinos y ella.
Fue cuando ella terminó de contarme todo lo sucedido, y de insultarme diciéndome que yo era todo un hijo de la gran puta, maldito e infiel, le dije con toda mi calma. “Si lo hice, pero acuérdate que yo cuando éramos novios te conté todo eso, te hablé sobre la vecina que es media loca, y que se había acostado con todos en la urbanización, incluso conmigo.”
“Te hable de eso, acuérdate que te dije que fue cuando yo era bien jovencito y estaba comenzando a estudiar en la universidad, muchísimo antes de que yo te conociera y desde luego también mucho antes que decidiera que me casaría contigo.”
Mi esposa se quedó callada, sin decir una sola palabra se puso a llorar, y hasta se arrodilló frente a mí, pidiéndome perdón, a lo que yo le dije. “Sí te perdonó, pero más rápido que inmediatamente te marchas de mi casa, ya que ya no confío en ti, y la próxima vez que nos veamos será en el tribunal para divorciarnos.”
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!