Sólo por placer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
hola me llamó Fernanda tengo 38 años, pelo castaño, piel blanca, me cuidó mucho con los alimentos ya que soy vegana desde hace 5 años, mi cuerpo es normal pechos no muy grandes con pezones grandesitos marrones y la cola es pequeña pero bien paradita, estoy felizmente casada con un hombre al que amo y además vivo con mi niño de 5 años, me encantan las historias de esta y otras páginas de relatos, me encanta masturbarme en público, es un vicio que descubrí desde que tuve a mi hijo y es sobre esto que les quiero contar.
Resulta que cuando quede embarazada mi lívido subió un doscientos por ciento, vivía viendo vídeos en el celular y leyendo historias, me masturbaba dos veces por día como mínimo y el resto del día lo acosaba a mi marido, él desde que se entero de mi embarazo, el cual buscamos por más de un año, no quería tener sexo prácticamente, y si lo hacia era muy suave para cuidar al niño, yo en cambio me sentía más caliente que nunca , prácticamente le rogaba que me penetrara por atrás para que así me diera más fuerte pero el me cuidaba demaciado.
Una tarde volvía en el tren Roca que va de la casa de mis suegros en burzaco hasta mi casa en cuidad de Buenos aires, tenía un vestido cortito hasta medio muslo que me lucía hermoso con mi pansita de ya 4 o 5 meses, unas sandalias bajitas, no usaba corpiño sólo un bóxer de mujer que me llegaba más arriba que el vestido, mi marido se quedaba a pintar la casa de sus padres, yo me volvía porque estaba aburrida y extrañaba mi casa, en realidad me quería hacer una buena paja, ya que durante el día estuve leyendo historias en mi celular y ya herbia de calentura.
Cuando subi al tren un señor me dejó pasar muy caballerosamente, pero nose porque gire mi cabeza y vi como intentaba mirar por debajo de mi vestido, esto me movilizó y me senti exitada nuevamente, me dieron el aciento para personas con movilidad reducida en ese tren repleto de gente.
Este hombre se paro al lado mío y se sujetaba de mi asiento pero un par de veses lo encontré mirando mi escote, mis pechos ya estaban bastante cargados por mi estado, entonces me estire el vestido más a bajo para darle mejor panorama, no lo podía creer, estaba coqueteando con un extraño estando embarazada de mi marido.
Mi entrepierna hervía, entonces empecé a sentir que este hombre aprovechaba los movimientos del tren para apollarme el pene en el hombro, y yo ensima lo disfrutaba, de repnte senti una precion fuerte en el hombro que me hizo con su miembro erecto y lo vi alejarse para bajar del tren, mil cosas pasaron por mi cabeza, tenía ganas que este macho me coja, pero la zona donde se bajo era peligrosa y por el bien de mi bb seguí arriba del tren, puse mi cartera sobre mis piernas y uni mis manos debajo de la la cartera, cerré los ojos para tratar de no pensar más.
Entonces sin querer descubrí que mi bóxer de mujer tenía una falla el la costura y estaba descosido, justo a la altura del clitoris, desimuladamente deslice un dedo al interior descubrí que estaba terriblemente mojada, saque la mano y la acerqué a mi cara, su aroma a mar me estremeció, luego de saborearla la puse otra vez donde estaba.
Mi excitación era tanta que mi clitoris se inflamó tanto hasta sobresalir la puntita por el orificio de la tela, esto me permitio acariciarlo suabemente, estaba al borde del orgasmo, cuando una mujer que estaba parada al lado mío me preguntó si me sentía bien, supongo por el rubor u el sudor de mi cara.
Baje en la estación de constitución, en esta zona abundan los travestis y las prostitutas, en lugar de tomarme el subterráneo, preferí caminar unas cuadras en esa zona, ya casi era de noche, los travestis y las mujeres estaban con muy poca ropa, eso y mi calentura me hicieron desidir que quería una pija que me sacie.
Me pare en una esquina y agarre mi bóxer subiéndolo bien arriba dejando los glúteos al aire libre, y me ajuste las tiras del vestido para ver si conseguía un cliente, camine media cuadra y no faltaron los autos que me tocaran bosina pero al verme preniada no frenaban, entonces un hombre me abordo, y me preguntó cuanto cobraba, 300 pesos le conteste con la voz temblorosa, el lo pensó un instante y aceptó.
El tipo traía ropa de obrero y tenía razgos de Boliviano, entramos en un hotel donde había un tipo hablando con un travesti rubio y alto, pago la habitación que saldría no más de 30 pesos ya que no tenía baño ni nada, sólo una cama desarmada cuyas sabanas estaban visiblemente sucias, el tipo se desnudo rápidamente luego de darme la plata, yo hice lo mismo y me acoste, el se metió entre mis piernas y se sorprendió de lo mojada que estaba, me dio un par de lamidas y se acomodo para que yo se la chupe, su pene era más pequeño que el de mi marido y olía a orines, lleno de pelos muchos de los cuales quedaron en mi boca, un asco, pero igual lo chupe con esmero ya que esa pija me saciaría, o al menos eso creía.
Cuando se le puso bien dura le puse el preservativo y me le cabalgue con fuerza pero no llegue a los 3 minutos que se acabó adentro del preservativo, y yo que pensaba en cambiar de posición para no cansarme jaja.
La cuestión es que me enoje mucho prácticamente lo eche del hotel, como si fuera mío, pedí permiso para ir al baño y cuando entre estaba el travesti rubio, ni bien me vio me preguntó porque estaba tan enojada y le conté que no me duró nada el Boliviano, ella se río antes de entrar en el cubículo a orinar, le mire de reojo el pito mientras ella seguía meando y me asombro su tamaño.
Tenia una pija de no menos de 17cm y bastante gorda, aún estando dormida estaba tan caliente y perturbada que le pregunte si se le paraba, ella me respondió que de eso dependía su trabajo, entonces quise saber cuanto, por 150 es simple y por 200 hacemos lo que quieras, ahí nomas sali sin si quiera orinar y le di la plata, ella me llevó a su habitación.
Allí se desnudo por completo, su cuerpo estaba completamente depilado y su pene aún dormido era vestial, me senté en la cama y mientras se la empecé a mamar ella me preguntó si el Boliviano me había cogido con forro, y si alguna vez había estado con una trans, yo se la chupe hasta que casi no me entraba en la boca de lo dura y grande que estaba, me acostó en la cama boca arriba y se me subió, esa carne se habría paso en mi vagina mojada hasta que sintió que hacia tope y ahí empezó con cuidado al principio ya que aún quedaba un tersio de pija afuera, luego fue tomando ritmo, empezó a chuparme las tetas muy fuerte y me mordía los pezones, ese dolor sólo hacia más placentero el polvo hasta que mis músculos se tensaron y casi perdí el conocimiento de la acabada que alcanse, ella se detuvo un rato para que me recupere y empezó otra vez, yo busque su boca para vesarla y luego me prendí de sus siliconados pechos, y así alcanse el segundo orgasmo en casi 15 minutos.
Sólo en ese momento me la saco y se paro aún con la pija bien dura.
Casi rogando le pedí que me la metiera por el culo, para ello me puse en cuatro patas y vi que la sabana estaba totalmente húmeda como si me hubiera. orinado, me preocupe un poco pero cuando le pase la lengua a la sabana descubrí que era sólo mi flujo, le pedí disculpas, y ella me dijo que no me preocupe, agarró una crema de la mesa de noche y yo le pedí que no la use, que quería que me duela y así fue me la fue metiendo y me ardió hasta el alma y sólo había metido la mitad de esa carne oscura, y comenzó el vaivén, allí tomó ritmo más rápido y al tiempo que con una mano me masturbaba con la otra apretaba la almohada, y aún le pedía más, quería que me parta al medio el desenfreno fue mutuo y en poco tiempo senti sus bolas chocando con mi vagina a toda velocidad, yo ya no gemia, auyaba, entonces tocaron la puerta, era el tipo de la entrada, quería saber si estaba todo bien, mi amiga lo hizo pasar y me dio la pija para que se la chupe y se la ponga dura otra vez, esta tenía gusto amargo seguramente por haber estado en lo más profundo de mis intestino, pero igual seguí.
el tipo se puso debajo mío a comerme la concha y mi amiga le dio un preservativo, para que me la de por la concha, su berga era más fina pero igual de larga, así acabe por tercera vez al tiempo que me metían ambas pijas lo más profundo posible, una en la boca y la otra en la concha, entonces nose como hizo pero el travesti se puso sobre mi y me penetro por el culo mientras el otro estaba en la concha y así me empezaron a cojer los dos al mismo tiempo, los orgasmos ya eran como oleadas que me invadían una tras otra, me sentía agotada.
De repente salieron los dos y les agradesi lo vivido, ellos se miraron y me dijeron que no los podía dejar así, que un poco más y acababan, entonces volví a mi posición y ellos a la suya sólo que ahora el tipo estaba en el orto y el otro en la concha y me bombeaba dos veces a mi y dos veces al tipo, en uno de esos cambios, me giraron otra vez boca arriba para que el tipo acabe en mi pansita, se sacó el forro manchado con caca y me tiro varios chorros ensima de las tetas y de la panza, al tiempo que el travesti lo penetraba analmente.
El tipo se fue, el travesti puso mis piernas en sus hombros y me fulminó el culo a pijasos al tiempo que lamia mis pies, para luego sacarla y metermela en la boca largando así toda su leche, luego nos abrasamos y quede dormida agradeciéndole lo bien que la había pasado.
Al otro día me desperté con el sonido de los vehículos que pasaban por la puerta, me fui corriendo a mi casa y me bañe ya que estaba toda pegajosa y olía horrible, me acosté y seguí durmiendo hasta que llegó mi marido.
Desde ese día mis mejores orgasmos los tengo en la calle masturbándome, y aunque estuve tentada a volver a ver si los encontraba a mis amantes no lo hice, porque como les dije mi marido es maravilloso y lo amo.
Esperó les haya gustado mi historia
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