Tareas de la perra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AMOSADICO.
mi Señor, su perrita{AS} entrega a sus pies el reporte de la tarea efectuada el dia de ayer segun sus instrucciones…..
Después de haber estado en contacto en línea y recibir de mi Amo toda esa fuerza con la que serenamente me domina y me guía por este camino, salí a mi reunión, siguiendo las instrucciones que me dió mi Señor, entré al baño y coloqué las bolas chinas, no me costó mucho introducirlas ya que en ese momento con simplemente su presencia su perrita{AS}, ya estaba escurriendo por mi Dueño.
Me sentí sumamente excitada, ahí en la reunión, con los pezones totalmente erguidos y duros como pequeñas rocas, mostrandose veladamente bajo mi blusa, causando nerviosismo entre los asistentes, supongo que mi cara de perra en celo ayudó un poco a su turbación, sintiendome penetrada por las bolas y completamente mojada por mi Señor, sintiendo como si estuviera aqui mismo observandome y diciendome que abriera mis piernas para observar mi rajita inundada de mis jugos, no podía tener otra expresión que la de una perra ansiosa de ser usada por mi Dueño.
Fué muy excitante, sentarme con las piernas abiertas, sin que ellos se dieran cuenta, sintiendo como no podia evitar contraer mi vagina por la acción de las bolas, y luchando por contener un orgasmo que no podia dejar correr enmedio de la reunión.
Gracias mi Amo, por tan estupenda mañana……..perrita{AS}
POR LA TARDE…..
mi Señor me ha ordenado cumplir con una tarea que me resultará humillante y dolorosa, sin embargo le agradezco Amo que me lleve de su mano hacia una libertad que sería imposible de otra forma.
Llegué a casa, y después de la comida, y habiendo tomado un tiempo para reflexionar en mi proceder de este lapso de tiempo que llamaré "de silencio", decidí tomar acción de inmediato para agrado de mi Señor, cumpliendo su voluntad que es mi deber como su perrita{AS} y que me hace sentir tan entregada y tan libre.
Busqué una faldita de vuelo, que se mueve al compás de mi andar, corta, sin serlo demasiado, y que lleva una blusa a juego, coloqué las pinzas como me fué ordenado, no ocultaré que la pinza en mi clítoris era especialmente dolorosa, y que junto con las otras colocadas en mi rajita, hacían que el caminar fuera un constante recordatorio de quien es mi Dueño, y a cada paso le entregaba el dolor que me ocasionaban a mi Amo, mi Señor, recordando lo mal que me he portado al no tomarme el tiempo de atenderle como es debido.
Una vez colocadas las pinzas tomé un marcador y de espaldas al espejo incliné el cuerpo para marcar mis nalgas como me indicó, con unas flechas señalando el culo, me sentí tan puta, que no pude evitar unas lágrimas por la humillación al ver mi culo, y mi rajita pinzada reflejada en el espejo.
Una vez que estuve marcada por mi Señor como me fué ordenado, emprendí el camino hacia mi tarea de exhibición para agrado de mi Dueño, sintiendo como a cada paso junto con el dolor, fluian mis jugos que ofrecía de igual forma a mi Señor.
A la salida tomé un bolso pequeño tipo cartera que serviría perfecto para el próposito de dejarla caer de vez en cuando y así poder exhibirme como la perra puta que soy por mi Señor.
A la llegada al mall, mis piernas temblaron cuando dejé el carro y me dirijí a las escaleras en el lobby, normalmente usaría el elevador pero en esta ocasión las escaleras fué lo que mi Amo ha ordenado.
Subí y baje por el mall, recorrí los pasillos, en donde hay también algunos puentes de madera curvos, que fueron excelentes puntos para dejar caer mi cartera, y agacharme a recogerla con las piernas bien abiertas y mostrando mi rajita y mi culo como quien no quiere la cosa a quienes por ahí pasaban, la humillación, la verguenza, fueron mayusculas, y sintiendo como escurrian mis jugos por la rajita mi cara se encendía a cada paso.
El pensar en mis nalgas con esas marcas señalando directo al culo, sintiendo las miradas, algunas incrédulas, otras sorpredidas y otras de lujuria ante el espectaculo de mi rajita totalmente mojada, me hacia sentir tan puta, tan perra, pero a la vez me excitaba en igual medida, el dolor de las pinzas, no permitió que me corriera en las escaleras, pero mi excitación iba en aumento. Sintiendome completamente entregada a mi Amo, sabiendo que en la distancia, mi Señor me observa y disfrutando de la satisfacción de que al verme se sentiría orgulloso de su perrita{AS}, exhibiendose de esta forma.
Finalmente llegó el momento de sentarme y comer un helado como me fué ordenado por mi Señor. Fuí una putita mientras disfrutaba el helado, dejando que escurriera sobre mis pechos, el frío hacía que mis pezones se pusieran más duros aún de lo que ya estaban por mi paseo en el mall. A esta altura de mi exhibición mi excitación era tal, mi entrega a mi Amo era tan fuerte, que me dirigi al baño y toqué mi humedad y me sorprendió sentir la cantidad de jugos que habían fluido por mi Señor, mis dedos completamente mojados limpiaron el helado que habia caido sobre mi blusa, una y otra vez hasta quedar impregnada del aroma de la excitación producida por mi Amo y el deseo de mi Señor, y sintiendome orgullosa de saber que si mi Amo observara a su perrita{AD}, estaría orgulloso de lo putita que ha sido este día por él, me dirigí a pagar mi consumo así con las manos sucias de mis jugos, y con el aroma delicioso del deseo y la voluntad de mi Señor.
No ocultaré tampoco que el sentimiento de humillación y verguenza iba y venía mezclado con la sensación de libertad absoluta de someterme a la voluntad de mi Señor, y esas sensaciones mezcladas con la excitación que me producían me hacen sentir especialmente suya, completamente suya Amo.
perrita{AS}
Mi Señor, su perrita{AS} de rodillas a sus pies, le saluda deseando que haya tenido un buen viaje de regreso a casa.
Amo, le he extrañado mucho, ha sido una semana bastante interesante, para esta perrita y para los que han estado a mi alrededor viendome llegar vestida como mi Amo me rdenó que hiciera.
El viaje de compras a la tienda fué divertido, aunque no faltó el momento en que se me pusiera roja la cara cuando me preguntó el dependiente que talla buscaba y cuantos años tenía mi hija, jajajajaja me imaginé a mi Amo divertido y satisfecho escuchandome contestar que no tengo hija, que el uniforme era para mí. El joven muy amable me dijo que la talla que tenía en las manos era pequeña, que me recomendaba la talla siguiente, claro no pudo evitar mirarme como si estuviera loquita, pero me atendió bien.
Más extraño para él fué cuando le dije que queria probarmelo para saber si era la talla adecuada y me indicó donde estan los vestidores y me sugirió nuevamente que probara la talla siguiente, no quise ser grosera así que acepté probarme las dos tallas.
Me dirigí a los vestidores, y sentí su mirada sobre mí y de reojo le vi comentar algo con un compañero de trabajo….
Me probé primero la talla que él insistió y me quedó bien, a la medida, claro la falda me quedó corta pero no demasiado, me lo quité para probarme la otra talla más chica, y estaba acomodandome la falda, que esta vez sí que era más corta y poquito ceñida en la cintura sin verse mal claro, cuando de pronto escuché la voz del joven preguntando si todo estaba bien con la ropa, y me imaginé que a mi Señor le gustaría ver la reacción del joven al verme con el uniforme más pequeño, así que le dije que saldría del vestidor para que me diera su opinión.
La cara que puso fué de sorpresa, y a la vez de admiración, y no pudo evitar el bulto en el frente de su pantalón, me observó unos minutos y dijo que probablemente yo tenía razón y esa talla era la que mejor me quedaba.
La blusa, es blanca de manga corta, está a la medida exacta de mi cuerpo, y los botones cierran con exactitud en la parte de la cintura y el abdomen, pero en la parte de los senos es otra la historia Amo, mis senos se marcan o mejor decir se destacan y la falda tableada, y corta se levanta a cada paso dejando ver más de lo que me hubiera gustado si fuera mi voluntad, sin embargo sé que está a la medida correcta que mi Señor desea.
En la oficina, ha sido causa de nerviosismo entre los hombres y las mujeres han estado vistiendo más provocativas esta semana, después de verme con este atuendo, que además con mi peinado de niña de colegio, se vé lindo, aunque bastante provocativo según mi asistente.
Por supuesto ha sido una semana muy húmeda Amo, mi rajita no deja de fluir mis jugos por mi Señor, y mis pezones están siempre erguidos y duros, luchando por liberarse y mostrarse ante mi Dueño para ser usados, pellizcados, estirados, mordidos por mi Señor.
Amo, su perrita{AS} humildemente pide su permiso para besar sus pies.
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