TERRIBLE PUTA RESULTO MI COMPAÑERA DE TRABAJO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Luego de un fin de semana bastante tranquilo en cuanto a cuestiones sexuales, mi novia estaba con el periodo y tuvimos una fuerte discusión por lo que no me la quino ni chupar, volví el lunes a trabajar bastante caliente.
Trabajo en una oficina con mi jefe y una compañera mayo, que ronda los 50 años.
Morocha, pelo muy largo mas o menos por la cola.
Cola caída de señora, nada espectacular pero tampoco nada mal, es rellenita, pero tiene unas tetas GIGANTES! Siempre la veo con su uniforme que es una camisa y sus ubres me vuelven loco! Varias veces le dedique alguna que otra paja en el baño del laburo o en mi casa.
Muchas veces estando con otras chicas de tetas grandes, me la imaginaba a ella con sus enormes gomas.
La verdad es que me tenia bastante caliente y ese día mucho mas debido a mi situación.
Llegue temprano y ella ya estaba ahí.
La note distinta.
Estaba maquillada, con otro peinado y la camisa mas justa que nunca.
Sus pechos resaltaban mas que otras veces y era notorio el tamaño de estos.
Llegue, me senté y comencé mis tareas.
Luego de una o dos horas, se acerco a mi cubículo por detrás para consultarme sobre unas tareas que le había dejado.
Me percate de su presencia por que apoyo toda su delantera en mi hombro.
En seguida me di vuelta y tal vez fui algo brusco porque se aparto.
Perdón, me dijo con voz suave.
Estaba muy rara.
Ella es muy segura al hablar.
Siempre con voz fuerte, clara, y nunca había pasado eso de tener un contacto.
La consulta que me hizo fue algo que hace todos los días y esto me hizo dudar mucho mas.
Apenas se volvió a sentar, comencé a abrir y cerrar mis piernas, para generar contacto de estas con mi verga.
Me gusta mucho hacer esto por debajo del escritorio y que nadie me vea.
No paso ni media hora de lo sucedido y cae una llamada, atiende ella.
Una vez que cuelga el teléfono, me informa que nuestro jefe no vendría ese día porque sentía un poco mal.
La mañana siguió.
Llegado el medio día, es hora de cerrar la oficina por hora y media, que es nuestro tiempo de comer.
Casi siempre nos vamos y comemos cada uno es su casa, o por ahí a la vuelta.
Ese día ella se había llevado comida por lo que se iba a quedar.
Sentí que se paro y se dirigió a la cocina.
Abrió la heladera, sacó lo suyo y lo puso en el microondas para calentar.
En frente a la pequeña cocina de nuestro trabajo, se encuentra uno de los baños.
El pasillo es muuuy angosto y dos personas pasan muy apretadas.
Quise ver hasta donde podía llegar la putita de mi compañera y decidí ir al baño.
Cuando vio que yo iba a pasar, se recostó sobre la pared, quedando de frente a mi.
Sus tetas habían hecho que uno de los botones del medio de su camisa se desprendiera.
Podía ver un poco de su brassier y algo de la piel de sus tetas.
Sus ricas tetas.
Pase y las roce con mi brazo, ella ni se movió.
Entre, y cerré sin fuerzas la puerta, que si no lo haces bien queda entre abierta.
Me desabroche el cinto, baje mis pantalones un poco y comencé a mear.
El chorro caía fuerte en el charco de agua y ella seguro lo sentía.
Termine, me lave las manos y mientras hacia esto me salpique a propósito el pantalón.
La puta madre! Solté en tono enojado.
Abrió la puerta asustada y me pregunto que pasaba.
Yo estaba con la verga semi erecta que se notaba debajo del bóxer.
Me pregunto de nuevo que sucedía y se lo indique con mis manos.
Apenas bajo su mirada, quedo quieta por unos minutos.
Veni, yo te ayudo me dijo.
Los años me han dado varios trucos de como solucionar problemas de imprevisto.
Me pidió mi pantalón, y mientras me ayudaba a sacarlo, varia veces toco mi verga y cada vez que lo hacia pedía disculpas y se reía.
Tomo mi pantalón, suavemente lo seco con la toalla y lo puso en un vidrio en donde da todo el sol.
Quede en bóxer.
Le dije que que podía hacer con el, ya que también estaba empapado.
El microondas sonó, su comida estaba pronta y caliente.
Me mando a sentarme y retirar mi bóxer así también lo secaba.
Quede desnudo de piernas y claro, imposible poder ocultar mi erección.
Mientras secaba con la toalla mi bóxer, se rió.
Que pasa, pregunte.
No se, decime vos, me dijo.
Mi calentura aumentaba con cada palabra de la muy puta y para calentar un poco mas las cosas, otro botón de su camisa se había desprendido.
Ya era bastante notable el hueco que mostraba sus tetas.
Tanto era así, que podía ver el comienzo de un pezón.
Ese color mas marroncito me termino de calentar y mi verga ya estaba bien dura.
Ni intente taparme.
Se acerco nuevamente y me dijo: Me parece que te voy a tener que ayudar con otra cosa.
Ahi yo ya estaba a mil de caliente.
Queria agarrarle las tetas y exprimirselas.
Chuparlas toda.
Cojerla toda!
Se arrodillo delante de mi y tomo mi verga con su mano.
Apenas la tomo la apretó con fuerzas y soltó: Hacia tiempo no agarraba una verga como esta.
Aprontate porque voy a hacer que nunca te olvides de esto.
No termino de hablar y comenzó con un toqueteo suave desde mis huevos, hasta el glande.
La verga super hinchada quería explotar en semen ya mismo, pero yo sabia que esto no iba a pasar.
Se venia una paja tremenda.
Cada vez era mas rápido el movimiento, hasta que empezó la verdadera masturbación.
Agarro mi pija, y subía y bajaba como loca.
Lo hacia rápido por un rato y se volvía a detener y a hacerlo lento.
Era muy rico todo lo que hacia.
realmente estaba pasando bien.
Me recosté del todo en la silla y no podía parar de contorsionarme de tanto placer que sentía en mi cuerpo.
Cerré mis ojos y por un momento me fui del lugar.
Sentía como con una de sus manos tomaba mi verga y con la otra apretaba mis huevos, que por cierto estaban muy hinchados.
Continué con los ojos cerrados hasta que sentí algo mas rico aun.
Abrí mis ojos y la vi.
Habia metido mi verga en su boca y me la estaba chupando con una profesionalidad innegable.
Años y años de chupadas de verga se notaban en esa mujer.
Movía su lengua, bajaba hasta el final.
Se metía todo mi miembro en su boca.
Me llenaba de baba haciendo que el sube y baja fuera espectacular.
Cada tanto que se la metía toda, aguantaba varios segundos con la pija adentro de la boca, hasta que comenzaba a hacer arcadas y volvía a salir, dejándome con mas baba todavía.
Volvió al trabajo con su mano.
La sensación de placer en mi cuerpo era tremenda.
Cuando pensé que todo seria perfecto, saco la caballería pesada.
Y vaya que era pesada!
Desprendió los pocos botones que quedaban y soltó sus tremendas tetas.
Dos gigantes objetos vivos salieron de su presión.
Eran morenas, con unos pezones grandes más marrones aun.
Tal vez estaban un poco caídas, pero no dejaban de ser super calientes.
Y sumado al momento que estaba viviendo eran perfectas.
Agarre una, agarre la otra y las apreté.
Hacia años quería apretujar estas gigantes gomas.
Eran riquísimas!
Para este momento mi verga ya no daba mas y quería estallar.
Quise recomponerme para poder chuparlas, pero no pude.
Mi verga había sido aprisionada por dos terribles tetotas que comenzaban un paja muy placentera.
Era muy rico lo que estaba pasando.
No quería que terminara, pero a la vez quería llenarla de leche.
Nuevamente paso a la mano y a las chupadas.
Yo Totalmente entregado y tirado para atrás, me dejaba solo al goce.
La paja era perfecta, sus lamidas para llenarme de baba aun más y esto provocó el quiebre.
Gemí fuerte y solté el primero chorro.
Explote!
Un gran chorro de espera salio de mi glande.
Era super blanco, como nunca antes había visto salir de mi cuerpo.
Un segundo chorro salio y cayo sobre su cara y sus tetas, como el primero.
Para ese momento, acerco su boca y se dispuso a tragarse todo lo restante que salia de mi verga.
Muchísima leche salio y salio.
No paraba de acabar y era lógico luego de la terrible mamada que me había pegado la muy hija de puta.
Me hizo pararme y bajo su altura un poco más.
Me apretaba la verga como ordeñando una vaca.
Quería tomarse toda la leche y así lo hizo.
Una vez limpio todo mi miembro, paso su lengua por sus labios, sonrió y me dijo: Viste que te dije que no te ibas a olvidar nunca de esto.
No pude decir mas que gracias, y volví a tirarme en la silla.
Para este momento su comida ya estaba fría nuevamente y el tiempo de comer ya era poco.
Mi boxer aun no estaba seco, y mi pantalon menos.
Le pedí perdón por haber hecho que ocupara su tiempo en eso en vez de descansar y comer.
A lo que respondió:
Comer? Ya ni quiero comer.
Super llena quede con toda esa leche.
Igual no te acostumbres, no va a ser algo de todos los días.
Si les gusto el relato pueden escribir en los comentarios o mandarme un mail a: chamuyero.
duff@gmail.
com capaz podemos comenzar alguna charla.
Indiquen si son hombre o mujer y su orientación sexual.
Acá tienen mi otro relato: http://www.
sexosintabues.
com/RelatosEroticos-42703.
html
Saludos
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