Tirándome a las mujeres de otros
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Por un amigo, entré al mundo de la prostitución, era una empresa ilegal que tenía clientes por toda la ciudad, al principio como novato me ponían cualquier tarea, de esa cuenta la primera vez me cogí a una señora de más de 60 años, la cual me pagó muy bien, por eso continué porque para mi no fue placentero, solo para ella.
Mas adelante me hice amigo del dueño de esa empresa de prostitución, que no diré el nombre. Por azar del destino en un noche yo lo ayudé con unos tipos que querían golpearlo y yo lo evité. Eso me ayudó personalmente, pues me el me agradeció mucho, le pedí que no me enviara a esas labores, ni con ancianas pervertidas, ni con gays, el estuvo de acuerdo. Asi que subí de estatus.
Asi que me enviaron con una pareja que rondaba los 35 a 38 años, ella era una morena clara, ojos negros, que tenía un lindo culo, el marido después de presentarme, ella iba con botas, un pantalón negro pegado que hacia resaltar más su bello trasero, sus senos estaban un poco caidos, pero no estaba del todo mal. La pareja estaba por separarse y querían experimentar otras cosas en el sexo, yo me di cuenta que la esposa me miraba de arriba a abajo, creo que le gusté, pero era un poco introvertida. El esposo quería que me acostara con ella, y yo ya queria empezar.
Primero me hicieron desvestirme para verme, me quedé en un bikini masculino. Mis brazos y piernas son bien desarrollados y mi paquete es de 7.5 pulgadas, grueso. Luego el hombre me dejó en la habitación con su mujer y me dijo energicamente que la tratara con dulzura, que nada de golpes o de masoquismo, solo sexo normal. Esas fueron sus palabras. El hombre tenía puesta una camara para grabar en la recamara, por lo cual me pidió permiso para grabar, me dijo que no tenía sonido.
Luego de quedarme solo con ella en la habitación, me dijo que era la primera vez que estaba con hombre que no fuera su esposo después de casarse. Le pregunte que recuerda que le gusta más que le hagan en la cama y luego que me dijera que le gustaría que le hicieran que no le han hecho en la cama.
Primero me dijo le gustaba que la calentaran bien, porque le costaba arrancar y que luego se quedaran haciendole sexo oral, me dijo que su marido no le gustaba hacerle el sexo oral por mucho tiempo, solo por pocos minutos y aún viendo que ella lo degusta mucho. Asi que nos sentamos en la cama y la comencé a besar tiernamente, despacio, primero solo labios y luego usé mi lengua, bajé por su cuello y luego los pabellones de las orejas, ella fue respondiendo poco a poco, le dije que porque no se quitaba la blusa, ella quedó en sostén, seguimos besándonos y fui acariciando sus senos, los cuales extraje de su sostén y los mamé tiernamente, le dije que estan deliciosos y ella se sonrió. La fui acostando en la cama, saqué sus botas y luego su pantalón, tenía puesta una braguita diminuta, pero no me apuré, le levanté una pierna y le besé los pies, los tenía bien cuidados, chupé sus deditos y luego seguí besando su pantorrilla, luego sus muslos, ella ya gemía y cerraba sus ojos,
Le extraje su braguita besándole el vientre y su entrepierna, la chica se movía en la cama, me dio la impresión que la señora era muy caliente, pero por su timidez no era abierta en el sexo. Le fui besando su abundante pelambre, le dije que tenia un coñito muy lindo, y le iba diciendo cositas, eso ayudaba a que se relajara, pues en ocasiones se tensaba mucho. Cuando mi lengua tocó su sexo, ella cerró sus piernas, y con una mano me alejo de alli, le fui diciendo que tenía una rajita muy linda y que me encantaría tocarla y besarle alli, ella poco a poco fue relajándose y me dejó llegar otra vez, abrió un poco sus piernas, asi que primero mis dedos la acariciaron y yo subí a besarle la boca, mis dedos se metían entre sus labios vaginales y tocaban la entrada de su vagina, mis dedos se llenaron de sus jugos lubricantes, y es que ella lubricaba bien, pero no era abierta. Dejé su boca y bajé a lamerle sus pezones, ella emitió otro quejido muy caliente, luego besé su vientre y bajé a su rajita, solo que ahora me coloqué entre sus piernas porque si las intentaba cerrar otra vez no podría porque alli estaría yo. Con mis dedos frotaba delicadamente su clitoris y mi lengua pasaba por los lados de su vagina, ella comenzó como a temblar, luego a gemir, bajé mi lengua y le hice pequeñitos circulos alrededor de su vagina, ella con una mano me tomó de los cabellos sin tirármelos, quité mis dedos y con la punta de mi lengua le di toquecitos a su clitoris, ella tensó su cuerpo y gemía más fuerte, luego meti un dedo en su vagina, sentí lo caliente de su interior, luego me puse a lamer su clitoris mientras metía y sacaba mi dedo de su rajita, en dos o tres minutos pude sentir como ella se corría, moviendo su cuerpo y emitiendo varios quejidos.
Luego saqué mi dedo y probé su jugo íntimo, después pasé mi lengua por la entrada de su vagina y con la punta intenté penetrarle el cuello de su vagina, sentí sus liquidos amargos de nuevo, la señora ya estaba lista para cogerla. Pe puse un condón, luego me subí sobre ella, levanté sus pieras y tomando mi pene con la mano, se lo restregué en su rajita, ella lo sintió y espero pacientemente, luego lo coloqué en la entrada y se lo fui metiendo lentamente, ella al sentir mi verga entrar en su vagina, emitió un quejido y me tomó de los costados con sus manos, mi verga se fue deslizando en su vagina mientras ponía mi peso encima de ella, hasta que nuestros cuerpos tenían contacto en varias partes, mi verga entró casi totalmente y busqué su boca para besarla, besé su frente, luego sus mejillas y por ultimo cuando comencé a pistonear mi verga la besé en su boca, ella me recibió con su lengua y la mía se entrelazó con la suya, fue un beso muy húmedo, mientras comencé a entrar y salir de su parte íntima. Ella gemía y me besaba.
Muy pronto ella llegó a otro orgasmo, decidí aumentarlo moviendome más rápido dentro de su vagina, le mamé sus pezones y ella me dejó su marca en mis espalda, me metió sus uñas y eso también provocó mi venida, pues si algo me excita son las uñas de las mujeres meterse en mi espalda, llené el condón de leche y ella aún emitia varios quejidos efecto de su orgasmo. Me quité el condón y me subí sobre su rostro, le puse mi verga la cual aún sacaba gotas de semen y ella la tomó y la metio en su boca, se puso a mamarla y a pasarle la lengua a todo lo largo, lo hacía de maravilla. Me lamió la leche que me salió todavia y me chupó las bolas, mi verga no se puso del todo flácida, aún permanecía dura, le dije que se pusiera en cuatro en la cama, ella lo hizo obedientemente, me puse a acariciar sus nalgas, las cuales tenian un poco de celulitis, pero en general estaban ricas, se las besé un rato mientras acariciaba su rajita. Por fin ella dijo algunas palabras, -te gusta mi rajita??-, mientras besaba sus nalgas, le contesté -me encanta!, te quiero seguir cogiendo otro buen rato!-, y ella finalizó diciendo -métemela ya cariño!-.
Me puse otro condon y colocándome detras y mi verga en su rajita se la fui metiendo lento pero sin parar hasta el fondo, ella bajó su cabeza y la puso casi en la superficie de la cama, subiendo su trasero y poniendolo a mi disposición, me la empece a coger lento pero profundo, poco a poco empezó a gemir, la señora se excitaba de nuevo, mientras me movia dentro de ella comencé a hurgar con mis dedos el aro de su ano, mi dedo empujaba para entrar, lo mojaba con saliva y lo volvía a hacer, el aro de su ano fue cediendo poco a poco y la punta de mi dedo le penetró su culito, ahora yo metía mi verga en su rajita y la mitad de mi dedo en su culo, ella se fue excitando hasta que le vino otro orgasmo, dejé su culo y me puse a embestirla más fuerte para potenciar más su corrida, la señora se dejó caer horizontalmente sobre la cama, y yo me subi sobre ella sin sacar mi verga, solo dándole más duro, sus buenas nalgas yo las apretaba y la penetraba. Yo sentí que en esa posición ella me apretaba mi verga en el fondo, asi fui logrando llegar a mi nueva corrida. Me quedé encima de ella un par de minutos, le besaba los hombros y el cuello, hasta que nuestras respiraciones se normalizaron me quité y fui al baño. Me lavé la verga y regresé, cuando vi a ella y su marido abrazados, él como contemplándola. Me vestí y el señor me pagó y me dijo que me fuera. Lógico era su primera vez.
Dos semanas después me notificaron que la misma pareja me había contratado de nuevo. Esta vez hubo un cambio en todo, el marido no estaba, pero había hecho mi contratación antes de irse, solo estaba la señora, quien ahora estaba no tan timida, me había preparado una cena previo a nuestro segundo encuentro.
Empezamos luego de la cena en la sala, ahora nos besamos y conforme pasaban los minutos y los besos la desvestí, le pregunté si le gustaba que la dominaran en el sexo, me dijo que no sabía pues nunca lo había probado. Asi que entre mi maleta saqué un collar de perro que a veces utilizó, luego de dejarla en cueros se lo puse, le dije que solo podía caminar en cuatro patas, yo me desvestí y le dije -mi perrita, quiero que me comas esto!- y le enseñe mi verga semi erecta, ella camino en cuatro hacia mi y comenzó a chuparla muy obedientemente, -ahora come mis huevos!- le ordené y ella obedientemente comenzó a lamer mis huevos para luego chuparlos uno por uno,
-Ahora súbete a la mesa!- le dije, con el collar puesto en su cuello, la jalé y ella se puso en la mesa de la sala en cuatro, yo me puse atras y le toqué sus nalgas, -esta perrita esta muy buena-, con mi verga le pegué como latigo a sus nalgas, luego me puse atras y poniendo mi rostro entre sus nalgas, extendí mi lengua para tocarle el culo y lamerselo, ella comenzó a gemir como loca, yo me comía su culo y luego bajaba hasta su rajita y la lamía también incluido su clitoris, ella tuvo un orgasmo asi en cuatro. Mientras lo tenía, le metí dos dedos en su raja y la masturbé hasta que aulló de placer, ella a pesar de ser timida, me pedía más y más, de meterle y sacarle mis dedos de su raja, mis dedos terminaron llenos de sus jugos íntimos.
Luego le dije que fueramos a la recamara y alli la puse en cuatro en la cama como perrita siempre, le puse mi verga de nuevo que ya estaba bien parada, ella comenzó a mamarla de nuevo, luego le dije que se volteara y sus nalgas me quedaron de frente, la tome de la cintura y ahora sin condon se la metí en su raja mojada, mi verga entro casi toda desde el primer empujón, la señora estaba muy lubricada, comence a cogerla con suaves pistoneos, luego fueron más fuertes y ella empezó a gemir de nuevo, -te gusta??- yo le preguntaba y ella me respondía que si le gustaba. -Eres mi perrita?-, le volvía yo a preguntar y ella me respondia -si, soy tu perrita-.
-Ahora mueve tu culo!- le ordené, ella comenzó a mover su culo contra mi verga, ella misma se ensartaba y se movia bien rico. Al rato ella comienza a casi gritar -me corro, me corroo!-, Ella tuvo otro orgasmo brutal y se dejó caer en la cama quedando con el culo hacia arriba, yo empece a jalar su collar y ella no se levantaba, -asi que esas tenemos, no me obedeces!- le dije fuerte. Me fui subiendo sobre sus nalgas, puse mi verga en el aro de su ano y lo froté con fuerza, -ahora vas a ver perra desobediente!- ella se dejaba hacer todo, tomo mi verga con la mano y se la voy metiendo en su culo, ella al sentir que mi glande abre su esfinter, se trata de levantar, pero yo con lujo de fuerza la detengo y le digo -quieta perra, te daré tu merecido!-, la señora me dice siguiendo el juego -ayy no papi, por el culo no, voy a ser obediente!, y yo sigo metiéndosela en su recto, diciendo a la vez -ahora te aguantas perra desobediente!-, sigo empujando y la mitad de mi verga ya está en su culito, Comienzo yo a pistonear mi verga en su culo y ella gime y gime, yo pongo las manossobre la cama para tener de donde detenerme y ahora empiezo a embestirla con fuerza, toda mi verga entra y sale de su culo que me aprieta mucho la verga, no se si la señora ha recibido antes por alli, pero si está muy estrecha, en otras palabras muy rico su culito.
Sigo varios minutos asi hasta que comienzo a eyacular, como no he usado condon, toda mi leche se descarga en su recto ante los gritos de ella, no se si se ha corrido o no. Me quedo encima de ella hasta que mi verga deja de dar latigazos de leche adentro de ella. Por fin me quito y un hilito de semen sale de su culito en ese momento.
Ella se levante y corre hacia el sanitario a asearse. Yo me quedó un rato descansando. Ella regresa y yo comienzo mi danza de vestirme de nuevo para largarme como siempre, en eso ella se acerca y me da un beso, luego me dice que quiere que me quede en la noche, -si no tienes otra cita, me gustaría que te quedaras conmigo la noche-, y saben que, me quedé con ella, cogimos de nuevo, pero lo mejor fue que primero nos calentamos como si fueramos enamorados, es decir hubo besos, tocadas de nuestros genitales, hubo sexo oral, hasta un rico 69, hasta que finalmente me la cogí, es rico coger después de habernos calentado mucho, y eso en mi trabajo no se logra mucho.
Porque contar esta historia, si tengo otras. Es porque a los dos años de andar en eso, me salí, estaba asqueado de toda esa vida. Conseguí un trabajo de mesero en un buen restaurante, ganaba regular, pero estaba tranquilo. En eso veo entrar a la señora acompañada de dos amigas, yo no atendí esa mesa, pero la vi y ella me vió, ella hizo como si iba al sanitario y fue a hablarme, nos saludamos muy amablemente y compartimos teléfonos, ese fin de semana ella me llamó y me dijo que me invitaba a su casa, que su esposo no estaría. Legué puntual, hablamos de lo sucedido en esas ocasiones, luego ella me dijo que nunca más había gozado como la segunda vez, esta de más indicar que nos besamos y terminé en su cama teniendo otra vez sexo con ella, esta vez sin dinero de por medio, solo placer. Ahora nos vemos una vez a la semana en diferentes lugares, hasta hoy.
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