Todo permitido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola, mi nombre es Melissa, tengo 37 años, soy casada y tengo dos hijos, mi vida sexual es muy buena, mi esposo me hace el amor por lo menos tres veces en una semana y le gusta la variedad de posiciones y todo lo que salga y se oye de nuevo en el sexo. Últimamente le dio por preguntarme si me gustaría que otro me cogiera, hacer un trío y cosas así, yo por seguirle la corriente siempre le digo que sí y eso nos excita bastante a ambos y la pasamos rico.
Antes de venir a vivir a este país, tuvimos casi un intercambio cuando se me subieron las copas a la cabeza y me di unos besos y unas buenas agarradas con el esposo de una amiga que andaban con nosotros. Ese día tuve que inventarme unas cuantas mentiras, porque no sabía cuál iba a ser la reacción de mi marido y ya me estaba imaginando el fin del mundo. Por suerte las fantasías de mi esposo pudieron mas y ni me regaño ni nada, por el contrario me dijo que tenía completo permiso para hacer y deshacer sexualmente con quien quisiera. Dejamos eso allí y seguimos nuestra vida normal.
Luego nos mudamos a este país y comenzamos desde cero. Tiempo después me toco regresar a mi país a finiquitar ciertas cosas de negocios y de trabajo que habían quedado pendientes. No falto el comentario de mi marido de que podía aprovechar que iba a estar sola y darle rienda suelta a mis instintos. En realidad no le hice mucho caso y de verdad al llegar me concentre en terminar los asuntos que tenía pendientes. Llegue a casa de mis padres, no quería llegar a mi casa porque me asusta la soledad, pero luego de tres días, invente una excusa que están muy retirados y me fui a casa de mi hermana, quien para suerte mía su esposo estaba de viaje y estaba sola en su apartamento, la primera noche en casa de mi hermana, deje de pensar en las cosas que tenía pendientes (que eran pocas ya me había rendido bastante el tiempo) y comencé a echar a volar mi imaginación.
Comencé por avisarle a mis amigas que me encontraba de visita en el país y que estaba a la orden, al día siguiente ya tenía varias invitaciones a cenar y demás de parte de mis amigas. Entre una y otra me encontré con mi amiga con la que habíamos tenido el casi intercambio en la disco antes de irnos, y me invito a su casa. Sin dudar acepte y esa noche tomamos, comimos y conversamos de lo más rico, hasta que llego su esposo con mas bebida y se incorporo a la conversación. El hacia sus comentarios sexuales como invitándome a un trío, pero yo me hacia la desentendida, al igual que la vez anterior, mi amiga no le molestaba en lo mas mínimo las insinuaciones de su esposo, por el contrario parecía que las estimulaba para que hubiese una respuesta positiva de mi parte. Pasaron las horas y ante su insistencia de que me quedara en su casa con ellos y el peligro inminente que terminara en la cama retozando con los dos, les insistí en que me llevaran a casa. Extrañamente mi amiga no quiso acompañarme y le encomendó esa tarea a su esposo. Salimos y ya asomaban las tres de la mañana así que teníamos que apurarnos, no quise molestar a mi hermana así que le indique al esposo de mi amiga que me llevara a mi casa, tan pronto entramos al estacionamiento comenzó un ataque frontal diciéndome que debíamos terminar lo que habíamos comenzado en la disco unos meses atrás, debo confesar que resistí todo lo que pude, pero el efecto de los tragos y como de verdad tenía muchas ganas de experimentar, termine por aceptar.
Comenzamos con uno besos carnosos interminable de esos que derriten a cualquiera, sin dejar de explorar cada milímetro de mi cuerpo fue despojándome hábilmente de toda my ropa interior, aprovechando de chuparme los senos con mucha fuerza, casi que me hacia gritar, pero estábamos todavía en el estacionamiento, así que le invite a que subiéramos, así lo hicimos y al solo cruzar la puerta ya estaba tirada desnuda sobre el sofá, esperando la estocada de una verga totalmente diferente a la de mi marido. Primero me la humedeció un poco mas con su lengua, pasándola suavemente por mis labios vaginales e introduciéndola profundamente en mi vagina, no aguante mas y le pedí que de una vez me la terminara de meter, me desgarró como le dio la gana, entraba y salía de mi cuerpo como para demostrarme las enormes ganas que había reprimido de penetrarme durante todos estos meses, me volteaba una y otra vez cambiando de posición constantemente, duro más de treinta minutos cogiéndome cuando se vino en leche, nunca pensé que su descarga iba a ser tan grande, soltó una parte dentro de mí, lo saco y yo me incorporé para chuparlo y para mi sorpresa, parecía que estaba orinando por la cantidad de esperma que salía de su pene, me baño por completo las manos, la cara, los senos, las piernas, me trague la que pude, hasta que al fin dejo de eyacular. Me causo un poco de risa, nunca había visto semejante eyaculada. Nos tuvimos que ir a la ducha, porque no había otra manera de limpiar semejante reguero. Una vez en la ducha comenzó a meterme mano de nuevo, yo tenía la cuchara destrozada, sin embargo me dispuse para el segundo round, comencé a chuparle la verga, aprovechando de verla, era medianamente grande, un poco gruesa en la base y con un enorme glande rosado intenso, la chupe completa desde la cabeza hasta los huevos, estaba depilada así que pude seguir casi hasta la puerta del culo, lo que lo volvió como loco, me incorporo, me puso de espaldas y me enterró la verga hasta la empuñadura, al principio sentí dolor, estaba muy maltratada por la primera faena, pero a los pocos minutos ya estaba destilando fluidos suficientes para tragarme un camión. Estuvimos tirando hasta que las piernas me pedían a gritos que saliéramos del baño, salimos y nos fuimos a la cama, allí aprovecho de ponerme en las pocas posiciones que no me lo había metido en el mueble y en el baño. Solo había visto tanta resistencia en las películas, me parecía que no terminaría nunca, cuando al fin me dijo que acabaría, y que donde lo quería, le dije que en mis senos y allí fue que comenzó, nuevamente un mar de leche, mis tetas no se dieron a vasto y termino nuevamente en mi cara, brazos, manos, estomago etc., etc., etc.… pensé que por tratarse del segundo polvo iba a ser menos pero la diferencia fue imperceptible. Nos volvimos a la ducha y esta vez no hicimos nada, ya eran pasadas las cinco de la mañana y aunque tenía la certeza que esto lo habían planeado mi amiga y su esposo, disimule y lo envié a su casa. Al día siguiente, con la entrepierna bien cogida, como a media mañana le llegue a mi hermana suplicando por un desayuno. A pesar que no recuerdo haber sido cogida de esa manera, no alejo por completo los malos pensamientos de mi cabeza.
A los pocos días recordé que el padre de un amigo (ex novio) había fallecido unos meses atrás y nunca pude darle condolencias, así que aproveche de llamarle y al poco rato ya hacíamos planes para vernos y charlar un poco. Confieso que ese era el plan original, pero una cosa llevo a la otra y luego de una apacible tarde de conversación y buenos deseos, terminamos en las cabañas de nuestro hotel de costumbre, llegamos y como era nuestra costumbre, primero nos besábamos por largo rato en el auto y nos desnudábamos poco a poco, luego completamente desnudos subíamos a la habitación, comenzamos con un largo y profundo 69, ya extrañaba una verga conocida, esta era de mi medida exacta, ni grande ni pequeña, se amoldaba perfectamente a mi boca y a mi vagina, sin mencionar que la mueve como un maestro, hacía 6 años que no me acostaba con él, la ultima vez me lo encontré por casualidad en un mal e igualmente terminamos tirando toda la tarde mientras mi marido pensaba que andaba de compras. Completamos el ritual desde el principio hasta el fin, primero terminó en mi boca en el 69, luego se lo mamé hasta que estuvo listo nuevamente y luego de pasar un buen rato en el misionero y de perrito, me lleno la cuchara de leche y para terminar, aprovecho de untarme crema en mi culo y penetrarlo a su gusto echándome el tercero que no por ser el ultimo es el peor, todo lo contrario creo que es donde más esfuerzo le pone, solo le he dado el culo a tres personas, mi marido, otro ex y a este que no sé porque razón nunca me he podido negar cuando me pide cama. Al llegar a casa esa noche, me prometí a mi misma terminar con el tema del sexo. Me dedique los días siguientes a finiquitar las cosas, y al final me quedaban un par de días libres, así que acepte la invitación de unos ex compañeros de colegio, a un reencuentro. La pasamos de maravilla, baile con todos, tomamos y nos divertimos como que el tiempo no hubiese pasado. Ya entrada en la madrugada les dije que debía irme, un amigo se ofreció a llevarme y nos fuimos. A pesar de que habíamos bebido y comido hasta reventar no me negué, cuando me ofreció detenernos a tomar un café. luego me acompaño a mi casa ya que por la hora no quería despertar a mi hermana, y en un descuido en la despedida nos comenzamos a besar, el siguió con las caricias y al minuto siguiente estaba sin blusa y sin sujetador acariciando su cabella mientras me mamaba las tetas, a pesar de que varias veces le dije que esto no podía pasar, mis pezones erectos la daban el mensaje opuesto, quito mis pantalones y los suyos y me deje llevar, al acostarme en el sofá, y abrir mis piernas se coloco suavemente sobre mí, introduciéndome su verga en mi boca y apoderándose de mi cuchara con sus labios. Debo confesar que me la mamó deliciosamente, casi automáticamente me arranco un orgasmo divinísimo, que me hizo convulsionar y gemir a la vez que inundaba su boca con mis fluidos, paso siguiente, enfilo su trozo hacia mi vagina que aun palpitaba por el reciente orgasmo. Me taladro de un solo golpe al principio y poco a poco fue agarrando ritmo de tren, se sentía riquísimo el entrar y salir de aquel poderoso pene en mis entrañas. Luego nos cabíamos de posición y tome el mando sentándome encima, comencé a contornear mis caderas como una serpiente como si quisiera arrancarle el pene desde su base, luego me gire y me coloque de espalda dándole chance que disfrutara del espectáculo de ver como se perdía su verga dentro de mi vagina, mientras masajeaba mis nalgas.
Me baje y me coloque de perrito, allí luego de penetrarme comencé a culear en círculos y casi de inmediato se vino en leche, lo saque de mi, y pude recibir gran parte en mi boca y sobre mis senos, estaba caliente y suficiente en cantidad, nada como el esposo de mi amiga pero bastante buena… terminamos y nos despedimos con un jugoso beso.
A los pocos días regrese a casa con mi esposo, este me interrogo hasta más no poder, y a pesar de saber que él me había dado su permiso, decidí no tentar a mi suerte y quedarme con el secreto. Ahora solo espero que nadie de los afortunados con los que estuve, divulgue nada de lo que paso y poder disfrutar la picardía de que mis fantasías se hicieron realidad, y que en un futuro viaje se puedan repetir..
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