Tuve una noche completa a mi suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Juan Carlos de 28 años, casado con Elena de 27, la menor de 3 hermanos.
Vivimos a solo unos dos minutos de mis suegros.
Y quiero confesar que mi suegra, que llamaré Eva, es toda una hembra, que mi estimado suegro ha dejado casi olvidada.
Ella aún viste bien, acorde a su edad, pero sexy, siempre es vivaracha, de joven creo que fue una mujer tremenda, pues tiene tatuada su espalda y arriba de su tobillo izquierdo.
Tiene dos enormes senos que aún conservan cierta dureza y desafío a la gravedad.
Un culo en forma de corazón grande y dos enormes ojos verde oscuro.
Desde que estuvimos de novios con mi ahora esposa, hubo cierta atracción entre ambos, nos delataban miradas furtivas, pero nunca pasó a más hasta casarnos con Elena.
Luego ya como familia, las atenciones de mi suegra fueron mayores y yo también la halagaba con palabras sobre lo bien que conservaba su cuerpo y es que es cierto.
He visto como amigos de mi suegro la ven con mucho deseo, pero ella nunca les dio lugar.
Pero mi deseo se marcó un día que fuimos a la playa, yo quería ver a mi suegra en traje de baño, la animé a que se bañara y por fin se fue al vestidor, cuando salió me dejó con saliva en la boca, se puso un bikini, no diminuto, pero si audaz y se veía deliciosa todavía, la mayor parte de sus carnes aún estaban duritas, sus senos apenas cabían en el traje, su marido, mi suegro, la regañó por ponerse algo asi, pero yo intervine y le dije que debía sentirse orgulloso de tener una mujer con tres hijos y tan linda.
Mi suegra me agradeció lo que dije, al igual que mi esposa.
Mi esposa, mi suegra y yo nos metimos al mar, luego de un rato mi esposa dijo que quería tomar el sol y se fue, me dejó con mi suegra, quien charlando me dijo que no sabía nadar, le contesté que no se preocupara que yo era un experto nadador.
A propósito la fui metiendo más y más hasta que el agua nos llegaba a los hombros, ella sintió miedo y le dije que se aferrara a mi, primero solo me tomó del brazo, pero hubo un momento que sus pies ya no tocaban el fondo y se asustó, se aferró a mi, esta vez sus piernas me rodearon la cintura y sus brazos mi cuello, yo le dije que tranquila, que flotaríamos, asi lo hicimos, solo que nuestros rostros quedaron a centimetros, su busto contra mi pecho, y además podía sentir su raja pegarse a mi paquete que no era ajeno a lo que pasaba, mi verga iba en aumento y creciendo.
Como tenía que mover las piernas para avanzar en el agua, provocaba una frotación entre su pelvis y la mía, en dos minutos mi verga estaba empalada y su pelvis frotandose, la vi y ella también estaba excitándose.
-ayy dios santo!- dijo, le pregunté si le pasaba algo, sabiendo yo que estaba mojándose.
-nada, nada- espero que ya lleguemos a un lugar más bajo.
Yo floté y le pasé las manos por sus muslos, de verdad estaba buenota mi suegra.
Entonces moví más rapido mis piernas y a propósito mi pelvis como si estuvieramos follando de verdad, el rozamiento de nuestros sexos fue bárbaro, yo vi que ella cerraba los ojos por momentos, en eso gimió y se abrazó a mi como rendida, no se si tuvo un orgasmo o no, pero se quedó como una niña contra mi, la fui sacando de la parte profunda y por fin sentí fondo en mis pies.
Se lo dije para que se desprendiera de mi, además ya eramos más visibles ante los demas.
Ella se compuso su traje y me tomó de la mano para salir, me dijo que se sentía mareada un poco, alli confirmé que si había tenido un climax.
Regresamos con los demás y nadie notó nada.
Pero ya las miradas entre mi suegra y yo decían palabras.
Y sucedió.
En esa semana, se había anunciado la entrada de una depresión tropical desde el pacífico.
Pero ese día amaneció incluso con un bonito sol.
MI esposa decidió acompañar a su padre para ir a ver unos muebles, al parecer mi suegro había decidido cambiar los muebles de la casa y en una pueblo al norte los hacen por buen precio.
Asi que fueron, pero a media mañana comenzó a llover y se anunció que algunos derrumbes en la carretera habían detenido el tránsito, cabalmente a donde habían ido mi esposa y mi suegro.
A eso de las 4 de la tarde, se declaró que la depresión tropical se había adelantado unas horas y recomendaban no salir a la calle.
Mi esposa me llamó, me indicó que no había paso de regreso y que la lluvia allá estaba muy fuerte, que mejor regresarían al pueblo a ponerse seguros, me dijo que mi suegro me pedía por favor que fuera a la casa de mi suegra, que ella estaba preocupada y sola.
Llamé primero para ver como estaba y si estaba asustada, le dije que llegaría en un momento.
Llegué con ella, ya se escuchaba en las noticias, varios derrumbes en carreteras y lugares, me abrió la puerta asustada, me dijo que había hablado con su hija y mi suegro y por seguridad pasarían la noche en el pueblo x.
Mi suegra me sirvió un café mientras platicabamos, la tranquilicé, pero ella me pidió que no quería estar sola en la casa, me dijo que ella podía ir a mi casa, pero yo lo dije que no tenía por qué hacer eso, yo iba rápido por ropa a mi casa y podía quedarme con ella.
Le dije que pasaría comprando la cena para los dos, para que no se preocupara por hacer comida.
Sali con una lluvia intensa, fui a la casa, guardé ropa para dormir y para el siguiente día, luego fui a un restaurante cercano compre comida italiana, porque se que a mi suegra le gusta, luego pasé por una venta de licores y compré un par de botellas de vino tinto.
Por supuesto que mi mente volaba, pasar una noche en la casa de mi suegra, los dos solitos, y con lo que me obsesiona ella.
Regresé a la casa, y no podía ser mejor recibimiento, mi suegrita se había cambiado de ropa, tenía puesto un vestido que me encantaba verselo puesto.
De una pieza, cortito, dejaba verle sus gruesos muslos, de tirantes, con amplio escote, que lucía encantadoramente sus grandes senos.
Me dijo que se había puesto cómoda, y que quería verse bien pues iba a cenar con su yerno, o sea yo.
Mi noche crecía en posibilidades.
Cenamos y ella me invitó a pasar a la sala para terminar la botella de vino, luego sacó el tema de la tormenta y tomando su móvil llamó a su marido, después de varios intentos por fin logró línea, le contestó mi suegro, quien le dijo que iya estaban en el hotel y que luego de cenar se encerrarían con mi esposa, para dormir y estar temprano listos para viajar de regreso, pedí hablar con mi esposa y mi suegra me la pasó, le dije que ya estaba con su mamá y que no se preocupara de nada, luego corté la comunicación.
Nos quedamos en la sala charlando, comencé a ser más personal, preguntándole las cosas que prefería, además la adulaba diciendole que era "come años", pues aparentaba unos 40 años le decía.
Ella se sonreía.
Yo le llenaba su copa de vino, luego destapé la otra y seguimos bebiendo.
Cada vez había más contacto personal, yo me acercaba y en ocasiones nos tomabamos de las manos o nos abrazabamos por alguna broma.
-Eres muy bella Eva- le dije cerca de su rostro, ella me acaricio el rostro y tomándolo me beso los labios.
Yo respondí rápidamente y lo convertí en un beso muy humedo, con legua y todo.
-Eres muy lindo!- me decía Eva cuando nuestras bocas intentaban devorarse la una a la otra.
No pude evitar colocar una mano y acariciar uno de sus senos, bajé uno de sus tirante para tener su seno al descubierto, era increible la calidad de sus tetas a pesar de su edad, bajé a mamarlo, me quedé lamiendo su pezón que se endureció entre mis labios, ella puso una mano en mi entrepierna y poco a poco acarició mi bulto entre mis pantalones.
Luego bajé el otro tirante y los dos grandes senos de Eva estuvieron al desnudo, los tomé con cada mano y mis labios los mamaban uno por uno por turnos.
-ayyy que rico!!- dijo Eva ya bastante excitada.
Ella bajó el cierre de mi pantalón y con mucha experiencia sacó mi verga del pantalón y comenzó a frotarla.
-Ahora es mi turno- me dijo y me quitó de sus senos y bajó su cabeza para meter en su boca mi glande y chuparlo, -rico!, tenia meses de no hacerlo- dijo ella y siguió mamando, metiendo más carne a su boca y succionando delicioso, no cabe duda que la experiencia de Eva era muy buena.
Me dio una riquisima chupada de verga y de huevos, me dejó con la verga hecha una piedra.
-Ahora me toca de nuevo- le dije, porque sino hubiera eyaculado en su rostro.
La recosté sobre el sofá y me metí entre sus piernas, besando sus rodillas, sus muslos y adentro en su entrepierna, despacio, sin prisa, degustando su piel que aún guardaba cierta tersura.
Me dirigí con mi boca hacia el centro de su panty, lamí y besé sobre su raja, se sentía el olor a hembra caliente.
Le fui haciendo a un lado su panty destapando su raja, pude ver su pelambre, yo iba besando y lamiendo todo lo que iba abriendo, fui cogiendo con la boca sus labios vaginales, Eva gimió cuando sintió mi lengua pasar por su clitoris, el cual es de buen tamaño, lo atrapé entre mis labios y lo lamí desde adentro de mi boca, sentí la mano de mi dulce suegra tomar mis cabellos y jalarlos, entonces introduje un dedo en su raja, ohhh que caliente estaba y totalmente mojada, inserté otro dedo a la par del primero, luego los moví adentro entre toda la lubricación que tenía la vagina de Eva.
Ella ya gemía con más frecuencia.
Saqué mis dedos, lo que yo quería en ese momento era cogerla.
Me fui acomodando entre sus piernas, ella me recibió entre sus brazos, nos besamos un rato, yo coloqué mi verga entre sus labios vaginales y la fui ensartando, ella mordió mi labio cuando sintió que mi pedazo de carne le entraba en sus entrañas, terminé de acomodarme encima y mi verga entro toda.
Luego me puse a bombearsela intermitentemente, ella gemía, pujaba y gritaba de placer, era muy caliente mi suegrita.
Yo de sus labios pasaba a sus tetas, las que mamaba con fuerza y chupaba sus pezones.
De pronto siento las uñas de mi suegra en los costados, ella se está corriendo en serio, gritando -que rico, qué rico!!, sigue, sigueee-.
-vamos a la cama- me dice ella cuando le baja un poco la calentura.
Nos vamos de la mano, al entrar ella me tira a la cama y se coloca encima en una 69, me pone su raja en la boca y mi verga en la suya, comenzamos a mamar nuestros sexos.
Su raja esta mojadisima.
En eso ella rompe la posición, y se coloca sentada encima de mi verga, se levanta un poco solo para colocarla con su propia mano dentro de su vagina, luego se va sentando y acomodando mi verga en su raja, siento como mi verga se envuelve entre humedad y calor.
Luego comienza a moverse encima, levantando su trasero y dejandolo caer sobre mi parada verga.
Yo acaricio su buen busto y ella se acerca a mi para que le mame sus pezones, no deja de mover su cintura, que rica sensación, es una yegua para cogerme asi mi suegrita.
Me cabalgó duro como una jinete experta, ella comenzó a convulsionar y a gemir, ella misma se provocó un enorme orgasmo cabalgando y no dejo de moverse hasta verme llegar a mi venida, comencé a quejarme, ella se movió más fuerte y comencé a lanzar latigazos de esperma dentro de su raja, no paró hasta que me sacó hasta la última gota, que clase de cogida me acababa de dar mi suegra de 51 años.
Tardé unos cinco minutos descansando en la cama.
Luego Eva me invitó a asearnos en la regadera de su ducha, fuimos desnudos, no tardamos nuevamente en besarnos debajo de la ducha, Eva me agradeció este momento, me dijo que había fantaseado conmigo desde hace algunas semanas, y su fantasía se había vuelto realidad.
Yo le dije que también había fantaseado con ella, -pero si soy una vieja- me dijo Eva, yo la jalé la puse contra la pared y le dije que muchas mujeres más jovenes quisieran tener un cuerpo como el tuyo, diciendo esto y la besé con mucho deseo y fui bajando mis besos por sus senos, luego su vientre y por último comencé a hacerle sexo oral alli de pie en la ducha.
Me puse de pie y seguimos dándonos lengua.
Luego fuimos de nuevo a su cama.
-hoy te duermes conmigo- me dijo ella.
-me puse un boxer y un t.shirt que uso para dormir, ella se metió a cambiarse.
Cuando salió teniá puesto un camisón para dormir, casi transparente, le podía ver sus senos y pezones, además de un bikini atrevido que tenia puesto, se metió a la cama.
Se puso de lado, yo atras y comencé acariciarle las piernas y los senos, luego le bajé su bikini y poniendo mi verga en la entrada de su vagina comencé a penetrarla, despacio, lento, mientras nos besabamos rico.
No había prisa ni tiempo, yo movía mi pelvis, entraba y salia de su raja.
Nos dijimos palabras de amor y deseo.
Estuvimos muchos minutos asi, perdí la cuenta, solo recuerdo haber eyaculado de nuevo dentro de su raja y haberla llevado a ella a otro relajante orgasmo.
Luego charlamos, se nos olvidó el temporal, ella mamó mi verga hasta dejarmela de nuevo de pie, luego la puse en cuatro y tuve a mi placer su redondo culo, lo lamí, le hice el beso negro y después me la cogí por la vagina, mientras le metía un dedo en el culo, le dije que me encantaría metersela por ese agujerito chico, ella me dijo que si no había problema porque no estaba preparada, le dije que no, puse mi verga en su ano y la penetré, ella movió su culo de forma que mi verga le fue entrando a medida que ella me envolvía la verga.
No se detuvo hasta tenerla toda en su recto.
Luego me la comencé a coger con duros enviones, mi verga entraba y salia de su ano.
Hasta que no pude más y lancé otra carga de semen ahora en su recto.
Me tuve que lavar la verga, pues tenía impregnada un poco de mierda de Eva.
Pero no importaba había sido un tremendo palo en el culo de Eva.
Ahora si estabamos muy agotados.
Pero eso no impidió que al alba volvieramos a coger otro poco.
No olvido esa noche.
Mi suegra tampoco.
Sin embargo le entro sentimiento de culpa a Eva y me pidió que alli lo cortaramos, no tuve problema con eso.
Aún suspiro por volver a tener a mi suegra en la cama.
Y creo que ella también.
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