Un gran misterio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por aslex.
Conseguí una cámara de video pequeña y la escondí en un rincón de nuestra recamara sin avisarle a mi mujer. A ella le daba vergüenza que la viera con otro, y se lo creo y creí entonces ya que la conozco muy bien. Además agregó que le resultaba más excitante hacerlo a escondidas mías, simulando ante su amante que me ponía el cuerno sin que yo me diera cuenta. Acepté la situación un par de meses, pero la curiosidad pudo más que mi respeto a su decisión.
Era martes y mi mujer iba a tener un encuentro con su amante esa tarde en nuestra casa y en nuestra cama.
El sábado siguiente me quedé solo en la casa ya que mi mujer tenía reunión con sus amigas, luego que se despidió me fui casi corriendo a donde había escondido la memoria de la cámara; la tomé con mis manos temblorosas y la introduje en el puerto del ordenador. Inicio-equipo: Clic, luego doble clic en tarjeta de memoria y doble clic en el archivo; adelanté 4 horas de nada y por fin aparecieron en foco ya medio desnudos y besándose muy apasionados, pero noté horrorizado que no había sonido. Moví la barra para adelantar el video y comprendí que todo estaba en silencio, "ni modo" pensé. Se besaban y se pasaban las manos por todas partes; había mucha calentura en todo lo que hacían, supongo que era debido a los 15 días que tenían de no verse.
Se fueron acercando a la cama y por fin se acostaron aunque sin dejar de besarse ni acariciarse, pensé que en cualquier momento le iba a quitar el slip a mi mujer y se la iba a clavar, pero para mi asombro, y según vi, para asombro de él, ella lo detuvo poniéndole la mano en el pecho, y le dijo espera, eso entendí por el movimiento de sus labios y por su actitud. Ella le sonrió y le dijo algo, imagino que le pidió que se acostara boca arriba porque a continuación él lo hizo. Entonces ella se hincó frente a él, aun sobre la cama y se quitó el brasier dejando al aire sus pechos tan ricos. Luego se acomodó boca abajo sobre las piernas de él dejando la cara cerca de su verga.
Ella se apoyó en los codos para dejar sus manos libres y poder manipulársela a gusto, yo pensé que el plan de ella era mamársela hasta hacerlo venir, pero en vez de eso la tomó con las dos manos y a masturbarlo despacito mientras le platicaba algo. El movía la cabeza asintiendo o negando esporádicamente, luego ella le preguntó algo y él se asombró y clarito vi que expresaba "¿de verdad?" o "¿de veras?", ella se sonrió ante su sorpresa y acercó su boca para darle una ligera lamida en la punta, luego él sonreía aun incrédulo y ella lo miraba de manera picara diciendo cosas y lamiendo despacito a veces.
Él la seguía mirando entre divertido y alegre y le repetía una y otra vez "¿de verdad?" y no estoy seguro pero creo que también le preguntaba "¿en serio?". Le estaba contando algo muy cachondo seguramente ya que por momentos se veía que él respiraba muy profundamente y su verga se puso más dura.
Yo estaba que me quemaba, quería saber que le decía además, esas lengüetadas tan ricas que le hacía a su verga me las imaginaba que me las hacía a mí, le pasaba la lengua a veces por lo lados de la cabeza, por encima del agujerito y alrededor del tronco y luego se detenía para contarle algo más. Él cerraba los ojos y la escuchaba mientras se veía que respiraba cada vez más profundamente.
Mi curiosidad estaba llegando a su límite, y mi calentura, hubo un momento en que pensé entrar al cuarto y preguntarle que tanto le decía, pero luego recordé que era una grabación, me sentí además de estúpido muy frustrado.
Luego ella arqueó un poco la espalda para erguirse ligeramente, lo miro al rostro y le dijo otra cosa la cual lo hizo que abriera los ojos mostrando que era algo asombroso y clarito vi como sus labios formaban un circulo y expresaban: "¡no!" mostrando, con su expresión claramente su incredulidad, ella lo miró aun más sonriente, bajó su torso de nuevo y comenzó a darle chupetones ligeros en la cabeza del miembro. Él la miraba entre ligeramente incrédulo y sonriente y a la vez mostrando que todo aquello lo excitaba enormemente. Le preguntó varias cosas y ella asentía sin dejar de chupetearle la punta de la verga pero sin dejar de mirarlo a los ojos y sonriendo satisfecha por haberlo sorprendido con lo que le dijo, luego se la sacó de la boca y comenzó a masturbarlo lentamente con las dos manos.
Después de unos momentos creo que él le preguntó si le había gustado a lo que ella asintió de nuevo con la cabeza para a continuación meterse la mitad de la verga en la boca, moverse de arriba a abajo y sacarla para seguir lamiendo despacito alrededor de la punta sin dejarlo de mirar en actitud entre picara y maliciosa. Él cerró los ojos al sentir las lengüetadas pero siguió preguntando y ella asintiendo, lo cual seguramente el sentía por el movimiento en su verga, luego ella dejó de lamerlo y le dijo algo que fue así como lo más sorprendente ya que él abrió los ojos y se estremeció levantando al mismo tiempo la cadera para buscar que su verga se metiera en la boca de mi mujer. Ella aceptó la introducción aunque también levantó la cabeza un poco ya que el amigo este la tiene larga, pero no dejó de moverse para seguir dándole placer lo cual hizo por al menos unos 5 minutos más mientras él, con los ojos cerrados, empujaba su cadera y murmuraba algo. De pronto el audio volvió lo que me hizo estremecerme un poco, regresé el video unos cuantos segundos para observar de nuevo la acción y además para verificar lo que dijo él, aunque la frase estaba cortada: "¿…rias que te haga lo mismo?"
Ella lo miraba fijamente a los ojos y sin sacarse la verga asintió lo que provocó que él se viniera profusamente dentro de su boca y gimiera en voz alta.
Poco después se acostó ella junto a él y lo abrazó quedando su cara muy cerca de su oído derecho, hablaban en voz baja y además el audio se cortaba por momentos, ya mi frustración era enorme, pero alcancé a entender algunas frases, "…pudiera hacer eso" dijo él con los ojos cerrados, ella jugaba con su cabello corto rizado y él le apretaba las nalgas con su mano derecha la cual había pasado por debajo de la cadera de ella, mientras que con el otro brazo se cubría los ojos. Lo que ella le decía no lo podía escuchar por más que le subía al volumen.
Pasaron como 15 minutos haciéndose arrumacos y hablando en voz baja, entonces a él se le paró de nuevo, "…el culo" dijo él, ella le dijo: "por donde quieras mi amor" y dicho y hecho se acomodaron de perrito y comenzó a sodomizarla, "hay que conseguir las cosas" dijo cuando ya la estaba pistonenando profundamente, "¡dios! va a ser la mejor experiencia de mi vida"
Ella gemía mientras el pedazo de verga aquel le entraba y le salía por el culo, "¡si papi! te va a gustar mucho" gritó ella, "pero tenemos que conseguir un lugar, ya te imaginaras que aquí en la casa no se puede"
Él se rió socarrón, "¡y que lo digas!, no te preocupes, conozco a un tipo que puede prestarnos un lugar"
Ella visiblemente se estremeció ¡y yo también! ¿Pues qué van a hacer? dije en voz alta.
"¡hay papacito! nomas de imaginarme que lo voy a volver a hacer y contigo ¡ah!" de su garganta salieron gritos de placer, ¡estaba teniendo un orgasmo! "¿entonces me dices que nunca lo has hecho con tu esposo?"
Ella recuperaba apenas la voz, "¡no!, ni pensarlo papi, estas cosas tan raras no me gustaría hacerlas con él, ¿te imaginas qué pensaría de mi?"
"¡Nada malo!" le grité a la pantalla como si mi esposa pudiera oírme, él se puso más cachondo y comenzó a bombearla muy fuerte, en pausas como si la estuviera apuñalando, "entonces…" dijo con los ojos cerrados, "entonces" repitió mientras se la metía de golpe de nuevo, "¿no te preocupa lo que piense yo de ti?"
Ella volteó a verlo sonriente y maliciosa: "tú eres mi juguetito sexual amor, acuérdate, nada de sentimentalismos, ¿ok?"
Él le puso la mano en la espalda, la empujó para que ella se empinara totalmente y luego empujó hasta el fondo de nuevo y después se vino. Luego de llenarle las tripas con su leche "tienes razón putita, fue un lapsus" y se dejó caer encima de ella todavía metiéndola y sacándola pero ahora ya con calma y con ritmo lento.
Toda mi atención estaba en mi sentido del oído, pero no alcancé a escuchar nada, no supe si hablaban o estaban en silencio; después de un rato se la sacó y comenzaron a vestirse, "si consigo el lugar y las cosas te hablo para ponernos de acuerdo, ¿vale?" ella le dijo que si, se levantó para acompañarlo a la puerta y después regresó y se acostó en la cama, increíble y absurdamente yo deseaba aun ir a la recamara para preguntarle. Pensé que se vestiría pero en cambio se acostó, abrió las piernas y comenzó a masturbarse con la mano, se cubría los ojos con el otro brazo, costumbre que había adquirido recientemente y de la cual ya conocía de quien la había copiado, de su amante negro y comenzó a gemir poco a poco más fuerte y a decir varias veces y aumentando paulatinamente el tono de voz: "¡si! ¡Por fin lo voy a hacer, por fin!¡por fin!" hasta que tuvo otro orgasmo.
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