UN LUNES PARA RECORDAR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que después de tanto pensarlo me anime a ver nuevamente a Alfredo, durante dos meses no deje de pensar en la posibilidad, ya que como deben suponer estaba más que lista. Esta ocasión fue en lunes, el viernes anterior le llame y le pregunte si tenía tiempo y más pronto me dijo que era lo que estaba esperando, así que hecho el plan, nos vimos el lunes acordamos que sería como a las 2 de la tarde y nos vimos en San Ángel, de ahí tomamos rumbo a un hotel de Mixoac, como íbamos en su coche entramos hasta el estacionamiento, ya dentro de la habitación me dijo que pensaba que ya no se iba a poder hacer nada, yo le conteste que no fuera desesperado que comprendiera que no me es tan fácil salir.
Me pidió que me quitara la ropa y lo hice de tal forma que le provocara una excitación mayor ya que por sus ojos se le notaba se encontraba en ese estado desde que me cogió por primera vez, primero le pedí me desabrochara el vestido, lo hizo, no sin dejar de abrazarme por la espalda y masajear mis pechos, después él me desabrocho el sostén y me miró como hipnotizado, me dijo que eran hermosos mis senos y comenzó a chuparlos, dejando una pequeñas mordidas en mis pezones, los cuales no tardaron en dar respuesta,, me ayudo a quitarme las pantimedias y por último la tanga, me acarició todo el cuerpo, me acostó de espaldas a la cama y me abrió las piernas y comenzó a pasar su lengua por mi vagina, me lamía que daba gusto yo le pedía a gritos que parara ya, que me clavara su verga, él se mantenía mamando y humedeciendo mi interior, se levantó y se acostó en la cama con la verga verdaderamente dura, yo me acerque y la tome entre mis manos la sobe un rato, le pase la lengua muy suave por el glande, cosa que lo puso como loco, sin pensarlo metí la verga completa en mi boca y le hice una rica mamada, él no podía más y se levantó, me acomodo de espaldas se acercó, me abrió las piernas puso su verga en la entrada, para eso yo estaba ya más que preparada, tome su verga y la guié, de un golpe la metió completa, yo solo suspire y como un remolino la comenzó a meter y sacar, primero fuerte y después despacio, nuestras bocas se trenzaron en un rico y largo beso, me decía que no lo podía creer, que por mucho tiempo me imagino en esta forma, yo sólo le pedía que lo disfrutara.
Durante un buen rato me tuvo ensartada de esta forma, yo le pedí que cambiáramos de posición, se acomodo de espaldas y yo lo monte, deje caer mi cuerpo y de un solo movimiento me clave en esa verga tan dura y sabrosa, me movía con mucho ritmo, él logro acomodarse al mismo y nos dimos mucho placer él aprovecho para tomar mis senos y acariciarlos, así como acercarlos a su boca y chuparlos, mis movimientos fueron subiendo de intensidad y por la cara que él puso supuse estaba a punto de venirse, intensifique los movimientos y sentí como un liquido caliente inundaba mi vagina, los ruidos que hacía no dejaban lugar a dudas, se estaba viniendo completamente en mí, me abrazó y me beso con toda la pasión que esta ese momento no había mostrado, yo me recosté sobre él, sin separar nuestros cuerpos y sin sacar la verga de mi panocha, así permanecimos un buen rato, nos separamos y él entro al baño
Yo me quede acostada intentando recuperar las fuerzas, se recostó y platicamos, me dijo que no había dejado de pensar en mi y que esperaba que esto continuará, yo le dije que a mí me pasaba lo mismo, pero que considerará que me es difícil salir con la responsabilidad que ya tenía, le pedí que disfrutara del momento, cosa que entendió rápidamente, ya que nuevamente acarició mi cuerpo, mis tetas, las cuales sobo a gusto y mamo. Después me acaricio la vulva, me dijo que era una mujer muy especial, me beso las nalgas y paso su lengua por mi ano, le dije que por ahí no, siguió su recorrido y de nuevo en mi vagina, metió un dedo y después dos, yo ya estaba que le pedía más, así que me acomode en cuatro patas y el ya con la verga bien parada, se puso detrás de mí, me abrió la concha y me ensarto, me daba arremetidas con mucha fuerza, primero me gustó pero por un momento le tuve que pedir que lo hiciera más suave, así lo hizo y no acomodamos muy bien, me cogía a su gusto, puso un dedo en mi ano y empezó a jugar con el yo me derretía del gusto, él seguía con su buen ritmo metiendo y sacando se camote, yo estiraba el cuello para recibir sus besos cada vez con más calor y pasión.
Afloje las piernas y quede acostada boca abajo, sin salirse de mí, siguió metiendo su rica verga, yo apretaba con mucha frecuencia su chile para provocarlo a que me siguiera ensartando, mis músculos y sus empujones hicieron efecto, sentí que su verga iba a estallar, creció su cabeza y sentí de nuevo como toda su leche me llenaba de nuevo, fue tan rico, descansamos un poco y él se levanto no sin antes gozarme tal cual estaba y volver a acariciar mis nalgas mi pubis y mis senos, me beso y me dio las gracias, se metió al baño y escuche la regadera, ya me andaba de la pis, así que le dije que iba a entrar, me senté a orinar y él me dijo que me metiera a la regadera, lo pensé un momento y en menos de lo que les cuento ya estaba con él, trenzada en un rico beso y sintiendo el agua recorrer mi cuerpo, me acarició cuanto pudo yo le lave su verga, me hinque y la metí por un momento a la boca, él quería más, pero le dije que tenía que llegar a casa, nos salimos del baño me seco y acarició de nuevo todo el cuerpo y nos vestimos.
Ya de camino, no dejo de acariciar mis piernas y cuando me descuidaba me besaba, por cierto muy rico, le pedí me dejara un poco retirado de casa, para no generar sospechas.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!