Un nuevo integrante en la familia: Primer contacto
Matías, un primo del cuál desconocía su existencia hasta ahora, había perdido a sus padres en un fatídico accidente de carretera, el resto de mi familia sabía que debía hacerse algo con el pobre, fue entonces que mis padres decidieron «adoptarlo» para cuidarlo de ahora en adelante. .
_________________________________
En Julio de este año acababa de ingresar a mi nueva secundaria, un cambio radical para cualquier preadolescente de la época, estaba ansioso de hacer nuevos amigos y crear recuerdos increíbles, mis padres siempre me habían amado mucho y sentía que no me faltaba nada, aunque en algunas ocasiones me hubiera gustado tener algún hermano.
Así es, era hijo único de una pequeña familia nuclear como cualquiera, una madre y un padre con su único hijo, mi nombre es Santiago y mi cumpleaños 12 estaba muy cerca, a mí manera de verlo estaba en un increíble momento de mi vida.
Pero no todo es agradable siempre, uno de estos días logré escuchar a mis padres conversando entre ellos, parecia algo grave por sus expresiones.
-No puede ser, ya está confirmado entonces..?- Dijo mi madre.
-Parece que sí, ambos acaban de fallecer en el hospital, no lo lograron- Le contestó mi padre.
Ambos estuvieron en silencio hasta que yo decidí entrar igual en escena, en ese momento no sabía que era algo serio.
-Hey Santi, que haces despierto?- Me dijo mi mamá
-Solo quería saber de qué hablan, se ven muy nerviosos ambos- Les dije a ambos
-Ahora no hijo, más tarde lo sabrás- Fue todo lo que mi papá dijo para hacerme volver a mi habitación con más dudas que respuestas.
A pasar de los días yo solo me concentraba en mi escuela y en mis juegos de consola, pero me distraje cuando escuché la puerta principal abrirse, alguien había llegado de visita al parecer.
Baje corriendo y luego disimulé que iba a la cocina por un vaso de agua, pude ver de reojo a mi madre parada en la entrada, por fuera ví a una de mis tías hablando con ella, pero lo que más me llamó la atención fue el chico que estaba con ellas en medio de su conversación.
Nunca había visto a ese chico antes, parecía de mi edad, en mi incredulidad pensaba…
-«Desde cuando mi tía ya tuvo otro hijo..?»- Pero no era nada de eso, no fue hasta que mi mamá volteó a verme para pedirme que me acerque y por fin salí de mis pensamientos.
-Santi, este chico de aquí se llama Matías, es un primo tuyo que quizás no conocías por qué no es de aquí, vive más en el sur- Explicaba mi mamá de forma serena.
-Hola, mucho gusto- Le dije al chico extendiendo mi mano hacia él, pero solo me miró con ojos desinteresados mientras hacía una mueca.
-Perdona hijo, es que Matías está pasando por una situación difícil, sus padres…, no se encuentran aquí de momento- Dijo mi mamá algo nerviosa.
Pero Matías no tardó en añadir un comentario.
-Se murieron, eso es lo que pasó, pero lo tenían merecido, eran un caso perdido- Dijo Matías sin cambiar su expresión.
Miré a mi madre y a mi tía, pero ambas tenían la misma expresión de vergüenza.
Después de eso mi tía se fue, Matías entró junto a su maleta a la casa, mi madre recordó que estaba cocinando algo así que me encargó de guiar a Matías en su nuevo hogar.
En cierta parte yo estaba ansioso, no comprendía mucho la situación pero ahora tenía una especie de hermano nuevo, alguien con quien jugar y compartir ideas.
Sin embargo, cuándo intenté hablarle a Matías el se adelantó.
-Escucha perdedor, no me interesa lo que tengas que decir, solo quiero relajarme después de un día de mierda, pero debo admitir que si tú señora madre no tuviera ese pedazo de culo no hubiera aceptado quedarme aquí- Terminó de decir Matías con una sonrisa pícara.
Pero de que está hablando este chico..?, su forma de hablar era tan… diferente, o al menos para mí lo era, aún así entendí lo que trató de decir, obviamente no me gustó lo que dijo sobre él cuerpo de mi mamá.
-Oye, eso no fue amable, mi mamá es como tu fami- Nuevamente fuí interrumpido.
-De que mierda hablas pendejo?, nunca veré a la culona de tu madre cómo un pariente familiar, nunca supe de ella o de todas estas personas que curiosamente se preocupan por mi solo por qué se murieron mis padres- Dijo Matías arrastrando su maleta consigo.
Decidí no seguir molestandolo por ahora, sin embargo sus comentarios me hicieron darme cuenta de algo.
-«Rayos, es cierto…, mi mamá tiene esa cosa de ahí atrás demasiado grande…»
–
-PERSPECTIVA DE UNA MADRE
Fue una noticia muy impactante, no podía creerlo cuando mi esposo me lo dijo, el como habían fallecido en un accidente uno de sus hermanos menores junto a su esposa, yo sabía que a pesar de la normalidad con la que me lo contó, mi esposo sufría por dentro.
En especial al saber que tenía un hijo, aproximadamente de la misma edad de mi pequeño Santiago.
Pasaron los días y la familia de mi esposo decidió que alguien necesitaba quedarse con el chico, el cuál se llama Matías por cierto.
Mi esposo y yo decidimos que podríamos tomar está responsabilidad, aceptar esta imprevista tarea para cuidar a un nuevo niño en nuestra casa.
No tardó mucho en llevarse a cabo el papeleo correspondiente, cuando menos me lo esperé ya tenía a mi hermana visitando mi casa, la cuál se ofreció a traer al pequeño Matías hasta aquí.
-Hey, Sofía, te traigo a este pequeño travieso- Dijo mi hermana refiriéndose a Matías.
Cuándo lo ví sentí una sensación extraña, era jóven cómo mi hijo, pero tenía un aura más madura, noté cómo miraba mi escote sin disimular.
-Muchas gracias hermanita, fuiste de mucha ayuda al traerme a este grandulón de aquí, jeje- Le dije a mi hermana sonriendo, en eso el jóven Matías se unió a la conversación de una manera que jamás me esperé
-Oh, créame señora, tengo a un «grandulón» más impresionante entre mis piernas- Dijo Matías sin más.
Mi hermana y yo nos miramos con la misma expresión, pero algo me decía que mi hermana ya lo había escuchado hablar así antes.
Después de eso presenté a mi hijo con Matías, tampoco fue un primer encuentro agradable.
Ese día mi esposo no llegaría a casa, estaba ocupado en una construcción importante, me sentía un poco extraña, mientras descansaba sobre mi cama usando mi bata para dormir favorita, pensaba en que quizás debía hablar con Matías, quizás su comportamiento solo sea un padecimiento debido al shock que estaba experimentando con la muerte de sus padres.
En ese instante me puse de pie, me dirigí de prisa a las habitaciones del pasillo siguiente, fue tanta mi prisa que olvidé incluso que iba completamente desnuda debajo de mi bata para dormir.
Cuándo llegué a la puerta del dormitorio de Matías, escuché sonidos muy extraños ahí dentro, cómo pequeños suspiros agitados, mi curiosidad me hizo abrir ligeramente la puerta sin hacer ruido, lo que ví me dejó perpleja.
El pequeño Matías estaba tumbado en la cama, con sus pantalones abajo, usaba una de sus manos para masturbarse, comprendí que eso era natural en chicos jóvenes como él, pero aquí el tema era…el tamaño de su pene.
Ese pedazo de carne era impresionante, no se supone que ese pequeño chico tenía la edad de mi pequeño Santiago…?
Me había quedado tan absorta en mis pensamientos que no noté que ha había cruzado la puerta por completo, me tropecé un poco, haciendo que el pobre chico saltara de un susto con su miembro aún en la mano.
-P-puta madre..!, señora Sofía no sabe lo que es la privacidad..!?- Me dijo Matías con un tono nervioso pero enojado.
-Ay…perdóname Matías, yo no…yo no quería entrar así a tu habitación..- le dije al chico pidiendo perdón muy avergonzada.
-No puede ser, estaba a punto de vaciar mis bolas y por su culpa perdí la inspiración, tiene idea de lo difícil que es manejar un pene como el mío a esta edad..?- Seguía reclamando Matías
Mi desesperación y falta de experiencia con estos temas me hizo no saber que hacer, solo se me ocurrió una cosa, algo que cambiaría todo en esta casa.
-Matias…realmente estoy muy apenada por esto, déjame ayudarte, quizás yo pueda…darte inspiración de nuevo…- Dije sin pensar a Matías.
-Cómo dices…?- Dijo Matías con un tono más interesado.
No podía creer lo que estaba por hacer, suspiré hondo para después hacer a un lado mis tirantes de los hombros que sujetaban mi bata, en cuestión de segundos mi bata cayó al suelo, dejándome desnuda por completo frente a Matías.
-E-Esto es suficiente para tu inspiración…Matías..?- Dije con voz temblorosa.
Por la expresión de Matías pude notar que le gustaba lo que veía.
-A la mierda…, tienes un cuerpo increíble tía Sofía…- Dijo Matías asombrado.
El simple hecho de que Matías me haya dicho «tía» hizo que se aceleré mi corazón, quizás por fin estaba teniendo avances con él.
-Muy bien Matías, date prisa y termina…lo tuyo, realmente no me gustaría que mi hijo nos descubra en una situación así- dije nerviosa, parece que ese comentario le hizo algo de gracia a Matías.
En ese instante Matías comenzó a acariciar lentamente su enorme pene, no dejaba de mirarme las tetas con sus ojos penetrantes, no le tomó nada de tiempo comenzar a gruñir mientras ensuciaba sus sábanas con su semen jóven.
-Vaya, tan bonita soy..?- dije sarcásticamente por los nervios.
Me apresuré en subirme la bata antes de que esto escale aún más, sin embargo mientras me dirigía a la puerta, Matías me dijo algo que selló un trato invisible.
-Tía Sofía…, espero verla mañana aquí de nuevo, voy a necesitar de tu ayuda más seguido, sabes, creo que lo de hoy no fue suficiente para saldar lo que hizo-
Miré hacia Matías una vez más, solo pude sonreír nerviosa para decirle un dulce -«Buenas noches cariño»- para después salir de su habitación.
Esa misma noche no lo pude evitar, mi instinto primitivo salió a la luz, haciendo que comenzará a frotar mi vagina desesperadamente en mi habitación, mis jugos brotaban con cada roce de mis dedos, imaginaba que era Matías quién me acariciaba el clítoris.
No tardé en llegar al climax con un orgasmo delicioso, después de un rato me sentí culpable, pero tenía que aceptar que esto ya no tenía remedio, aquel chico me había visto desnuda, tal y como Dios me trajo al mundo.
Solo quedaba esperar que al siguiente día lo hubiera olvidado todo, o si no tendría que volver a su habitación una noche más, solo queda esperar, supongo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!