Una chinita deliciosa.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto me paso hace un tiempo atrás, en el gimnasio al que voy desde hace varios años.
Mi nombre es Sebastian, soy argentino, soltero de 45 años, y por el entrenamiento que tengo, se que tengo un buen cuerpo.
En el gimnasio me he cogido a varias de las mujeres que van ahí, la mayoría casadas, y bastante mayores que yo, hasta que un día apareció una chica nueva, una china, delgada, de cuerpo muy pequeño, no mide mas de un metro cincuenta, su cabello bien liso hasta sus hombros y su cara, parecía echa de porcelana.
Al principio, no hablaba con nadie, le habían dado una tabla de entrenamiento y como a la mañana no hay monitor, veía que hacía mal sus ejercicios y le empecé a explicar como debía hacerlos.
Yo pensaba que no tenía mas de 20 años, empezamos a hablar de todo un poco, me dijo que se llama Shiu Hiu, que tiene 32 años, que está en casa de su hermana que tiene un taller de costura, que en China tiene marido y dos hijas, yo no podía creer lo que me contaba, nadie la daría esa edad y menos casada y madre por dos veces.
Así íbamos pasando los días, yo le enseñaba como hacer sus ejercicios, ella cada vez me tenía mas confianza, me empezó a preguntar sobre mí, le dije que vivía solo, que era soltero, ya a la mañana cuando nos veíamos nos saludábamos con dos besos, como se estila acá en España.
Una mañana viene y me dice que al otro día no iba a poder venir, ya que tenía que llevar un pedido a Madrid, "vas en coche Shiu?", le pregunté, "no, voy en tren", me dijo, y empezamos ha hacer ejercicios, "y es mucho lo que tienes que llevar?", le dije, haciendo que haga unos movimientos para sus piernas, "si, son varios bultos", me dijo, con su clásico acento chino, yo le dije que si quería la podía llevar en mi coche, al principio no quiso, pero insistí y acepto que la lleve.
Al otro día nos fuimos a Madrid y cuando volvíamos, veníamos hablando y le dije si quería ir a casa a tomar algo conmigo, ella me miró y me dio una grata sorpresa diciendo que si, que iría a casa, ya que hasta la tarde no entraba a trabajar al taller.
Llegamos a casa, ella como toda mujer se fijo en todos los detalles de mi casa, "tú buen hombre, casa limpia y ordenada, eso gusta a las mujeres, un hombre así", me dijo, sentándose en una de las sillas del salón, y yo le serví un refresco, "yo quiero una mujer china", le dije, sonriendo, "quieres una mujer china, y por que?", me dijo, casi riendo, "es que ustedes son unas mujeres muy hermosas, mírate vos, sos hermosa", le dije, pasando mi mano por la suya, "hay gracias, pero soy mujer normal, con marido y dos hijas", me dijo, sin retirar su mano de la mía, "sos casada?", le pregunté, intentando entrelazar mis dedos con los suyos, "si, hace 10 años mas o menos", me dijo, dejando que mis dedos se entrelacen con los suyos, "y cuanto hace que no estas con tu marido?", le dije, ya con mis dedos entrelazados con los suyos, "casi un año", me dijo, sonriendo, relajada, "me parece mentira que siendo tan hermosa estés sola", le dije, haciendo que se levante de la silla, "yo no tan hermosa como tú dices", me dijo, parada frente a mi, "sos muy hermosa, me gustas mucho", le dije, bajando mi cara hacia la suya, ya que soy un poco mas alto que ella, Shiu me miraba, mientras yo acercaba mi boca a la suya, hasta que la beso, ella estaba quieta, ni aceptaba ni rechazaba mi beso, "por que besas a mi?", me dijo, sin hacer nada para que deje de abrazarla, "me gustas mucho", le dije acariciando su carita impávida y volviendo a besar sus labios, pasando mi lengua por sus labios, notando como lentamente iba abriendo su boca,dejando que la meta en su boca buscando la suya, siento como me iba abrazando, entrelazando nuestras lenguas, pegando su cuerpo contra el mío, "Sebastian, no importa que yo casada?", me dijo, apenas separando sus labios de los míos, "mientras tu marido no se entere", le dije, intentando meter mi mano dentro de su pantalón, mientras nos volvíamos a besar.
Mientras nos besábamos, ella dejo de abrazarme y se aflojó el pantalón, para que pueda meter mis manos, le iba bajando el pantalón, mi pija estaba muy dura, "yo necesito un hombre dentro mío, mucho tiempo sola", me decía, dejando que le baje el pantalón y acaricie sus nalgas, dura y pequeñas, "y yo necesito una mujer como vos, que me de su amor", le dije, metiendo mi lengua bien adentro de su boca, mientras acariciaba, apretaba sus nalgas, Shiu gemía, suspiraba, metía su lengua en mi boca, me dejaba que la acaricie toda, su concha estaba empapada.
La levanté en mis brazos y nos fuimos a mi dormitorio sin dejar de besarnos, la dejo en la cama y la sigo desnudando, le quité las zapatillas, los calcetines, sus pies, pequeños, parejos, hermosos, le termine de sacar el pantalón, viendo sus hermosas piernas, su concha con un fino bello que apenas la tapaba, se notaba que estaba muy mojada, le dije que se saque ella la parte de arriba, mientras yo le abría las piernas y le empezaba a chupar la concha, entre gritos y gemidos que daba Shiu a medida que pasaba mi lengua por su clítoris, haciendo que retuerza su cuerpo de placer, mientras como podía se iba sacando la camiseta y el sujetador, dejando dos hermosas y pequeñas tetas, de unas enormes aureolas marrón oscuro y unos pezones bien marcado.
Los gemidos y los gritos de Shiu eran tremendos a medida que le seguía chupando la concha, mas y mas mojada, sentía como se había acabado una vez en mi boca, le levanté las piernas y le empecé a chupar el culo, le lamía el ojete, se notaba que el marido la había cogido por el culo también, ya que se notaba abierto, Shiu temblaba, arqueaba su cuerpo para arriba mientras yo le lamía el culo y pasaba mi lengua por su concha, ella estaba con sus piernas bien abiertas, yo se las abría con mis manos, ya que la tenía agarrada de sus tobillos, me fui subiendo sobre ella y le acomodo la pija contra la concha, escuchando el grito de placer que dio cuando se la empecé a meter.
A medida que la cogía le chupaba las tetas, le besaba la boca, ella gemía, sentía sus manos acariciar mi espalda a medida que mi pija entraba y salía de su concha, enderecé mi cuerpo sin sacar mi pija de su concha y la seguí cogiendo así, sin poder resistir, le empecé a chupar los pies, ella gemía y gritaba de placer, sentía como contraía su concha apretando mi pija dentro suyo, sin decirle nada, saque mi pija de su concha y le levanté mas las piernas y se la acomodo contra su ojete, ella solo me miró, mientras yo no dejaba de chupar sus pies y escuchaba los gritos de placer a medida que le iba metiendo la pija en el culo, sintiendo como su ojete se abría a medida que mi pija iba entrando.
Apoye sus piernas en mis hombros y mientras metía y sacaba mi pija de su ojete, le acariciaba las tetas, le apretaba los pezones, ella de ojos cerrados gritaba y gemía de placer, empezando a mover su cuerpo como si estuviera convulsionando, estaba acabando, yo empecé a moverme mas rápido, metía y sacaba mi pija mas rápido y fuerte de su ojete, Shiu grito y empezó a acabarse, haciendo que yo meta uno de sus pies en mi baca de nuevo y le empecé a llenar el culo de leche, entre gemidos y gritos de los dos, yo levantaba mi cabeza con su pie en mi boca, movía mi pija bien adentro de su culo, Shiu estaba con los brazos en cruz, agarrando fuerte las sábanas, gimiendo como loca, mientras nos acabábamos como locos, nos fuimos relajando, yo no dejaba de chupar el pie de Shiu, yo seguía con mi pija dentro de su culo, nos miramos, sonreímos, le saque la pija y me acosté a su lado, nos abrazamos, "te gustó?", le dije, besando sus labios, "si, mucho, marido nunca hizo disfrutar tanto como tú me has echo disfrutar", me dijo, acurrucando su cuerpo bien contra el mío.
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