UNA DELICIOSA NOCHE LOCA
las mujeres sin atender en casa por nuestros esposos en casa nos hacen presas faciles y mi prima que es muy fiestera, hay esta la chispa .
Yo soy una mujer casada hace quince años tengo treinta y ocho. con dos hijas de diez y doce años, asisto al gimnasio con frecuencia y eso hace que mi cuerpo se conserve en forma, mi vida, la de una mujer que trabaja y es ama de casa, con un esposo de quien no tengo queja, eso sí, poco animado para las fiestas, pero muy trabajador y responsable con su familia.
Hasta aquí todo normal, pero tengo una prima que esta terminando universidad tiene veinticuatro años, se ha demorado en terminar su carrea porque su familia tiene suficiente dinero y no necesita trabajar, además las fiestas son su pasión, su nombre es Sofia, siempre esta alegre y con ganas de tragarse el mundo.
Hace una semana, me invito a la despedida de soltera de una de sus amigas, a la que al principio le dije que me sentiría ridícula en medio de tantas mujeres jóvenes como ella, pero me insistió y con su poder de convicción acepte. Solo me advirtió que fuera vestida muy juvenil. Afortunadamente para ese fin de semana mi esposo no estaría en la ciudad de manera que después de acostar a mis dos hijas y dejarlas al cuidado de la nana, me vestí con una minifalda negra que hacía tiempo no usaba, una blusa azul oscura semitransparente y debajo ropa interior negra de encaje, medias de liguero y zapatos de tacón alto, encima me puse un abrigo largo negro para evitar que la nana viera como me había vestido.
De otra parte, por si había licor, que era lo más seguro, decidí solicitar un servicio de transporte que me recogió a la hora acordada y por el camino con el conductor entablamos conversación, me contó que era economista pero que había salido de la empresa donde tenía un buen cargo y mientras volvía a encontrar otra oportunidad se había dedicado al trasporte y agrego que le había ido tan bien que ya tenia dos autos, uno que el conducía y otro al que le había contratado conductor.
Resulto ser tan amable el joven, y dijo joven, porque tendría alrededor de unos treinta años, que le pregunte hasta que hora trabajaba, me dijo que toda la noche hasta más o menos las cuatro de la mañana cuando ya bajaba la demanda. Le propuse me recogiera a la salida de mi reunión, me solicitó que le avisara al menos media hora antes y por supuesto me prestaba el servicio.
El lugar donde se hizo la reunión es un restaurante, durante la cena la champaña corrió por las mesas todo el tiempo, tanto que no recuerdo haber comido mayor cosa, pero bebido si, porque las botellas de Champagne se vaciaban a gran velocidad y mi copa siempre estuvo llena, supongo que las de las demás también, pero la champaña tiene el inconveniente que es un licor suave pero poco a poco hace su efecto. Terminada la cena pasamos a un bar a pocos metros del restaurante y allí había show con bailarines, pero strippers, al poco tiempo de estar allí. salió al escenario un negro a bailar, se movía de manera muy especial, y entre nosotras hacíamos comentarios sobre ello. Quizá porque nos sentíamos algo ridículas (al menos yo) en un sitio de estos. Pero nuestras inquietudes se convirtieron en asombro cuando el negro se quitó el pantalón. Y para lo que yo estaba acostumbrada fue una sorpresa impactante y de manera muy inocente dije… que nunca había observado algo así, entonces las que estaban a mi alrededor incluyendo mi prima, intentaron arrastrarme al escenario, pero me resistí.
Luego salió un rubio vestido de militar, con un cuerpo precioso y una polla considerable, y volvieron a intentar arrastrarme, pero me salve.
De repente apareció un chico con la cabeza rapada, y de piel morena y suave. No sé porque, pero me fascino su mirada, su cuerpo y sus movimientos. El chico se fue desnudando muy sensual y bailaba mejor que los otros.
Yo estaba embobada mirándolo mientras él buscaba una ayudante para subir al escenario. Este momento lo aprovecharon mi prima y sus amigas para empujarme, sin poder escapar esta vez. El chico me miró fijamente y me sonrió tranquilizándome y por dentro yo me derretí, me olvidé de la vergüenza y de mi esposo. El chico, su nombre Marcos, me tomó de las manos y me las poso en su pecho para que lo acariciara. Su piel suave, y placentera. De repente me sentó en una silla e hizo que mis manos bajaran hasta su pantalón, sintiendo que su polla no tenía nada que envidiar a la de sus compañeros. El me acariciaba el pelo y el rostro y yo me sentí en la gloria. Me pidió que le bajara el pantalón y yo, solo por curiosidad de ver lo que se escondía allí, no perdí el tiempo y se lo baje.
¡Madre mía! Era enorme, al menos visto así de cerca.
El chico cogió mis manos y las pasó por su cuerpo, haciéndome en algunos momentos tocar su polla y sentí un gran placer. Poco a poco sus caricias hicieron efecto en mí y ya no me acorde ni que era casada, ni que tenía esposo, ni que allí estaba mi prima, ni de toda la gente que estaba en el bar. El hecho fue que termine montada sobre su miembro desnudo y él tomando mi cabeza me empujo hacia su polla, y yo por primera vez, sentí el placer de saborear algo tan grande. En un par de minutos, el turno del chico termino, pero antes me dio un beso con mucha pasión, me dio las gracias y me dijo al oído:
«Si quieres que acabemos lo que hemos empezado, ve a al camerino y diles que Marcos te está esperando, yo le avisare». Y se fue.
En ese momento fue cuando recordé a mi esposo, y a todo el mundo, pero mi coño ya estaba empapado y con ganas de acabar lo empezado, como me dijo Marcos.
El espectáculo siguió y al finalizar estuvimos un rato tomando algo más, bromeando sobre lo ocurrido. Yo no quise comentar nada de lo que me dijo Marcos porque me daba pena, pero esas palabras no dejaban de sonar en mi cabeza. Al cabo de media hora, le dije a mi prima:
«Creo que el alcohol me ha hecho efecto y ya es hora, así que me voy para mi casa.»
«Quédate un rato más, que la noche es larga» – me contesto
«Lo siento, pero de verdad no puedo. Voy a preguntar dónde está el servicio para pedir el transporte y me voy. Muchas gracias y espero la sigan pasando bien.»
«OK, primita. Ten cuidado no vayas a soñar con el moreno de esta noche, je, je, je»
Pedí mi abrigo y fui hacia la barra y llame al conductor que me había traído a la fiesta. Su nombre Alejandro. No pasaron muchos minutos cuando me avisaron que había llegado mi transporte. Apenas sali como estaba tan excitada y sin pensarlo dos veces me subí en el puesto de adelante al lado de Alejandro, además como me había puesto el abrigo solo por encima de los hombros, al sentarme mis piernas quedaron a la vista.
Como ya tenia algo de confianza con Alejandro, él me pregunto cómo me había ido en la fiesta. Le conté que había estado fabulosa, pero como él me recogió en el bar y no en el restaurante, enseguida vino otra pregunta… Y le gusto el espectáculo de los strippers, ellos tienen fama en el sector. No había nada que esconder entonces le respondí… Si es excitante la presentación. Y esa fue la palabra que me delato y él enseguida me dijo… aquí vienen muchas mujeres casadas que sus maridos no las atienden y pasan buenos momentos, incluso los strippers las atienden después del espectáculo. ¿No se lo propusieron’? Y como estaba tan excitada y con bastante licor encima, no le pude mentir que si me lo había propuesto uno de los muchachos, pero no era posible porque en la fiesta estaba una prima y me daba pena.?
Alejandro la cogió al vuelo y me dijo… ¿Y aun estas excitada? y puso su mano sobre mi pierna y comenzó a acariciarla. Yo estaba que volaba de excitación y no lo pensé dos veces y le dije que sí.
Entonces me invito a tomar una copa, yo acepte y el lugar a donde me llevo fue a un motel en las afueras. Al llegar al lugar nos bajamos del auto entramos a la habitación y él comenzó a acariciarme el pelo, me pregunto si estaba casada. Le respondí que sí. Y sus caricias me fueron derritiendo.
Sus labios se acercaron a los míos para recordar ese apasionado beso que me había dado el stripper. Sus manos ya no acariciaban mi pelo, si no que bajaron buscando mis pechos. Yo me dejaba hacer, quería sentir, porque por primera vez estaba experimentando el deseo incontenible del sexo y la pasión desenfrenada que me faltaba en casa.
Me fue desnudando lentamente, para después desnudarse él.
Fue recorriendo mi cuerpo con besos, que erizaban mi piel, me hacía sentir escalofríos muy dentro, y mi concha se derretía. El bajo su cabeza hasta llegar a mi sexo, para probar el sabor de mi concha. Nunca había sentido eso, mi esposo siempre muy elemental en la forma que teníamos sexo y Alejandro me pareció un experto y me lo demostró con lo que hacía.
«Estas deliciosa» me decía. Supongo que se lo dirás a todas, pero me hacía sentir especial.
«Quiero sentirte dentro» dije sin pensarlo, pero deseándolo locamente
El me volvió a dar un largo beso, al tiempo que acariciaba mi concha con su polla muy lentamente, haciéndolo desear más despertando mi pasión.
«HAZLO YA» Grite.
«Te deseo dentro de mí», le dije
En ese momento sentí como su polla se abrió camino entre mis labios y se introducía en mi cuerpo, sintiéndola toda en mi interior. Llegando hasta donde mi esposo nunca llegaria.
Que placer, como se movía. Todo me parecía un sueño. Sentía que yo era una de esas chicas de las pelis porno. Me sentía sucia y guarra, pero me gustaba. Él me besaba al tiempo que se movía de un modo que nunca había experimentado. Sus dedos se metían en mi culo, haciéndome gozar increíblemente.
En el tiempo que estuvimos disfrutando así, tuve al menos tres orgasmos y el todavía aguantaba.
De repente Marcos interrumpió los gemidos y jadeos que salían de mis labios para decir… ¡me voy a correr, me voy a correr! y yo le respondí… ¡hazlo dentro de mí! quiero sentir mi concha llena con tu semen y enseguida quedo inundado mi sexo de algo viscoso pero muy agradable, que él al seguir metiendo y sacando su polla logro empujar muy dentro de mí.
Luego él me dio un largo y tremendo beso, como recuerdo de esa noche.
Nos vestimos, y salimos al auto. Él me llevo a casa, y ahí acabo mi noche más loca, y también la más bonita.
La relación con mi esposo en la cama después de esa noche ya no ha sido igual y cuando mis deseos se desbordan y se da la oportunidad llamo a Alejandro y él ya sabe que a la salida de mi fiesta la podemos pasar bien. Alejandro conoce que yo soy casada, por eso es muy discreto y yo sigo con mi esposo porque en el fondo le tengo muchísimo cariño.
Excelente relato me encantó
Falto coger con las niñas.