Una noche desenfrenada en la playa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La hija de la hermana de mi esposa, que llamaré Claudia, tiene 16 años y habia entrado en una depresión total porque la había dejado el novio de más de dos años de relación, ella tenía un actividad con sus compañeros de grado en el colegio, ella habló con su mamá, hermana de mi mujer, quien a su vez habló con mi esposa, Claudia quería que yo la acompañara a la fiesta, era en la playa y era organizada por su colegio.
Debo decir que yo no estaba muy entusiasmado con eso, incluso al principio yo había dicho que no, pensé en una fiesta con una fogata, con chicos cantando alrededor, cada uno con su novia, y talvez bailando alrededor, pensé en el frió, los mosquitos, la arena y la sal, realmente no me atraía. Sin embargo como pocas veces, mi esposa estaba convenciendome para que acompañara a su sobrina, ya que estaba pasando malos momentos por la ruptura de su noviazgo. Sin embargo debo también indicar que la pequeña Claudia, ha sido una chica bastante promiscua, siempre hablando de cosas de sexo, en más de una vez siendo todavía el novio de mi esposa, se me insinuó, y es que ella a pesar que es una adolescente de talla pequeña, ya que ella fue prematura en su nacimiento, tiene un bonito cuerpo, con buena silueta, todo en ella es pequeño pero bonito, ella apenas llega a 1.52 mt. Pero en vista que he tenido muchos desvelos por que nuestro primogenito nos ha dado batalla en las madrugadas, pensé que necesitaba una noche tranquila, asi que finalmente acepté.
Montamos en mi camioneta tipo agrícola una casa de campaña, pues la actividad estaba organizada de modo que debíamos dormir a la orilla de la playa esa noche y regresar al día siguiente. El lugar no esta lejos, tal vez a una hora y media de donde vivimos, llegamos con Claudia, quien estaba muy animada porque yo la acompañaba, se recostó en mi hombro casi todo el camino, contándome de sus cosas en el colegio. A las 7:00 pm, ya estaba casi oscura la playa, y me di cuenta que muchas casas de campaña ya estaban instaladas, Claudia saludó a varios de sus compañeros y compañeras, todos con edades similares, entre 16 y 18 años, ella me presentó como su tío, Armamos nuestra casa de campaña y terminamos como 30 minutos después. Vi que algunos chicos llevaban en sus autos cajas de cerveza y botellas de licor, bueno al menos no va a ser tan aburrido, pensé. Me sentía un poco fuera de lugar por la edades, pues creo que yo era la persona de mayor edad alli en la playa, además no conocía a nadie excepto a Claudia y un par de sus amigas.
La fiesta inició como a las 8:30 pm, como predije, encendieron una gran fogata y la mayoría se pusieron alrededor de ella, empezaron a pasar cervezas por doquier, yo me tomé las primeras dos y vi que Claudia lo hacía también, ella se desapareció, luego la vi, estaba con unas amigas tomando cerveza. Todo iban bien hasta que el licor empezó a hacer efecto unas dos horas después, primero unos muchachos a mi derecha incitaron a un chica a bailar frente a ellos, luego le pidieron que hiciera un streaptease, ella comenzó a quitarse la ropa y se quedó en topless o sea sin sostén y mostraba sus pequeñas tetas, que no estaban grandes, pero muy atractivas, hubo gritos de aprobación y los chicos incitaban a otras chicas a salir a bailar igual, luego de varios minutos ya eran varias chicas las que bailaban sin top mostrando sus tetitas a todos, yo casi no hablaba con nadie pues no los conocía, pero igual no estaba incomodo, al contrario me gustaba verle las tetitas a esas chiquillas, me estaba poniendo duro, y la verdad es que mi esposa recién parida y cuidando el bebé me había descuidado un poco en lo sexual en estos últimos meses.
En eso varios muchachos ya con efectos visibles de alcohol, se pararon a bailar con las chicas que mostraban sus tetitas, en eso Claudia regresó y me sacó a bailar también, ella bailaba con una cerveza en la mano, se quitó la blusa y quedo en sostén, luego se quitó en sostén y le vi sus tetitas, eran pequeñas pero bonitas y puntiagudas, con un pezón muy carnoso se veían ricos para chuparlos. Yo para no quedarme atras me quité la camiseta y quedé con el torso desnudo y con pantalones cortos. Había gritos de júbilo por doquier y música estruendosa, el licor pasaba de mano en mano. Todo lo contrario de lo que yo había imaginado.
En eso veo que varias parejas se van desapareciendo, se meten en las casas de campaña, e imaginé que no era para dormir. Al rato le digo a Claudia que voy a ir a orinar al mar, ella se queda bailando topless con un par de amigas suyas. Me voy al mar, pero tomo hacia las casas de campaña, cuando me acerco puedo oir varios quejidos y gemidos, ya hay varios chicos y chicas cogiendo dentro de las casas, se pueden ver movimientos en ellas. Me digo a mi mismo, -la fiesta ya empezó!-.
Regresó donde Claudia y sus amigas, veo que ella sigue bebiendo cerveza. Me pongo a bailar con ellas, las tomo de la cintura y me pego a sus tetitas, en ocasiones las manoseo con las manos y ellas lo permiten, mi bulto en los pantalones crece. Momentos después empiezan las piezas de música romántica, comienzo a bailar con Claudia, ella se pega a mi cuerpo, me agradece que la haya acompañado, y luego me dice que sus dos amigas están interesadas en mi, me dice que es porque yo ya soy mayor y ellas se interesan por los hombres jovenes pero mayores, pero que me quiere para ella esta noche. Seguimos bailando muy pegados, puedo sentir su delgada cintura y su pequeños senos pegados a mi cuerpo. Yo le empiezo a decir bonitas palabras en el oido, luego me dice -Quieres ir a nuestra casa de campaña un rato?-, se oye como una insinuación. Yo le digo que me encantaría.
Nos vamos, abrimos y solo el reflejo de la fogata ilumina adentro de la casa de campaña. Para entrar tenemos que agacharnos y luego hincarnos para seguir avanzando. Casi inmediatamente ella busca mi boca y nos sumergimos en un húmedo beso, Claudia sabe besar muy bien y nos vamos acostando, me voy colocando encima de ella poco a poco, dejé su boca y comencé a mamar sus tetitas, las cuales sentí duritas y su piel muy tersa, la besó en la boca un rato y el otro estoy chupando sus tetitas, Claudita empieza a gemir, yo me encuentro muy desinhibido también por el licor y le muerdo con cuidado sus pezoncitos carnosos que se estan muy erectos. Luego le voy sacando su pantaloncillo corto y luego su braguita, la he dejado desnuda totalmente, yo hago lo mismo. Ya desnudos seguimos besándonos.
Le voy abriendo sus piernas y puedo verle su cuquita completamente depiladita, eso me gusta mucho a mi que hagan las mujeres, luego le levantó las piernas y las abro para empezar a comerme su rajita, paso mi lengua entre sus labios vaginales y siento un sabor salado, después subo mi lengua a tocar el pequeño bultito de su clitoris, en ese momento ella casi me arranca los cabellos de la cabeza, empieza a gemir y a querer patalear, yo la sujeto fuerte y sigo comiendole la cuquita, ella va mojando su vagina y yo le paso la lengua limpiándole sus juguitos agridulces. Mi verga esta empalada y lista, pero cuando me quitó de su rajita y me preparo para penetrarla, ella me pregunta si no voy a usar condon, y es verdad. Yo no llevo ninguno conmigo, -que hago?- pienso. Luego ella me da la solución, -tío Nacho, métemela asi y luego antes de que te corras me la metes por atras y alli ya no hay problema si te corres!-, yo no puedo creer lo que estoy oyendo, mi sobrina política me invita cogerla sin condón y luego que me pase a su colita para eyacular alli!!- Esto es navidad!!
Me vuelvo a colocar y abriendole sus piernas, se la pongo en la entrada de su cuquita, comienzo a deslizar con un poco de fuerza mi verga dentro de su rajita, es bastante estrechita, pero no es virgen, ella puja cuando siente mi verga entrar en su vagina, -tío!, es muy grande- me dice ella. Sigo empujando y siento cuando por fin se va deslizando dentro de su rajita, ella pega un gran gemido y me sujeta de los costados, me voy colocando encima de ella para acabar de meterla toda, luego le busco la boca, nos besamos rico y comienzo a mover mi verga lento con un rico mete-saca de su rajita. Los gemidos de Claudita empiezan a ser más fuertes, no importa mucho, pues afuera hay mucho ruido y música. Ella me envuelve con sus piernas, asi quedamos bien compactos, mi verga quedó bien acomodada en su vagina y comenzamos a coger rico. –ayy Nacho, que rico, ayy, ayy!!- gemía la pequeña Claudia.
Claudita también mueve bastante bien su cintura y eso hace más placentera y profunda la penetración, su rajita es deliciosamente cerradita, al rato le pego buenas embestidas a la pequeña Claudia que la hacen poner los ojos en blanco y correrse. Ella después de su orgasmo me dice -Tío, como quería tenerte asi desde hace rato-, y yo le decía para sacarle más palabras, -de veras Claudita, me deseabas??-, ella continuó – Sii tío, queria hacerlo contigo, que rico me coges..!-
A mi no se me había olvidado para nada el ofrecimiento de la colita de Claudia, asi que, me fui sentando y a la vez, le levanté las piernas colocando sus pies en mi pecho, tomé mi verga y le frote mi glande en su ano, ella casi inmediatamente jaló su bolsa de mano y sacó un tubo de crema, se untó los dedos y se los llevó a su colita, luego me frotó la verga con ella. Ahora si volví a frotarle mi verga en su culito, yo la tenía durísima y fui metiéndosela lento, ella cerró los ojos y se puso a jadear, mi glande entró con mucha dificultad, pues era muy estrechito el lugar, yo le apretaba los senos a la vez que le empujaba mi verga, mi glande se fue perdiendo en el anillo de su culito, parecía que ya no entraría más, asi que me puse a darle pequeños bombeos, lentos pero con fuerza cuando intentaba meterla más. Claudia me decía -ayyy no me cabe, despacio, es muy grande!-
Mi dura verga fue ingresando centímetro a centímetro en su colita, yo metía un poco y me ponía bombear lento para que se fuera dilatando más su ano. Ya le llevaba la mitad en su colita, a pesar que ella no era primeriza en eso, estaba costando penetrarla por allí. Pero seguí fiel a la estrategia de meter un poco y bombear después, luego de quince o veinte minutos, se la tenía casi toda metida. Empezamos a movernos un poco más libres, ella la mayor parte del tiempo permanecía con los ojos cerrados y solo los abría para verme y sonreírme. No pude aguantar más esa endiablada fricción y presintiendo mi venida, comencé a moverme más duro y exploté dentro de su recto, fue una buena cantidad de semen la que eyaculé en su colita, le salía de su agujerito y más cuando se la saqué. Debido a el gran trabajo que me había dado, estaba agotado, nos quedamos tendidos en el piso un buen rato. Luego nos vestimos y salimos buscando de nuevo la música y la bebida.
Nos metimos a un grupo que estaba bailando, allí estaban sus amigas. Como a la media hora, no más, Claudia me dijo al oído que bailara con su amiga Amanda, que ella estaba muy interesada en mi y que esa noche no estaba su novio, con eso del licor, el sexo y la música, me puse a bailar con ella, Amanda era muy linda, más alta que Claudia cabello castaño claro y se notaba que tenía mejores tetitas que Claudia. La chica tenía aliente de licor y de pronto nos abrazamos y empezamos a besarnos, yo le apretaba las nalgas frente a todos y todos gritaban como si eso fuera una hazaña. Ella me dijo que la llevara a otro lugar lejos de allí, no se me ocurrió otro lugar que no fuera mi camioneta, ya allí siguieron los besos mojados, ella se sentó en mis piernas de frente a mi y seguimos besándonos, le mamé sus lindas tetas, los besos eran ardientes y yo me comía sus pequeños pezones erectos, ella al rato me dijo al oído –cógeme!-.
Amanda llevaba falda en vez de shorts, eso facilitó todo, pues le levanté su falda de mezclilla y luego le hice a un lado su braguita y levantándola un momento la dejé caer sobre mi verga, su vagina estaba lubricada, era estrecha pero no tanto como Claudia, mi verga se deslizó lento pero de un solo se fue hasta adentro, Amanda quedó bien clavada por mi verga, ella comenzó a gemir mucho, busqué su boca para apaciguar sus constantes gemidos y comenzamos a movernos dentro del auto, los vidrios se empañaron totalmente, mi verga entraba y salía de su cuquita con rapidez. De pronto la jovencita emite un quejido prolongado, señal que se está corriendo, siento como sus jugos bajan sobre mi verga empapándola. Nuevamente me vi en la situación de no tener un condón a la mano, lo cual presintió Amanda, pues cuando me vió cerca de mi eyaculación, me dijo al oído que no tuviera pena que ella ya tomaba píldoras, asi que con confianza le di más duro y comencé a eyacular adentro de su vagina, fue otro buen chorro de semen caliente que deposité ahora en Amanda. Arreglamos nuestra ropa y salimos del auto.
Llegamos nuevamente donde un numeroso grupo aún estaba bailando en la playa, la fogata tenía menos iluminación, se estaba acabando la leña. Muchos muchachos y muchachas estaban ebrios, divisé a Claudia entre la muchedumbre, pero ella no estaba bailando, sino atendiendo a una su compañera, me fui acercando, su amiga era una linda adolescente, lindas bubis, un rostro bonito, al parecer estaba vomitando y entonces la ayudé a atenderla, ella tenía los ojos como perdidos. –oye!, la voy a llevar a la casa de campaña- le dije a Claudia, la chica cuyo nombre no sabía en ese momento, fue llevada por unos jóvenes y la acosté en mi casa de campaña, allí la coloqué de lado, pues aveces los intoxicados suelen ahogarse con sus propios vómitos y es mejor ponerlos de lado.
-Yo me quedaré con ella, no tengan pendiente, descansaré un poco mientras se repone- le dije a los jovenes que ayudaron a cargarla, al rato se fueron todos y me quedé solo con la chica. Se notaba que tenía bonito cuerpo, bonitas bubis, y por el efecto del licor me quedé un rato dormitando, pero el morbo y la lujuria se metieron en mi cabeza, a los quince minutos abrí los ojos y acercándome a ella me animé a tocarle los senos encima de la blusa, no satisfecho con eso, le subí la blusa y luego el sostén, se las acaricie directamente, sus tetitas eran redonditas y duritas, en una palabra divinas, tenía pezones pequeñitos, miré afuera y solo habían gritos y música. Asi que volví a subir su blusa y el sostén y ahora le mamé sus tetitas, ella estaba casi inconsciente, solo emitía ciertos gemidos. Me gustó lo que hice, asi que cerré la casa de campaña por dentro, asi tendría unos segundos antes de cualquier visita inesperada.
Regresé con ella, le quité la blusa y se quedó en sostén, lo subí dejando libres sus tetitas, pasé la lengua por sus bellos pezoncitos, luego tomé cada seno con las manos, los apreté y luego los mamaba por turnos, incluso tomé sus pezones con mis dientes, claro que sin hacerle daño, me di un pequeño banquete con sus ricos senos. Ella llevaba short de mezclilla, lo desabotoné y se lo bajé a las rodillas, luego hice lo mismo con su braguita, le pude ver su tierna cuquita, depilada también. Me puse cachondo y le levanté las piernas con el short y la braguita y le olí su rajita, olía a sudor y orina, pero lejos de reprimirme eso me excitó y lami sus labios vaginales sentí lo acido de su orina y lo fuerte del olor a su cuca, luego le manosee todas sus partes, con los dedos le abrí la rajita como si fuera una flor pude ver hasta la entrada de su vagina, la chica no era ni lejanamente virgen, asi que le lamí todo su interior o sea sus labios menores, la entrada de su vagina y su clítoris, la chica luego de un par de minutos se quejó solo un poco. Yo seguí lamiendo y tocando toda su vulva con los dedos, también toqué y jugué con el aro de su ano y en ocasiones le metí la yema de mi dedo medio en su rajita y luego lo hacía con su culito, como ella estaba ciertamente relajada, pude meter un tercio de mi dedo sin problemas en su culo.
Debo decir que la chica estaba bien dotada, tenía un trasero bien definido y sus muslos eran bien torneados. Segui tocándola, besando y metiendo mi lengua en sus partes íntimas, y con mis dedos le penetraba la cuquita y pude meter más de la mitad de mi dedo en su ano, pude notar después de sacarle el dedo que su ano se dilató muy rápido y eso es una señal que muy probablemente ella practica ya el sexo por el ano. Yo me puse duro de nuevo, le terminé de quitar el short y las bragas, puse sus pies en mis hombros, saqué la verga de mis pantalones y me puse a tallarle su rajita y su culo con el glande, me gustó mucho hacerlo, pero de repente ella abrió sus ojos y me miró, me asusté y mi corazón latió aceleradamente, iba a decir alguna disculpa o algo idiota, cuando vi que no movía sus ojos, solo los abrió, le pasé la mano en frente y no movió sus ojos, me calmé, le hablé para ver si respondía y nada pasó. Con una mano le cerré los ojos y se quedó asi.
Si la iba a coger debía ser pronto, me acordé de la crema en la bolsa de mano de Claudia y la busqué, saqué el tubo y le unté en su rajita y en su culito, luego la puse de nuevo con piernas subidas, le puse el glande en la entrada de su vagina y empujé seco y mi glande se deslizó entre su vagina, seguí empujando hasta que le metí como la mitad, luego me puse a pistonear, sacaba un poco y metía más, de esa forma la clavé hasta dejar solo afuera de su rajita mis cojones, me puse a darle lento y rápido, iba dosificando, pues no se si era el peligro de ser hallado por Claudia o alguna amiga de Daniela (que asi supe que se llamaba la chica), pero en pocos minutos quería correrme, asi que mientras aguantaba, aunque reconozco que algunas gotas de semen se me salieron del glande y acabaron dentro de la vagina de la chica. Le bajé las piernas y mamé sus pezones de nuevo, unos minutos después le estaba dando duro de nuevo metiendo y sacando mi verga de su rajita. En esta segunda ocasión ya no pude aguantar, apreté mi tronco con una mano y me descargué en la tetas de la chica.
Luego la limpie con un pañuelo, y me puse a ponerle la ropa, después de eso la puse de lado como al principio y me salí de la casa de campaña. Volví con Claudia que ahora estaba sentada con amigos y amigas, me senté con ella, me preguntó que tal la estaba pasando, le dije que –mejor de lo esperado-.
Seguimos tomando cerveza, ya casi ebrios los dos, ella más que yo. Cómo a las 3.30 AM, nos fuimos a la casa de campaña para ver si podíamos dormir, al entrar me di cuenta que la chica Daniela ya no estaba allí, fue un alivio. Nos acostamos, ya había un poco de frio mañanero, me abracé a Claudia y me puso su culito contra mi bulto, como ya me había echado tres polvos esa noche, pensé que ya no respondería, pero increíblemente, se comenzó a poner dura, eso me animó a voltear a Claudita y poniéndole mi boca en su boca nos pusimos a besarnos. Le dije que nunca había imaginado que fuera una chica de sexy y linda, a ella le gusto eso y empezamos a tocarnos nuestras partes, los dos.
En eso ella se fue bajando y bajándome los pantaloncillos, me sacó la verga y comenzó a mamarla, era seguro que el sabor de mi verga en ese momento era de la vagina de Daniela y de Amanda, pues no había tenido tiempo de asearme, pero a Claudia no le importó, pues no dijo nada, solo mamó y mamó hasta que me puso super excitado, luego la jalé, ella subió y se puso de lado, con la pierna levantadita un poco, le tallé mi verga en su rajita entre sus nalgas, noté su humedad en su rajita y la fui clavando lentamente, sentí el calor de su vagina envolver mi verga, se la metí y luego la abracé, y comencé a penetrarla, entre sueño y deseo, pues casi se me cerraban los ojos, pero la seguí cogiendo y ella movia delicioso su rica cuquita y su trasero, estuvimos asi un buen rato, yo le besaba la espalda y sus hombros, en eso sentí que me embargaba de nuevo la excitación y poco a poco me fui subiendo contra ella dejándola boca abajo y yo encima penetrándola sin clemencia, ella gritaba y gemía que quería más duro, yo le daba más duro cada vez, sentí que en cualquier momento acabaría, me acordé de nuevo que no tenía condón, que lastima, quería llenarla de leche su rajita, se la saqué y acabé entre sus nalgas, asi de mojados y semi desnudos nos quedamos dormidos, solamente jale una colcha y la puse encima de los dos, asi amanecimos. Cuatro polvos, todo un record para mi.
Abrimos los ojos como a las 10:00 am, con un resaca increíble, ella y yo, le dije que recogiéramos todo y la invitaba a desayunar a un restaurante cercano de allí. Durante el desayuno recordamos algunos momentos, le dije y le pedi discreción de todo lo sucedido, ella dijo que no había pena.
Luego de esa fiesta, suelo coger a Claudia de vez en cuando, ya tiene novio de nuevo, ahora a sus amigas, he visto a Amanda acompañada del cornudo de noviecito, y a la bellisima Daniela la he visto un par de ocasiones, sigue tan buena como esa noche, no se acuerda de nada, -uff que bueno.
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