Ahia y Fátima 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nunca pensé que vivir con dos mujeres iba a ser tan gratificante y más viéndo lo bien que se llevan, como se acicalan entre ellas, muchas veces las he visto como se hacen los pies mutuamente, ya que saben que a mi me gusta que los tengan bien suaves, sin durezas, las uñas bien pintadas, o luego del baño, como se cepillan el pelo, ya que las dos los tienen largos, aunque Ahia lo tiene más largo que Fátima.
No se ponen celosas entre ellas cuando quiero cogerlas por separado.
Cuando llego a casa están las dos esperándome paradas en medio del salón exhibiendo su desnudez para mi.
El sábado ellas estaban cocinando, y yo en la cama, cuando llamé a Fátima.
Cuando entra en la habitación me vio con la pija dura, y sonriendo se fue metiendo en la cama, agarrando mi pija con su mano y le empezó a dar besos, la metió en su boca, sentía como la chupaba y pasaba su lengua por toda la pija, siempre sonriendo se fue subiendo sobre mí y con su mano la acomodó contra su concha y la fue haciendo entrar hasta quedar completamente clavada en mi pija.
Ella gemia y movía sus caderas mientras yo jugaba con sus tetas.
Fátima cerraba sus ojos y se veía en su cara el placer que estaba sintiendo.
Su concha bien mojada y caliente la sentía moviendo mi pija dentro de ella.
Sentía como acariciaba mis piernas con sus pies.
Lentamente nos fuimos dando vuelta, quedando ella debajo mío, envolviendo mi cintura con sus piernas, besándo nuestras bocas, metiendo la lengua en la boca del otro, chupando esos pezones oscuros, duros, ella gemia y acariciaba mi cabeza mientras mi pija entra y sale de su concha empapada.
«Cariño, me la quieres meter por el culo?», me dijo entre ayes de placer, separando y levantando bien sus piernas, ofreciéndome su ano.
Yo me arrodille entre sus piernas, sacando mi pija de su concha, y ella pasa sus manos por debajo de su cuerpo, y se abre las nalgas, acomode mi pija y en dos embestidas se la metí toda en la cola, escuchando sus tremendos gemidos de placer.
Yo metía y sacaba mi pija de su ojete y Fátima buscaba mi boca con sus pies, sus gemidos eran cada vez más fuertes, ella sola empezó a acariciar su concha, retorcia su cuerpo de placer, se la saqué de la cola y se la metí fuerte en la concha, haciendo que de un grito de placer, y nos empezamos a acabar juntos.
Ella no dejaba de gemir y retorcer su cuerpo, con los ojos cerrados, yo sentía como salían los chorros de leche de mi pija, llenando la concha de Fátima.
No podíamos quedarnos quietos mientras estábamos acabando, los dos gemíamos como locos.
Cuando nos calmamos, llamé a Ahia sin sacar mi pija de dentro de Fátima.
Cuando nos vio así sonrió, yo saqué mi pija de la concha de Fátima y Ahia me la limpió con su boca, mientras Fátima seguía con sus piernas abiertas, dejando que le salga la leche, pero enseguida Ahia metió su cabeza entre las piernas de Fátima y le empezó a chupar la concha, sacando la leche que había dejado y se la tragaba, limpiando también con su boca la concha de mi otra mujer.
Esta es una práctica muy habitual entre ellas, han llegado a chuparse los anos cuando me acabo dentro de la cola de alguna de ellas.
Yo no les digo nada, dejo que ellas hagan lo que les plazca.
Lo que más me gusta es cuando las dos están haciendo 69, cogerle la cola a la que está arriba, hasta que deciden darse la vuelta y ahora cogerle la cola a la que estaba abajo.
Me gusta porque no son egoístas entre ellas.
Siempre buscan que yo disfrute de ellas, pero a su vez, disfrutar ellas también.
Una de nuestras poses preferidas, es por ejemplo, que Ahia se pone en el borde de la cama, sacando bien su cola para afuera, y Fátima acostada de piernas abiertas, y mientras le cojo la cola a Ahia, ella le chupa la concha a Fátima, hasta que ellas deciden cambiar.
Siempre trato de que haya armonía entre nosotros, ellas son abedientes, hablamos mucho, nos entendemos muy bien y Fátima siempre le agradece a Ahia que le haya dado un techo y un marido.
El hijo que tenemos con Ahia crece muy bien, atendido por sus dos madres, y con Fátima no nos cuidamos ya que ella quiere que le haga un hijo a ella también con la aceptacion de Ahia, ya que ella es la primer mujer mía.
Hay una jerarquía entre ellas, que debo respetar, aunque eso jamás se hizo notar entre ellas, pero cuando hablan en su idioma, aunque no les entiendo, seguramente Ahia se lo dirá.
Muchas veces me pongo morboso, y las veo haciendo algo, y voy y les meto un dedo en la cola a cada una, y siempre una sonrisa en sus labios, jamás me dicen que no a nada que quiera hacerles.
Me calienta mucho ver como se besan sus bocas, ver sus lenguas entre cruzarse, chuparse las tetas entre ellas, meterse mano, siempre todo para complacerme, estar acostado boca arriba y verlas a las dos chupar mi pija, como la comparten, como la disfrutan, como me hacen acabar dentro de la boca de una de ellas y después verlas besarse y pasar parte de mi leche a la boca de la otra, como tragan y limpian mi pija, como me comparten sin ser mezquinas.
La verdad, que somos muy felices los tres y espero que esto dure mucho tiempo.
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