AQUELLA PAREJA DE CANCÚN… UN RICO INTERCAMBIO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
AQUELLA PAREJA DE CANCÚN… UN RICO INTERCAMBIO
Después de un tiempo largo sin vacaciones decidimos darnos una vuelta por Cancún aprovechando un plan atractivo y a buen precio en un hotel todo incluido… hasta el sexo según pude ver y disfrutar. Somos una pareja bien avenida; Mi mujer tiene cuarenta años bien llevados y yo tengo 50 y nos conservamos bien de salud. Hemos sido un poco traviesos en cuanto al sexo ya que a mi mujer le gustan los hombres de color, y como les he contado, ella disfruta mucho de nuestras idas a Belice en donde se da vuelo cogiendo con negros de buena verga y a mi me gusta verla gozar, pero sinceramente no he participado con ella aunque si he estado dentro de la misma habitación. Realmente no pensamos hacer nada sexual en Cancún porque el hotel era ahora si que muy familiar pero estábamos esperando registrarnos (El vuelo había llegado temprano) y tuvimos que esperar en el lobby del hotel, y ahí estaba una pareja que se portó muy amable con nosotros. Ella, de mas o menos la edad de mi esposa, alta, morena y de un cuerpo atractivo, usaba solo un pareo encima de un bikini. El esposo era alto y delgado, y luego supe que era extranjero.
Llevaban en el hotel dos días y mi esposa y la dama hicieron plática mientras el esposo se mantenía un poco distante, escribiendo algo en una Laptop, pero de alguna forma participaba en la charla. Nos registramos y justo su habitación quedaba a un lado de la nuestra, e incluso podíamos compartir la terraza y nuevamente nos los encontramos en el restaurante. Nos invitaron a su mesa y sinceramente pensé en decir que no, pero mi esposa ya casi se estaba sentado de manera que no me quedó de otra que aceptar, y platicamos de muchas cosas, la mayoría intrascendentes pero al final, y ya después de dos o tres copas de vino, la señora comenzó a bromear un poco fuerte y salió a la platica el tema del sexo.
Debo decir que si bien he disfrutado de las veces en las que mi esposa ha cogido con algunos negros, sinceramente no me he animado a participar de forma activa. Al principio de las bromas me sentí un poco incómodo y más cuando la señora me preguntó como la cosa mas natural del mundo, y ya tuteándome:
-Oye… ¿Y tu qué piensas de eso del sexo Swinger? ¿Sabes a lo que me refiero, verdad?
-Claro que lo sé… algo he leído pero sinceramente no hemos pensado en intentarlo… creo que debe ser difícil… ¿O tu que opinas, mi amor? –le pregunté a mi esposa que estaba atenta a las preguntas que Alicia (Así se llamaba la mujer) me estaba haciendo; El esposo también estaba al pendiente, y lo vi sonreír cuando mi esposa, obviamente ya estimulada por el vino y la charla, contestó:
-Bueno, como dices, aun no lo hemos intentado pero no creo que sea tan difícil… será cosa de enterarse mas de cómo es ese ambiente… ¿Ustedes tiene idea de cómo es eso? –preguntó a ambos mi esposa. Alicia sonrió y dijo, ya con franqueza:
-Si, nosotros tenemos algo de experiencia en cuanto a esto… pero debemos ser siempre muy discretos, porque aquí en México no es siempre bien visto. Aquí en Cancún es mas frecuente pero aun así, es una forma de vida para disfrutar del sexo y si nuestra pareja nos apoya los dos disfrutan… ¿Ustedes nunca han intentado meter a otra persona a su cama? –preguntó Alicia y con un gesto le indiqué a mi mujer que ella dijera lo que deseaba decir, y así evitar un error mío que, lo digo con sinceridad, ya miraba a Alicia con otros ojos y me atraía su cadera. Mi mujer entendió muy bien, la vi sonreír y como estaba desinhibida por el vino ingerido, dijo:
-Bueno, amiga… no, no hemos hecho intercambio alguno… todavía, y debe ser interesante creo yo, pero sí, sí hemos hecho tríos por si lo quieres saber… aquí mi esposo me entiende y siempre hemos pensado que lo que pasa en Cancún se queda en Cancún.
-Muy bien pensado, amiga… los felicito y es un paso enorme cuando se tiene confianza como pareja… ¿Y les ha ido bien en esos tríos? Digo, si se puede saber… les confieso que a mi me atraen para los tríos los hombres negros… y también mi esposo me entiende en cuanto a esto… ¿Verdad, mi amor? – dijo Alicia y el marido confirmó sus palabras. Así fue subiendo la conversación de tono y también bebimos un poco mas, cuando de repente Alicia dijo, dirigiéndose a los tres:
– Ay, me encantaría que nos fuéramos a nuestro cuarto, y ahí seguimos la plática y de seguro estaremos mas a gusto… ¿Qué te parece, amiga? –dijo dirigiéndose a mi mujer que, sonriendo, solo asintió con la cabeza mientras me miraba amorosa. Con un gesto le dije que como ella quisiera, y se levantó para luego seguirlas nosotros. Caminaron delante de nosotros y vi que las caderas a Alicia se movían muy rico, así que comencé a imaginármela sin ropa alguna. Vi de reojo a Roberto, que así se llamaba el esposo y el miraba las nalgas de mi mujer. Me volteó a ver y sonrió como queriendo decir que iba a estar rico el intercambio… ¡Porque a eso íbamos… y mi mujer y yo lo sabíamos!
Apenas entramos, Roberto sacó una botella de vino y unas copas, y brindamos por el gusto de estar ahí y habernos conocido y estuvimos charlando unos minutos, o más bien Alicia comenzó a platicar de sus experiencias en los intercambios. Dijo que llevaban tres años en la onda SW y habían conocido a gente muy interesante, y luego, de sopetón, nos preguntó si nos sentíamos a gusto y de nuevo mi mujer contestó por los dos, diciendo:
-Claro que si, y les agradecemos su confianza… ¿Verdad, mi amor? Debo decirles que eso del SW no lo hemos hecho pero estamos abiertos a experimentar… aunque nos van a disculpar si nos inhibimos o algo así.
-Claro, no te preocupes –dijo Alicia- mira amiga, yo al principio también como que me sacaba de onda pero mírame ahora… soy capaz de estar desnuda con absoluta naturalidad –y se quitó el sostén dejando ver un par de senos bastante apetitosos, obviamente ya operados pero hermosos; Sonrió y le dijo a mi mujer –anda, amiga, no seas tímida… estamos en confianza – y por un segundo mi esposa dudó pero ella también se quitó el brasier y también la pantaleta del bikini que recién había estrenado… y me volteó a ver, sonrió y me dijo:
-Anda mi amor… tu también quítate la ropa, que no te de pena con Alicia y Roberto – y en ese momento pude ver que mi esposa estaba medio ebria pero sabía bien lo que hacia y decía; Me puse de pie y me quité todo y lógicamente mi verga estaba durísima debido a la excitación del momento y los dos, Roberto y Alicia vieron mi verga y él dijo, al mismo tiempo que abrazaba a mi esposa de la cintura:
-Humm, mira Ali, lo que te vas a comer, mamacita… está del tamaño que a ti te agrada, cariño.
-Si, mi cielo, pero mira nada más que hermosa está Margarita… tú también vas a gozar, mi amor… y a propósito, Rafael… ¿Cómo te gusta mas hacer el amor? Digo, ¿que posiciones son las que mas te gustan? Porque aquí a mi esposo le encanta coger de a perrito porque dice que así puede ver bien cómo se distiende el ano… ¿Verdad, mi amor?
-Si, me encanta ver cómo se abre y cierra el ano pero eso si, el sexo por atrás solo lo practicamos cuando la otra pareja lo acepta… y es que hay esposos, hombres quiero decir, que quieren ver a su mujer cogiendo por el culito pero ellas no lo aceptan y aquí se respetan las decisiones… todo lo que se hace debe ser por gusto y sin presiones… ¿A ti te gusta el sexo anal, Margarita? –le preguntó a mi mujer que, con cierto sonrojo dijo:
Bueno, lo que es gustarme… no mucho porque no lo hemos intentado mucho tampoco… ¿Qué serían?… unas tres o cuatro veces y nada mas… ¿Verdad, mi amor?
-Bueno, conmigo si, mi cielo, pero acuérdate de Sergio, aquel negro que te pidió hacerlo por atrás en Belice y a mi me pareció que lo disfrutaste bastante… aunque luego decías que te dolía el culito hasta para caminar… ¿Te acuerdas?
-O sea que tu has estado con otros hombres… ¡Mira que calladito te lo tenias! –dijo Alicia sonriendo con cierta malicia y me preguntó -¿Y a ti no te emociona ver o saber que tu mujer es así de cachonda? ¿Verdad que tu hasta me animas, mi amor, para que lo haga con otros hombres, mi cielo? –dijo ahora a su marido que no perdía de vista los senos de mi mujer.
-Y es que a mi si me gusta coger por atrás… ¡para qué lo voy a negar! Además, como dice aquí mi esposo, eso es un jaboncito que no se gasta y además, cuando hay confianza entre la pareja las cosas se disfrutan mas, y en nuestro caso, mi marido filma o saca fotos y así luego gozamos mas al ver todo en la computadora… ¿A ustedes no les gusta tomarse fotos cuando lo están haciendo? –dijo Alicia muy animada y visiblemente excitada. Mi esposa estaba ruborizada, indicio de que también estaba caliente y el ambiente en si era muy sexual, por lo que Alicia dijo de pronto:
-Bueno, para que vean que les tenemos confianza, mi marido y yo queremos compartirles esto –dijo y empezó a quitarse el pareo y luego el brasier. Aunque en realidad estaba casi desnuda, debo decir que sus senos se sostenían con firmeza y cuando se agacho para quitarse la tanga, pude ver un vientre atractivo, quizá con algunas estrías pero hermoso, y de reojo vi que el esposo también se estaba quitando la ropa, y Alicia siguió diciendo –bueno, no los forzamos pero si ustedes quieren pueden tener sexo… entre ustedes naturalmente, y es solo para que todos nos sintamos a gusto y desinhibidos …anda, tu también quítate la ropa, y disfrútense, urgió a mi mujer… y tu también- dijo y de plano empezó a zafarme los botones de mi camisa. Vi que mi mujer sonreía y aunque estaba medio bebida, era para mi desconcertante la forma en que mi esposa se inclinó y se zafó toda su ropa quedando desnuda por completo… y aunque al principio pensé que la misma situación me iba a hacer no tener una erección firme, el estar ahí los cuatro ya encueraditos y listos para coger hizo que mi verga se pusiera firme, hasta mas firme que antes, cunado era yo mas joven.
-Humm, que cuerpo tan lindo tienes –le dijo Roberto a mi mujer que sonrió feliz del halago, y sin mucha pena permitió que Roberto le tocara uno de sus senos y luego acariciara su pezón… y para mi asombro, vi que mi esposa tanteaba la verga de Roberto de la manera mas sencilla, como si estuviera habituada a coger así, en grupo. Cierto que yo soy un marido complaciente y sé también que mi mujer coge con otros hombres, sobre todo los negros que a ella le encantan, pero era la primera vez que íbamos a tener sexo grupal y participar en un intercambio era lo que menos me imaginé que pasar en esas vacaciones, pero viéndolo bien, Alicia estaba bastante guapa y su cuerpo era muy atractivo pero pensé en si mi mujer no se pondría de malas si me veía interactuar con ella. De repente y para mi sorpresa, vi que Roberto besaba a mi esposa y me sentí muy raro, lo admito pero Alicia se acercó a mi y con su cuerpo repegado al mío, agarró mi verga y al oído me dijo:
-Tu déjalos gozar, y mientras tu y yo vamos a hacer lo mismo papacito… ¡Oye, tienes una verga rica, mi cielo! –dijo halagándome, aunque mas o menos era del mismo tamaño de la de su marido pero ella, hábilmente, comenzó a masturbarme lentamente mientras comenzábamos a besarnos con igual o mayor intensidad que la de mi mujer con su marido. Nos fuimos a sentar a un amplio sofá y como estaban las luces encendidas, tuve un poco de temor de que, desde el jardín, nos vieran cogiendo pero Alicia parecía adivinar mis pensamientos porque dijo –no te preocupes si nos ven, mi amor… además, esto del Swinger es bastante común aquí en Cancún y nadie se espanta de nada… ¡Uy, pero que rica se te ve, mi amor… haber, acomódate y ponte suavecito que te voy a mamar como nunca, mi amor- y si, comenzó a darme una mamada sensacional ya que aparte de pasar su lengua como si de toda la cabecita de la verga, no dejaba de sobarme los huevos y el vientre… ¡Alicia era una experta mamadora! Y luego de un rato se levantó y tomándome de la verga como si de la mano se tratara, me llevó a la cama o más bien, a una de las dos camas de aquella habitación y me pidió que me pusiera boca abajo… así que le obedecí.
Pude ver que mi mujer y Roberto se acostaban en la otra cama y me excitó mucho ver que era ella la que estaba encima de él y en un 69 estupendo mamaba la verga de Roberto mientras él le sobaba las nalgas y metía su lengua entre la panocha de mi mujer. Estaban atravesados en la amplia cama y en esa posición eran un espectáculo fantástico y si a eso le sumamos el que Alicia estuviera haciéndome el sexo oral, la experiencia era cachondisima. No dejaba de sorprenderme mi esposa, tan sensual y dispuesta a coger con aquel hombre y verla además haciendo con él toda una gama de cosas que conmigo, o se negaba o las hacia a regañadientes. No sé, pero después de esa experiencia entiendo que aun la esposa mas tímida, cuando decide ahora si que soltarse el pelo sexualmente, nos permite valorar mas y mejor la sexualidad innata en la mujer, y es una oportunidad para nosotros los maridos, de entender mas a nuestra esposa y sencillamente dejarla ser. Desde luego mi esposa ya tenia experiencia con otros hombres y a ella le encantan las vergas pero que sean negras, y la de este hombre era blanca.
Esa noche hicimos de todo y muy a gusto, y sinceramente, los dos hicieron todo lo posible para que mi mujer y yo nos sintiéramos de lo más cómodos. Pude ver a mi esposa clavada desde atrás en la posición de perrito, y luego montada en Roberto ofreciéndole los senos que él le mamaba con placer, y luego montada pero ofreciéndole la espalda y mientras ella me miraba como retándome a que así me cogiera a Alicia, Roberto le sobaba las chiches y con una mano acariciaba el clítoris de mi esposa que estaba feliz de pasar esa noche así de intensa, pero lo mejor, al menos para mi, fue cuando Alicia dijo que deseaba que me viniera pero como habíamos acordado que todo seria con condón, ella dijo casi gritando que me lo quitara y comenzó a masturbarme y a mamarme la verga hasta que solté un tremendo chorro de semen en su cara y senos, y al voltear a ver a mi mujer, la muy cabrona estaba ensartada ¡Del culo! Y le pedia a Roberto que ya se viniera… y el cabrón se había quitado el condón y se la estaba cogiendo a pelo, y los dos, Alicia y yo, vimos cuando Roberto empezó a venirse en el culo de mi mujer… y el semen empezó a desbordar el ano de mi señora que se retorcía de placer y con las nalgas parecía exprimir la verga de Roberto, y cuando esta se le puso aguadita, se salió del culo de mi mujer y pudimos ver el semen escurriendo… ¡Que hermosa y cachonda experiencia!
Cogimos con ellos también las dos noches siguientes y aunque yo no quería, al final acepté participar en una doble penetración o mas bien, en dos porque primero Roberto y yo nos cogimos a Alicia… y a la noche siguiente, a la que le tocó doble ración de verga fue a mi esposa que regresó de Cancún toda adolorida del culo, que casi ni podía sentarse… pero eso si ¡Feliz de la vida con ese intercambio!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!