AQUELLA TARDE EN LA PLAYA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era finales del mes de Agosto, quedaban pocos días para volver a la rutina, pero aprovechamos los pocos días que pudimos estar solos de las vacaciones,
mis suegros se habían llevado a nuestro hijo a pasar las fiestas patronales al
pueblo. Esa mañana estuvimos de compra y nos quedamos en el apartamento , pero apurando nuestros último días quisimos bajar por la tarde a la playa para ver nuestra penúltima puesta de sol. Fuimos a la que llamábamos nuestra playa, la típica cala del mediterráneo de la costa alicantina. Los días ya comenzaban a ser más cortos y cuando
llegamos ya la gente comenzaba a marcharse, pusimos las toallas y me puse a tomar
los últimos rayos de sol, dado que la cala se estaba quedando prácticamente desierta me desprendí de la parte superior del biquini, y Luis no prestando importancia se fue a
bañarse; mientras me ponía un poco de aceite bronceador observé un chico muy moreno prácticamente mulato que ya se quedaba sólo en la playa, el cual no dejaba de mirarme mientras me extendía el aceite por mis pechos, aprovechando que me había quedado sola, no le presté demasiada atención ya esta una acostumbrada…
Luis me animaba al baño desde el agua, pero me acaba de poner el aceite. Luis que siempre ha sido muy pudoroso, en un exceso al ver que en la playa no quedaba nadie a excepción del chico que ahora parecía distraído, se quitó el bañador y lo arrojó sobre las zapatillas que había dejado en la orilla.., lo que me hizo animarme y acercarme al agua. Tras mojarme un poco la piernas Luis me animó “ báñate desnuda como yo es una sensación muy agradable”, yo le dije que quedaba todavía aquel chico y que podría verme, para mi sorpresa me dijo hazlo rápido no se dará cuenta y si ti ve no creo que le desagrade….. Aquel extraño permisibismo de Luis , lejos de inquietarme me hizo sentirme alagada y por que no decirlo hasta un poco excitada.
Mire hacía el chico quien me miraba, mire a Luis quien asentía y viendo sus
ojos por lo morboso de la situación, en lugar de quitarme el biquini rápidamente,
lo hice lentamente para agacharme despacio y dejarlo sobre el de Luis , por lo
cual el chico tubo una visión plena de aquello.
Entré en el agua esperando la recriminación por mi intencionada lentitud, pero
Luis sonreía mientras me decía “ ..lo has hecho queriendo morbosilla”. Nos reímos
y me abracé a el, mi sorpresa fue cuando bajando por su cintura le agarré su poya y
ya se encontraba erecta a pesar de la fría agua. Así que siguiéndole el juego le dije al
oído ¿Te a puesto mi exhibición?….,
Luis sin mediar palabra empezó a lamerme los pezones y comenzó a restregarme su dedo por el clítoris, mientras parecía no molestarle las miradas ya lascivas del chico. Muy por el contrario intercambiaba sus miradas a mi sexo que se trasparentaba en el agua, con miradas al chico para comprobar que nos veía y exhibirle mi pechos. Nunca nos habíamos visto en unas circunstancias parecidas, pero nuestra complicidad y morbo eran crecientes. La poya de Luis parecía que iba a estallar, yo ya sentía que mis flujos lubricaban mi vagina… Luis me subió sobre el agarrándome por el culo, y aprovechando sus dedos impregnados en el aceite de mi cuerpo me metió suavemente un dedo en mi culo mientras con su glande acertaba a empezar a penetrarme, suspiraba en sus oídos mientras miraba aquel mozarrón moreno de la orilla fantaseando que era su pene oscuro el que me follaba.
Luis estaba fuera de si, y me penetraba hasta el fondo, estábamos a punto de corrernos, cuando vimos al chico que comenzaba a caminar hacía nosotros, la lujuria
y la incertidumbre nos invadía.. ya en la orilla a unos escasos metros …se dirigió a nosotros y aunque un poco titubeante nos preguntó ..¿Os importa que me bañe yo
también desnudo?…, Que responder en esas circunstancias , yo no dije nada pero Luis encogiéndose de hombros asentía con aquella inesperada circunstancia.
El chico se quitó el bañador dejándome ver una magnifica poya ya erguida, no
parecía más larga que la de Luis, pero si más gruesa… Luis reanudó sus penetraciones
pero ahora más despacio mientras los dos mirábamos como cada vez se acerca más
a nosotros. El desenlace era imprevisible ¿Permitiría Luis que se siguiera acercando?
Yo tenía mis ojos clavados en aquel aparato, y ya no era dueña de mis actos.
La culminación de mi sorpresa, estaba por llegar dado que Luis instó al chico…
¿ Mirón quieres verlo in-situ?.., a lo que el chico sin contestarle se acercó más y prácticamente metió la cabeza entre nosotros para ver como me penetraba Luis.
Yo perdida por el morbo lejos de ruborizarme me echaba hacía detrás , para que lo viera todo; mientras yo miraba la poya del chico quien se masturbaba sin decir palabra. Yo inundada en mis fantasías le susurraba a Luis que poya tiene el chico,
Y vino mi enésima sorpresa, cuando Luis suspirando me dijo cógesela , cógesela..
Todavía no me explico mi reacción, pero extendí mi brazo y comencé a masturbarlo
cogiéndole los huevos , estirándole de aquella magnífica poya casi negra.
Luis temblaba de excitación y apenas podía conmigo en brazos, así que le dijo al
chico ponte por detrás de ella y ayúdame a sujetarla. El chico no dudó, solté a duras
penas su poya y se puso por detrás de mí. Me cogió con fuerza por mi nalgas y me
las abrió un poco lo que facilitaba las penetraciones de Luis, cuando vio que sus manos
se lubricaba con el aceite de mi cuerpo se lubricó su poya con una mano y me puso su
glande en mi orificio aún libre. Ahora fue el chico el que pidió la colaboración de Luis
“sácasela un poco y se la introducimos los dos a la vez lentamente”. Yo ya estaba fuera
de mi, y a la posible pregunta que me hacía la mirada de Luis , yo no respondía, por lo
cual ambos me introdujeron sus miembros al principio con un poco de cuidado sus glandes,
pero después en tres embestidas hasta el fondo…..AHH AHHH, que gusto es
los único que yo acertaba a decir. Los tres nos corrimos a la vez con el vaivén de las
olas…, con la luna ya saliendo en un orgasmo casi místico.
Salimos del agua y nos sentamos exhaustos en la orilla, el chico miraba hacia la
arena de sus pies, Luis tenía la mirada perdida en el horizonte debatiéndose entre el
disfrute anterior y un poco de conciencia, sus penes ya flácidos no parecían querer más
pero yo no estaba dispuesta a dejar pasar una oportunidad que nunca volvería a tener.
Así que …
continuará
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