Así inicié a mi mujer…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mds75.
Dicha historia trata del afán e ingenio que puede aflorar en una persona con el simple fin de forzar situaciones para suplir morbos y fantasías.
Quise realizar un juego.
Como decía mi madre, “en la guerra y el sexo todo se vale”.
No coincido mucho con la frase pero entiendo lo que quiere expresar.
Mi mujer es hermosa, tenemos 30 años, preciosas piernas, tetas pequeñas pero redondas con unos pezones que me encantan chupar.
Su culo se lleva el premio, esta para cogerlo todo el día.
Pero soy humano, y no me basta.
Tengo otras fantasías.
Personalmente una de mis fantasías sin cumplir era bastante sencilla, lograr realizar un trió con mi mujer, ya sea hombre o mujer.
Ella nunca menciono nada al respecto ni demostró interés por este tema, pero a veces solo hace falta un pequeño empujoncito.
No quería realizar de la forma tradicional esta petición a mi mujer.
Mis maneras nunca fueron las directas, siempre el “trabajo de hormiga” me dio resultados, tengo la paciencia necesaria para llevar una situación hacia el punto que deseo.
Me siento mas cómodo en este rol.
Sin dudas ella ya me conoce, y sabe de mis delirios de manipulador, pero siempre hay una abertura por donde entrar a ese inocente lugar donde todo parece real y fortuito y no parte de un plan.
Decidí que la mejor opción era empezar por tratar de armar un trió con otro hombre y follarla entre los dos.
Luego más adelante si todo salía bien habría tiempo para una mujer.
En principio fui metiendo ideas en su cabeza, como mensajes subliminales pero más directos.
Me encargue que cuando estábamos teniendo sexo, y notaba que estaba en un momento de mucha excitación, hacerle discretas, disimuladas, pero muy calientes, pequeñas menciones de lo necesario que sería una segunda pija.
Es un ejercicio psicológico que no lo realice siempre que teníamos sexo (relación por medio), de lo contrario hubiese resultado muy evidente mi deseo de ingresar una tercer persona a la cama, y no quería que ella piense que yo tenía una fantasía que ella no me podía cumplir, pues tal vez, resultaría frustrante.
La idea es que ella sintiera la necesidad y el deseo de ingresar a ese juego.
Para ser sincero, quería que ella me lo pida.
Quería que me pida otra polla mas follándola.
De esa manera yo sería el que accede a una fantasía que ella creería que es de ella, pero en realidad es mía.
Por ende estaría en deuda conmigo, y el día que yo quiera cumplir otra (una mujer) no podría negarse por una simple devolución de favores.
De este modo cumplía dos fantasías, ella piensa que estamos empatados, pero en realidad iría ganando 2 a 0.
En situaciones en las que se la estaba poniendo mientras estaba en cuatro sobre la cama le exclamaba si no le gustaría en ese momento tener una pija en la boca, y afirmaba excitada y gimiendo, posiblemente relamiéndose imaginando justamente lo que proponía.
Cuando estaba recostado y ella encima mío la invitaba a imaginarse que es tomada por su cintura con una mano, y con la otra jalada suave pero firmemente del cabello y se lo ponían por el culo mientras yo me la follaba y le chupaba esas hermosas tetas.
Todo surte mayor efecto cuando se aplican las menciones en estado de clímax.
En ese momento puedes mencionar que quieres que la folle un elefante y te va a decir que la polla del elefante es hermosa.
Yendo hacia otra dirección en la historia comencé con el objetivo.
En principio le comente durante algunos días lo contracturado que me sentía y de lo bien que me vendría un masaje.
Acto seguido afloraba mi generosidad y le invitaba a que ella también sea parte del masaje, que la notaba con muchos nudos y que de seguro le vendría muy bien.
Al cabo de algunas semanas ella sentía la necesidad de un masaje.
Y era justamente por ese lado donde llevaría direccionada mi fantasia.
Lo emocionante estaba comenzando, organizar toda la puesta en escena e imaginar el final me calentaba mucho.
Opte por buscar masajista hombre en una página web de scorts.
Encontré lo que buscaba.
Era un muchacho de cabello rubio pero rapado casi al ras, arito en su oreja, alto, de muy buen físico, con un gran tatuaje en su espalda que hacia un giro hasta la pelvis.
Según su info era algo más dotado que yo (no mucho mas).
Era estéticamente la persona que estaba buscando.
En principio nos contactamos por whattsapp y le hice un resumen de lo que estaba necesitando de sus servicios.
El juego consistía en que mi mujer iría allí suponiendo que el era un masajista tradicional.
El debía realizarle un masaje descontracturante en todo el cuerpo, siempre sin forzar ninguna situación.
La idea era que el la caliente al punto de que ella quiera que se la folle.
Le explique que todo esto era parte de una fantasía y me respondió que no hacía falta que se lo aclare, que estaba bastante acostumbrado a lidiar con situaciones de este tipo, y que muchas veces recibía propuestas mucho mas insólitas.
Muy profesional.
Posteriormente lo llame para Solicitarle un último requisito, que obviamente me costó un dinero extra, y era que el filme todo con una cámara escondida.
Accedió haciéndome prometer mil veces que nunca divulgaría el video y que cualquier problema que tuviera con mi mujer por ello correría por mi cuenta.
Que no quería tener jamás un problema por realizar esa grabación.
Incluso llego a “amenazarme” muy sonriente con buscarme si esa acción le traía consecuencias.
En definitiva ese dinero extra que le ofrecí fue la llave de su aceptación y del cierre del trato.
Volví a mencionarle que no debía forzar ninguna situación, que todo debía darse naturalmente, y que si eso no sucedía, no se haga problema, era todo parte de un juego.
Arreglamos el día y horario en que mi mujer iría y que nos manteníamos en contacto.
Ahora debía encargarme del “masaje” desde la perspectiva de mi mujer.
Le comente que había estado averiguando pero que aun no había decidido nada.
Abrí una cuenta apócrifa de twitter y diseñe un folleto con una promoción de un primer masaje gratis que hice llegar a mi cuenta de twitter real.
Le mostré la promoción e insistí con que ella debía ser la que vaya, y que si luego el masaje era bueno iría yo.
Acepto luego de una leve insistencia.
Me pidió que antes llame y me cerciore de que todo estaba correcto con el lugar y la persona.
Al día siguiente le comente que había llamado y que era un muchacho que se estaba iniciando en el tema, que por el momento atendía en su casa porque estaba poniendo a punto un salón, y que me dio referencias para que llame a clientes y me asegure de la calidad de su trabajo.
Todo esto dejo más que conforme a mi mujer.
Le aclare día y hora a la que debía ir.
Llego el esperado día.
Llego por la tarde de trabajar y ella se estaba bañando para pasar a retirarse rumbo a su masaje.
Le mencione que lleve ropa cómoda.
El clima estaba caluroso.
Le hice saber que seguramente allí le darían una bata o la taparían con algo, que no tenga pudor y lleve la menor cantidad de ropa posible.
Me hizo caso, se puso una musculosa blanca, una tanga hilo pequeñísima (me pregunto cual se ponía y le dije serio que esa estaba bien, aunque por dentro tenia placer de demonio con que llevara esa tanga), un short vaquero, y zapatillas botitas.
Tomo su cartera y salió rumbo al encuentro.
Mande mensaje al “masajeador” y la informe que se prepare.
Me dio el ok.
Pasadas casi dos horas regreso.
Me beso cálidamente como siempre, le pregunte por el masaje y me dijo que estuvo bien pero que tampoco era excelente.
Que sin dudas podía averiguar por otro lado alguno que sea mejor.
Le dije que al menos había sido gratis, así que no perdimos nada.
Yo había pedido unas pizzas que llegaron justo cuando estábamos hablando del tema y me interrumpieron.
Mientras iba a recibirlas me dijo que se daba un baño rápido porque tenía olor a aceites.
Volví a entrar y prepare todo esperando que salga del baño.
Saque una cerveza de la heladera y me serví un vaso.
Mientras tomaba sentía resonar de la ducha, por lo cual me aventure a tomar el celular y mandarle un mensaje al cómplice masajista preguntándole si todo había salido bien.
Mas que bien fue su respuesta, y que podía pasar a retirar el video cuando desee.
Elimine el mensaje por la dudas y me quede mirando televisión y tomando mi cerveza hasta que termino de ducharse, fue a la pieza y volvió a la mesa solo con una tanga y su corpiño.
No quise profundizar en el tema porque sabía que la podía hacer sentir incomoda.
Comimos mientras miramos una película.
Al terminar de comer salimos al patio, yo me mantenía en silencio contemplando las estrellas, ella también en silencio, pensante.
Entramos nuevamente y le dije que me daba un baño y me iba a acostar.
Respondió que me esperaba en la cama.
Salgo del baño totalmente desnudo, ella se encontraba acostada con su móvil.
Me recuesto, deja el móvil en la mesa de luz, se arrodilla en la cama, y empieza a bajar hasta ponérsela en la boca.
Me la chupo perfecto.
Fueron como diez minutos que la chupo sin parar un segundo.
Para cuando se subió encima mío estaba completamente mojada.
La manoseaba y le hacía correr flujo por todo el culo, el dedo patinaba y entraba suavemente.
Prácticamente no me dejo hacer nada, me folló como quiso.
Todo lo hizo ella.
Estaba muy pero muy caliente.
Para cerrar una cogida hermosa me pidió que le llene la cara de leche, lo cual obviamente no me negué, y la hice recostar me puse encima de su cara masturbandome mientras con la cabeza le acariciaba los labios y le mojé toda la cara.
En ningún momento hice ninguna mención de las que acostumbraba sobre otro más que se la folle junto conmigo.
Al día siguiente no veía la hora de salir de trabajar para pasar a buscar el video.
Llego a la casa del masajista y me recibe rápido porque según el estaba con una clienta.
Me trae un pendrive y me aclara que ahí se encuentra el video, y que me deje el pen, generosamente.
Me hizo algunos comentarios apresurados de lo sucedido en donde quedaba la conclusión que todo había salido según lo pactado.
Chocamos las manos, me dio las gracias, yo a el, y me retire.
Llego a mi casa y le comento que había tenido un retraso en el trabajo, pero que estaba todo solucionado.
Se ofreció a cebarme unos mates antes de irse a hacer unos mandados al súper.
Le dije que no se preocupara y que vaya para que no se le haga tarde.
(no había nada más que quisiera en el mundo que quedarme solo para ver el video).
Toma algo de dinero y sale.
Aguardo unos segundos asegurándome que no vuelva por algún motivo y enciendo la pc y pongo el pendrive.
Tal como me había mencionado el masajista, el mismo contenía el video.
57 minutos que voy a tratar de resumir sin dejar detalles de lado.
Video:
Vale aclarar que tanto el audio como el video superaron mis expectativas.
La ubicación de la cámara era ideal.
Me ofrecía un Angulo transversal de la parte derecha de su cuerpo, desde sus pies, subiendo en diagonal hasta su cabeza.
El masajista siempre se posiciono en el lado opuesto, ofreciéndome una vista perfecta a todos los detalles.
Muy buen trabajo realizo, recomendable!
Comienza el video, se ve solo una camilla tradicional.
No de esas que tienen un agujero donde se ubica la cabeza quedando la vista hacia abajo.
Solo la camilla y una mesita con algunas frascos.
El humo de un sahumerio se veía más atrás.
Acto seguido se lo ve ingresar en la toma al masajista hablando con ella girando su cabeza hacia un costado.
Ingresa ella en el foco y se quedan parados.
Continúan hablando.
El la invita a sentarse en la camilla.
Ella lo hace mientras le da su cartera para que la acomode en algún lugar que no se alcanza a ver.
El le habla durante uno o dos minutos explicándole en qué consistía el masaje.
Le pide que se ponga cómoda y que comience a sacarse la ropa, y pasa a salirse de cámara.
Ella nunca titubeo y comenzó a sacarse el short vaquero antes que las zapatillas para quedar con el hilo que se había puesto.
Lo apoya sobre la camilla.
Desata y saca sus zapatillas y unas medias cortitas que traía puestas.
Deja las zapatillas bajo la camilla y se retira la musculosa que también apoya junto al short.
Deja su corpiño negro puesto.
El vuelve a escena y le trae una caja donde poner su ropa y una toalla totalmente blanca con el que ella se envuelve el cuerpo.
El vuelve a salirse y ella se ata el pelo haciéndose un rodete.
El regresa y le pide que se recueste boca abajo soltándose la toalla pero dejándosela tapando toda su espalda y su culo.
El toma un aceite, le dice algo, baja un poco la toalla y desabrocha el bretel de su corpiño.
Camina hacia atrás, sube un poco su toalla y vuelca en su mano un aceite que comienza a pasarle por los tobillos con ambas manos, subiendo hasta antes del culo.
Realiza el mismo procedimiento en ambas piernas acariciando estas durante un minuto cada una.
Luego de esto baja nuevamente la toalla hasta el pliegue de sus rodillas.
Avanza y toma la parte superior de la misma y la baja hasta su cintura, deja caer aceite, esta vez en su espalda baja, no en sus manos, y comienza a masajear la zona yendo desde la parte baja casi hasta el hombro, para luego bajar y repetir hasta el cuello y luego el otro hombro.
Realiza movimientos circulares en el medio de la espalda y va bajando de a poco.
El le explicaba el porque de cada movimiento y ella asentaba con una sonrisa.
Se sentía tenue la música de fondo.
Siguió con su espalda algunos minutos más, cosa que a mí me gustaba, porque le encanta que le acaricien la espalda.
Da media vuelta y cambia de posición para masajear.
Se ubica sobre la parte superior de la camilla, dejando su pija a la altura de la cabeza de ella, que yacía recostada mirando hacia delante utilizando sus dos brazos como almohada.
No más de 25 o 30 cm separaban su bulto de la boca de mi mujer.
Continuo masajeando la espalda de ella desde esa posición abriendo ambos brazos y pasándoselos disimuladamente, cada vez que podía, por los laterales de sus tetas que quedaban al descubierto, ya que los breteles caían uno para cado lado.
No podía ver la cara de ella, pero la imagino relamiéndose por bajarle el jogging y comenzar a chupársela.
Estaba en la posición ideal.
El camina hacia el medio frotándose las manos, se queda detenido y le pide que se de vuelta.
El sostiene la toalla mientras ella con una mano toma por el frente su corpiño y con la otra se apoya para girar.
La manera de sostener el corpiño no evito que cuando giro se le vean ambas tetas prácticamente en su totalidad.
El suelta la toalla y la deja caer sobre ella para pasar a acomodarla.
Primero en la parte baja, subiéndosela casi hasta la altura de su chochito, luego arriba, tomando discretamente el bretel del corpiño que sobresalía por dejado de la toalla que la cubría, y dejándolo en la caja donde estaba la ropa.
Arremango hasta que la mitad de sus tetas quedaban al descubierto.
Retomo en las piernas nuevamente, pero esta vez en la parte delantera de estas.
Masajeaba desde sus pies hasta la ingle con ambas manos, haciendo que la toalla cada vez se suba mas, al punto ya de poder verle la parte de la tanga que cubría surajita.
Continuo el mismo procedimiento en la otra pierna.
Cada comentario que el realizaba ella correspondía con una breve respuesta acompañada de una sonrisa.
Dio un paso más adelante, y subió su toalla al punto que solo le cubría las tetas, nada más.
De esta manera comenzó a aceitarle el abdomen.
Acariciaba con ambas manos toda la superficie bajando hasta la ingle y deteniéndose en pequeños movimientos en esa zona.
Ella con la cabeza inclinada hacia la izquierda no realizaba movimiento alguno.
Seguramente ya se estaba empezando a mojar.
Terminada esa parte del cuerpo se ubica nuevamente sobre la altura de la cabeza de ella.
Toma aceite que vuelca en una de sus manos, y la deja caer sobre su tórax, entre sus tetas y su cuello.
comenzó el masaje por esa zona siempre con ambas manos.
Estas de a poco se filtraban cada vez más por debajo de la toalla y presionaban sobre sus tetas.
En cada movimiento que realizaba acercaba lo mas que podía su pija a la cabeza de ella, llegándole a rozar continuamente.
La situación era única, ella prácticamente desnuda, en la casa de un desconocido, que la estaba aceitando por todos lados, manoseándola a más no poder, ya acariciándole las tetas y poniéndole la polla al lado de la cara.
Ya se había olvidado del tórax y solo hacía hincapié en manosear sus tetas.
Ella ya con la cabeza mirando hacia arriba seguramente hacia contacto visual con el, que estaba por encima.
Osado paso a correr por completo la toalla sin hacer mención alguna, dejando ya por completo sus tetas al descubierto.
Ella ni se inmuto.
Las agarraba una con cada mano y se las pasaba suavemente, haciendo que lo erizados pezones choquen contra estas y se hundan para volver a salir a flote cuando el las retiraba.
Dejo caer desde el frasco aceite en sus dos tetas y comenzó a acariciar de a una a la vez con las dos manos.
Volvió caminando al medio de la camilla, le pidió que se de vuelta nuevamente y quedara de espalda.
Ella esta vez se paro cubriéndose por delante y dejando al descubierto todo su culo.
Se recostó sin cubrirse, dejando la toalla debajo de ella.
Tomo nuevamente el aceite y esta vez lo dejo caer en el medio de su culo, como quien acaba en el medio y deja que la leche se hunda en lo profundo.
A ella ya se la notaba agitada y esperando ser penetrada por ese miembro.
El comienza a manosear su culo, con esa tanga tan pequeña que se perdía y parecía no tener nada puesto.
Sus manos hacían presión sobre sus cachetes una y otra vez, pasando su dedo pulgar por la raya todas las veces que podía.
Bajaba a su entrepierna y llevaba su mano hasta lo más cerca que podía de su raja.
Ella empezaba a mover su espalda y sus manos.
El lo noto, e hizo lo que tenía que hacer.
Tomo su tanga con ambas manos, una de cada costado y comenzó a bajársela mientras ella se lo facilitaba levantando primero su cintura y luego sus piernas.
Una vez desnuda la toma por la cintura para hacerla que se de vuelta, ella lo hace sin perderlo de vista.
Se recuesta y el comienza con su mano derecha a masturbarla, y con la izquierda se baja el jogging lo suficiente para que salga su pija ya dura como piedra, se la acerca para que ella empiece a mamarle.
Estaba desesperada, lo tomaba por el culo con una mano y parecía querer tragarle toda la polla
El deja todo y se saca la remera, las zapatillas y luego el pantalón.
Sube a la camilla, la toma de las piernas haciendo que las rodillas queden una a cada extremo de su cabeza, y con todo el culo levantado se la pone en la raja y se la empieza a follar fuertemente.
Golpeaba cada vez que el se movía hacia atrás y adelante.
Ella gemía y gritaba como la más puta.
El la suelta la hace poner en cuatro y se la sigue cogiendo abriéndole el culo con las manos.
La empuja hasta que ella queda recostada de espalda con el encima poniéndosela con toda la fuerza, ella movía las piernas para todos lados.
El se levanta y le empieza a chupar el culo mientras ella seguía tendida.
Ella luego se para apoya sus tetas y su cabeza sobre la camilla regalándole todo el culo y el se la folla mientras le manoseaba todas las tetas y ella se pajeaba.
Le lleno el culo de leche.
En fin, ella unos segundos después le solicita ir al baño, el se queda sentado en la camilla desnudo.
Ella vuelve y sin decir nada comienza a cambiarse.
Creo que el quería mas, pero ella por ultimo toma su cartera y pasa a retirarse sin siquiera saludarlo.
El mira la cámara, me sonríe, encogiendo sus hombros, se acerca y corta la filmación.
Pude ver el video completo.
Saque el pendrive y lo guarde en un lugar donde no lo va encontrar, un falso fondo en mi mesita de luz donde guardo dinero para gastos propios.
Ella regreso y todo transcurrió con normalidad.
A la noche follamos y ella estaba muy caliente, le susurro si no le gustaría, justo en ese momento que me la estaba follando en cuatro, tener otra polla metida en la boca.
Me dice que le encantaría ahora una polla en la boca.
Le empiezo a dar cada vez mas fuerte diciéndole lo mucho que me calienta cuando me dice que quiere otra polla, y empieza a decirme que si me calienta que le consiga otra, que quiere dospollas follándola.
Saco mi polla y le tiro todo en la espalda, para luego desparramárselo como aceite y masajearle la espalda
Me imagino lo que se le habrá venido a la cabeza.
Al día siguiente le mando un mensaje al masajista.
Esta vez diciéndole que la intención era ir yo, que ella me acompañe y en fin, follárnosla.
Acepto sin pensarlo.
Se lo propuse como una oportunidad de tal manera que el parezca el beneficiado, y funciono.
Accedió a hacerlo sin cobrar.
🙂
Esa misma noche le comento a mi mujer que en el día siguiente, cuando saliera de trabajar, iba a pasar por casa a darme un baño y luego quería que me hagan un masaje en el mismo lugar donde ella había asistido.
Solicite que me acompañe.
Se negó en principio y por largo rato inventando excusas.
Pero en fin, termine convenciéndola.
Imagino lo incomoda que habrá sido la situación para ella! No sabía que podía llegar a pasar!
Tarde siguiente realice todo tal cual, me bañe, y avise que salía con ella rumbo a la casa del masajista.
Llegamos tocamos timbre y nos recibió.
Preste atención a la cara de ella al verlo, y era como si no se conocieran.
Saludo tal como salude yo, y nos invito a tomar asiento y esperarlo un minuto hasta que prepare todo.
En ese momento se me ocurrió otra idea.
Apenas termino de acomodar sus cosas el masajista y regreso, le digo que ella primero se va a realizar otro masaje, y luego yo.
No podía creer lo que dije y se negaba.
Trataba de hacerle entender que días atrás me hizo saber que lo mucho que la había relajado el masaje y que estaba bueno que se realice otro ya que estábamos ambos ahí.
No quería saber nada.
Seguí dándole argumentos mientras me paraba y tomaba su mano para llevarla a la camilla, ahora ella duditativa.
Entro en acción mi compañero y comenzó a insistirle, ya éramos dos.
Ganamos por cansancio.
Accedió y la lleve hasta la camilla.
Ella se sacaba la ropa con pudor esta vez, sabiendo que yo observaba reposado nuevamente.
Se envolvió con la toalla por completo y comenzó otra vez el trabajo del masajista tal como la primera vez, aunque con algún que otro cambio de rutina.
Comenzó por la espalda esta vez, ya bajándole la toalla y desabrochándole el bretel de entrada.
Una vez terminado el masaje en esa parte del cuerpo, bajo a las piernas, y ya sin tapujos subía lo mas que podía hasta tocar su culo.
Ella no me miraba, y yo expectante.
En un momento el masajista me dio la entrada, me llamo e invito a pararme a su lado y apreciar como hacia el masaje para que aprendiera algunas técnicas.
Subía sus manos desde sus pantorrillas, ejerciendo presión, hasta frotar su rajita.
Ella giro la cabeza en mi dirección.
Me incentivo a que lo intentara con la otra pierna, y comenzamos ambos a hacerlo.
Frotábamos con la parte exterior de la mano toda suraja cuando llegábamos a la parte superior y masajeábamos la entrepierna.
El comenzó a masajear sus hombros mientras me pidió que yo siguiera con los mismo movimientos.
Pasados unos segundo me aventure a retirar la toalla y dejar su culo a la vista.
Ella no se negó, no realizo comentario ni movimiento.
Empecé llevar mi mano hacia su culo al punto de tocárselo ya cada vez mas lejos de lo que parecía un masaje.
Subía mi mano hasta su espalda baja y la deslizaba por debajo de tanga levantándola todo el tiempo.
El se posiciono en la parte frontal, donde su pija rozaba su cara mientras seguía masajeando su espalda y bajándola por los costados hacia sus tetas.
Ella comenzaba a tener movimientos involuntarios.
Se estaba calentando.
Me incline, tome su tanga y comencé a bajársela.
Ella gimió tímidamente.
Se la saque por completo y comencé chuparle el culo, pasándole toda la lengua y bajándola hasta su rajita todo lo que me permitía mi posición.
Ya estaba completamente mojada.
Ella estiro sus brazos y desabrocho el vaquero del masajista, metió su mano dentro, saco la polla y empezó a chuparla.
Mientras la tocaba comencé a descambiarme y el también hizo lo mismo.
Ella ya estaba desnuda.
La cogimos durante hora y media.
Se volvía loca chupando las dos pollas al mismo tiempo, no sabía cual ponerse en la boca, a veces intentaba chupar las dos juntas.
Recostado en la camilla la tenia encima mío foolandome mientras el masajista le rompía el culo.
Le encantaba, llegue a decirle que en ese momento le faltaba una polla en la boca, y me sonrió cómplice.
Alternábamos roles y luego el culo era mío.
Se cansó de chuparnos la polla, la follamos de todas las maneras posibles, la besamos por todos lados.
No se cansaba de decirme lo lindo que era que se la estén follando dos.
Dicen que si el sexo salió bien, es siempre sucio, así que habremos estado bien imagino.
Fin del día de la mejor follada de mi vida, y para ella también, sin dudas.
Días después me llega un mensaje al whattsapp mientras estaba trabajando.
Era ella escribiéndome:
_“para cuando dos pollas de vuelta?”
Respondo: _“a vos ya te tocó, ahora tenemos que buscar un chochito!!!”
_”bueno….
es justo”.
Me dice.
Le respondo enviándole una "carita sonriente con lentes", y ya estoy pensando como convencerla para que traiga una amiga de su trabajo que esta muy follable.
Hola genio, me encanto tu relato, a mi me hicieron uno parecido, me puso a mil xq quiero ver a mi mujer con otro, hacer un trio
Saludos