Bromance… El deseo de Magda
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElMarques.
Terminó de aplicar el rímel en las pestañas, y luego un rosa pálido, para acentuar los labios. En el baño encerrada, se mira al espejo; la blusa de chiffon hace juego con los labios, el Jeans corto deja las piernas doradas descubiertas y el cabello negro lo recoge, con un moño de perlas falsas.
Magda sale a la sala y Pablo está sentado en el sofá, viendo el futbol. Le pasa una lata de cerveza, y una copa de vino tinto, se ha servido. Sentada en la mesa, ve a Pablo detalladamente y se excita con los pensamientos.
Masculino, de cuerpo ancho, cabello negro y corto. Con el mentón barbudo, se les unían los pelos del bigote y las patillas, le hacía ver el rostro perfectamente cuadrado y largo. Pablo al estar viendo el futbol, apretaba la mandíbula y por los pómulos, en la tez bronceada, las venas finas se le marcaban.
Las ganas que tiene Magda, las mojas en los labios con el vino tinto. Pablo se pone de pie; y viste un short playero de color negro con líneas azules, con una franela blanca sin mangas; en el brazo se ve, el tatuaje que lleva, de un estilo, clásico americano.
Ella no lleva ropa interior, la tela del Jeans, en el coño la presiona y afincado, al estar sentada, ve a Pablo venir hacia ella y le dice;
Magda, ¿qué hay de comer? – le pregunta, mientras soba su estómago.
Revisa la nevera, hay pastel – responde, le giña el ojo y un sorbo del vino toma.
En el baño, nota la mancha humedad debajo del short, toco con los dedos y se mira al espejo; una sonrisa pícara, le hace estremecer, y las ganas aún se las aguanta. Las mejillas están rojas, se acomodo la pollina, y en eso, el timbre de la casa suena; desesperada sale del baño y a la sala llega; Pablo está abriendo la puerta, y ve que él ha llegado.
El cabello corto es dorado como oro, de piel roja y de antebrazos gruesos; los finos vellos de color amarillo, le adornan. La mirada inquieta, de color azul y cejas rectas (casi desapercibida) el atractivo de Fabián a Magda la descontrola.
De pie a la cocina, Magda muerde el labio inferior, las líneas marcadas en las pestañas, le hace ver como gata mirando a su presa. La chica mostrando la mejor sonrisa, a Fabián con los brazos por el cuello le rodea; la musculatura del joven es poca, pero para ella, sentir el pecho de Fabián, el botón sensible de su sexo, crece hasta rozar con el Jeans que trae puesto.
Pablo le trae una cerveza a Fabián, llevándolo al sofá, ambos hombres se sientan y entablan una conversación sin importancia para Magdalena. La chica va a la cocina y otra copa de vino se sirve, parada frente al mesón, llena la copa; y viendo a los dos hombres, en un solo trago todo el vino se toma.
La piel la tiene caliente, hasta por un momento cree tener fiebre, el frio de sus dedos, demuestra la ansiedad que ella trae y ahora con dos hombres en la casa, el deseo de su sexo palpita al imaginar lo que puede pasar. Magda finge poner atención a la televisión, no quiere interrumpir a Pablo; que habla y con ademan, con las manos a todo golpea.
El azul de los ojos de Fabián brillan con la luz del televisor, con los dedos de su mano derecha, acaricia; unos fino pelos que salen desde la parte inferior del labio hasta la quijada. El chico sonriendo, los labios rojos y finos, desaparecen al hablar con Pablo.
Viendo de arriba abajo, Magda ve a Fabián; esta cómodo a igual que Pablo, con un short playero blanco y una camiseta roja.
Interrumpiendo Pablo a los pensamiento de Magda; este le pide dos latas de cervezas más. Los labios rojos de ella, se acentuó junto con su mirada, al clavar los ojo en Pablo.
Fue a la cocina, abrió a la nevera y dos latas saco del refrigerador. Magda girando para ver a los muchachos en la sala, se queda mirando las dos latas de cervezas; jadeó en sus adentros, y se sorprendió al pensar, hasta dónde puede llegar las intenciones de su sexo.
Magda de nuevo en el baño, la blusa de chiffon, con las manos se la ciñe a la piel; el brasier rosado de pepas marrones, se marcaba en la tela clara, la chica bajo el Jeans corto, y viendo la tanga del mismo color que el brasier, en la división de los labios de la vagina, el coño empapado, la tela tenia. Las uñas, no muy largas y pintadas de rojo, con los dedos al presionar la vagina, la tela de algodón se hundió en el medio de su coño húmedo; chillo bajito y los ojos cerro, la calentura de Magda, exhibida al espejo quedo.
[The men cry out the girls cry out
The men cry out the girls cry out
The men cry out, oh no
out, oh no…
Off with your head
Dance ’til you’re dead]
Al ritmo del electro de << Yeah Yeah Yeahs – Heads Will Roll >>, Magda en el balcón bailaba fumando un porro. Los chicos dejando ver la televisión en el mueble, compartiendo el mismo porro; hablaban y con miradas pueriles, veían a Magda en el balcón. La chica viendo las luces de los edificios del frente, sentía la fiebre de su cuerpo descender en sudor.
Magdalena entra a la sala, abriendo las piernas, se sienta encima de Pablo, este con los brazos le rodea la cintura, la aprieta contra su abdomen, y lamiendo el cuello de la chica, Magda; mirando en el otro sofá, a Fabián, esta le giña el ojo, y al chico la sangre le enciende el rostro.
Fabián, que miraba todo, con un dedo en la boca, la mirada fija en Magda, el sexo en su ropa interior despertó. Pablo le metía los dedos por las nalgas a la chica, –haciendo cuenta que no estaba, o habiendo olvidado a Fabián– el chico jalando la panti a Magda; mete el dedo por la raja del culo y luego lo saca para olerlo. Pablo excitado, agarra a la chica por las nalgas, se levanta y cargado a Magda, se gira y la deja caer en el sofá.
Con las piernas abiertas, Magda ve a Pablo arrodillarse; le sujeta ambas pierna y oliendo el sexo de la chica, nota la humedad en el medio de sus piernas.
Fabián prendido por el alcohol, el porro y el acto de Pablo con Magda; la mano en su entrepierna, presiona la virilidad en erección por encima del short rojo.
[…Cada fallo, cada imprecisión.
Cada detalle, todo bajo control.
Cada acierto, cada aproximación.
Cada escena, bajo supervisión, oh, oh…]
El tapiz de la pared, es verde y de puntos negros, en el sofá de color pálido; Magdalena sentada y desnuda, se acariciaba los labios del coño. Con las piernas abiertas, el rosa oscuro de su sexo, Magda al abrir con los dedos, el botón sexual crecía con las miradas de Pablo y Fabián.
Dos pequeños senos, con el pico rojo, se perdían cuando ella, la espalda la arqueaba y jadeaba de placer. La chica desinhibida, aun con la mirada cerrada, el cabello negro le caía por los hombros, las hebras de pelos largos, le acariciaba la espalda, y la piel erizada, con espasmos marcaba los dientes en el labio inferior, mientras la cintura levantaba, el coño de Magda; a la vista quedaba de los dos hombres sentados delante de ella.
Fabián sentado en un sofá individual, con los dedos de su mano izquierda, tapaba los labios, el chico miraba a Magda tocarse, y al lado de él; Pablo con la polla afuera, se la jalaba lentamente, mirando fijo al coño de Magdalena. Fabián por el rabillo del ojo, visualizaba a Pablo. El chico sintiendo que el efecto del porro en el sudor se quedaba, con impresión veía todo lo que pasaba en la sala de la casa de Magda.
Aun con el porro encendido y en los dedos, Pablo lo fumaba y con la otra mano tocaba la erección de su sexo. Visualizando a la chica, detallaba, la viscosidad que emanaba la vagina de Magda. Pablo ignoraba a Fabián, que estaba a un lado de él, pero sintiendo la presencia del chico, su empalmada polla con entusiasmo brincaba en su mano.
La chica abrió los ojos, con las pupilas dilatadas, al ver los dos chicos de frente a ella; Pablo con la polla en la mano, Fabián tímido; por encima con los dedos se la apretaba por encima del short.
El short negro con líneas azules, enrollado en el suelo ha quedado. El cuerpo desnudo de Pablo; cubiertos de vellos negros, estaba de pie, frente a Magda; la espalda ancha y encorvada, marcaba la musculatura tensada. Jalando su polla erecta, con la otra mano; le agarro el coño a la chica, y el dedo grueso del medio, en el fondo de la vagina lo hundió. Mordiendo el labio inferior y cargado de arrechera; Pablo acerco su pene, y sintiendo la humedad viscosa del coño de Magda, lentamente fue entrando y el calor vaginal lo atrapo.
La virilidad del macho, quedo completamente tragada, Pablo con un vaivén lento, frenéticamente la empezó bombear con fuerza. Magda con las piernas abiertas y recostada al sofá, incómodamente disfrutaba, el trozo febril de Pablo; su concha humedad y atragantada, sonaba en cada penetrada que recibía.
El calor como una fiebre alta, Fabián disfrutaba el acto sexual de Pablo y Magda, le veía la espalda al chico y bajando la mirada; veía como las nalgas de Pablo se contraían en cada embestida que daba a la vagina de Magda. Fabián jadeando, el cierre mágico del short, sonó como un rasgado limpio. La polla del muchacho; roja como el resto de la piel, al descubrir el capullo, el glande cabezón y húmedo con fuerza palpito al ser liberado del interior.
Magdalena casi podía oler el sexo de Fabián, mirando al techo, apretaba con sus manos los pequeños senos; jadeaba y chistando se chupaba los labios imaginado ver desnudo a Fabián. Viendo como entraba el pollón de Pablo en su vagina; la maraña de pelos negros le besaba los suyos, al tocar la ingle del chico en su sexo de labios gruesos.
Pablo salió del coño de Magda, la polla gruesa y pesada, salió brillosa del flujo vaginal. Se puso de pie y sentándose en el sofá; Magda con la mirada, viendo a Fabián, de espalda a Pablo, en el pollón de este sentó.
Aun sentado, la polla de Fabián apuntaba a Magda y Pablo; el chico viendo como la concha de ella quedaba totalmente abotonada de virilidad, Fabián de pie se puso, y con la mirada fija en el acto sexual; jalando su miembro viril se acercó al sofá.
La chica viendo a los ojos azules de Fabián, sentada y clavada por Pablo, viendo desde abajo; se mordió el labio y con los ojos como una gata; Magda desinhibió el deseo que aguantaba desde hace rato.
Fabián con temor de hacer algo malo, pero ganado por el deseo y la pasión; se agacho y de frente, mirando como la vagina de Magda estaba llena del pollón de Pablo, miro a los ojos de la chica, y cerrando los de él, con sus dedos largos toco al tacto, como si fuese la primera vez.
Ahogada de placer, magdalena sentada y clavada por Pablo, este le masajeaba los pechos y pellizcaba los picos de los senos. Con una postura arqueada, las costillas de la chica se marcaban, y chillando de placer, mientras miraba al techo; Fabián con la lengua, su sexo mojaba.
Pablo, sintió la textura como la lengua de un gato, disfrutando del coño de Magda; las caricias que recibía su escroto, afincando más la penetración; a Magda la clavaba sin compasión.
El chico con los ojos cerrados, lamia toda la zona sexual del coito. La barbilla amarilla, de saliva y flujo se le humedeció y con dos dedos abriendo los labios vaginales, con la lengua; el clítoris de Magda chupaba, lamia y jalaba. El coño atragantado por la virilidad gruesa y llena de venas, su lengua curiosa también lengüeteaba.
Ella jadeando y gimiendo de placer, sentía le presión aguantada de su sexo al acabar, –y que la boca de Fabián lamiera su coño–, apretando el rostro del chico, con deseo desbordado, le hacía lamer los líquidos, brotado de su vagina atragantada del pollón de Pablo.
Fabián apoyando su peso, con ambas manos en los muslos peludos de Pablo; besaba a los labios de magdalena, y su virilidad en erección, afincaba al abdomen de la chica y restregaba con frenetismo en su cintura, moviendo al compás de Pablo, que seguía clavando al coño de ella.
La chica en el medio de dos hombres, clavada por uno, y el otro restregado la erección en su abdomen; sintió los brazos velludos de Pablo, pasar por el medio de los de ella; abrazando la espalda gruesa de Fabián, la presión de ambos cuerpos masculinos, en un orgasmos caliente, vibrante y profundo, su concha de néctar se llenó. La tensión sexual de su cuerpo, se crispo; vibro entre los dos hombres y chillando de placer, se corrió intensamente en el medio del sudor, de dos cuerpos anchos que la arropaba y apretaban.
Sintiendo la respiración de ambos hombres por el cuello, Magda con el cuerpo débil, sentía la atracción de los hombres al estar, sintiendo la transpiración de sus cuerpo calientes, y divida por el cuerpo delgado de ella; la tensión de ambos cuerpo masculinos, presionaban hasta hacerle doler de placer.
Fabián sentado prácticamente en la piernas de Pablo; su nalgas tensadas y rojas, se contraían en un vaivén lento y profundo, al tener el glande de su pene rosando con el abdomen de ella, el pollón de Pablo salió del hueco vaginal de Magda. Ambos penes del casi mismo grosor y longitud, uno baboso y el otro seco, se unieron en frenesís; con las manos de Magda, tocando y apretando a los dos chicos en su estómagos los hisos explotar de placer.
Pablo, aun con las manos en la cintura de Fabián; su virilidad al ser contacto con la de él, los espasmos le electrizo la piel, y con los dedos de Magda masajeando y apretando; en disparos de leche caliente, sintió como de su polla a borbotones salía sin control.
Con el desborde de placer, afincado en su estómago, experimentado por primera vez, Fabián jadeando grueso; y con movimientos involuntarios, su sexo palpitando en chorros de semen se corrió, uniéndose con la de su primo, –gimiendo desesperadamente– apretó las manos de Pablo que le sujetaban por la cintura, convulsionando su cuerpo término de acabar.
Fabián sentado en una silla, afuera en el balcón, veía la noche fría, contemplaba las luces naranjas de alrededor. El pensamiento vago y persistente en su mente; sentido le buscaba a lo que había pasado entre su primo, y la mujer de este.
En el baño de la habitación, Pablo ignorando todo, en la ducha con agua y jabón se bañaba, recordando; cuando la noche anterior con su novia, jamás pensó; lo que empezó como juego con Magda, al fin termino siendo cierto.
Magdalena, en el baño de invitados; el estómago de semen tenia; viendo al espejo, veía la cara de satisfacción lograda. Con los dedos jugaba con el semen de ambos primos; el morbo que le ha provocado Fabián y Pablo, esa noche deseo, juntos encontrarlos…
Nota de autor:
Este relato lo he escrito pensando, en todas esa chicas que disfrutan el placer con dos hombres. Si la ha gustado, con ánimos seguiré escribiendo para la comunidad heterosexual. ¡Gracias!
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