Carmen XI
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lucius7.
Durante varios dias, Ana era el manjar de Carlos, disfrutaba de ella casi todos los dias pues Carmen la cuidaba saliendo de la escuela.
Su madre ni cuenta se daba que mientras ella trabajaba, su joven hija de 10 años era poseída por Carlos a su antojo.
Mientras Ana veía que su tía Carmen recibia una verga en la vagina y una en el ano, Carlos la penetraba a gatas dándole nalgadas provocando que sus glúteos se enrojecieran.
La vagina de Ana estaba completamente llena por el pene de Carlos, ella gemía como una perra en celo mientras recibia las embestidas y las nalgadas de su semental.
No entendía porque pero le encantaba estar con Carlos mientras veía como su tía era compartida por dos o tres hombres a la vez.
Carlos satisfacía sus deseos físicos con Ana, pero los más perversos los dejaba para Carmen ya que era quien mayor experiencia tenía en el arte del sexo.
En una ocasión, la despertó por la noche para coger y Carmen sin protestar se dejó hacer.
Vio que uno de los amigos de Carlos estaba en el cuarto con ellos y ella ya sabía que Carlos quería un trío, lo que no se imaginaba eran las ideas perversas que traía él en mente.
Mientras Carmen estaba encima del amigo de Carlos cabalgando, Carlos la empujo para que su pecho quedara junto al de su amigo y así dejar a Carmen en posición perfecta para una doble penetración.
Carmen se preparó levantando más el culo y abriendo sus nalgas con sus manos alistándose para recibir la verga de Carlos en su ano.
Pero Carlos tenía otra idea, dirigió su pene hacia la vagina de Carmen y haciendo presión se hizo espacio para penetrarla a la misma vez que el pene de su amigo estaba dentro.
Carmen solo lanzo un suspiro al sentir como una segunda verga entraba en su vagina y no pudo evitar soltar un gemido de placer mezclado con un poco de dolor.
No lo podía creer, su vagina estaba siendo penetrada por dos penes a la misma vez y eso lejos de molestarle, le causaba un placer inexplicable.
Carlos y su amigo podía sentir como la vagina de Carmen apretaba sus penes debido a la presión de tenerlos a los dos adentro.
La vagina de Carmen se dilató a niveles que nunca se imaginó serían posibles, sus gemidos inundaron la sala y así estuvieron por casi 20 minutos hasta que Carlos saco su pene para llenarle las nalgas de semen a la vez que su amigo le llenaba la vagina.
Terminaron y la dejaron en la cama super agotada, ella solo toco su vagina y pudo sentir cómo había quedado de abierta tras recibir dos vergas, el semen del amigo de Carlos salía a chorros y se escurría por sus partes mientras ellos la miraban.
Carmen se quedó dormida desnuda en la cama, y por la madrugada se despertó debido a los gemidos de su sobrina Ana quien estaba a gatas sobre la mesa de centro mamando la verga de Carlos y siendo penetrada por su amigo.
Ana, una niña que estaba a punto de cumplir 11 años, estaba siendo compartida entre Carlos y su amigo, un acto supremo.
Carmen no dijo nada, solo se quedo mirando como Ana sin resistirse, recibia en la vagina la verga de sus verdugos alternándose para gozarla.
Al cabo de unos minutos, Carlos y su amigo se turnaron para llenarle la vagina de semen el cual salía escurriendo por entre las piernas de Ana para caer a gotas sobre la mesa.
Así, comenzo otro de los grandes negocios sexuales de Carlos con su nueva esclava, Ana.
No tardó mucho tiempo en correrse la noticia de los dos nuevos actos en casa de Carlos, el hecho de que la nenita de ahora ya 11 años estaba disponible al público para sexo oral y vaginal así como el nuevo talento de Carmen, recibir dos vergas en la vagina a la misma vez.
Ahora, sus clientes compartían su cavidad vaginal dos al mismo tiempo mientras ella mamaba otra verga mas, se convirtió en la sensación de sus clientes.
mientras ella tenía orgias con sus clientes, su sobrina cabalgaba a otro hombre en medio de los aplausos de todos los presentes.
El ver como una verga de buen tamaño estiraba al máximo la vagina de una niña les hacia exitarse al maximo lo cual ocasionaba que solo duraran unos minutos teniendo sexo con la nena, después de todo estaba mucho más apretada que Carmen.
Durante varios dias, Ana recibió las vergas de hasta 5 hombres diferentes, por las mañanas asistía a la escuela y saliendo de ahí a atender a sus hombres.
Poco a poco al igual que con Carmen, Carlos empezó a subir de tono sus actos sexuales.
Mientras Ana lo montaba, el le metia uno de sus dedos en su diminuto y virgen ano, así la estaba preparando para hacerle el sexo anal y poder disfrutar de un culito mucho más apretado y virgen.
Al irse acostumbrando, el culito de Ana ya recibia facilmente no uno, sino dos dedos y después tres con una facilidad increíble.
Al sentir Carlos que ya estaba lista, la coloco en cuatro con el culo bien parado y con su cara enterrada en una almohada entregando su culito por completo sin protestar.
Carlos le puso lubricante y metió dos de sus dedos para prepararla, apuntó su pene hacia la entrada de ese apretado ano, y poco a poco empezó a empujar.
El culo de Anita empezó a abrirse para darle paso a aquel miembro que la invadía, el dolor no se dejó esperar y Ana sintió un ardor que le hacía sentir que la partían en dos.
Si bien su ano estaba ya acostumbrado a recibir los dedos de Carlos, no dejaba ella de ser una niña de 11 años recibiendo una verga en el culo por primera vez.
Al sentir ese dolor, Ana hundió su cara en la almohada y lloro pidiendo a Carlos que se detuviera, pero el placer que un apretado ano le ocasionaba a Carlos, lo hacía sordo ante las peticiones de la nena.
El poder ver el ano de una niña abriéndose para dejar entra una verga le ocasionaba un morbo que ni él mismo entendía, separaba las nalguitas de Ana lo mas que podía para poder obtener una mejor vista de como desvirgaba ese tierno y apretado culito.
La mitad del pene de Carlos estaba ya dentro del ano de Anita y empezó el vaivén que haría que su ano se empezara a acostumbrar al nuevo invasor anal.
Poco a poco, el pene de Carlos entro hasta que su vientre toco las nalguitas de la nena quien ya estaba un poco más relajada y solo emitía unos gemidos leves acompañados de un par de lagrimas que aun salían de sus ojos que miraban a la pared.
Carlos puso más lubricante en su pene sin sacarlo por completo para mejorar la penetración y al cabo de unos minutos entraba y salía sin hacer mucho esfuerzo, lento pero seguro.
Después de casi 20 minutos, Carlos llegó al orgasmo y lleno de semen ese recién estrenado culito.
Saco su pene y abrió las nalgas de Ana para poder ver el rojo y semi abierto culito que acababa de desvirgar.
Durante varias semanas, Carlos se dedicó a practicar el sexo anal con Ana, pues ya era bien sabido que al igual que con Carmen, la compartiría con sus clientes para que la disfrutaran a su antojo.
Pronto Carmen cumplio sus 16 años y sus amantes no dejaban de gozarla como le diera la gana.
Ella ya estab a acostumbrada a todo lo que sus clientes hacían con ella, pero un dia llegaron unos hombres a su casa, eran 4 y muy altos.
Se notaba que no eran hispanos puesto que su piel era muy oscura, pero hablaban bien el español, platicaron con Carlos por varios minutos y después de pagarle una gran suma de dinero se retiraron.
Ese día, Carlos dejó descansar a Carmen sin más clientes, y dejó que durmiera bien toda la noche.
Al dia siguiente no recibio ningun cliente hasta que por la tarde llegaron esos cuatro negros de el dia anterior.
Carmen se puso un poco nerviosa pues si bien estaba acostumbrada a recibir varios penes en un dia, sabía la reputación de los negros con respecto al tamaño de sus penes.
Recién bañada y con un short negro de licra que solo le cubría la mitad de sus glúteos y una blusa de tirantes azul sin sostén, ella esperó a sus clientes en la mitad de la sala.
Al verla, uno de ellos comenzo a besarla y acariciarle el cuerpo mientras los demás solo veían como una jovencita de 16 años se dejaba manosear por un hombre mucho mayor y como ella se veía con su metro sesenta de estatura ante un hombre que supera los dos metros.
Los demás se unieron al par y Carmen se puso un poco mas nerviosa, pues a pesar que recibia varios clientes al dia, nunca lo había hecho con cuatro a la misma vez.
Muchas preguntas rondaban su cabeza, poco a poco quedó desnuda delante de esos hombres y ellos en boxers, la arrodillaron en medio de la sala y se terminaron de desnudar para ofrecerle sus vergas a mamar.
Carmen no lo podía creer, delante de ella estaban las vergas mas grandes que jamas habia visto.
Grandes, largas y gruesas, ella no sabia si seria capaz de que entraran en su vagina o en su ano, pero sabía que no tenía otra opción que dejarlos hacer con ella lo que quisieran, después de todo ya habían pagado.
Uno a uno, Carmen fue tomado los enormes penes de sus verdugos, su mano apenas y podía rodear el grueso pene que estaba dirigiendo a su boca para empezar a mamar.
Abrió su boca lo mas que pudo e introdujo la punta de aquel miembro succionando como solo ella lo sabía hacer.
Mientras ella mamaba, los demás chicos se entretenían con su pechos y acariciando sus nalgas y metiendo dedos dentro de su vagina.
Pronto, la tenia acostada boca arriba en el sofá mientras ella mama otra verga mas y uno de ellos le hacía sexo oral.
Carmen se sentía en el cielo, pero no dejaba de pensar en el tamaño de los penes que tenía que recibir.
El más joven de ellos, se colocó entre las piernas de Carmen y dirigió su pene a la entrada de su vagina, ella solo cerró los ojos y se dejó llevar.
Poco a poco, sintió como la punta de aquel miembro empezó a abrirse paso entre sus labios vaginales y empezó a ingresar lentamente.
De inmediato sintió la diferencia entre este pene y los demás que había recibido, el grosor era el doble lo que hizo que su vagina se dilata de inmediato, mientras ella seguía con los ojos cerrados, el pene seguia entrando, en verdad era largo, ella penso que no terminaria de entrar jamas, lo detuvo con sus manos cuando sintió que era suficiente y el vaivén comenzo.
Carmen abrió los ojos para ver el pene que estaba recibiendo y cuál fue su sorpresa al ver que apenas la mitad le había entrado.
No podía creer que ella se sintiera llena a más no poder que aún faltaba la mitad del grueso y negro pene de aquel hombre.
Mientras ese pene entraba y salía, otro más le fue ofrecido para que le diera placer oral, así que quito la atención de uno para ir con el otro.
Al cabo de unos minutos, sintió como los testículos del primer hombre chocaba ya con sus nalgas, miro un poco y pudo observar como ahora recibia la verga de aquel hombre por completo dentro de su vagina.
El solo pensar en esto le ocasionó varios orgasmos y fue cuando empezó a gozar de verdad.
Todos y cada uno de los chicos se fueron turnando a penetrar la vagina de Carmen y aprovecharon para cambiar de posición, al tenerla a gatas sobre la mesa de centro, ella recibia una verga en la vagina mientras mamaba otra.
El que la penetraba, aprovecho y escupió en el ano de Carmen y empezó a meter dos dedos en el, así fue que ella se dio cuenta que la estaban preparando para su penetración anal.
Teniendo ya tres dedos dentro, el chico saco su miembro de la vagina y lo dirigió hacia el ano de Carmen.
Ella de nuevo solo cerró los ojos y se relajo para evitar el dolor.
Carmen levantó su culo lo mas que pudo inclinándose hasta que sus pechos y su rostro tocaron la mesa al igual que sus rodillas.
Esto hizo que sus nalgas se abrieran más dando paso a aquel miembro que estaba por invadir su ano.
Sitio la punta de aquel pene caliente como un hierro tocar su ano y se estremeció, el hombre detrás de ella empujo poco a poco haciendo que el ano de Carmen empezara a abrirse para ceder el paso a su descomunal miembro.
Ella sintió como su ano se iba abriendo hasta dejar que la cabeza de aquel pene entrara causándole un ardor que la hizo gemir.
Inmediatamente sintió la diferencia en el grosor del pene de este hombre, era casi el doble de lo normal y no podía creer que estuviera entrando en su ano.
Pero no era nada con lo que le seguía, el hombre empujó un poco más y otro trozo entró dentro del recto de Carmen haciéndola quejarse de dolor, una cuarta parte del pene estaba dentro de ella y ya sentía que no aguantaba más.
Al ver esto, Carlos trajo lubricante para que lo usaran y así facilitar que el resto de aquel monstruoso pene entrara en ella.
El hombre que la penetraba uso lubricante y poco a poco empezó un vaivén entrando y saliendo del culo de Carmen quien se estaba acostumbrando a ese invasor anal.
Los gemidos de placer empezaron y así fue que otro de los hombres le metió su pene en la boca para que ella siguiera mamando y haciéndolos gozar.
Las nalgadas y los insultos no tardaron en llegar y de “puta’ y “zorra” no le bajaban un dedo.
Carmen sentía que el pene aquel le llegaba hasta el vientre y sentía una gran presión dentro de ella y su ano totalmente dilatado como nunca antes.
De pronto, sintió como los huevos de aquel hombre chocaban con su vagina y el vientre con sus nalgas indicando que la penetración había sido total.
Aquel hombre la sostenía de la cintura y la jalaba hacia el mientras el empujaba haciendo que su pene entrara los más posible haciendo la penetración más fuerte y los gemidos de Carmen más descontrolados.
Ni Carlos ni ella misma podían creer que una verga de tan grandes magnitudes le podía entrar a una jovencita de 16 años en ese hermoso y moreno culo.
Uno por uno, los cuatro hombres se turnaron para disfrutar del dilatado culo de Carmen mientras ella seguía mamando vergas a diestra y siniestra.
Cuando los chicos se cansaron, uno de ellos se sentó en el sofá indicandole a Carmen que lo montara dándole la espalda penetrandola por el ano mientras ella seguía mamando las vergas de los demás.
Cuando cabalgo a todos por lo menos una vez a cada uno, seguía montando al último y uno de los restantes la empujo para que se acostara sobre el pecho de quien estaba debajo de ella.
Por experiencia, ella sabía lo que seguía y le daba un poco de miedo pero mucho morbo el solo pensarlo.
Usando el lubricante, el segundo hombre se colocó entre las piernas de Carmen mientras una verga estaba ensartada en su culo y los otros dos le sostenían las piernas para mantenerlas abiertas.
Vio cómo aquel hombre dirigió su pene hacia su vagina y poco a poco hizo presión hasta que la punta entró, Carmen cerró los ojos y solo se dedico a gemir, su vagina y su ano estaban siendo penetrados por las vergas mas grandes que habia visto en su vida.
Sintió cuando el pene entro por completo y las embestidas comenzaron.
Mientras una verga salía, la otra entraba causándole un placer inmenso como nunca antes.
Cambiaron de posición quedando ella boca abajo sobre uno de ellos con el pene en la vagina mientras los demás se turnaban para penetrarle el culo y darle nalgadas con su enormes manos.
Así estuvieron cambiando de posición y compartiendo a Carmen por alrededor de 3 horas hasta llenarle el culo de semen.
Los cuatro hombres se retiraron y dejaron a Carmen en medio de la sala con el culo tan abierto que Carlos facil podia meter cuatro de sus dedos en el si dificultad alguna.
Carmen estaba muy agotada y adolorida de sus dos agujeros, así que Carlos le ayudo a bañarse y para calmar el dolor le dio unas pastillas muy fuertes para dormir y para aminorar el dolor.
Solo así fue que ella pudo dormir después de sus horas de trabajo, aun sentía el ardor en su ano y ella misma notó cuan dilatado estaba, pero aun asi, se sentia contenta.
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