cogiendo a dos hermanas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La historia sucedió hace unos meses cuando salimos de fiesta mi compadre, Xóchitl, Azucena y yo. Mi compadre y yo invitamos a este par de hermanas a salir a tomar unas cervezas, la intención era cogernos cada quien a una, pero la cosa terminó de otra manera.
En el antro donde fuimos yo estuve platicando con Xóchitl y le dije que tenía unas ganas enormes de coger, ella dijo que también pero que el problema es que le daba pena que su hermana se diera cuenta, que no tendríamos oportunidad ese día. Mi compadre por su parte de plano Azucena lo mandó a volar ante la primera insinuación, para ese momento pensé que todo se había echado a perder, sin embargo como el lugar estaba un poco aburrido decidimos ir a buscar a otro lado, en el camino nos preguntamos a donde iríamos, pensamos en quedarnos en la calle, pero el problema sería la policía, entonces vino una idea a mi mente y les dije ¿por que no vamos a un hotel, ahí podremos estar seguros y sin problemas, los cuatro nos quedamos mirando, Azucena que era la más dominante dijo pues vamos. Ahí empezó lo mejor de la noche, pues para no pagar más en el hotel decidimos que Xóchitl y yo nos meteríamos en la cajuela del auto, una vez adentro aproveche ( a pesar del espacio tan pequeño), para meterle un dedo, solo abrí sus piernas subí su minifalda de mezclilla e hice a un lado su pequeña tanga, ella gemía y me dijo que después de eso no podía dejarla con la calentura, yo le respondí que sería un gusto cogérmela, y le pregunté ¿y si tu hermana quiere que me la coja?, me respondió, no creo que tengas tanta suerte. Llegamos al hotel, nos metimos los cuatro al cuarto, una vez adentro comenzamos a tomar de una botella que antes habíamos comprado e inicio el nunca fallido juego de la botella.
Los castigos eran contestar una pregunta, hacer algo loco, una prenda o un trago a la botella. Así pasaron los minutos entre preguntas de sexo, bailes de ellas, tragos (sobre todo de Azucena y mi compadre), y vino lo bueno cuando empezaron a caer las prendas. Azucena que tiene un gran trasero llegó un momento que se quedó en tanga y sin bra, se vía muy apetecible. Xóchtil, aunque no se quitó más que la blusa, no era necesario nada más pues al sentarse y con la minifalda que traía se le veía absolutamente todo. En un turno de castigar a Azucena le pedí que me bailará muy sensual, a lo cual accedió, se dio unos sentones sobre mi pene (yo solo tenía puesto un boxer), le toque sus tetas blancas levemente, le di un beso, su hermana estaba entre exitada y enojada, por lo que se levantó y dijo esta es tu noche de suerte, se quitó la mini y el bra y se puso delante mio y me comenzó a perrear, Azucena detras mío me repegaba sus tetas. Mi compadre se quedó solo mirando pues su borrachera era muy notoria y no podía pararse.
Al terminar el baile Azucena se lleva a Xóchitl al baño (después supe que fue para preguntarle que si estaba interesada en cogerme, a lo que respondió que no, que si ella quería pues adelante). Cuando regresaron mi compadre ya se había dormido, por lo que lo metimos a la cama, Azucena dijo que se iba a bañar. Xochitl ni tarda ni perezosa al entrar su hermana al baño me dio un rica mamada, me dijo que esperaramos a que se durmiera su hermana y entonces cogeríamos muy rico. Al salir Azucena del baño Xochitl y yo estabamos sentados tomando un trago, no preguntó ¿no se portaron mal verdad?, nos reímos los tres. Ahora Xochitl era quien tomaría un baño, Azucena vestida con su tanga y su blusa sin bra, se me abalanzó con un beso, me tocó el pene y me dijo ¡esta es la única oportunidad que tendrá de cogerme, así que no la desaproveches!, yo ni tardo ni perezoso le comencé a besar los pezones, le agarré las nalgas y le dije prepárate para la cogida de tu vida. La puse de a misionero, la comencé a bombear lento, después intenso, ello se mordía los labios para no gritar y que su hermana no se diera cuenta, lo mejor vino cuando tuvo ante mi ese gran culo, la puse en cuatro y se la clave por la vagina, le dije ahora este culo será mío, me dijo por ahí no, le pregunté por qué, me dijo soy virgen de ahí. Entonces escuchamos que su hermana se terminaba de bañar, le dije pues no me quedaré con ganas, algún día tendrás que dejarme cogerte por el culo, solo asentó con la cabeza pues estaba disfrutando de mi pene y no podía ni hablar. Xochitl salió del baño desnuda, me pidió mi camisa y se la puso, ahora ella preguntó ¿no portaron mal verdad?, de nuevo reímos los tres. Azucena dijo que dormiría un poco que estaba muy cansada, le dijimos que su hermana y yo nos quedaríamos bebiendo un poco más. Se recostó y cayó luego luego dormida. Nosotros ni tardos ni perezosos nos pusimos a coger, comenzamos con un 69, después el clásico misionero, de a perrito y sobre el tocador, Me dijo aquí no puedo disfrutarlo, mejor vamos al auto, bajamos las escalera los dos desnudos y nos metimos al coche y ahí sus gritos de placer se podían escuchar a kilómetros, sobre todo cuando se la metí por el culo, se sentía mejor sin la presencia de su hermana. Terminamos de coger con una buena mamada de su parte y mi leche en su cara. Volvimos al cuarto, mi compadre y Azucena dormían, decidimos meternos a la cama junto con ellos, yo hábilmente quede detrás de Azucena, rozando su gran culo con mi pene. No pasaron ni dos minutos cuanto Azucena voltea y me dice, vaya cogida que le metiste a mi hermana, hasta aquí se escuchaban sus gritos, espero que te quede un poco de fuerzas para mi, y pues se repitió la misma acción, nos fuimos para el coche y a darle. De nuevo me quedé con las ganas de metersela por el culo, pero la verdad es que cogía mejor que su hermana, se movía como poseída, gritaba, me pedía que se la metiera toda que no parara, que era mi puta y que le encantaba como me la cogía.
De nuevo me vine, pero esta vez en la boca de Azucena, se los tragó todos. Regresamos al cuarto ahora si estaba dispuesto a dormir. Despertamos todos como a las ocho de la mañana, nos salimos de hotel y fuimos a almorzar, en un momento a solas mi compadre me dijo ¡que buena fiesta, lástima que no nos las pudimos coger, le contesté si ni modo, a ver si para la otra!. Las fuimos a dejar a su casa, ambas se despidieron muy efusivamente, Xochitl me dijo al oído ¡ a ver si un día me hermana se avienta a hacer un trío contigo y conmigo!, le dije pues ojala sea pronto, Azucena al despedirse me dijo, no se si mi hermana te disfruto tanto como yo, pero la verdad es que no estaría mal otra fiesta como esta!.
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