continuacion de : mitad real mitad fantasia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Dia 27 de Mayo , 09:32h de la mañana,
Yo, Juanjo, me despierto con la luz que entra por la venta de la habitación, mi mujer y yo hemos experimentado nuestra primera fantasía, la de estar con otro hombre, ya en la noche pasada disfrutamos de un sexo espectacular y diferente hasta el momento, estamos los tres durmiendo en la misma cama, mi mujer, Silvia en medio de mi y de Àlex, ellos aun parecen estar muy dormidos, me pongo los calzoncillos, una camiseta y las zapatilla de deporte y me levanto.
Bajo a la cocina, preparo la cafetera y me tomo una aspirina ya que me duele algo la cabeza, abro la puerta y salgo fuera donde hace un día espectacular, la cocina da a un porche con sillas y mesa de madera, tiene una barbacoa de obra y está bordeado con una valla bajita de madera clara, 3 escalones dan a un enorme jardín con el césped bien cortado, arboles donde ya se ven las cerezas y melocotones, en medio una piscina azul y grande de obra y al fondo, a unos 200m, se ve el final de la finca donde estamos y empieza el bosque, en fin, se respira paz y no se oye nada, una tranquilidad total.
Me he preparado un café con leche y he cogido un par de revistas del Muy Interesante viejas que estaban en el comedor, me pongo cómodo en el porche desayunando y leyendo un poco.
Al cabo de una hora más o menos, oigo que se enciende el calentador del agua que hay en la cocina, como si alguien se estuviera duchando, imagino que unos de los dos ya se habrán despertado. Me levanto y voy a ver, despacio y sin hacer ruido, quien si Silvia, mi mujer o Álex nuestro… animador sexual, es el que ya se ha levantado y estarà en la ducha.
Llego a la habitación y veo que no hay nadie, la cama está vacía, por lo que se han levantado los dos, al final del pasillo a la derecha está el baño, voy hacia allí pensando ya que estarán los dos dentro, la puerta está entreabierta y miro… efectivamente, veo por la esquina del espejo que hay tras la puerta, la silueta de los dos duchándose tras el cristal lleno de vaho, están bien agarrados frotándose, es un baño grande, cuando abres detrás de la puerta y de frente hay una encimera con dos picas de mármol grandes y encima, del mismo tamaño, un gran espejo que acapara mitad de la pared, al lado de la encimera, un WC cerrado con puerta y en frente de este, a la derecha de cuando entras, la ducha donde ellos están. Dudo si lo habrán hecho a posta para que los viera o oyera o simplemente les ha apetecido así por la buenas ducharse juntos. Risitas y silencio, noto o intuyo que se están besando, pasan unos 10 minutos y el frotar no cesa, 15 “minutos y paran el agua de golpe, oigo que van a salir, me voy hacia la habitación y me escondo esperando a ver y mirando el pasillo. No pasa nada, oigo que hablan pero no llego a oír lo que dicen, pasa el tiempo y no sale nadie, pienso que tal vez se estén secando, vistiéndose para bajar y casi que me voy otra vez a fuera al jardín cuando oigo a mi mujer gritar, unos gritos que no dejan confusión, no se están vistiendo, se han liado en el baño, me acerco a poco a poco, la oigo solo a ella exhalar y gemir mientras le pide que la folle, asomo un poco y veo a Àlex de espalda, sin ropa ninguna, desnudo y apretando el culo y empujándolo hacia Silvia, no llego a verle la cara a ella ya que no quiero que por el reflejo del espejo me vea, no pienso entrar, si han hecho así señal que querían hacerlo a solas ellos, solo le veo a Álex mover la cadera y medio cuerpo de ella de espaldas apoyado en la encimera y con una pierna arriba.
Él le propina unos buenos meneos mientras le pregunta si le gusta, ella sin parar de gemir y entre palabras rotas del gusto, le dice que le encanta como le folla, que no pare. Este le vuelve a preguntar si yo no me molestaré (su marido) por hacerlo a escondidas, Silvia le contesta que estos días ella es suya y su polla también y que no pare, que no se preocupe por mi (su marido), que es él el que quiere verla bien follada, y ciertamente a mi mujer no le falta razón, estoy muy cachondo con la situación y escena del momento, pero no imaginaba que tan rápido fuera ella a entrar en el papel de esposa puta. En un momento veo que Àlex se aparta un poco dejando su pollón duro y arqueado al aire, Silvia baja la pierna de encima la encimera y se va a dar la vuelta, yo me amago para que no me vea, vuelvo a oír los gemidos de ella, asomo para ver que han hecho y la veo que se ha sentado encima el mármol con los dos pies apoyados encima de este y las piernas abiertas a lo que Àlex en frente y de pie delante ha vuelto a penetrarla, yo no aguanto más, tengo los calzoncillos que ya me molestan mucho y me los quito y empiezo a masturbarme en el pasillo en silencio mientras, de vez en cuando, voy mirando dentro para verlos, tardo poco en correrme, me muero de gusto, me noto muy excitado por la situación y me voy despacio a bajo que hay otro baño mientras les voy oyendo a ellos que no cesan en su intimo polvo matinal que ya dura lo suyo.
Me he limpiado y me he puesto un bañador y vuelto al porche, donde por la venta aun oigo a los dos, se oye en todo el jardín los gemidos y exhalaciones de Silvia. Al cabo de un momento se acaban. Han cesado la actividad y yo me he puesto otro café y continuado con la lectura.
A los 10 min. Baja mi mujer Silvia sola, con el biquini amarillo puesto y un pareo atado desde el cuello, asoma al porche, sonriente y cariñosa, me da los buenos días, me besa de una manera muy efusiva, me pregunta si llevo mucho levantando a lo que le respondo que una hora más o menos. Yo le digo que tal a dormido? Ella se ríe y me confiesa que la mar de a gusto, relajada y descansada. No me dice nada de lo que ha sucedido en el baño, por lo que no le pregunto dejaré que sea ella o Àlex que me digan si les apetece o no.
Llega también Àlex ya con la taza de café y nos sentamos los tres en la mesa planeando lo que vamos hacer durante el día, no hay muchas ganas de salir fuera de la casa ahora por la mañana por lo que decidimos que la pasaremos en la piscina y comeremos aquí y a lo mejor por la tarde ya nos damos una vuelta por el pueblo.
Son las 12h del mediodía, hace un calor tremendo, estamos acostados con las toallas en el mismo césped que bordea la piscina, Silvia, mi mujer, está en medio de los dos. Ya desde el principio ella se ha quitado la parte de arriba del biquini, y ahora, quejándose por el calor que hace se quita también la braguita del bañador, se pone de pie y se despoja de la prenda amarilla que le cubría hasta hace poco su culo redondo y carnoso y su afeitado coño, lo deja en la toalla y se va al agua de cabeza. Àlex me hace un gesto de cómplice para que también nos quedemos los dos en cueros, a lo que afirmo con la cabeza y nos quitamos los bañadores y nos lanzamos a agua también, está bastante fría, parecía que estaría con mas temperatura, pero la verdad es que rasca un poco, hay mucha diferencia con la temperatura de fuera, nadamos un poco, nos hundimos con la mano , tiro a Silvia por los aires haciéndole la silla con las dos manos viéndola así , saltar desnuda por fuera del agua, se nota un ambiente de erotismo y lujuria que hace que en las miradas se dibujen sonrisas muy cómplices, Àlex se hunde, se mete entre las piernas de Silvia y la saca sentada en sus hombros dejándome ver su culo mientras ella se sujeta en su cabeza, se pone a saltar a lo que a ella le botan mucho los pechos, se ríe y le pide que pare mientras intenta sujetar sus tetas con las manos, él la voltea hacia atrás, ella le escupe agua y me pide ayuda y que la rescate todo entre risas, voy y la cojo en brazos dentro del agua, a lo que ella se relaja y hace la muerta mientras la sujeto por el culo y la espalda, se queda a flote, sus pecho sobresalen del agua así como un poco la barriga y el coño y los dos pies, los ojos los tiene cerrados y abre los brazos y las piernas mientras la muevo suavemente por el agua, nos acercamos donde Àlex, se pone frente mía , al otro lado de mi mujer, y le empieza a tocar , a estrujarle los pechos a lo que ella con los ojos aun cerrados sonríe.
Veo que Àlex disfruta mucho con mi mujer, no deja de sonreír y sobarla, ahora le pasa una mano por el coño y los dedos entre sus labios, la verdad me gusta la postura pero Silvia siente algo de frio, no creo por eso que a él le pase igual ya que creo notar hace un rato, en mi barriga y muslos, un roce que puedo intuir lo que es, creo que Àlex está muy empalmado. Silvia abre los ojos sonrientes y me besa, yo le doy un beso mientras Àlex se va a salir de la piscina, también Silvia se sale, yo me hago unas piscinas para aprovechar el gustito que da estar allí desnudo y a sabiendas que cuando salga hará mucho calor, me dispongo a salir al cabo de unos minutos y les veo a los dos sentados charlando, hablan de experiencia en conciertos de cuando Silvia era más joven.
Pillo a Àlex 2 veces mirándome el pene, estando yo de pie aun y secándome con la toalla, yo no me he dado cuenta pero del agua fría se me ha encogido un poco, la tengo arrugadita y del tamaño de un cacahuete, le hago comentario a él de que el agua está helada, mientras pongo de nuevo la toalla en el césped al lado de Silvia, a lo que hace que ella se gire y tocándomela y con una sonrisa me diga lo canija que se me ha quedado, me la frota y me besa el cuello susurrándome que ya entrará en calor, mientras Àlex nos mira arrodillado desde la toalla de ella, Silvia se ha echado encima mía y ha empezado a chuparme la polla arrugadita y fría, apenas puede menearla con los dedos, por lo que le coge bien entera dentro de la boca, empiezo a notar que la cosa de anima y se alarga poco a poco, ella ya se separa riendo y le dice a Àlex si le pasa también lo mismo, a lo que este le muestra que no, de rodillas a su otro lado se sujeta su polla, aunque flácida , le cuelga más un buen palmo, Silvia le hace un comentario jocoso de su polla (umm que buen mango) sin dejar de pajearme empieza a chupársela, él la coge por la cabeza acompañándola en el movimiento y me recuerda lo bien que lo hace y el gusto que le da, mientras ella intenta llegar a la mitad de su rabo empujándola al fondo de la garganta, así pasa un ratito a gusto intercalando chupadas entre la suya y la mía, al final los dos de pie nos pajea acabando por corrernos encima de sus pechos.
Son las 14h. y hemos disfrutado de una mañana muy intensa, comemos carne a la brasa patatas que hemos hecho en la barbacoa y aun desnudos yo y Àlex y Silvia solo con el pareo atado al cuello, nos reímos de todo ya que la sangría que nos hemos bebido se nos ha subido a la cabeza. Unos cafés y un par de partidas de cartas nos acercan a las 17h, donde nos ponemos en marcha para darnos una ducha, por separado esta vez, y vestirnos para salir a dar una vuelta al pueblo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!