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Intercambios / Trios

Crónicas de un seductor III (Viaje de generación y María Fernanda) Parte 1.

Estoy de regreso despues de algun tiempo sin escribir, les dejo aqui la historia, de como fue mi primera experiencia con una pareja lesbica..
Habian pasado ya algunos meses desde el primer encuentro con Berenice, yo seguía con mis actividades habituales, y si, aun me seguía cojiendo a Anita y Cecy. El curso estaba por terminar y era bastante la emoción, ya que en este caso estaba a punto de graduarme de la secundaria, e iniciar una nueva aventura en la preparatoria. Todos mis compañeros y un servidor, estábamos entusiasmados por el viaje de generación, habiamos pagado 3 días y 2 noches de hotel con todo incluido en Puerto Vallarta, sin bien nos acompañaban los organizadores del viaje y 2 profesores como chaperones, todo estaba mas que dispuesto para ser un viaje inolvidable.

– Que tal Alex, ya listo para divertirnos – dijo Bere, mientras se acercaba tomada de la mano de una morena impresionante, de cabello negro rizado, pechos voluptuosos entre 32 y 34B, y unas nalgas impresionantes, que invitaban a hacerse mas de una puñeta mental.

– Ella es Mafer, mi novia, creo que ya te habia contado de ella – dijo Bere mientras picaramente me cerraba un ojo. María Fernanda extendio su mano y con una vos dulce e hipnotica cual sirena de fabula, se presento y me dio un beso en la boca. Devo confesar que me aturdio un poco, pero eso solo fue el preámbulo de lo que me esperaba durante esa noche, en ese autobus rumbo a Puerto Vallarta.

– Mucho gusto, me moria de ganas de conocerte, Bere me platico cosas muy interesantes de ti, ojalá nos podamos conocer mejor durante el viaje – Dijo mientras me giñaba el ojo, para despues diriguirse a dejar su maleta en el compartimiento de equipaje del autobús, al tiempo que Bere me tomaba del brazo y me dirigía al interior del mismo.

– Que le dijiste chismosa – Le pregunté a Bere un poco apenado, aunque en el fondo ua me hacía una idea de sus plaricas, con respecto a mi persona.

– De verdad perdón, pero no pude dejar de contarle, discutimos en una ocasión que me confeso que se cogió a un wey, y por sacarme el coraje le conte todos nuestros encuentros, desde la biblioteca hasta hoy. Y en lugar de enfadarse con migo, creo que nada mas le antoje – .

Mientras hablaba, yo no podia dejar de tener imaguenes en mi mente de esa par de hembras desnudas en la cama, tocándose y lamiendo sus bulbas, era una ecena bastante excitante, por un lado Bere con su puchita rosadita y sus bellos pubicos sedosos que ya conocia con aterioridad, abriendose para rosar bulbas, como amazonas exuberantes en posicion de tijeras, bezando y lamiendo sus clitoris hasta extraer sus dulces jugos vagonales.

Mientras yo repasaba esta ecena en mi mente, nos dirijimos a abordar el autobús y ubicarnos en nuestros respectivos asientos.

– Entonces nos pusimos de acuerdo, y queremos coger las dos contigo – Esta ultima frase me trajo de nuevo a la realida y me provoco tal erección, que fui incapas de escoder.

– Chiquito, parece que no te desagrada la idea, y a el menos – me dijo Bere mientras señalaba a mi entrepierna con una mirada malisiosa y sexy.

No recuerdo cómo, pero en un abrir y cerrar de ojos estábamos sentados ya en los asientos de atras del autobús, los cuales convenientemente eran solo 3, ya que el espacio restante, estaba ocupado por una especie de cocineta abastecida con café, agua y galletas para quien quisiera disponer, y justo enfrente del pasillo, se allaba un pequeño cuarto de baño, habilitado para las necesidades durante el trayecto.

Yo me senté junto a la ventana, enseguida de mi, Berenice, y junto al pasillo, Mafer. El autobús ya habia tomado carretera, y el bullisio y ambiente de algarabía, que hace no mas de media hora imperaba, daba paso al silencio solo interrumpido por el sonido del motor y los ronquidos de algunos de mis compañeros. El viaje inicio por la noche, con la intencion de arribar de madrugada a nuestro destino, al parecer, ya todos se encontraban dormidos, cuando de pronto, comencé a sentir una mano que rosaba suavemente mi pierna. Se trataba de Bere.

– Shhhhh….., No digas nada, Mafer quiere ver si lo que le dije es cierto – Me susurro al oido Bere mientras sacaba mi verga y los huevos por la brageta con su mano derecha, – Ves mi vida, grande, gruesa y venuda, tal cual como te habia dicho – Mientras volteva hacia Mafer y la acercaba a darle un beso. Yo estaba aturdido por sus acciones, si bien me resultaba excitante la situación, el autobús estaba lleno de personas, y solo nos cubria una leve obscuridad. De pronto y sin decir nada, se inclino y comenzo a mamarmela, al tiempo que Mafer introducia su mano al short de licra de Bere.

Con su mano derecha Mafer comenzó a masturbarse a si misma haciendo de lado su short, mientras con su mano izquierda hacia lo mismo con Bere. No dejaba  de mirarme directamente a los ojos, mientras su respiración se hacia entrecortada y Bere comenzaba a tener contracciones, al parece Mafer habia logrado hacerla terminar y chorrear.

– Te gusta mi amor, tener una verga en la boca mientras te dedeo mi vida. Si amor, me encanta como lo haces y el sabor de la verga- Se susurraban una a la otra, mientras yo, mejor dicho, mi verga, era utilazada como un simple implemento agregado de sus juegos sexuales.

De pronto Bere y Mafer intercambiaron lugares, ahora era Mafer quien tenia mi verga masajeando su garganta, mientras Bere metía su lengua en mi boca al tiempo en que empezaba mover y estirar de lado la tela del short holgado de Mafer.

– Aquí mi amor, aquí quieres metertela- le decia a Mafer al oido,  al tiempo que incrementaba el ritmo y velocidad con sus dedos

– Quieres sentir la verga en tu puchita mi amor, pidesela, pidele que te meta la verga – Sin dejar de jalar mi veraga con su mano, Mafer se incorporo, jadeaba y con un hilo de vos entrecortado me dijo en el oído, – Quiero que me metas la verga, ahorita cabron, así como te cogiste a mi vieja, me vale madres como le hagas, quiero ver si, sies cierto que muy chingon, te quiero dentro de mi.

Acto seguido, se sento sobre mis piernas dandome la espalda, aprovechando esta posición, de un jalon desgarre la tela de su short y tuve libre acceso a su puchita, ya que no llevaba ropa interior, su panochita estaba mas que lista para ser penetrada. Bere tambien se incorporo y se sento sobre mis rodillas, quedando de frente a Bere en una espesie de sándwich, donde ella y yo eramos las tapas, y Mafer el relleno.

Por un instante nos unimos en un beso de 3, mientras ellas, ahora con mas comodidad, jugeteaban con mis huevos y me hacian una puñeta a 4 manos. Yo no podia dejar de estar nervioso, en cualquier momento podiamos ser sorprendidos, ademas estaba el hecho de no tener ningún condón a la mano, sin embargó la imagen de ese par de amazonas en celo besandose, tocándose y si utilizandome, como un dildo con piernas, me prendió sobremanera.

Mafer estaba empapada en sus dulces jugos vaginales, podia sentir como mojaba mi bermuda, la cual solo tenia abierta la brageta por donde sacaron mi verga y huevos.

– Cogetela, quiero ver como le metes la verga – repetia Bere, mientras estrellaba mi verga entre los pliegues de la puchita de Mafer, como si de una bara se tratara, tomo mi verga firmemente, y sin dejar de besar tiernamente a Mafer, introdujo mi verga en su puchita de un solo golpe.

En cuanto Mafer sintio la verga adentro, todo su cuerpo se estremeció y comenzó un vaivén frenético con sus caderas, su puchita estaba muy estrecha y calientita, sentia como cada ves se mojaba mas – Así papi así, que rica verga, se siente durísima. Te gusta mi amor, como me coge este cabron enfrente de ti – Bere no dejaba de besarla y yo ya tenia mis dedos dentro de su palpitante puchita, con mi mano libre estrujaba sus pechos por encima de la ropa, sus pesones parecia que en cualquier momento reventarian la tela de su ropa, ya yo había hecho de lado totalmente la licra de Bere y podia sentir como el dulce nectar de su panochita se derramaba por sus muslos, manchando parte mi ropa.

La exitacio y la adrenalina de que aquel autobús repleto de compañeros nos descubriera, solo aumentaba nuestro placer, así estuvimos durante unos 10 minutos  – Ordeñale la verga a sentones mi amor, quiero que le saques toda la lechita mi vida – Le decia Bere a Mafer mientras se estremecía en un orgasmo dandose de sentones en mi verga, casi enseguida, Mafer tambien parecía convulcionarse en un orgasmo, Bere la beso apasionadamente para ahogar sus pujidos al llegar al orgasmo, mientras yo, ya invadido de lujuria la tome por las caderas y la empujaba y jalaba hacia mi pelvis con tal fuerza, que ya no me importa si el resto del autobús se daba cuenta, estaba bombeandola como si no hubiera mañana.

Podia escuchar el sonido de mis huevos golpenado sus muslos, ese sonido como de chapuson cada ves que mi verva entraba en su puchita humeda y chisporrotenate.

– Me voy a venir putita, te voy a llenar de leche – Yo ya no podia contener mas la eyaculación, estaba a punto de reventar, Bere se percato y en un movimiento casi de contorcion, se bajo de mis piernas, saco mi verga de la puchita de Mafer, y se la metio en la boca justo en el instante en que mis mecos escapaban a la libertad, solo para encontrar refugio en la boca de Berenice, quien al sentir como casi se desbordaba mi evacuación entre sus mejillas, se la paso por la garganta de un solo trago, luego se incorporo y le dio un tierno beso a su novia, aun quedaban algunos ilillos de esperma mesclado con saliba que se estiraban de sus labios, mientras Mefer le lengüeteba para retirar los restos de mi eyaculación que se escapaban por la comisura de sus labios.

– Te gusto bebe, te gusto verme montada en una verga- dijo Mafer mientras me desmontaba y trataba de acomodar un poco la tela de su short roto, al tiempo que Bere daba las ultimas sacudidas a mi verga que ya empesaba a perder la erección.

– Me encanto mi amor, y al parecer a ti tambien, te dije qué tenía una verga deliciosa – Contestó Bere mientras me miraba con picardia.

Yo me encontraba tratando de reponerme de la experiencia y lo unico que atine a decir fue, a sus ordenes cuando gusten.

Esto solo es el inicio de un viaje inolvidable, que tendre a bien contarles en proximas entregas, gracias por haber llegado a este punto, y esperen proximas anécdotas, saludos donde quiera que se encuentren.

 

1924 Lecturas/27 mayo, 2022/0 Comentarios/por Pemagao
Etiquetas: compañeros, hotel, leche, orgasmo, verga, viaje
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