Cruising en la playa (4/7)
Todo fue una sorpresa.
Era tiempo festivo y los amigos con los que iba a la playa en la noche estaban fuera de la ciudad con sus familias. Mientras, yo me había quedado y estaba demasiado caliente como para no aventurarme solo, así que me preparé, me tomé par de cervezas en mi casa para ir entonando y salí.
Al llegar a la playa, no había tanta gente como siempre. Supongo que todos estarían de vacaciones. Caminé por el área buscando alguien que me llamara la atención, pero ninguno era del tipo que me gustaba. Estaba por darme por vencido y regresarme a hacerme la paja a mi casa cuando de pronto veo a un hombre rubio, alto y bastante fornido, totalmente desnudo caminar hacia donde yo estaba. Para mi sorpresa no estaba solo. Venía acompañado de una chica, también rubia, mucho más baja que él y también desnuda. Me llamó la atención el hecho de que hubiese una chica envuelta en todo este asunto.
Llegaron cerca de mí y él la tomó de la cintura y comenzó a besarla al tiempo que le acariciaba su conchita depilada. Eso me puso demasiado caliente. Nunca había experimentado con una mujer, pues siempre he sido gay, pero el morbo que me causó ver a semejante espécimen comiéndose a su mujer causó que mi verga se pusiera como palo.
Luego de un rato, no muy largo, él se recostó de una palma y ella se arrodilló a mamarle la verga. Era grande, como de unos 21cm y bastante gruesa. Mientras veía esa escena, me saqué mi verga que ya estaba bien húmeda y comencé a masajearla. De pronto el hombre, dentro de su extasis, me hace señas para que me acerque. No lo dudé niun segundo. Me acerqué y me bajé cerca de la chica y comencé a frontar su conchita. Estaba húmeda y caliente. Ella se asustó un poco, pero su hombre la tomó por la cabeza y empezé a embestirle más la boca. Luego de un rato, aunque esta experiencia era totalmente nueva para mí, no podía dejar de mirarle la verga a este macho, así que mientras sobaba a la chica, comencé a tocarle los huevos hasta que ella se la sacó de la boca y me la ofreció. Los dos comenzamos a mamarle la verga y por la posición en la que estaba, la chica se acomodó frente a mí y comenzó a penetrarse con mi verga. Era una sensación diferente sentir una concha tragandose mi verga. Los tres estábamos en un extasis incontrolable. Ya yo sentía que me iba a correr. Comencé a gemir fuertemente y la sujeté de la cintura. Ella también comenzó a tener un orgasmo y al mismo tiempo él comenzó a correrse en nuestras caras. Yo eché cinco chorros espesos dentro de ella.
Nos paramos con nuestras caras llenas de semen y él comenzó a lamerle el que ella tenía en su cara. Para mi sorpresa, en lugar de comérselo, se acercó y comenzó a besarme a mí para pasarmelo para que yo me lo comiera. Lo mismo hizo con el semen en mi cara. Nos fundimos en un apasionado beso de tres por un rato.
Ya era tarde. Así que nos recompusimos y cada cual se fue por su lado. Ese día me convertí em bisexual.
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