CUENTO 14 RITUAL 2 Andrés
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando volví al living, Patricia no había perdido el tiempo y estaba jugando con ellos… conservaba su faldita corta y sus medias de colegiala desnuda de la cintura para arriba, me miró mientras tenía las dos vergas en sus manos y las mamó de inmediato, besó las cabezas yse metió los pedazos enteros en la boca para darme celos quizás?.
Antonio y Marcelo le manosearon el cuerpo por todas partes, le dieron palmadas en el culo y en las tetas, le metieron los dedos en la zorra y ella respondió con mordidas y chupadas.
Todo sucedió entre risas, abrazos y besos calientes.
Fui a la cocina y traje más vino, bebimos, se notaba que Antonio y Marcelo querían preparar bien a la puta rica, yo me fuí al escritorio y los dejé continuar, oí los suspiros y exclamaciones de Patricia, pidió que la penetraran por los dos lados, estaba supercaliente pero ellos suspendieron las caricias y vinieron a mi oficina a hablar conmigo.
Me explicaron un plan para gozar a Patricia y hacerla desesperar de pasión y lujuria, ella no sabía lo que hablábamos, había que aprovechar su calentura, lujuria y desenfreno.
Despues de la reunión en mi oficina, los tres buscamos varios objetos eróticos para aumentar el goce que le íbamos a dar.
Traje del dormitorio su dildo grande de 30 cm, otro de 25 cm.
natural que era grueso y le abría su vagina al máximo haciéndola gozar por su ancho, el vibrador de 27 cm.
con su cabeza estimuladora del punto G, los muchachos tenían un pequeño látigo, unas correas para golpear su culo y las tetas, unos apretadores de clítoris y pezones unidos con una cadena liviana, cubos de hielo, etc.
Hace unos días atrás le compré un consolador vibrador grande y especial , la varita mágica de 30 cm.
, que según la propaganda era lo más elegante, lo más popular y poderoso, ideal para estimular el clítoris con sus ocho modos diferentes de vibración y su cabeza flexible, tecnología Sense Touch, tocaba la piel e intensificaba las vibraciones, era suave y se usa con un lubricante además de ser a prueba de agua.
A Patricia le encanta en la ducha y lo usa diariamente en sus goces solitarios.
Volvimos donde Patricia y la desnudamos completamente, comenzó así el ritual preparado, con un pañuelo le vendamos los ojos para que no pudiera ver y solamente sentir, su cuerpo exquisito estaba a nuestra disposición, nos desnudamos los tres y la llevamos caminando hacia la mesa del comedor.
Bajamos las luces de toda la casa y la subimos a la mesa.
Patricia era la diosa, desnuda como estaba, recostada sobre la mesa, sin protección alguna, los ojos vendados, su cuerpo hermoso, se mostró deliciosa con la inocencia y el nerviosismo propio de no poder ver, se notó curiosa de saber qué le esperaba, todo era un secreto nuestro, su cuerpo era un banquete de sexo y lujuria, suave, nuestras vergas estaban paradas y duras, goteando sémen abundante.
Todo se hizo lentamente para hacerle sentir más placer, cada instrumento tenía su tiempo de goce.
Comenzamos por besarla suavemente, las manos tocaron su cuerpo, ella sintió el roce en la piel, eran seis manos sobándole el vientre y las piernas excitándola, le agarramos sus senos apretándolos, pellizcamos sus pezones, se movió sensual, voluptuosa, gozó las caricias lentas y suaves que le hicimos, Antonio metió sus manos entre las piernas y ella las abrió un poco para sentir la caricia, él sobó y frotó la vulva, le puso los dedos en el clítoris y la masturbó suavemente, Marcelo pellizcó sus pezones, yo le besé los labios calientes, su boca se abrió entera para mi lengua, murmuró: -Oh, mis amores, qué rico me hacen, estoy fogoza y apasionada, quiero cada vez más!-.
Nos cambiamos de lugar, yo le tomé la zorra e introduje mis dedos en su vagina mojada y caliente, se los metí lo más adentro posible suave y lento mientras los dos muchachos la besaron en la boca, el cuello, sobaron sus tetas, apretaron sus pezones y yo sentía el jugo que mojaba mis dedos, Antonio comenzó a mamar sus tetas y les pasó la lengua, se las comió y mordió enteras, Marcelo la besó suave con la lengua dentro de su boca mientras ella succionó su lengua y se quejó de ardor: -Oh, Mm, que rico besas, amor, estoy caliente y quiero vergas duras!-, las chupadas fueron intensas y ella se movió mientras yo metía los dedos en su vagina, ella tomó mi mano y la presionó más adentro, entró casi entera, la abrí totalmente sin causar dolor si no placer, ella se clavó y hundió mi mano en su concha, que se contrajo y oprimió mis dedos largo rato mientras su líquido iba lubricando la concha: -Oh! qué rico! exclamó- deja la mano adentro y ábreme más, culeador, cachero rico, tu mano parece un pene grande, me hace pedazos! Oh!-,
Luego de unos minutos, Marcelo se metió entre sus piernas y comenzó a mamarla, en su mano tenía un pedazo de hielo y alternaba el frío con el calor de su boca, ponía el hielo unos segundos y después la mamaba, Oh!-exclamó ella- así así qué rico mamas! cabrón corrompido, mete tu lengua, chupa los labios y el clítoris, cómeme la chocha entera, pon tu lengua en mi clítoris, asi! así! chupame rico, pasa la lengua suavecito en mi botón y chúpalo con los labios, pasa tu lengua dámela entera como si estuvieras comiendo un helado, así! Mm! así de rico!, abre tu boca y cómeme la zorra, mete tu lengua en mi chocha y mámame los jugos que me salen, me tienes caliente chupazorras degenerado!, eres bueno para mamar, asi! asi!, sigue con tu lengua en mi clitoris asi!, Oh! pásala un poco más fuerte ahora, en redondo y chupa, asi!, tienes la mejor lengua que me ha tocado sentir huevón maraco, oh!, si casi ya me estás haciendo acabar de gusto, me tienes colgando del orgasmo que siento Oh!-
Antonio y yo mientras tanto le chupábamos sus senos redondos y suaves, los apretamos y mamamos suave primero y después un poco más fuerte, mordiéndolos, usamos un hielo que dejábamos unos segundos en los pezones y después poníamos toda la boca caliente dándole un placer exquisito mientras decía: -Qué rico se siente con el hielo en mis pezones, Oh qué sensación! primero el hielo frio y después las lenguas y las bocas calientes asi! otra vez!, se pasaron weones cacheros!, soy la puta de ustedes, la más caliente! Oh! Oh!-.
Ella estaba al borde del clímax y exclamó: -Muérdanme las tetas, qué rico!, dos bocas chupando mis tetas, oh!, que me hacen rico cabrones cacheros, pasen la lengua por el pezón, ah, muérdanme los senos! háganme marcas!, soy de ustedes entera, depravados viciosos! tomenme las tetas y apreten hasta hacerme doler, pellízquen los pezones qué rico!, Oh! ahora con la boca cómanselas Ah! Oh! ya me están haciendo acabar, perviértanme! , háganme más puta!, quiero miembros enteros parados y duros!, Oh!, sigan así!, que me vengo con las chupadas que me dan!
Los tres aumentamos el ritmo y la presión de las mamadas, los senos estaban casi rojos y el clítoris y los pezones se veía hinchados al máximo, ella se movió como desesperada mientras la chupábamos entera, sintió el orgasmo que venía, abrió su boca y echando la cabeza hacia atrás exclamó: -ahí me viene! qué orgasmo más rico! cómanme entera maricones pichulones!, mamen las tetas y la zorra rico, oh! qué gusto me dan, soy una puta zorra, me gustan las vergas, dénmelas todas, háganme pedazos el clítoris y mis pezones! Oh! qué largo el orgasmo! qué ricas lenguas, así así, pervertidos, abusivos, me están matando de gusto, cacheros!-, su cuerpo vibraba y lo movía como culeando; su zorra mojada la refregó en la boca de Marcelo y se apretó los senos de tanto gusto, ninguno de nosotros habló, solamente ella que gritaba: -Soy puta caliente! quiero todas las vergas!- y después cayó en un éxtasis, su cuerpo se soltó y siguió con sus manos tocándose la vulva y la vagina masturbándose.
Pasaron dos o tres minutos mientras la acariciamos, Marcelo la tomó de la cintura y le levantó las piernas, la deslizamos hacia él y quedó con su vagina abierta a la altura de su miembro que ya estaba listo para penetrarla, era el primero en culearla, Antonio y yo la seguimos besando, chupando sus senos hermosos y tersos, apretándolos y pellizcando y mordiendo sus pezones mientras la mamábamos suavemente.
Marcelo tomó su verga, la tenía grande y su cabeza era ancha y gruesa, estaba lubricada con su esperma, la puso a la entrada de la vagina mojada de Patricia y la fué introduciendo de a poco, Patricia abrió más sus piernas para que le entrara mejor, -Qué gran verga tienes, métemela entera cornudo! Oh! cómo me entra la cabeza, qué rico!, me siento empalada en tu verga depravado vicioso! te gusta mi zorra cierto? házmela pedazos con tu pedazo de tronco!- El miembro grande, caliente y duro le siguió entrando lentamente hasta perderse entero en su vagina.
-Oh!- dijo ella -qué suave me lo has metido, ah! me llegó hasta adentro, chutón rico, culéame ahora que estoy loca por meterme todas las vergas Oh! qué rico te mueves, cabrón!- Marcelo aumentó la fuerza y el ritmo, Patricia gritó de placer, el miembro entraba y salía, se endureció más y más hasta llegar al orgasmo silencioso de Marcelo, ella gritó: -Dámela toda!, dame tu sémen rico, lléname la zorra y hazme pedazos cachero rico!, soy tuya, cómeme, culéame mi canalla vicioso, Oh!, acabas tan rico weón!- mientras chorros de esperma caliente caían dentro de su vagina.
Marcelo retiró su miembro y lo llevó hasta su boca y ella comenzó a beber todo el sémen que chorreaba todavía, cambiamos nuevamente de posición, ella siempre con la venda en los ojos, sin ver, Antonio se metió entre sus piernas e introdujo su verga lentamente, el pedazo entró fácil con los efluvios de la culeada anterior, ella susurraba palabras de pasión: -Ah! así me gusta, quiero todas las vergas paradas y duras , Oh! la tienes tan gruesa, me abres total, puto degenerado, culéame y mételo bien adentro para que llenes mi zorra caliente de puta obscena, me gustan todos los pedazos y ustedes los tienen exquisitos, así! Oh! qué rico me cachan! depravados!.
Tomó las vergas y comenzó a chuparlas mientras era penetrada por Antonio que la estaba gozando mientras ella se movía como puta ardiente, clavándose el tronco hasta lo más adentro.
Él no aguantó mucho sus meneos de cadera y acabó en pocos minutos bombeándola fuerte, echándole una cascada abundante de sémen.
Patricia exclamó: -Así, así, entrégame toda tu esperma, rico, échamela dentro de mi zorra caliente!.
Oh! que rico se siente tu esperma!-
Y después fué mi turno, le metí todo mi pedazo en su zorra que estaba llena de sémen, la vagina mojada hizo la metida fácil y le clavé mi miembro hasta adentro; comenzó a moverse como loca, estaba en éxtasis otra vez y sus movimientos se hicieron cada vez más voluptuosos y ardientes, mientras mamaba las dos vergas, movió su cabeza y chupó fuerte, las mordió, se tragó el jugo que ellos le entregaban, levantó sus caderas para metérselo más, yo aumenté la fuerza y el ritmo y le llegó el orgasmo junto al mío, le entregué un chorro de sémen caliente y ella se hundió en mi verga parada y dura por el placer que me brindaba.
-Oh! qué rico! -exclamó -Estoy acabando otra vez! qué caliente soy, Oh! Mm! qué bien me culean los tres, me aprovechan y acaban rico dentro de mi concha, dámela entera! dame todo!, me metí tres vergas grandes y sabrosas, estoy llena de esperma y me siento caliente otra vez, quiero más, más y más!-.
La recostamos en la mesa y trajimos los "instrumentos", primero la besamos entera, todo su cuerpo exquisito, chupamos sus tetas y su vulva, su boca recibió los besos calientes, viciosos y obscenos, la lujuria estaba en todos nosotros, era el placer suave sin apuros ni trabas.
Antonio le puso en sus manos la varita mágica que no era varita si no un consolador completo, especial de 30 cm.
-Oh! exclamó Patricia- qué viene ahora? me van a seguir culeando mis amores? Oh! estoy tan caliente! pondré el regalón en mi clítoris!- Antonio y Marcelo iniciaron una mamada de tetas para luego pellizcar los pezones y poner las pinzas apretadoras, suave primero, ella exclamó: -Ay! qué rico me hacen con sus lenguas y me apretan los pezones! Así! un poquito más que me duela suave, sigan con las lenguas, Oh! qué placer más rico, apreten más las pinzas háganme gritar de gusto, así más fuerte el dolor, más placer me da!- Sus pezones estaban duros y ella se masturbaba con el dildo, Yo le puse una pinza en el clítoris y la apreté fuerte, el clítoris comenzó a crecer y se puso rojo palpitando y sintiendo la varita mágica vibrando en su concha, abarcando toda la vulva y moviéndose de arriba abajo.
Marcelo golpeó suavemente los senos con una correa especial y Antonio la castigó con el látigo por todas las partes de su cuerpo.
Ella deliraba de dolor y placer mientras mezclaba y murmuraba sus pensamientos: -Oh! qué placer!, mi clítoris se hincha comienzo a moverme y a sentir el orgasmo que me viene, y me vendrá otro igual después, me masturbo con el dildo y el vibrador cuando estoy sola o con mi esposo pero si me están culeando varios hombres, les chupo más las vergas hasta que salgan chorros de sémen por las cabezas; el orgasmo se me produce varias veces y cuando ya les tengo los miembros bien parados con la mamada, me meten sus vergas enteras y me agarran del culo para que me entren más adentro, comienzan a bombearme y a chupar mis tetas y me da tanto gusto que me viene un orgasmo tras otro; también me culean entre dos y me encanta porque me siento llena por todos lados, hay algunos que les gusta chuparme la zorra cuando están culeando conmigo porque me sale un jugo rico que se mezcla con la esperma de los otros hombres que me han metido las vergas, les gusta mamar la concha y me hacen acabar con la lengua y los labios, es un orgasmo más corto, el largo es con mi vibrador en el clítoris y me dura más, y me siguen dando más orgasmos cada vez; me gusta que me entreguen sus jugos en la boca y los saboreo pero no me los trago, algunas veces he tragado sémen pero es cuando me han echado mucho y no me han dejado sacarme el miembro de la boca, hay hombres que acaban rico y mucho.
Oh! qué calentura!
Salió de su delirio cuando sintió el dildo de 30 cm.
que le entraba por su concha mojada, suavemente se lo puse y lo introduje completo, era un pedazo grande y lo aceptó.
Tenía en sus manos la varita mágica y le dió la velocidad máxima colocándolo en el clítoris, su cara se transformó, gozaba todo, -Oh! qué magnífico pedazo me metes, cabrón! me duele y me gusta! apreten más las pinzas! que me dá más placer cuando me hacen doler, pasen las lenguas y chúpenme las tetas!, Oh! que rico me vibra la zorra, estoy sintiendo doble gusto, en el clítoris y adentro de mi zorra, Oh! ya estoy acabando otra vez! Ah, qué manera de tratarme como una verdadera puta, Oh! me viene rico el gusto! Oh! Así! así! ay! me duele y me gusta!- Se clavó el dildo de 30 cm. más adentro todavía y presionó más fuerte su vibrador, era lo máximo verla acabar otra vez, su boca abierta murmurando, sus senos vibrando con las pinzas apretando fuerte sus pezones, las bocas chupándola entera y las vergas entregando abundante sémen en su boca.
Era una diosa preciosa en su mundo erótico.
Recostada en la mesa con la vista tapada por la venda, Patricia recibía aún más de Antonio y Marcelo que continuaron besándola.
Antonio le metió tres dedos en la vagina y comenzó a culearla con ellos mientras Marcelo le puso su verga llena de sémen en la boca y con sus manos, apretaba y pellizcaba los pezones y las tetas, ella pedía: -Más fuerte, más fuerte!, quiero acabar otra vez, me viene otro orgasmo!- su cara mostraba una lujuria inmensa: -Soy una puta rica!- decía- quiero mamar enteras las vergas hasta la garganta, quiero más! Soy una puta degenerada, pornográfica!- Ella pedía más y más.
Antonio le puso cuatro dedos y con el pulgar sobaba el clítoris haciéndola gozar mucho más, se los metía fuerte, los cuatro dedos hicieron efecto y ella se movía culeando y metiéndose los dedos cada vez más adentro: así! así parece un pene enorme!, qué rico me haces!-, Puse en las manos de Patricia la varita mágica de 3o cm para que se masturbara con el vibrador y le entregué a Antonio el vibrador de 27 cm. para que estimulara el punto G, le di las instrucciones al oído y él, dejando tres dedos en su zorra, le introdujo el vibrador y lo fué moviendo hasta encontrar el punto de goce intenso, Patricia gritó: Ahí! ahí, qué rico! justo en mi punto de orgasmo máximo!, me vas a hacer acabar rápido, weón rico! ahora me pongo mi regalón-, Puso la varita en su clítoris y le dio la máxima potencia, abrió la boca y comenzó a chupar mi verga y la de Marcelo, -Oh! me viene otro orgasmo!-gritó, echó su cabeza hacia atrás y chupó con más fuerza los dos miembros
Marcelo no pudo aguantar más y le vino el climax soltando chorros de semen en su boca, ella los recibió y los tragó hasta dejar limpia su cabeza de esperma, bebió hasta las últimas gotas mientras en su cuerpo sentía todas las sensaciones, convulsiones y espasmos propios del clímax, Antonio le introdujo su miembro bien adentro de su zorra y tuvo su orgasmo echando el sémen caliente dentro de ella, yo, por mi parte aproveché ese momento para acercarme y le puse mi verga en la boca, me hizo acabar y mi cascada de sémen se esparció cayendo en sus senos y sus pezones mientras ella murmuraba: -Soy una pervertida, una puta obscena, una puta rica, libidinosa, me gustan todas las vergas grandes y gruesas, soy una mesalina.
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