Dos chiquillas promiscuas para mi
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que mi prima Maribel, de pronto se apareció en mi casa, tenía como dos años de no saber de ella, solo sabía que se había juntado desde hace varios años con un hombre, quien le hizo dos bebés y luego se marchó sin decir nada y dejándola a ella con toda la responsabilidad.
Me dijo que tenía problemas de dinero y que quería ir a trabajar a la capital, pero con las dos niñas no podía.
Me pidió que me quedara con ellas un tiempo y que me mandaría dinero para cubrir su alimentación y estudio, ninguna de las dos cosas pasó.
Claro que al principio me negué, pero ella hasta me lloró amargamente y hasta me dijo que quería matarse.
Finalmente acepté por tonto.
Pasaron los meses y tenía dos bocas más en mi casa que alimentar.
Para acabar yo trabajo como técnico de computación en un laboratorio de reparación y mantenimiento.
Las niñas son Maribel, igual que su mamá, de 11 años, es muy avispada, y de cabello lacio oscuro, tiene carita bonita y sus bubis empiezas a crecerle, tiene una colita linda.
Su hermana de 10 años es Jessica, su cabello es castaño, más blanquita y sus ponpas son prominentes.
Las metí a la escuela y me hice cargo de ellas, debo indicar, que primero al ver que su mamá no venía, busqué a sus familiares e intenté varias veces dejarlas con ellos, pero nadie las recibió, ni sus abuelos maternos.
Intenté dejarlas en un hospicio, pero al ver las condiciones del lugar me dieron lástima.
Lo que sucede es que me alteraron la vida, yo llevaba novias o amigas con derecho a mi casa a follar y ahora no podía hacerlo, ni llevar amigos a beber o cualquier cosa por ellas.
Una noche llevé a mi novia y comenzamos a coger y la tenía en cuatro cogiéndola duro y con gemidos y todo, cuando veo a la dos pequeñas frente a mi, habían abierto la puerta.
Mi novia ya no quería llegar a la casa.
En mi casa tengo como dos compus, una persona y la otra de escritorio, de pronto un día me puse a revisar y encontré en el historial que habían visitas a sitios porno, descarga de fotos y videos porno, fui a la otra y lo mismo.
Las pequeñas Maribel y Jessi visitaban frecuentemente estos sitios, empece a poner más atención y una noche me pidieron mi compu personal y se la llevaron a su habitación, en eso comencé a oir gemidos y voces, eran ellas.
Me acerqué y si eran gemidos, ellas se estaban masturbando viendo una peli, entreabrí la puerta y en la misma cama, ellas con sus pijamas abajo se tocaban con sus dedos sus panochitas, les dije -qué hace?- y cada una se asustaron y se subieron sus pijamas y las regañé, pero ese día me di una jalada de verga que casi me desmiembro.
Una tarde, regresé del trabajo y oí voces y risas en la ducha, eran ellas dos.
Me llené de valor y me quité la ropa, abri la puerta y me metí a la ducha con ellas.
Claro está que ellas gritaron y se taparon, pero les dije -uds ya han visto hombres desnudos en la compu, asi que dejen de gritar-, ellas poco a poco dejaron las toallas y entre risas y susurros entre ellas se metieron a la ducha conmigo, luego agarraon confianza y nos lanzabamos agua al rostro, alli pude ver bien sus panochitas y sus bubis, Maribel ya tenía lindas sus bubis y a Jessi le empezaban a crecer, pero sus pezoncitos eran puntiagudos lindos, Marible ya tenía pelitos en sus cuquita y a Jessi aún no.
Las enjaboné por todos lados y tuve una erección, Jessi se dio cuenta y se lo dijo a su hermana, -enjabonenlo!!- les dije.
Las dos me dieron una enjabonada tipo masturbación, me jalaron y acariciaron la polla que la tenía a reventar y no tengo mal tamaño de verga.
Desde esa vez, ella frecuentemente me esperaban para bañarnos juntos y yo les tocaba sus tetitas, sus lindas nalgas y les enjabonaba sus panochitas tocándoles sus labios vaginales, me pegaba una gran excitada, que tenia que pajearme en mi habitación.
Aun asi que las había sorprendido masturbándose, ella siguieron viendo porno en mis compus, lo sabía por el historial y la fechas.
Ya no me importaba.
Una noche, fin de semana, quedamos en ver una peli en mi habitación, fui por pizza y refrescos.
Les dije que era una pelicula sorpresa, yo había bajado una peli porno completa en español.
Ellas estaban en pijama a mis lados, yo al centro.
Conecté mi compu personal a la tv que tengo en la pared de mi recamara.
Empezó la peli, les dije que eran el tipo de peli que les gustaba, en eso empieza la primera escena de sexo, el actor comienza a mamarle los senos a una chica y luego la chica le da una felación al hombre, era un silencio en la habitación, yo veía a ellas y les iba como narrando la peli -que rico lo que le hace él a ella-, -que bien se come la verga la chica-, cosas como esas.
Al rato puedo sentir que Maribel está excitada, se oye en su respiración, entonces comienzo a meter mi mano en el pants de la pijama y luego entre su braguita, puedo sentir su vulvita, luego sus labios vaginales y mis dedos los abren de par en par y siento que la pequeña esta mojadita, mis dedos la acarician, ella solo toma mi brazo, pero no me quita de su cuquita.
La otra, Jessi, se da cuenta.
Parece que quiere igual, entonces pongo mi otra mano dentro de su pijama y su braguita, le acaricio su tierna panochita y le acaricio su sexo.
Asi pasamos varios minutos, hasta que el tipo comienza penetrar a la chica, el sexo es explicito, yo tengo un dedo en cada botoncito de sus clitoris, entonces ellas comienzas gemir, a bajo tono, pero poco a poco se hacen más audibles.
Primero Maribel llega creo a un orgasmo y luego su hermanita.
Toda la peli les acaricié sus cuquitas, mis dedos olían a sus vaginas.
Al finalizar se fueron a su habitación y yo me chupé los dedos y luego me masturbé.
Ver pelis porno fue un medio.
A la segunda vez, cuando la muchacha de la peli le daba una tremenda mamada al hombre, yo me saqué la verga, casi empalada y le dije a Maribel si quería hacer lo que hacen en la película, ella primero me tomó con su manita mi tronco y lo hizo hacia arriba y hacia abajo, luego le insistí en que me lo chupara, ella se fue colocando y primero le dio varios besitos en la cabeza, luego lo lamió como si fuera un paleta de dulce y poco a poco lo metía en su boca, metía mi glande lo chupaba y lo volvía a sacar.
Lo repitió varias veces hasta que comenzó a meterlo más profundo y lo succionaba rico, yo le dije que lo hacía muy bien, mi verga alcanzó su máxima dureza.
Jessi solo era una observadora de todo.
Al rato le dije -quieres probar?- a Jessi, ella se acercó y casi repitió lo que su hermana hacía, solo que su boquita era más pequeña y con dificultad metía mi verga en su boquita.
Jessi me sacó unas gotas de liquido preseminal, me preguntó que era eso y le dije que era dulce de leche, ella lo lamió y lo tragó.
Asi terminó la segunda pelicula juntos.
Ahora en los baños juntos yo les pedía que me mamaran la polla y ellas lo hacían de buena manera.
Una de esas noches siguientes.
Yo estaba viendo deporte en la tv, tocaron mi puerta y era Maribel, me dijo que había tenido una pesadillas y no podía dormir.
Le dije que entrara y se metió en las sabanas conmigo.
Charlamos un poco, en eso me preguntó que cuando iba a venir su mamá, le dije que la había llamado unas diez veces pero no contestaba el número que dio.
Luego le envié mensajes a su correo electrónico y tampoco había tenido respuesta.
-ella nos abandonó?- me preguntó, le dije que yo creía que no, que talvez tenía mucho que hacer, tratando que no se sintiera mal.
-Raúl, quieres que te a chupe?- me dijo ella
-claro preciosa, es tuya-, me bajé el pantalon de la pijama y ella comenzó a besarla y chuparla, me tenía loco, cuando le dije -puedo yo chuparte tu cuquita?- le pregunté.
Ella luego de pensarlo me dijo que si.
Le quité su pijama y comencé a besarle sus piernas, bajé a sus pies y chupé dedo por dedo, luego volví a subir a su entrepierna y lamí sus muslos, vi que ella gemía y tenía sus ojitos cerrados, entonces me fui contra su panochita, comencé a lamersela, ella daba más gemidos, tomé sus labios vaginales con mis labios y luego pasé mi lengua por su vagina y su clitoris, ella se movía como lombriz sobre la cama.
Mis lamidas eran cada vez más intensas y profundas, ella llegó a su climax, sentí algo amargo en mi lengua.
Luego mi instinto animal me hizo subirme sobre ella y ponerle mi verga en la entrada de su cuquita, comencé a empujar y mi glande por fin pudo entrar, le rompí su virginidad y seguí adelante, empujando, lento pero decidido, el tronco de mi verga entró en su estrechita vagina y luego me puse a entrar y salir suave.
Ella me araño los brazos, pero no dejé de meter y sacar mi verga de su tierna panochita, no tardó en llegar a otra corrida la pequeña.
Y luego fue mi turno, la follé un poco más rapido y duro, sentí que mi leche ya iba a salir y la saqué, me corrí en su vientre, alli dejé mi leche.
Luego me acosté con ella y nos besamos en la boca un rato más.
Le pregunté si le había gustado y me dijo que si.
Después se fue de mi recamara, me fui a lavar mi pene y encontré restos de sangre de Maribel.
Ya había dado el paso dificil, ahora venía la cosecha.
A partir de esa noche, Maribel ya de 13 y yo buscabamos la manera de estar solos, para besarnos y para coger, sin que su hermana se diera cuenta.
Ya sea en la sala o en mi habitación.
Me buscaba en la noche y nos desnudabamos, haciamos un largo sexo oral y luego la penetraba en varias posiciones, hasta experimentaba con ella.
En una de esas noches de sexo, al parecer Maribel gemía y gritaba fuera de si, en eso tocaron la puerta, era Jessi que gritaba el nombre de su hermana y que abriera la puerta, apenas nos pudimos colocar parte de la ropa y ella abrió, ella vi a su alrededor y preguntó porque ella gritaba o si estaba llorando.
Ella, Marible, se enojó y le dijo que se fuera a la habitación que ella llegaría luego.
Una tarde, llegué a la casa, vi a Jessi en la compu de escritorio, le pregunté por su hemana y me dijo que había ido a hacer una tarea a casa de una amiga cerca de alli.
-qué haces?- le pregunté.
Me dijo que tenía que investigar en su tarea de ciencias, me iba a ir, pero ella me detuvo y me dijo -ayúdame porfis-.
Me fui con ella, pero como solo había una silla, me dijo que me sentara en la silla y ella en mis piernas.
Ella tenía puesta la falda del colegio, y cuando se sentó se levantó y su traserito cubierto por su calzoncito quedo sobre mi paquete.
Eso me fue poniendo duro.
Ella se movía enseñándome lo que estaba haciendo, yo no ponía atención, solo sentía su cuquita moviéndose sobre mi ahora duro paquete.
La tomé de la cintura y ahora yo también ayudaba a que se moviera sobre mis piernas.
Ella se dio cuenta.
-te gusta como me muevo en tus piernas?- me preguntó
-si.
se siente bien rico- le dije un poco excitado.
Agregué -me gustaría más si te bajaras los calzones-
Ella se puso de pie un momento y se quitó los calzones y se volvió a colocar sobre mis piernas con la falda levantada.
Se movio otra vez como lo estaba haciendo, casi como cabalgandome.
MI verga gritaba que la sacara del pantalón, además me daba un poco de dolor tenerla alli agazapada.
-Espera- le dije a Jessi, la puse de pie y saqué mi verga del pantalón totalmente erguida, le dije que se volviera a sentar, ahora mi verga y su panochita se frotarían sin nada que las cubriera.
Fue algo exquisito, como mi verga se masajeaba con la cuquita de Jessi, ella también no era ajena, ella cerraba sus ojitos a cada rato, gozando esta masturbación mutua.
En eso mi verga, por la lubricación de nuestros sexos, estuvo a punto de penetrarla, sentí cuando mi glande empujó la entrada de su vagina.
Ella se volteó y me dijo -quieres hacerme lo que le haces a Maribel?-
Vi la decisión en su mirada.
Le levanté el trasero a Jessi y fui poniendo mi verga parada con la mano, luego la fui sentando poco a poco, sentí cuando mi glande se colocó en la entrada de su panochita, luego la fui sentando y pude sentir bien cuando su himen se rompió y mi verga siguió su camino dentro de su vagina.
Ella gritó y sollozó un ratito, luego comenzó a gemir cuando mi verga se fue deslizando en su cuquita.
Terminé de penetrarla y ella permanecía alli sentada sin moverse, yo tampoco.
Mi verga solo se fue acomodando en tan reducido agujerito.
Ella pujaba.
Luego la tomé de la cintura y la subía y la bajaba, primero era muy poco, pero conforme pasaban los segundos, la subía más y la dejaba caer sobre mi verga.
-te gusta asi?- le pregunté, y ella me dijo que si con la cabeza.
Sus manos tapaban su boca en ese momento.
Segui asi por varios minutos, no se sentía mucho placer asi, pero mi verga seguía bien empalada dentro de su vagina.
Ahora yo ayudaba, a moverme dentro de ella.
Creo que ahora ella sentía más placer que incomodidad.
Comenzó a gemir y gemir, eso me excitaba más.
Decidí que se diera la vuelta, es decir ahora quedó sentada en mis piernas, pero de frente a mi, eso me dio oportunidad de desabotonarle su blusa del cole y besar y chupar sus tetitas, eso ayudó mucho porque ahora ella se movía solita y gemía mucho.
De pronto se fue para atras, tuve que agarrarla, le vino un rico orgasmo en ese momento.
Nos detuvimos para que gozara su venida y solo me quedé chupando sus tetitas.
Luego la cargué en peso sin mover mi verga de su panochita y me senté en el sofá, seguimos cogiendo rico, ahora con más libertad, nos besamos mucho, ella siguió cabalgándome la verga despacio, pero rico, y la llevé a otra corrida varios minutos después.
Ahora era mi turno, ya lo quería.
Me vine dentro de su vagina, lo hice porque sabía que aún no menstruaba la pequeña, no había riesgo de embarazo.
Fue un gran chorro de semen que le deposité en su panochita.
Terminamos y ella siguió en la compu.
Yo me fui a mi habitación.
Desde entonces, ya no hubo que ocultar nada.
Las hermanas sabían que ambas tenían sexo conmigo.
Asi que se turnaban para visitar mi habitación cada fin de semana y salir con leche en su panochitas.
Aveces la dos en el mismo día, las penetraba de varias posiciones, sus panochitas eran tiernas y deliciosas, no es que uno sea diferente, pero no hay más delicia que unas vaginas humedas, calientes y estrechas.
Les enseñé a tragarse de vez en cuando mi esperma.
Las besaba por todo su cuerpo, incluso les daba el beso negro todo el tiempo.
Los condones se volvieron artículos de primera necesidad en mi casa.
Nunca las tuve a ambas en mi cama, eso fue una lástima, ya no dio tiempo porque se apareció mi prima.
Su mamá se apareció como un año después.
Ya casada y con un tipo grande, al parecer con dinero.
Se las llevó al norte.
Ya me había encariñado con ellas.
Dejaron hasta su ropita.
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