El bar del amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por TeMiro.
Me llamo Sergio, tengo 31 años, y me case tan solo hace dos. Tengo un bar, en el que me paso mas horas que un reloj, pero que a la vez me permite conocer a gente interesante. Detras de la barra paso momentos de tremendo aburrimiento, y me dedico a pensar en cual de mis clientes seria el apropiado para echarle un buen polvo a Isabel, mi mujer.
Desde hace un par de meses, un grupo de empleados en una sucursal bancaria de aqui al lado, tienen la costumbre de los jueves por la tarde, al acabar su trabajo, pasar por aqui a tomarse unas cervezas. David es el mas joven de todos, tendra unos 25 años, y no esta mal fisicamente, tiene pinta de deportista, y con el traje esta muy elegante, pelo corto, engominado pero despeinado, atractivo, como yo era hace unos años, cuando conoci a Isabel.
Hace unos jueves vino el solo, y como no habia mucha gente en el bar aproveche para hablar un poco mas que de costumbre con el. El resto de sus compañeros se habian ido al futbol, pero segun me comento a el no le iba mucho el futbol, y como ya tenia la costumbre de venir al bar todos los jueves, aunque solo, hoy tambien habia venido. Ahi es donde puse a funcionar mi plan. Le invite a una cerveza, y mientras sacaba de la caja un par de billetes para guardamelos en la cartera, era tarde y con la poca gente que habia hoy, no iba a estar abierto mucho mas, me asegure de dejar la cartera abierta en el mostrador, a una distancia suficiente de el para que pudiera tener una buena vista de la foto que llevaba en ella.
Joder, dijo cuando vio la foto de la pelirroja desnuda, que yo «involuntariamente» le estaba invitando a mirar. Joder, joder, dije, eso es lo que yo hago con esta tia. Es mi mujer, Isabel, y no se por que pero creo que no le importaria nada que le echaras un buen polvo.
Os sorprenderiais de cuantos hombres se espantan cuando les digo esto, David no era el primero al que le invitaba a echarle un ojo a mi mujer, obviamente. pero en este caso el ni se inmuto. Si lo preparas todo, cuando me digais yo me apunto, me dijo. Casi el que me asuste fui yo, pero le dije que estaba preparada y esperandole justo en aquel instante.
No tardamos ni quince minutos en cerrar el bar, y de camino a casa no hablamos mucho, se veia que el chaval tenia confianza, igual no era la primera vez que hacia esto.
Llegamos a casa y el silencio era absoluto. Entramos hasta el dormitorio y alli estaba Isabel, tendida en la cama y vestida solamente con una medias, un liguero, y unos zapatos de tacon, mirando una pelicula porno en el video. Antes de salir del bar, y sin que David se diera cuenta, la habia llamado para avisarle de que iba a llevar compañia a casa esa noche.
Cuando David entro en el dormitorio, ella lo recibio con una amplia sonrisa, se metio un dedo en la boca y lo fue deslizando por su cuerpo hasta llegar a su entrepierna. Los ojos de David se fueron hacia un vibrador que habia en la cama al lado de Isabel, y los dos nos dimos cuenta de que no hacia mucho tiempo que lo habian usado.
Sin pensarselo un segundo, David se desnudo, ya estaba empalmado y vi como los ojos de mi zorrita se encendian al ver el tamaño de semejante rabo. Se quedo de pie al lado de la cama. pajeandose lentamente, diciendole a Isabel que le enseñara todo lo que tenia. Como ya he dicho Isabel es pelirroja, lo que le da un toque exhuberante, ahora lleva el pelo liso y no muy largo, y tiene un cuerpo muy atractivo. No mide mas de 1,70, pero tiene unas piernas bastante largas y bien torneadas. Esta delgada, pero sus tetas son lo bastante grandes para poder jugar con ellas, redonditas y muy bien puestas, con unos pezones pequeños, pero que al mas leve de los roces se ponen duros al instante. Su piel es blanca como la leche, y desde el verano pasado luce un excitante tatuaje por debajo del ombligo, una especie de flor alargada, que invita a descubrir que hay mas abajo de el. Y debajo del tatuaje hay una espesa mata de pelo rojizo detras de la cual se esconde el mas caliente de los coños.
Ella se estiro como un gato, abrio sus piernas para que tuviera una buena vista de su coño y asi abierta se puso de rodillas, arqueando su espalda y masajeandose las tetas. David me miro como pidiendome permiso, pero yo no dije nada. Ponte a cuatro patas, susurro. Isabel obedecio al instante, separando de nuevo sus piernas y echando su culo hacia atras, dejandonos ver toda su raja en esplendor desde aquel angulo. ¿Te gusta? dijo mirandole desde el espejo del cabecero de la cama. David solo movio la cabeza afirmativamente y se coloco detras de ella. Se tiro un buen rato jugando con sus nalgas, acariciando sus caderas y bajando sus manos hasta acariciar ligeramente su coño, cada caricia parecia encender aun mas a mi mujer, que se estremecia y temblaba al sentir las manos de David rozar sus muslos y su culo. Yo estaba de pie al lado de la cama, pajeandome mientras miraba el show porno que me estaban ofreciendo. Y la verdad es que me estaba gustando mucho.
David le prestaba cada vez mas atencion al culo de Isabel, un culo maravilloso, blanquito y suave, con una piel tersa, y al que yo tambien le dedicaba la mayor parte de mis caricias cuando era yo y no otro el que disfrutaba con ella. Le habia metido dos dedos en su raja y le estaba intentando meter el pulgar en su agujerito mas estrecho. Ella gemia cada vez con mas fuerza, y se frotaba contra la mano de David mientras el movia sus dedos, juntos, dentro de ella, a la vez que acariciaba y apretaba entre su coño y su culo. Con su mano libre, David recogia los flujos que salian de la raja de Isabel y se los extendia por el culo. Yo estaba que me moria, me estaba poniendo malo solo de mirarlos, asi que me imaginaba que Isabel debia de estar pasandoselo en grande.
Lo siguiente fue que David cogio el vibrador y deslizo el super rabo de goma en el culo de Isabel. Lo movio en circulos para relajar su esfinter lo bastante para empezar a follarsela con el, y al poco, cuando Isabel empezaba a gemir suplicando una buena verga en su otro agujero, David lentamente empujo su polla dentro de la raja mojada de Isabel. Al principio le abria los labios con su capullo hinchado, pasandolo despacio por su abertura, jugando a meterlo pero sin hacerlo. Asi que fue Isabel la que una vez que noto que estaba la verga justo en la entrada de su coño, con un movimiento de caderas hacia atras, se la metio dentro. Como le envidie en ese momento. Sabia perfectamente como esa follada con el consolador en el culo iba hacer que el coño de Isabel pareciera aun mas estrechito de lo que en realidad era, ya que normalmente su vagina se agarraba a mi polla como queriendo exprimirmela por completo.
Mientras tanto yo daba vueltas alrededor de la cama, intentando no perderme detalle, disfrutando al ver como los dos disfrutaban, y haciendo verdaderos esfuerzos para no correrme antes de tiempo.
Entonces el metio su mano entre las piernas de ella, rozando su clitoris, haciendola gemir tan fuerte que David se asusto. ¿Estas bien, cariño? dijo. Si, gruño. Simplemente follame, ¿vale? El empezo a bombear con el vibrador y su polla a la vez, unas veces con la misma profundidad y fuerza y otras alternando, clavandole el rabo cuando el consolador salia, o metiendoselo cuando la polla se deslizaba hacia afuera. ¿Te gusta, verdad? Le pregunte a Isabel, pero la unica respuesta que consegui fue otro gemido ahogado por el gusto que estaba experimentando.
Con el vibrador clavado tan adentro como era posible en su culo, David empezo a moverse dentro y fuera de ella, cada vez mas deprisa. Su cuerpo se agito a la vez que su polla descargaba dentro del coño de mi mujercita una espesa descarga de semen. Estuvo dentro de su coño unos segundos que se me hicieron eternos, saco su polla empapada de jugos y sin mediar palabra se vistio. Parece que esta lista para que te la folles por el culo, me dijo despues de darle un beso de despedida a Isabel y se marcho.
Isabel seguia a cuatro patas, con su coño chorreando. Me acerque y le saque el consolador del culo. Lo tenia enrojecido y abierto, esperando una polla que se lo llenara de nuevo, y no me hice de rogar. Deslice mi capullo dentro de su agujero, y sin tener que hacer muchos esfuerzos, se la meti toda bien adentro. Empece a moverme como hacia cinco minutos habia hecho David, y no tarde nada en llenarle el culo de otra buena racion de leche caliente, pero en este caso la mia… Despues de semejante follada, Isabel se quedo en la cama tendida boca arriba, exhausta y viendo que estaba completamente agotada, y en agradecimiento por el buen rato que me habia hecho pasar me dedique a limpiarle el coño con mi lengua, lamiendo cada uno de los pliegues de sus labios, deteniendome en su clitoris, acariciando sus muslos y saboreando los restos de sus jugos…
David hace dias que no viene por el bar, aunque sus compañeros siguen viniendo todos los jueves. Espero que no le hayan trasladado a otra oficina, pero si tarda en aparecer, tendremos que buscarle un sustituto.
Autor: TeMiro
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