El culito de Julieta y el de su mamá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo estaba a mis anchas, Sofía estaba enloquecida por el sexo que manteníamos casi a diario.
Me la chupaba un largo rato, luego su conchita me hacía los honores y finalmente su rotundo culo albergaba mi verga hasta los huevos.
Julieta se anexaba en cuanto podía, ya era capaz con la práctica de recibir en su conchita tres cuartas partes de mi pija.
Esto era cosa de todo momento libre de su Mamá.
Karina, esa morocha que estaba para partirla al medio.
Un culo precioso, turgente, durito y bien parado.
A pesar de tener sexo casi todos los días con sus hijas, me seguía masturbando pensando en esas tetas, esa boca de labios gruesos, una locura para mi libido.
Y para colmo venía a trabajar en unas calzas de lycra muy ajustadas, se le notaban bien los labios de esa conchita que parecía depilada, pero gordita.
Debía ser una delicia si era como las de sus hijas.
Y finalmente pude darme el gusto de probar toda esa humanidad.
Mis padres finalmente habían avisado que se quedarían una semana más en el campo, que le avisara a Karina que por favor se encargue de la casa y si quería para que sea menos trabajoso, que se quedaran a dormir en nuestra casa, de esa forma podrían estar cómodas y además cuidar del boludo de su hijo, que seguro estaría haciendo cualquier cagada.
Karina me defendió diciéndoles que me había portado muy bien, que sus hijas estaban muy contentas, y que no habría problemas.
Ella se quedaría a hacerme compañía.
Obviamente cuando cortó de hablar con mi madre, me mira y me larga, mira pendejo, acá se hace lo que yo diga ahora, tengo el mandato de tu madre.
Así es que anda a limpiar la pileta, corta el pasto del jardín y saca la basura para que se la lleve el basurero.
Sofía te ayudará.
Y junto a mi compañera de sexo salimos para el patio, ella en bikini y yo en short de baño, limpiamos la pileta y aprovechamos a meternos al agua, estaba perfecta.
Sofía ni lerda ni perezosa, se me arrimó y poniendo su culo arriba de mi verga, me dice, como me gustaría una metidita y bajándome el short liberó mi rabo que ya estaba pronto.
Le bajé la bombacha y en medio del agua sin esperar más, se la metí toda de golpe, fue tal el empuje que la saqué casi en su totalidad del agua.
Pegó un gritito, pero luego se apoyó en la pileta y se banco una cojida bien mojada.
Era una máquina de coger.
Antes de que pudiera acabar, ella ya lo había hecho dos veces.
Cuando me estaba por venir se la saqué y la hice agachar, finalmente le eche la leche en su boca, ella lo recibió gustosa y hambrienta de más.
Como su madre podía sospechar de no vernos salimos a la calle a dejar las bolsas con basura.
Karina ya había preparado la comida y la mesa estaba servida.
Nos sentamos los cuatro a comer, Julieta como siempre al lado mío, y enfrente Karina y Sofía.
La verdad es que en los últimos días, a Sofía las tetitas le habían crecido un montón.
Julieta no dejaba de tocarme con su piernita, y yo al tener a su madre enfrente, no atinaba a nada.
Tenía miedo de que descubriera la cercanía y familiaridad con que me trataba la nena.
Por la tarde, disfrutamos de la pileta con Sofía y Julieta.
Y cerca de las seis de la tarde aparece Larina para meterse al agua.
Había terminado de limpiar y tenía mucho calor, se aproximó enfundada en una malla enteriza que modelaba ese hermoso cuerpo de mujer bien plantada.
En ese momento la deseé como nunca.
Obvio que ella no me dió ni tronco de bola.
Nadaba con una habilidad hasta felina se podría decir.
Esas largas piernas, ese culo rotundo.
Era demasiado para mí.
Salí de la pileta y me fui al baño hacerme una tremenda paja en nombre de Karina.
A pesar del sexo con SOfía y la paja que me había hecho, estaba muy exitado.
Y ya estaba planificando para cuando nos fueramos a dormir, tenía pensado tener sexo con Julieta y Sofía mientras Karina dormía.
Pero es cierto que ya mi alma estaba totalmente enviciada por el sexo y no pensaba en la implicancias o problemas que eso podía traerme.
Solo quería ponerla en cuanto agujero encontrase.
Y no tuve mejor idea que ir a la habitación de mis padres y rebuscar en la mesita de luz de mi Padre, yo sabía que el consumía "Viagra", y cuando las encontré me zampé una de 0,50 mg.
Y me llevé otra para después.
Claro a la hora tenía la pija que me explotaba, cuanto más veía caminar a Karina más grande se me ponía el rabo.
Estaba poseído por el deseo de tener esa carne entre mis piernas.
Les contaré que Karina hace tiempo que anda muy mal con su esposo, y Sofía me contó que hace como ocho meses que duerme en la pieza delas chicas y que no tienen sexo hace mucho.
Eso obviamente era un aliciente para mí.
Ya Karina había visto mi verga y no le había desagradado.
Estoy seguro que le gustaría sentirla entre sus nalgas.
Nos sentamos todos en el living a ver tele, al ratito Julieta estaba sentada sobre mi pija, la muy puta se había sacado la bombachita y estaba desnuda debajo de su faldita.
Se acomodó bien con mi tripa entre sus cachetitos y comenzó lentamente a masturbarse en medio de la penumbra del living.
Karina, medio cansada se adormeció en el sillón.
Sofía se fue a bañar y me dejaron el campo libre para que me tallara a Julieta, Levantándola desde la cintura, paré mi pija y la hice sentarse, claro estaba mi pija tan hinchada que le costó entrar, se quejaba despacito para que su madre no se despierte, pero de a poco se terminó ensartando con la mitad de mi rabo, y en tres minutos ya había tenido su primer orgasmo.
Siguió así por unos diez minutos y se hechó tres polvos la pendeja.
Era ninfómana.
Mi verga seguía totalmente enervada.
Las venas sobresalían del lomo, nunca la había visto tan dura y gruesa.
Sentía por dentro un calorcito importante.
Y cosas de pendejo, me mastiqué la otra pastilla de "Viagra".
Estaba seguro que esa noche se me daría.
y si no me tendría que matar a pajas dentro de la bañera con hielo.
Gracias a Dios no hubo necesidad de eso.
Julieta luego de cojerme, se bajó de encima mío, se agachó y con su lenguita limpió bien la pija y se fue corriendo al baño a limpiarse.
Cosa de no creer esta píbita de siete años, que le gustara tanto el sexo.
Me quedé solo en el living con Karina, que respiraba pausadamente, relajada, descansando, en el ambiente había un olor a semen y sexo terrible.
Y perdí la cordura, me fui aproximando lentamente a lella, y no pudiendo resistir, con mis dos manos tomé esos hermosos pechos y comencé a acariciarlos.
Prontamente los pezones empezaron a responder, se pusieron duros y estiraron la tela de la blusa, sorpresa, no tenía puesto el corpiño.
Me apoderé de esas tetas y las sobaba despacito, ella dormida se movía despacito, gemia tranquilamente, posiblemente creía estar soñando parece.
Bajé lentamente mi mano y me aproximé a su chuchita, esperando encontrar un papo peluo, pero estaba totalmente depilada, y saben qué, ya estaba humedecida, estaba excitandose, tenía la conchita babosa.
Encontré su clítoris, y se masajee lentamente, ella se acomodó mejor, y habrieno las piernas me permitió mejor acceso a su concha.
Yo estaba en el cielo.
No contento con eso, muy despacito me fui deslizando hacia abajo, siempre tocandola, excitándola, y logré llegar con mi lengua a su entrepierna, y lamí dentro y fuera de sus labios, tomaba su clítoris en mi boca como un chupete, y Karina gemía y gemía.
De repente siento un tirón de pelos y me levantan la cabeza.
Karina se había despertado por completo y me encontró tomando agua de su fuente.
Al principio en sus ojos hubo sorpresa, luego un conato de enojo.
Yo me paré y simplemente le mostré mi monstruo.
Estaba pletórico, tenía como 23 cms de largo por unos ocho o nueve de lomo, las venas parecían mangueras de riego.
La cabezota parecía una ciruela grandota y morada.
Claro con los dos viagras que me había tomado estaba a mil.
Sin hablarle, le fui aproximando la verga a la boca, ella hechó hacia atrás la cabeza como rehuyendo el contacto con mi glande, le apreté una teta, se la sobé y vi como en sus ojos cambiaba la determinación.
Y sin mediar palabras, tomó mi pija y abriendo esos hermosos labios, engulló parte del tronco, parecía posesa, intentaba meterse todo el trozo dentro, le llegaba a la garganta y todavía quedaba media pija afuera.
Yo mientras tanto ya le tenía tres dedos metidos en la concha sobandola, sus jugos corrían por sus piernas.
Su bombacha estaba totalmente impregnada.
Se la notaba estrecha, de labios cerrados.
Me la chupaba de una forma especial, no solo succionaba, sinó que esos labios hacían la delicia de las caricias.
Yo estaba tan caliente que mi rabo no tenía sensaciones que presumieran que iba a acabar.
Empecé a bajarle la bombacha, ella levantó su culo para que la prenda saliera más comodamente, me inqué entre sus piernas y le pegué una chupada de concha que enseguida hizo se viniera, una acabada monumental, salían jugos por todos lados, era una cascada de líquidos.
Yo me tomé todo lo que puede, pero me rebalsaba la boca.
Aprovechando ese momento y antes de que se arrepintiera, centré mi verga entre sus labios gordos y la acometí, en el primer inteto entró la mitad y al segundo caderazo le metí los 23 cms.
chocando con su útero.
Gimió y me arañó las nalgas.
Se la saqué toda y de una la volví a empernar.
Tenía la cueva estrecha en serio, muy apretada, pero estaba tan lubricada que yo sentía rozar la cabezota contra las paredes de la vagina.
Ella tenía los ojos cerrados y me abrazó con sus piernas, me empujaba cada vez más adentro de ella.
Estuvimos así como cinco minutos, yo le daba caña larga, se la sacaba toda y volvía a metérsela toda, hasta el fondo.
Cada embate era un quejido de gozo de Karina.
Pasado el momento inicial, se la saqué y la hice ponerse a cuatro patas de frente al sillón, y se me apareció ese hermoso culo, redondo, ya sn nada que se interpusiera entre el y mi pija.
La ensarté hasta los huevos, machaca que te machaca.
Ella empezó a gemir más fuerte y volvió a acabar dos veces.
Para esto le ensalibé el agujerito del culo, le metía el dedo pulgar hasta el fondo y ella no se mostraba molesta, más saliba y dos dedos en el culo mientras seguía empjando mi cabezota dentro de su concha.
Cuando le metí el tercer dedo quiso arisquear, dando vuelta la cabeza y con ojos desenfocados, llenos de lujuria me mira y me dice, ni se te ocurra, nunca me la metieron por el culo, y tu pija es muy gorda.
Junto al viagra de mi padre, también había tomado el gel lubricante que El usaba para hacerle el culo a mi madre.
Sin escuchar sus quejas, mientras seguía bomberando su concha, le embadurné el agujero del orto con bastante gel y con tres dedos, le pajeaba el culito y se lo llenaba del gel.
Al ratito ella comenzó a gemir, y a empujar en contra de mis dedos que se encontraban en su ojete queriendo metérselos más adentro.
Dandome cuenta de ese momento, sin avisarle, saqué mi badajo, y abriendo bien sus cachetes le inserté la cabeza de la verga en su esfinter, pasaron limpiamente los primeros cinco centímetros de rabo antes de que ella pudiera reaccionar queriendo cerrar su culito, Ya era tarde, pegó un gritito, y con sus manos empezó a empujar queriendome sacar de adentro de ella, yo tomándola bien de las cadera empujé y ensarte el resto de mi tripa en ese virgen culo.
Mis huevos chocaron con sus cachetes.
Apretaba mucho, me dolía la verga de tenerla tan apretada en ese canal, pero aguanté a pie firme, sentía latir la cabeza de michota, su culo apretata y apretaba.
Ella gemía suavemente.
Yo quietito, esperando que su canal se acostumbre a mi badajo.
Lentamente se fue relajando,y yo comencé con mi vaivén.
Primero unos poquitos centímetros y al ratito ya le corría toda la verga desde la cabezota hasta los huevos.
Ella puteaba, gemía, gritaba y pedía más a gritos, me decía, pendejo cabrón, hijo de mil putas me rompes el orto, y de a ratos gritaba, dame más, quiero más.
Llename de leche el culo y se agitaba como poseída.
Y de repente le corrían jugos desde la concha, la muy guarra se había venido.
No aguanté más y le llené el agujero de leche, no terminaba más de acabar, ella seguía pechando en contra de mis testículos.
Mi verga no se doblegaba, estaba como al principio, ella quería seguir empernada, de repente un ruido nos sobresalta, era Julieta que desnudita y toda chorreada por sus jugos, se acostó al lado de su madre y mirándome me dice, quiero que me la metas a mi también en la colita.
Su madre medio aletargada por la cojida no lo podía creer, yo tomé el gen lubricante y poniendo a la nena boca abajo en cuatro patas, le comencé a untar gel en su culito, dos dedos, luego tres, para mientras a su madre la seguía bombeando hasta el tronco, cuando Julieta ya estubo lista, sin pedirle permiso a la madre, se la saqué, se la apoyé en el agujerito a Julieta y le metí la cabezota de una.
La pendejita gritó como una guarra, yo seguí empujando y lentamente los 23x8cms.
se fueron perdiendo dentro de ese estrecho túnel.
La madre miraba con ojos agrandados como su hija se tragaba tamaña pija, y yo bombeaba y bombeaba, la llegaba a levantar del sillón.
La hice girar usando mi verga de guía y quedó de frente a mí, le levanté las piernitas sobre mis hombros y la seguí llenando, Julieta pasado el primer momento de dolor, aceptaba la pija mejor que su madre, solo suspiraba y gemía.
De repente le llegaron los orgasmos, cuatro, uno trás del otros.
Su conchita era un lago de jugos vaginales.
Se la saqué y el tunel de su culo era impresionante lo estirado que estaba, cuando quiso comenzar a cerrarse se la volvía meter hasta las bolas.
La madre imploraba que se la saque y Julieta pedía más.
En ese interín Sofía alertada por los gemidos y grititos entra al living, y encuentra a su madre mcon el culo todo salpicado de leche y gel, a su hermanita empernada patitas al hombro, no lo podía creer, rápidamente se aproximó para participar, eso colmó mi estima y retirando la pija del culo de su hermana, se lo puse en la boca, ella me hizo una mamada espectacular hasta que llegué al climas por segunda vez, la leche que echaba mi verga salpicaba por todos lados.
En la cara de Sofía, en la panza de Julieta y en las nalgas de karina.
Todavía con la pija a medio parar, me aproximé al culo de Karina y volvía meterme en él.
Ella no dijo nada, solo miraba a sus hijas y de repente suelta, que esto no se les haga costumbre!!!!!!!! Solo los fines de semana cuando no haya escuela.
Y los tres nos largamos a reir.
Tenía asegurado el sexo por mucho tiempo.
Karina, Sofía y Julieta se abrazaron, y juntas se me tiraron encima haciendome caer de espaldas.
Karina se aduenó de mi verga junto a Sofía, Julieta ni lerda ni perezosa me puso su conchita en la boca.
Y volvimos a iniciar la secuencia.
Gracias "Viagra"!!!!!!!!!!
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