EL CULO DE TU MUJER
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sencillo1957.
Contacté con un marido que buscaba un hombre para acostarse con su mujer. Tenían esa fantasía y querían ver hasta donde la llevaban a cabo.
Después de intercambiar varios emails y fotografías concretamos el día y las condiciones.
Eran una pareja de cuarenta y pocos años, de L Coruña y físicamente bastante normales. Los llamaré Juan y Ana. Ella era morena, algo rellenita y no muy alta.
Debía presentarse en mi habitacion de hotel vestida como una prostituta para satisfacer mis antojos sexuales. El único hombre con el que habia estado era su marido y nunca lo habian hecho por detras, yo debia desvirgarle el culo delante de él. Queria sentirse como un juguete sexual, como una autentica puta. Queria abrirse de piernas para un estraño y que su marido viese lo perra que se podia volver su esposa con una polla metida en el culo. Si alguno no se sentia comodo podiamos parar en cualquier momento, de todas formas quien tendria la última palabra era ella.
La única condición es que no podia follarle el coño, pues para ellos era privado.
Llegaron puntuales, Ana iba vestida como una puta barata: top muy ajustado, minifalda muy corta y botas por encima de las rodillas.
Estabamos algo nerviosos, por lo que decidimos tomar una copa primero para romper el hielo. En lugar de una tomamos 3 y Ana parecia cada vez mas deshinibida, empezamos con las bromas picantes y algun que otro roce inocente. Finalmente decidimos pasar a la acción, Juan y yo tomamos asiento y Ana se quedo de pie, enfrente de nosotros.
– Bien, veamos que tipo de zorrita eres. A ver ese culo- No hizo falta decirle más, con movimientos muy lentos fue volteandose para que pudiesemos ver bien todo su cuerpo.
– Levantaté la falda para que podamos verte mejor.- Poco a poco se subió la mini, dejando ver una fina linea de vello. No se habia puesto ropa interior y eso no me lo esperaba, por la cara de su marido, él tampoco.
– Menuda guarrilla esta hecha tu mujercita, eh!.- Sin decirle nada, con una timida sonrisa y mirada pícara, Ana fue separando las piernas poco a poco, facilitandonos la vision.
– Vaya, vaya…Te gusta enseñar el coño, eh, putita?
– …Si…
– Acercate, vamos a ver esta preciosidad de cerca…- Sin bajarse la falda se acercó sonriendo hasta ponermelo a un palmo de la cara. Creo que el alcohol dejaba sentir sus efectos. Puse una mano en la parte interior de su muslo y fuí subiendo muy despacio bajo la atenta mirada de Juan. Al llegar al coño me demoré un poco, disfrutando del momento que se avecinaba.
– Uy, la putita ya lo tiene húmedo…te gusta?
– …Sí…
– Te gusta que te toquen el coño??
– …Sí…- dijo mientras empezaba a frotarle el clitoris suavemente.
– Has oido Juan? A tu mujer le gusta que le toquen el coño…- le dije mientras seguia masturbandola. Juan miraba a su mujer como si fuese la primera vez que la veia, de arriba abajo con los ojos muy abiertos y tocandose el paquete por encima del pantalón, mientras, – Hay que ver como te dejas meter mano por un tio que acabas de conocer, como una cualquiera y delante mio. Si encima te abres de piernas para que pueda sobarte bien… Eres una guarra …
– …Sí, soy un poco guarrilla…
– ¿Un poco? Seguro que ya lo tienes mojado. Detras de esa apariencia de mojigata eres una puta de campeonato.
Yo seguia metiendole mano a Ana por debajo de la falda, notaba como cada vez tenia el chocho más mojado. Le excitaba sentir la mano de un desconocido manoseandola, saber que, esa noche, su marido la veria aguantando las embestidas de un desconocido, gimiendo como una perra en celo mientras un chulo le da por el culo: saber que le ha dado su culo a un desconocido que la trata como una perra cuando a él siempre se lo ha negado.
Cuando tuvo el coñito bien mojado le metí un dedo sin miramientos, arrancandole un gemido. Seguí metiendole y sacando el dedo cada vez mas ràpido, tenia el conejo tan mojado que se oia un suave chof chof cada vez más fuerte. Cogiendose las tetas y pasandose la lengua por los labios, Ana se giró hacia su marido, levantó una pierna y la apoyó en el sillón, eso me permitió meterle dos dedos y mostrar una buena vista a Juan. Estuvimos así un par de minutos,metiendole los dedos, yo tenia la polla durísima y Juan creo que también. Ana no paraba de gemir y sobarse las tetas, con las caras que ponia parecia una actriz porno.
– Alberto, le habias metido alguna vez los dedos a una tia tan puta como esta?
– Si que es bastante guarrilla, pero una autentica puta se distingue por como se come las pollas. Ana, quieres comer polla?
– Sí. Quiero comerme una buena polla.
– Ves como eres una zorra, te mueres de ganas de mamarsela a Alberto, desde que lo has visto no dejas de mirarle el paquete. Siempre has querido comerte una polla grande, tragatela puta!
Ana se puso de rodillas y empezó a bajarme los pantalones, se notaba que lo que su marido le decia la ponia cachonda y estaba ansiosa por chupar. Al bajarme los calzoncillos mi polla salto como un resorte y nos quedamos todos parados, como esperando el momento de verdad en que por fin Ana cataria otra polla.
Mirando primero a Juan y después a Ana, de rodillas entre mis piernas, la miré fijamente a los ojos dije lo que todos queríamos oír:
– Comeme la polla, puta.
Fue como dar el tiro de salida, Ana se abalanzó como una loca metiendosela hasta la campanilla, Juan se bajó los pantalones y empezó a masturbarse como un mono y yo apoye las manos en la cabeza de Ana para acompasarla en su mamada. Estuvimos así unos 5 minutos con un ritmo cada vez mas ràpido.
– Te gusta como te la chupa mi mujer, eh? Te gusta?
– Si, es una buena comepollas. Me gustan las mamadas muy salivadas y profundas y esta zorra sabe mas de lo que parece. Comeme los huevos puta, que tu marido vea la cara de viciosa que tienes.
– Sí, soy una puta comepollas! Me encanta tragar! Mira cariño, como tu mujer le chupa los huevos a Alberto! Esto es una polla! Quiero que veas como se corre en mi cara! Quiero que veas como a la puta de tu mujer le llenan la cara de lefa!-
Ana estaba con cara metida entre mis huevos, haciéndome una paja, mientras ella misma se metía los dedos. Seguía de rodillas pero con el culo cada vez mas en pompa, contorneándose como una gata en celo. Creo que para Juan ver así a su mujer fue demasiado y se corrió como un loco con un grito que debió oírse por todo el hotel.
-Date la vuelta, puta, que quiero darte por el culo.
– Sí, soy tu perra, dame por el culo, quiero que el cornudo de mi marido vea como me follas!
Se puso a cutro patas de cara a Juan, con el culo el pompa y apoyando la cara en la alfombra. Yo empecé a chuparle el agujero del culo mientras le pasaba un pequeño dildo por el chocho. Notaba como sus agujeros palpitaban, su culo estaba ansioso por tragar un buen trozo de carne y tenia el coño empapado. Lubriqué mis dedos con sus jugos y empecé a dilatarle el ano, metiendo mis dedos mojados con los jugos de sus corridas.
Cuando estaba tan cachondo que no podia mas lubriqué mi polla con un poco de vaselina , se la froté un poco por su raja y la encaré hacia su ano.
– Sí, follame! Petame el culo!
Se la metí muy despacio, cuando pasó el capullo el resto entro con mas facilidad. Cuando ya tenia la mitad dentro paré para dejar que su culo se acostumbrase, pero fue Ana la que de un solo empujon se la acabó de meter hasta el fondo.
– Soy tu perra! Follame duro! Mi culo quiere polla!
La agarré por la cintura y la penetré sin contemplaciones, Ana soltaba unos gemidos ahogados. Cuanto más duro me la follaba más fácil entraba. Juan estaba desnudo sin dar crédito a lo que veia.
-Nunca imaginé que eras tan puta…
Ana no respondió, solo lo miraba sin decir nada, con unos gemidos flojitos, como si se estuviese controlando para no gritar demasiado.
– A tu marido lo engañaras, pero esté culo está muy dado, no es la primera vez que te pones a cuatro patas y te petan el culo.
-…
Se hizo un silencio que a mi me pareció eterno, solo se oian mis huevos rebotando en el culo de Ana mientras ellos se miraban sin decir nada.
-…
-…Lo siento…
-…
La polla de Juan que un momento antes estaba flacida empezó a crecer por segundos.
– Eres una puta de cojones! Una zorra comepollas!! Eres una puta perra que se dejar follar del culo!! Y yo un cornudo!-
Se empezo a hacer una paja como loco mientras yo no paraba de follarle el culo a su mujer
– Sííí! Soy una puta y tu un cornudo!!
– Cuantas veces te han dado por el culo? Cuantas pollas te has comido guarra??
– Muchas!! Me encanta comer pollas! Mira como me folla este macho! Mira Cabrón!
– Te gusta eh! Eres como una perra en celo!!
– Sí! Soy una puta perra! No lo puedo evitar!! Correte Alberto!! Llename de leche!
No pude mas y me corrí como un loco, llenandole el culo de semen caliente hasta el fondo. Poco a poco retiré mi polla del culo de Ana, al salir del todo un chorro de semen salió del culo resbalando por su coño. Ana lo recogió rapidamente con su mano y se lo esparció por el chocho sin cambiar de postura.
– Juan, quieres follarte un coño de puta usado?
– Sí , mientras te follo quiero ver como se te sale la leche que te han metido en culo…la que gotee te la metere con mi polla en el coño, para que lo tengas bien pringado y lubricado…
Fue lo ultimo que oí. Me vestí y me fuí. Un trato es un trato.
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