El dia que mi marido se convirtió en cornudo consentidor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Juliana de 29 años, me describo como una mujer trigueña, atractiva, alta mido 1.78 mt, tengo ojos claros, cabello a media espalda, me coloreo el cabello castaño claro y me queda rebien por mi piel trigueña, tengo senos grandes y un voluminoso trasero en forma de corazón, desde pequeña mi madre me ayudó a cuidar y esculpir mi cuerpo, no tengo vicios y estuve participando en varios concursos de belleza, y que de paso en uno de ellos conocí a mi ahora esposo que llamaré Juan.
Debo decir que soy muy muy caliente en la cama, me encanta que me fajen duro y más cuando estoy por correrme, me gusta que tengan mucha imaginación en la cama y que hagan fantasías conmigo. Desde la primera cita me acosté con mi ahora esposo Juan, y lo hicimos cada vez que de novios salimos, él era tan caliente como yo, encontré mi alma gemela como dicen, asi que un año después nos casamos, todo iba muy bien, a los tres años de casados vino nuestro primer bebé, y como dijo mi marido, mis senos se volvieron más grandes y mis caderas se ensancharon. Es común que en la calle los hombres me digan piropos de todos colores, además que me gusta vestir sexy.
Mi esposo y yo viajamos mucho por un tiempo y a él le gustaba lucirme a donde ibamos, le gusta que me ponga ropa muy provocativa, le gusta ver como los hombres me comen con la vista y luego me llevaba a la cama y me dice al oído que todos me desean coger, pero el único que esta autorizado para cogerme es él.
Como una maldición, mi esposo resultó diabético, herencia de su familia, y de la noche a la mañana cambió su vida, tuvo que inyectarse insulina y tomar otras pastillas, poco a poco fue mermando su actividad sexual, hasta el grado que empezamos a tener sexo una vez cada dos semanas y aún le costaba trabajo mantener la erección. Visitó varios médicos pero las famosas pastillas que ahora existen le perjudicaban la presión y su ritmo cardíaco por lo cual no podía tomarla frecuentemente. Yo como dije soy muy cachonda y cuando no podía tener sexo con mi marido, lo ponía a él a meterme dos y tres dedos en la raja y unos o dos dedos en el culo hasta hacerme venir, pero al final no terminaba yo satisfecha del todo, y Juan se daba cuenta de eso.
Una noche, no se si fue planeado o no, mi marido lo niega, pero yo creo que si fue con hecho pensado. Mi esposo Juan invitó a dos ejecutivos amigos suyos de la empresa donde él labora, a cenar en la casa, eran Victor, de unos 35 años, bastante alto y de buen porte, y Nicolas, que le decimos Nico, de unos 28 años, muy guapo y atractivo, me a confesado mi esposo que Nico es un tipo mujeriego y que se ha acostado con varias secretarias en la empresa, solteras o casadas, no le importa mucho. Para esa ocasión, mi marido me dijo que sus dos amigos habían quedado impresionados por mi belleza cuando fue el aniversario de la empresa, hace unos tres meses atrás y que yo acompañé a Juan. Asi que me pidió que me pusiera ropa como a él le gustaba verme, provocativa y pegada a mi cuerpo, asi que me puse un vestido cortito de una pieza, con escote tipo strapple, que apenas tapaba la mitad de mis senos y vestido pegado al cuerpo, resaltaba mi amplio trasero, además zapatos con tacón de aguja, abiertos, siempre me pinto las uñas de mis deditos con colores fuertes.
Los amigos desde que entraron a la casa y que mi esposo me presentó con ellos, no dejaron de verme toda, Nico incluso se tocó el bulto en su pantalón casi descaradamente viendome. Primero se sentarón en la sala, mi esposo y yo les servimos algunas bebidas cargadas de alcohol, yo me senté enfrente de ellos a lado de mi marido, charlamos y Nico, que era el más joven no dejaba de verme las piernas y el escote, en ocasiones quería ver más alla. Yo me había puesto unas bragas diminutas tipo bikini. Me ponía un poco cachonda, ver a esos dos tipos tratando de ver mis partes íntimas, en más de una ocasión moví mis piernas en el sillón, dejando que ellos me vieran mi tanguita color blanca y yo vi como ellos me seguían con la vista, los estaba provocando un poco . En eso nos fuimos a la mesa, serví la cena, comimos pero seguimos bebiendo licor, yo notaba que mi marido era el que más ebrio estaba después de un rato.
En eso me fui a la cocina a preparar unas botanas, al regresar mi marido, que ya estaba ebrio, no lo había visto en muchos años asi, estaba de pie esperándome, me tomó de la mano y les dijo a sus amigos, que ya estaban desinhibidos por el licor, que yo había sido la reina de tal concurso de belleza (de hace unos 8 años), y les preguntaba si yo les gustaba, yo vi los ojos encendidos de los dos hombres que me miraban de abajo a arriba, luego les dijo que además yo bailaba bien salsa y merengue, jaló a Nico y le dijo que pondría música para bailar y que bailara conmigo, puso música salsa y sin esperar Nico me tomó de cintura y comenzamos a bailar, a mi me costaba un poco por los tacones de los zapatos tipo aguja, pero me aferraba al cuerpo de Nico. Yo sentía las manos de Nico, más que apretarme me acariciaba la espalda y mi cintura, en algún momento sentí su mano en mis nalgas, pero fueron instantes fugaces. Ante la algarabía de Victor y de mi esposo Juan nosotros bailábamos.
Al rato se puso de pie Victor y quitando a Nico, se puso a bailar conmigo, el tipo tenía unas manos enormes y su porte erguido era impresionante. Después de un rato, yo estaba un poco agotada y pedí sentarnos, esta vez quedé en medio de ellos dos y mi esposo en el sillón enfrente. Los dos amigos de Juan comenzaron a bromear y poco a poco se animaban y me tocaban las piernas, yo los quitaba, pero el otro lo hacía, todos reíamos, menos mi marido que estaba como fuera de este mundo en el otro sillón. En eso Juan se quiso poner de pie y casi se cae, los dos amigos se pararon para agarrarlo, me dijo que lo llevara a la cama, entonces yo lo fui llevando mientras Victor y Nico se quedaron en la sala. Cuando lo recosté en la cama, me tomó de la mano y me dijo que quería que me follara a los dos hombres que estaban en la sala, que él me lo pedia sinceramente. Yo le dije que estaba loco, pero me lo repitió y me dijo que me merecía que me satisficieran sexualmente, que sus dos amigos se notaba que me deseaban coger como animales. Diciendo eso y se quedó dormido sobre la cama.
Yo regresé a la sala pensando en lo que me había dicho Juan. Los dos amigos estaban en silencio, no sabían que hacer, si despedirse o quedarse, como que esperando que yo diera el primer paso. Asi que les dije -qué siga la música!!-, pusieron de nuevo la música y saqué a bailar a Nico, quien era mejor bailarín de los dos. Ahora yo me movía más, me pegaba a su cuerpo y él no desperdiciaba un instante en pasarme su paquete por las nalgas, era una escena muy caliente, no vi en que momento, Victor se puso de pie y se puso atrás de mi, o sea que quedé entre los dos hombres. Por momentos se pegaban a mi y me apretaban las nalgas y los senos, yo reía por todo, no sé por qué, pero todos nos estábamos poniendo cachondos.
–Crees que tu marido va a regresar?-, me preguntaban, yo les decía, -que va si el ya se quedó dormido-, eso animaba más a los dos amigos a tocarme y pegarse a mi cuerpo.
Luego de un rato, ellos se sentaron y me dijeron que les bailara, yo empecé danzando, y poco a poco fui haciendo pasos muy cachondos, levantándome el vestido y enseñando un poco de mis bragas y un poco de mis nalgas, ellos gritaban y vi como crecían sus bultos en los pantalones, yo también me fui excitando de verlos, me acerqué a Nico y levanté una pierna y la puse en el descanso del sillón, quedó descubiertos mis muslos y mi braguita que tapaba mi raja ya humedecida. Seguí enseguida con Victor y me di la vuelta y moviendo mi trasero enfrente de él, lo fui poniendo encima de su paquete, pude sentir lo que era ya la dura carne de Victor, luego me fui hacia Nico y le hice lo mismo, pero el no aguantó la ganas y tomándome de las caderas me sentó encima de su paquete, ellos gritaron como de júbilo y yo me quedé sentada encima de sus piernas, luego Nico me recostó en sus brazos e intentó tocarme los senos, yo lo dejé, lo hizo sobre mi vestido, luego se me acercó y me besó la boca con muchas ansias, podía sentir su lengua buscando entrar en mi boca, en principio no respondí, pero conforme pasaban los segundos su lengua y mi lengua se fueron envolviendo en una batalla feroz, compartiendo saliva, sus manos experimentadas, acariciaron mi entrepierna y sentí como sus dedos tocaron mi raja por encima de mi braguita, yo terminé de mojarme toda, mi vagina estaba hecha una sopa.
Luego de un minuto asi, yo me puse de pie, me solté de las manos de Nico, pero estaba demasiado excitada para no seguir el juego sexual. Comencé a bailar para ellos de nuevo, pero esta vez con movimientos más provocativos, me fui bajando el escote lentamente, ante los gritos de los dos varones, poco a poco les mostré mis grandes senos y mis pezones que acaricie y se pusieron como tornillos, los acariciaba con cada mano, incitándolos, los dos casi al mismo tiempo comenzaron a tocarse sus penes que amenazaban romper sus pantalones, luego ahora subi mi vestido y les dejé ver mis nalgas y mis diminutas bragas, ya eran como dos perros de caza, pero seguí danzando, en eso los dos comienzan a sacar sus penes erectos afuera, y frente a mi comienzan a acariciarlos, los dos tienes vergas grandes, muy posiblemente más grandes que la de mi marido y además hinchadas con venas que parecieran explotar de la presión y coloradas.
Luego yo saqué el vestido de mi cuerpo y me quedé en bragas y en zapatos únicamente, los dos tenían ojos de lujuria. Se me acerco primero Victor, el me jaló y vuelvo a quedar sobre sus piernas, me recuesta en su regazo y me besa apasionadamente como lo hizo Nico hace algunos instantes, yo inmediatamente respondo a su beso y quedamos unidos por nuestras lenguas y labios, siento su aliento a licor, pero besa muy rico, en eso siento las manos de Nico que se acercó y acaricia mis pantorrillas y me toma uno de mis pies, me quita el calzado y después de acariciarlo comienza a chupar los deditos de mis pies, los lame, los mete a su boca y los chupa como si fueran paletas de dulce, siento su lengua meterse entre mis deditos, eso y las manos de Victor que juegan con mis pezones me ponen ultra excitada, luego siento los labios de él apresar mis pezones y mamarlos, ohhh!! que sensación ser sometida por dos varones lindos, mi primera vez en la vida asi. Extiendo una mano y agarro la verga de Nico, esta tan dura y parece como si palpitara en mi mano, luego la acaricio subiendo y bajando por ella.
He puesto tan caliente a Nico, que después de comerse entero mis dos pies, me saca las bragas de mi cuerpo y al ver que Victor sigue mamando mis senos, separa mis piernas y ahora tiene toda la vista de mi vulva, de mis grandes labios vaginales y siempre estoy completamente depilada, siento como Nico me lame la entrepierna antes de llegar a mi vulva, luego su lengua empieza a lamer mi raja de abajo hacia arriba, hasta llegar a mi clítoris que atrapa con sus labios y me aprieta para que yo deje salir mis primeros gemidos de placer de la noche. Nico tiene mucha experiencia en el sexo oral, me tiene allí sometida dando gemidos y quejidos y mi sangre hierve en mi cuerpo, comienzo a sentir la necesidad de ser penetrada por sus penes para calmar mi calentura.
Los dos hombres recuerdo, me estaban comiendo viva, Victor mamaba mis senos y mis pezones como si estuviera lactando y Nico devoraba mi raja y su lengua recorría desde mi clítoris hasta llegar al ojete de mi culo, donde su lengua daba giros y giros alrededor de mi ano, era de locura sexual, yo no dejaba de gemir, los dos hombres me tenían al borde del orgasmo en mi propia sala, con mi marido a escasos metros de allí, minutos después Nico se bebía de mi vagina mi tormentosa venida, yo exploté y eyaculé como hacia años no lo hacía, además la ávida lengua de él me entraba algunos centímetros dentro de la vagina y me volvía loca, sentí en algún momento que toda la habitación giraba conmigo juntas.
En eso, Nico dejó de comerse mi raja y lamer mis jugos, pero lo hizo solo para quitarse los pantalones y calzoncillos, volvió solo para abrir mis piernas y meterse en medio, me puso su verga erecta y la sentí pasar frotando mis labios vaginales, luego me penetró la vagina, oohhh!! su verga era grande y gruesa, y me abrió todo el conducto vaginal, me llenó la raja de su carne y de mucho placer, luego él se puso a darme ricos bombeos profundos suaves y lentos. Al verlo fajándome Victor dejó mis senos y se levantó del sillón, dejándome solo con Nico quien puso mis pies en sus costados y siguió cogiéndome a placer, dándome una buena follada, mi raja estaba llena de mis jugos que hacía un ruido como cuando se pisa un charco de agua. De reojo vi a Victor de pie ya desnudo, viendo como Nico me follaba, él se jalaba la verga masturbandose. Luego él se fue subiendo sobre mi rostro poniéndome su verga empalada en los labios, era obvio que quería que se la mamara, abrí la boca y el me ensartó su gruesa verga, yo empecé a chupársela y el movia su cintura metiéndola en mi boca. Nunca había tenido sexo con dos hombres al mismo tiempo y me parecía increíblemente rico.
Al rato Victor no aguantó y le pidió a Nico que cambiasen de lugar, Nico la sacó y Victor tomó su lugar, sentí como su verga se fue hundiendo dentro de mi raja, a diferencia de Nico él empezó como mucha fuerza me daba tremendos bombeos que hacían rechinar el sillón donde estábamos los tres. Nico puso su verga en mi boca como antes lo había hecho su compañero, sentí e sabor de mi eyaculación y de sus jugos preseminales, todo mezclado, casi que le limpié la verga de todo eso. No pude aguantar más y me corrí estrepitosamente de nuevo.
Al rato Nico, se sentó en el sillón y me pidió que me sentara sobre su verga de frente a él, Yo me fui sentando sobre sus piernas y sobre su verga parada, me la metí todita, y como quedé frente a él, mientras yo me ensartaba moviéndome como jinete sobre su verga el aprovechaba para chuparme las tetas. Me tenía para el solo en esa posición, eso pensé, pero pronto sentí a Victor directamente en mis nalgas, detuve mis movimientos de cadera sobre Nico y comencé a sentir la lengua de Victor pasar por mi ano, me tomaba de las nalgas con fuerza y me lamía mi orto, que rico lo hacía, realmente los dos hombres tenían mucha experiencia en el arte de hacer el amor, definitivamente.
Luego Victor utilizó sus dedos para metérmelos en mi culito, primero uno de ellos me penetro, luego un segundo dedo y los movía para adentro y para afuera. Yo no era ninguna novata en el sexo anal, de hecho mi esposo en sus mejores tiempos me follaba por allí todo el tiempo. Asi que espere pacientemente como Victor me dilataba el recto con sus dedos, luego se incorporó y se colocó atrás de mi, pude sentir su verga empujando mi ano y entrar lentamente en mi recto, su gruesa verga se fue introduciendo hasta lo más profundo de mi culito, gemí, grité, me quejé, pero la verdad es que era lo más excitante que había probado, ser penetrada por mis dos agujeros al mismo tiempo, por hombres que yo casi ni conocía, en mi propia casa y con mi marido en la habitación contigua. Como si se hubieran puesto de acuerdo, los dos varones comenzaron a moverse al mismo tiempo, acompasados, hundiendo sus duras carnes en mi cuerpo que pedía más y más fuerte cada vez, hubo un momento que los tres gritamos de placer, yo fui la primera en correrme una y otra vez, no daba crédito a tanto placer sexual, en esa posición tan lujuriosa, pero ellos no daban tregua, entraban y salían de mis agujeros con ímpetu, estaban decididos a partirme en dos.
De pronto oigo gritar a Nico, -me corro!! Me coorrrooo!!-, luego un esperma caliente me inundó la raja, yo podía sentir claramente como su verga palpitaba dentro de mi, y cada palpitación era un chorro de semen que lanzaba dentro de mi vagina. Victor aceleró sus bombeos dentro de mi culo y ahora él me llenó el otro hueco dilatado de mi cuerpo, su semen me salía por el ano y se esparcía en mi entrepierna. Todavía estuvimos un par de minutos sin movernos en la misma posición, sus dos vergas fueron perdiendo dureza dentro de mi vagina y dentro de mi recto. Por fin fue Victor quien primero sacó su pene de mi agujero chiquito, luego yo me puse de pie y me desfallecí en un sillón contiguo, Nico se quedó sentado agotado por la venida tan furiosa que había tenido, Victor se sentó en otro lugar a descansar.
Yo luego recogí mis ropas y me metí al baño para limpiarme, todavía me salía semen de mi raja y de mi culito adolorido. Me tardé allí dentro, me di una ducha fría para reponer mi agotamiento, al salir los dos estaban ya vestidos y tomando un trago y fumando un cigarro cada uno. Me sirvieron un trago de licor, yo no fumo, y al rato se estaba despidiendo, Nico me pidió mi número de teléfono móvil y yo se lo dí. Ese momento fue crucial, porque unos días después él me llamó y nos pusimos de acuerdo para vernos, terminamos en un motel cogiendo como animales, fue un delicioso palo, Nico se convirtió en mi primer amante oficial. También mi marido tomo en serio lo de conseguirme hombres para que me follaran, lo cual no fue de mi gusto, porque él era quien los escogía y nunca participó en esos encuentros sexuales, solo se limita a encerrarse en la habitación. Como podrán comprender, me divorcié de Juan en menos de un año. Ya separada me hice novia de Nico y vivimos juntos un tiempo, pero tampoco funcionó, pues como me habían dicho, el es muy parrandero y mujeriego y asi no funciona.
Espero que les haya interesado y gustado mi relato…
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