EL INICIO DE FUTUROS INTERCAMBIOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi historia es la siguiente, somos un matrimonio de 22 años, durante los cuales la relación intima con mi esposa fue bastante buena pero en el último año las cosas se fueron deteriorando al punto que nuestra intimidad fue bajando constantemente y cada vez que la buscaba siempre ella tenía pretextos para evadirme, pero en cambio cuando ella lo deseaba, yo si tenía que acceder a su petición y así sucedió varias veces en el último año, pero una vez que insistí un poco más que anteriores oportunidades, me dijo que yo la estaba acosando demasiado sexualmente e inclusive podría ser violación si yo la llegaba a penetrar.
Con esto repensé las cosas y mi decisión fue no volverla a buscar y cuando ella lo hiciera yo me negaría.
Patricia mi mujer tiene cuarenta y dos años.
Ella es muy atractiva, pelo oscuro y grandes ojos azules, conserva un cuerpo que envidian sus amigas, le gusta verse bien y llama la atención por su elegancia.
Tiene unos pechos pequeños pero bonitos, un trasero hermoso y firme y unas piernas espectaculares que siempre me atrajeron.
Ante esta situación resolví gastar el tiempo y dinero que antes le dedicaba a ella, a hacer realidad un viejo sueño de comprar un vehículo de modelo antiguo, exactamente un Ford Mustang y restaurarlo como yo imagine.
Y así fue, me dedique a buscar en el mercado el vehículo deseado, no fue fácil pero lo conseguí y todos mis ratos libres se los dedique a trabajar en el, los fines de semana y en espacios que me quedaba libres entre semana, con esta actividad siempre estaba físicamente cansado y cuando se volvió a presentar la ocasión que ella me busco, desde luego yo me negué porque en realidad estaba agotado, y así sucedió dos o tres veces más, hasta que en la última oportunidad se enojo tremendamente y comenzó a decirme que si era que yo ya tenía otra mujer, o que si ya no se me paraba y para rematar que si era que me había vuelto homosexual.
Le dije que simplemente igual que a ella le había sucedido muchas veces que estaba cansada o sin deseos cuando yo la buscaba, yo lo había aceptado sin ninguna discusión y sin ofenderla.
La relación quedo algo afectada y yo continúe con mi proyecto, de manera que mis deseos de estar con ella se fueron borrando, el cansancio físico me ayudaba a mantener mi posición.
Pero como siempre sucedió, que cuando yo no estaba con ella su genio se le alteraba terriblemente, ahora estaba sucediendo igual pero en mas alto grado.
Eran evidentes sus deseos de tener sexo, pero conmigo no había posibilidad.
Por aquellos días me encontré con mi viejo amigo Álvaro, nos conocimos en la adolescencia compartimos muchos momentos propios de la juventud nos comentábamos todo porque teníamos mucha confianza ya que nuestras confidencias solo quedaban entre nosotros.
Ese día nos fuimos de copas, con el consabido problema cuando llegue a casa que se me presento con Patricia, pero no me importo.
Lo que sucedió en medio de las copas fue muy importante, y habiendo bebido bastante vinieron las confidencias sobre la marcha de nuestros matrimonios y termine contándole la situación que estaba viviendo, el me pregunto que tenía pensado a futuro, le dije que aun no sabía, que por ahora estaba dedicado a la reconstrucción del auto y ya después vería que hacer.
Seguimos conversando y de pronto llego el tema de los intercambios de parejas y los dos coincidimos que esa era una fantasía que muchos deseábamos realizar pero no nos atrevíamos a compartir con nuestras esposas y en medio de mi alicoramiento le propuse a Álvaro que se cogiera a mi esposa y él me dijo… pero como me propones eso? Le dije… ya a nuestros años ese tema de fidelidad ya está mandado a recoger por eso te lo propongo.
El me dijo y Patricia que dirá? Le dije no sé.
Lo cierto es que esta en un momento de deseo sexual a más no poder, pero yo sé que no tiene con quien desahogarse, así que si creamos la oportunidad posiblemente resulte.
Y no se dijo mas sobre el asunto quedando de conversar nuevamente en los días siguientes.
Como no esperaba que el me llamara a preguntar sobre el tema, yo lo llame a la oficina y le recordé la propuesta.
Me dijo que si estaba seguro de lo que le proponía.
Le dije que absolutamente seguro.
Quedamos que ese viernes lo invitaba a nuestra casa aprovechando que mis dos hijas estarían en un paseo de su universidad y si tomábamos unas copas con Patricia, ya veríamos que sucedía.
De siempre conocí las habilidades de conquistador de Álvaro, por lo cual confiaba que se iba a realizar lo que le había propuesto.
Le comente a Patricia el día anterior que Álvaro vendría a casa para hablar de un asunto de trabajo para que lo asesorara y ella como buena anfitriona preparo algunas viandas y yo me ocupe del licor.
Me asegure que hubiera suficiente del licor preferido de Patricia y para nosotros lo acostumbrado.
La noche del viernes llego, y en principio nos reunimos Álvaro y yo en el estudio supuestamente para hablar de trabajo, pero en realidad lo que hicimos fue perfeccionar la estrategia de la noche, cuando pasamos a la sala, Patricia tenía todo muy bien dispuesto, además como siempre estaba muy atractiva, ella llamaba la atención por su elegancia con sus pechos pequeños pero bonitos, su trasero hermoso y firme y las piernas espectaculares que saltaban a la vista gracias al vestido enterizo a media pierna que resaltaba todos sus atractivos.
La conversación fue muy amena, Álvaro con sus apuntes jocosos hacia reír a Patricia, ella estaba más del lado de el por la indisposición que tenia contra mí por no haberle atendido sus deseos de sexo en los días precedentes.
La noche fue pasando y las copas fueron rodando, yo me ocupe que a Patricia y a Álvaro no les faltara licor en sus copas, en cambio yo me controlaba para no perder la oportunidad.
Puse música muy propicia para bailar y mi amigo que es un excelente bailador invito a Patricia a que danzaran un poco, lo cual ella lo hace bastante bien, decidí dejarlos solos y con cualquier excusa me fui a la cocina y por el camino baje la intensidad de la luz.
Estando solos Álvaro no perdió la oportunidad, sabiendo que contaba con mi complicidad.
Por mi parte, el hecho de sucediera algo entre Álvaro y Patricia me tenia muy excitando y mi polla comenzaba a erguirse.
Me demore todo lo que pude y a la distancia escuchaba risas nerviosas de mi esposa, lo que indicaba que Álvaro estaba haciendo su oficio.
Cuando regrese todo volvió a la normalidad, pero empecé a simular bastante alicoramiento para más tarde retirarme a mi habitación, cuando lo hice minutos después vino Patricia a verme, pero fingí estar profundamente dormido.
Ella salió y cerró la puerta y volvió a donde estaba Álvaro.
Con la habilidad de conquistador que de siempre le conocí, yo sabía que esta oportunidad no la iba a perder y pronto obtuvo de Patricia el primer beso en la boca y enseguida vinieron las caricias, inicialmente sobre el vestido y luego por debajo, llevándola a la excitación necesaria para lograr su objetivo.
Siempre supuse que sería difícil que Patricia accediera a las intenciones sexuales con otro hombre, pero seguramente al existir cierta afinidad con Álvaro, y sus deseos sexuales acumulados sin atender, posiblemente esto sucediera.
A la distancia yo observaba el desarrollo de los sucesos, mi erección estaba al límite entonces decidí guardar un recuerdo de esos trascendentales momentos y comencé a grabar un video de con mi celular de todo lo que podía, acercando las imágenes para ver todo en detalle, así que me sorprendió la dotación con que la naturaleza había premiado a mi amigo su tamaño bastante generoso.
Álvaro continuó besando su cara hasta llegar a sus carnosos labios y esta vez pude ver como pasaba su lengua sobre los labios de mi esposa.
"Bueno, veremos qué pasa" Pensé, creyendo que ella se pararía y se iría.
Pero en vez de eso, volteó su cara hacia Álvaro y empezaba a decir algo, cuando el presionó sus labios sobre los de ella y podía yo adivinar que la lengua de él se deslizó en la boca de Patricia.
La vi entrecerrar los ojos, sujetarlo del antebrazo con su mano izquierda y devolverle el beso.
Se estaban besando apasionadamente, podía ver que él exploraba con la lengua la boca de ella que sacaba su lengua al encuentro de la de él.
En un rato más ella era la que succionaba suavemente la lengua de él, que bajó su mano y empezó a pellizcarle suavemente un pezón.
Yo me quedé loco de excitación
Ella le tomó suavemente por la muñeca retirándole la mano de su seno, pero él simplemente se agachó más y la deslizó bajo su falda para acariciarle los muslos.
Mi mujer separó su boca de la de él y viéndolo con cierto entusiasmo, supongo que le decía que no deberían estar haciendo esto.
Podía yo verla sacudir suavemente la cabeza.
Pero no se le veía molesta o incómoda.
Él le acarició la mejilla y tomándola por la nuca se inclinó nuevamente hacia ella y pasó su lengua sobre los labios de ella repetidas veces hasta que logró que abriera nuevamente la boca y volvieron a juguetearse mutuamente con sus lenguas.
Él volvió a meter su mano bajo el vestido, sin que ella tratara esta vez de retirarla, antes al contrario, la capturó con la mano de ella, permitiéndole pasar más allá de sus muslos.
Podía yo adivinar que él trataba de meter sus dedos en su tanguita para acariciarle la vagina que estaría húmeda y sabrosa que hasta el momento fue exclusividad mía.
Mi miembro estaba duro como de acero, me lo saqué y empecé a a acariciarla de arriba abajo, pensando que pronto ella lo cortaría, o yo entraría en el momento preciso.
Él se enderezó y me sorprendí cuando vi que se abrió la bragueta y se sacó la verga, la sostuvo con una mano y lo acercó a los adorables labios de mi esposa.
Ella se echó atrás sorprendida, mirándola fijamente, pero él simplemente moviendo sus caderas acercó el glande hasta que empezó a pasarlo suavemente sobre los carnosos labios.
La vi sacar la lengua y lamer con ella la punta enrojecida, movió entonces la cabeza y dejó que todo el largo reposara dentro de su boca.
¡Hombre que caliente estaba esto! Mi esposa hasta ese momento, según sabía yo, no había visto la verga parada de otro hombre y ahora tenía una en su boca.
Era más larga y gruesa que la mía, con el glande en forma de hongo.
Mi esposa volteó hacia todos lados, no había testigos.
Giró hacia arriba viéndolo y él se movió guiando nuevamente su glande hacia los suaves labios.
¡Yo estaba enloquecido! Aquí estaba mi hermosa mujer chupando la verga de Álvaro y yo estaba al tanto de lo bien que ella sabe hacerlo.
Ella adora mamar verga.
Estaba totalmente posesionada de su papel de mamadora.
Moviendo rápido adentro y afuera la verga, retorciendo su lengua sobre el glande y luego introduciéndose toda la estaca hasta la raíz, o por lo menos tratando de hacerlo.
Luego la abrazó por detrás y la jaló a la orilla de la silla y le levantó la falda dejando a la vista su tanguita.
Ella trató de incorporarse apoyándose en los hombros de él, moviendo la cabeza de un lado al otro obviamente negándose, pero eso no lo detuvo a él de bajarle la minúscula tanguita.
Luego se levantó aún sosteniéndola por las piernas y sin hacer pausa se dejó caer sobre de ella y le encajó lentamente su enorme verga hasta la raíz en la estrecha vagina de mi mujer.
Mis ojos casi se paralizan, mi verga estaba palpitando y se ponía cada vez más dura de lo que nunca había estado mientras veía yo a este amigo enterrar su verga en la vagina de mi mujer.
Nunca la había yo cogido tan fuerte, tan rápido, tan profundamente.
En ese momento el vestido de Patricia estaba recogido en la cintura ya que él se lo había bajado de los hombros y la falda se la había subido para quitarle la tanga.
Álvaro por su parte estaba desnudo de la cintura para abajo y en principio ella estaba sentaba al borde del sofá para facilitarle la follada pero después cambiaron el se sentó y ella se subió sobre él y comenzó a subir y bajar por la poderosa verga de Álvaro, al tiempo que su respiración se agitaba mas y mas.
En esta posición podía ver cada penetración además de sus hermosas nalgas que acompañaban el abrazo que le daba la vagina de Patricia a la verga de Álvaro.
Ellos se besaban apasionadamente y Álvaro no paraba de masajearle los senos a Patricia para excitarla al límite.
Viendo esta escena me anime, me desnude de la cintura para abajo, tome aceite y empape muy bien mi verga y camine derecho a la espalda de Patricia.
Ella no me vio llegar solo se dio cuenta cuando me sintió a su espalda, sorprendiéndose, pero le dije no te preocupes, continua y empecé a acariciar su culo, metí primero un dedo, luego dos y cuando creí oportuno acerque mi verga y la comencé a meter.
Ella nunca antes lo había aceptado en el pasado pero ahora no decía nada, con un poco de esfuerzo entro la cabeza de mi verga y luego sin la menor dificultad se fue el resto.
Estando los tres conectados comenzamos un movimiento sincronizado con Álvaro y Patricia empezó a gemir y a soltar pequeños griticos por la excitación máxima que estaba disfrutando y así estuvimos gozando al límite hasta que ella dijo que no podía más, me corro, me corro decía y Álvaro y yo apuramos los movimientos para estimular nuestras vergas y dejar toda nuestras descargas dentro de Patricia.
Los tres respirábamos agitadamente y comencé a pensar que pasaría a continuación.
Pero al separarnos Patricia se fue al baño, Álvaro comenzó a vestirse para marcharse a su casa y yo me fui a mi cama.
Nadie hizo ningún comentario.
Espero que esto sea la puerta para futuros intercambios.
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