EL INTERCAMBIO HIZO QUE ENCONTRARA EL AMOR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
En mi vida sexual solo existía ella, pero a pesar de mis esfuerzos, nunca la vi siquiera gemir, en esa época ya, ella deseaba, tener intercambios de pareja decía aburrirse, decía querer que probaramos cosas nuevas decía que lo hacia mas por mi, cuando en realidad no estaba ni minimamente interesado en nada de aquello, finalmente termino convenciéndome una noche, aunque acepte, en realidad no estaba ni minimamente seguro de nada, como le dije muchas veces, ella lo arreglo todo, a su manera.
Mido un metro ochenta y dos centímetros, peso 84 kilos, fibrado, no estoy nada mal de polla 19 centímetros, gruesa y tengo mucho aguante en la cama, se que a veces he perdido oportunidades con las mujeres pero prefiero tener a mi lado a alguien que realmente quiera y desee eso no quiere decir, que sea un soso en el sexo, una vez en la cama con esa persona pierdo la cabeza.
Esa noche hace casi un año, era junio del año pasado, fuimos a una cena, conocí a Claudio y Lorena, esta alta de pelo negro ensortijado, de boca grande y amplia sonrisa, pero timida tan timida en esa situación como lo estaba en parte yo, pues Claudio empezó hablando conmigo, pero pronto se dedico a mi esposa y a darse cuenta que ella como el llevaban la voz cantante en eso, todo se había planeado para estar en un hotel ellos en una habitación nosotros en otra, pronto me di cuenta que no era la primera vez que ambos se veian, fue como un flash una voz interior que me decía que aquello no era lo que parecía, nada mas cenar, fuimos al hotel, desde que salimos del restaurante se empeñaron en hacer el papel de que nosotros eramos una pareja Lorena y yo y ellos otra, iban agarrados, comiéndose en el camino, todo parecía irreal, mientras por detrás Lorena y yo íbamos, como dos amigos pero dos amigos bastantes distanciados, solo charlábamos.
Llegamos al hotel casi ni nos esperan pronto ambos se metieron en su habitación y nosotros nos vimos forzados a entrar en la nuestra, Lorena se ducho apareció apareció con una gran toalla, se sentó en la cama entre me duche, sali también con una toalla, entonces, escuché los gritos de la habitación contigua escuche a mi esposa gritar una y otra vez, hasta que paraban al poco volvían, mientras que Lorena en esas se desnudo totalmente se coloco a 4 patas y me dijo vamos, lo decía sin la mas minima convicción como estaba yo en esos momentos, no hice nada entonces ella termino estirándose en la cama y empezó a llorar, me confesó que era la primera vez que lo hacia, que su marido la tenia amargada desde hacia dos años, con aquello, que sabia que tenia varias amantes, que estaba harta de él, que ya no sentía mas que asco con él que hacia mas de 7 meses que no se acostaban juntos, simplemente estuvimos hablando hasta el amanecer los dos, de los dos y sobre los dos, ya ni siquiera me afectaba los gritos que a veces exhalaba mi esposa o su esposo en la habitación contigua.
Bajamos los dos solos sin haber dormido en toda la noche, desayunamos, sabíamos ambos la vida entera del otro, jamas me había confesado con una mujer de esa forma ni ella con un hombre, Lorena no tenia tampoco hijos, 29 años, yo 30 años, finalmente nos reunimos los cuatro, de nuevo sobre las diez y media, ellos seguían en su papel de marido y mujer, ya fuera del hotel, yo tenia el teléfono de Lorena y ella el mío, finalmente marchamos ya cada cual a su casa, en el asiento del coche a mi lado iba mi esposa, por primera vez en mi vida no sentía nada hacia ella ni bien ni mal era como una extraña ella me pregunto como lo pase le dije que bien como había acordado con Lorena, los siguientes días, mi esposa no sotaba el teléfono siempre hablando con él, pero sabia que había una mentira en todo aquello una enorme mentira, mi esposa empezaba a decir tan tranquila cuando la echaba en falta por la tarde como tantas veces en esos años, solo que ahora lo decía abiertamente estoy con Claudio tomando un café o de compras, hasta que volvieron a arreglar una nueva cita esta vez para todo un fin de semana, a esas alturas tres semanas después de la primera cita, ya estaba yo muy distanciado de mi esposa, ya me rondaba otras ideas por la cabeza, aunque apenas habíamos hablado por teléfono Lorena y yo.
Esta vez alquilamos un apartamento en la playa aun no habíamos cogido las vacaciones de verano, ellos desde el principio pues fuimos en los dos coches, hicieron de nuevo el papel de pareja nada mas ir a la playa, volvimos a encontrarnos Lorena y yo a solas en el viaje, de nuevo hablamos de mil temas, esta vez era como si el coche que iba delante con nuestras parejas nos importara un bledo como así era, sin saber que el desenlace de ese fin de semana iba a ser transcendental, para todos, llegamos en la tarde nos instalamos, de nuevo cda cual en una habitación de matrimonio, tenia el salón cocina y baño, salimos a cenar y de ahí, ellos decidieron ir a la playa lo comprendimos rápido querían follar en la playa, nosotros nos fuimos de nuevo al apartamento, quedamos a solas nos duchamos, pues había una enorme calor, encendí la tele los dos en toalla, en el salón, los dos en aquel enorme sofá, comenzamos charlando pero en su voz reconocí un deseo distinto, no era como aquella noche en el hotel, al igual que yo, al poco estuvimos besándonos, mi boca recorrio su cuerpo desnudo centímetro a centímetro parándose, en sus senos en su sexo, su cuerpo temblaba en mi boca, sus gemidos Lorena se corrió con una fuerza desconocida para mi, entre gritos, cuando terminó segui con mi boca recorriendo su cuerpo mientras ella se recuperaba, pronto lo hizo sentándose ahora en el sofá yo que estaba de rodillas en el suelo me hizo levantarme metiéndose mi polla en su boca, jamas mi esposa había hecho aquello de esa forma con esas ganas de querer ver como disfrutaba yo, lo saboreo una y otra vez mi polla como mis huevos, casi idolatrándolo, hasta que se la saco y me hizo arrodillarme de nuevo, lo hice, le meti mi polla ella dio un fuerte y largo gemido sus piernas se aferraron a mi cuerpo sus manos a mi pecho a mi vientre mientras me movia ella intensificaba sus gritos y gemidos
Entonces, cuando estábamos en lo mas álgido abrieron ellos la puerta mi esposa y su esposo, pero ni me importo Lorena se sobresalto pero la aguante y segui follandola, ellos cerraron quedándose mirando estábamos casi terminando los gritos de Lorena fueron aun mas fuertes aumentados por aquel morbo y yo la folle mas rápidamente alzándole las piernas bien altas ella se pegaba mas a mi, hasta que dando gritos se corrió, entonces exploté yo, quedamos aun varios segundos mas apretados los dos, mientras ellos sentados en los sillones de la cocina americana nos miraban, levanté a Lorena con todo mi careto ella estaba ahora cortada pero cuando vio mi seguridad y firmeza me siguió y entramos en el baño desnudos los dos, allí la bese mientras nos duchábamos, cuando sali fui a mi habitación y le recogí su albornoz, entonces, ellos comenzaron a pelearse entre si mi esposa y Claudio, por fin la cosa cogia forma pensé mi esposa había descubierto que al menos tenia otra mas, cuando terminaron de pelearse mi esposa segura se acerco a mi diciéndome que nos marchábamos, la miré y le dije te iras tu y no con mi coche y tu señalando a Claudio pues si te quedas te quedaras el fin de semana solo si esta se va dirigiéndome a mi esposa, mi esposa me dijo que coño te pasa, me levante y se lo dije a los dos, pero que creeis que somos tonto, ya os conocíais de antes, sol que queríais hacerlo ante nuestra cara, quiero el divorcio y te advierto que cojas lo que diga el abogado, no creas que te pertenece algo de la herencia de mis padres, solo de la parte mia, mi madre lo ato todo muy bien sin yo saberlo, me fui hacia Lorena y le dije me gustaría que nos conociéramos mas tranquilamente los dos, si tu quieres, si dices que quieres el divorcio de él, allí mismo Lorena también se lo pidió.
Esa noche los dos se acostaron juntos no se oyo nada, solo los gritos de Lorena y mio esa noche, estuvimos hasta el amanecer, tres días después, mi ex esposa se quedó con nuestra casa, y un dinero, todo mucho menos de lo que ella esperaba, y comencé una nueva vida, pronto conviví con Lorena es como haber encontrado mi media naranja, en todo, hace dos meses que esta embarazada y estamos como locos esperando, en la parte de la cama, no me canso de escucharla como gime como consigo, llevarla una y otra vez, al cielo, como siento cuando su boca devora mi cuerpo, el indescriptible deseo con que lo hace, no hemos vuelto a ver ni a una ni a otro, ni queremos oir ni hablar de intercambios de parejas o otrs cosas lo respetamos si y gracias a ello nos conocimos, pero nos bastamos los dos, para tocar el cielo
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