EL JUEGO SOLO HA COMENZADO
Cuando descubres que la persona que te interesa se presta al juego que tu propones.
El juego solo ha comenzado
-Lo primero que debes hacer es crearte una cuenta en Tinder,
-Pero yo aún no tengo ánimo para andar buscando alguien a quien ir a la cama.
Podéis imaginar, eso realmente es lo que le contestaba hace dos meses a mi amiga Luisa, tan solo un mes después de haberme divorciado. Me llamo Ana, y como os he dicho me divorcié hace un mes, tras una vida en pareja algo tortuosa, con un marido machista para mí, pero no para él y todas sus amigas con las que se ha estado acostando desde que nos casamos, eso quizá sea el motivo de no tener hijos, la inseguridad que siempre me transmitió.
Ahora me iba a liberar de esa carga que he tenido durante los últimos años, con la ayuda de Luisa creé un cuenta en Tinder, no sabía si ser honesta o mentir como hace tanta gente, los 45 años se convirtieron en 42, la talla del pecho la aumente una, porque en un futuro pienso retocarme, la foto con cara pixelados, una nueva cuenta de correo como ana42divor@, Twiter e instagram, y poco más, lo demás era todo cierto.
No tardaron el llegarme mensajes, seguí los paso que había leído en una revista, tener un número de móvil diferente para estos casos, y si decidía acabar, no me molestarían al mío habitual. El primero fue un chico joven de mi ciudad, solo quería tener una aventura con una “vieja”, por descontado le colgué, no podía imaginar que fuera tan descarado y me tratara como una “vieja2, eso que había retocado la edad, ahora otro todo lo opuesto, bastante mayor de lo que deseaba, y vivía a 300 km. de mí, ahora un divorciado, después una soltera que pensaba que era lesbiana, un horror, me fue fatal, bloqueé la cuenta y pensé vivir tranquila, si salía alguna aventura y lo veía interesante la cogería.
A nuestro oficina llegó Marco, un nuevo compañero, había pedido el traslado de otra ciudad, pronto congeniamos, la primera semana coincidimos en el café de la mañana, hablamos de nuestras vidas un poco superficialmente, y dejamos claro que los dos estábamos disponibles, no tardo en invitarme a salir a tomar una cerveza el viernes por la noche, aprovechando que no conocía la ciudad lo llevé de un lugar a otro, nos despedimos hasta el lunes proponiendo que la semana que vine teníamos que volver a salir y de ahí no paso la cosa. El fin de semana llegó y se excusó porque tenía una visita imprevista, yo me quedé en casa, recuperé la cuenta Tinder y me puse a ojear, mi sorpresa fue encontrarlo allí, se publicaba tal y como era, decía ser divorciado, se había trasladado a una nueva ciudad y busca relacionarse con chicas, en un apartado de “preferencias”, indicaba que era activo en el sexo, y que le gustaría tener un trio con dos chicas, llamé inmediatamente a Luisa, teníamos que idear algún plan para divertirnos, a mi me podía identificar, pero a Luisa aun no la conocía, por lo que ella se creó una cuenta con el nombre de “Piscis69”, algo exagerada, pero eso en este mundo no importa, todo lo contrario y contactó con él, le dijo que éramos dos chicas de su ciudad de cuarenta años aproximadamente, que habíamos visto su interés y que nosotras también buscábamos lo mismo.
No tardo en contestar, el propio sábado, nos preguntó si quedábamos para tomar una copa y conocernos, Luisa le contestó que pasaríamos de preliminares que ya teníamos un sitio público de confianza, el disponía de su apartamento y lo ofreció, pero si nos presentábamos en su casa , descubriría todo, Luisa sabia de un club que disponían de alquiler de habitaciones “cuarto oscuro”, le envió un mensaje y reservó el domingo por la tarde, confirmaron que si, Luisa comunicó con Marco para darle la dirección y le expuso unas condiciones que había que cumplir: No hablamos mientras practicamos sexo, La habitación tiene que estar a oscuras, si le apetece algo en especial lo puede pedir, pero no significa que nosotras lo queramos realizar y cuando terminamos salimos unos minutos antes que él.
Acepto a todo, incluso se ofreció pagar la habitación, nosotras por el whatsapp le dijimos que en esta ocasión corría de nuestra cuenta.
Ahora tocaba preparar todo para no ser descubiertas, me excitaba saber que iba a follar con alguien que deseaba sin que el supiera mi identidad, no era necesario complicar demasiado la indumentaria, ya que estaríamos a oscuras, o podíamos tener una leve claridad y usar antifaz, si, pensé que era mejor, llamé a Luisa y le propuse ir a una sex-shop a buscar algún tipo de antifaz de encaje o satén, nos colamos en uno que hay en el casco viejo de la ciudad, bastante discreto, pero una vez dentro tienen una oferta magnifica, yo había estado allí una vez con unas amigas para comprar una verga de goma para regalar a una amiga en su despedida de soltera, nos divertimos mucho imaginando con los disfraces, de policía, de sirvienta, de sado etc. Al final elegimos un antifaz de encaje y un conjunto compañero de pantis para mí, Luisa uno de satén rojo con un tanga del mismo tejido y color, creo que no se vería demasiado pero lo importante era que se intuyera.
Me pasé el domingo probando mi disfraz, repase mi cuerpo, probé diferente peinados mientras intercambiaba whatsapp con Luisa, fue tan divertido que se pasó el domingo volado, ella pasó por casa después de comer y desde allí saldríamos con nuestras bolsas en un taxi hacia el destino
Llamamos al local para decir que nos adelantaríamos 30 minutos para vestirnos o mejor desvestirnos, también ver la intensidad de luz, aunque eso era muy fácil, ya que la podíamos regular nosotros desde el interior, la habitación me sorprendió por el tamaño, era más grande de lo que esperaba, imaginaba un cuarto cutre pequeño y oscuro con una cama con luces en el centro o algo parecido, realmente era grande y confortable, la cama en un estrado grande , podía tener 2.5×2.5m, un baño con ducha y jacuzzi también con la luz regulada en intensidad, y un pequeño vestidor con un sofá y perchas para dejar las pertenencias, nos cambiamos , pintamos nuestros labios de un rojo bien subido, yo me coloque unas sandalias negras aunque no creo que apreciara el color, pero me hacía sentir más sensual, le pedimos que nos avisara cuando llegara nuestro invitado, sonó el teléfono de la habitación
-“Srta. Piscis, su visita ha llegado”
Marco entró algo confuso, pronto sus ojos se adaptaron a la oscuridad, yo permanecía recostada de una forma sensual, desnuda sentía un poco de vergüenza, pensaba que me podía descubrir, solo con el antifaz , pantis y sandalias, me había recogido el pelo con un cogido en la nuca, Luisa con su antifaz y tanga rojo, su melena rubia le caía por los hombros Luisa le indico por gestos donde podía cambiarse, no tardó ni un minuto, volvió del cambiador y se colocó en la cama entre nosotras, realmente no sabía por dónde comenzar, fuimos nosotras las que nos acercamos a él, le acaricié la cara y el pecho, venía bien afeitado, su cuerpo olía jabón, era un olor muy varonil, toqué sus manos, besé sus hombros, después la cara hasta llegar a la boca, Luisa se fue directamente a su polla, que sin estar totalmente dura ya se mostraba de un tamaño más que aprobado, no besamos, metió su lengua en mi boca, y me estremeció, tenía que ser prudente o en un minuto me veía con un orgasmo encima, Luisa comenzó a chupar, Marco se empleó en mis pezones, era todo un maestro, yo quería hacerme la dura pero él tenía más experiencia que nosotras dos.
Seguí acariciando su cuerpo, su piel era suave, sedosa, aun no se mostraba húmeda, mientras Luisa seguía chupando su polla, la veía entre la oscuridad, y la escuchaba como con la boca bien salivada entraba y salía, yo me dediqué a besar su cuello y morder su oreja, parece que era un punto débil, ya que de momento se excito, me volteo y abrió mis piernas, su boca entro como un rayo y su lengua me penetró, jugó con mi clítoris, era un maestro, como si me hubiera tocado yo misma, se me escapó un gemido, pensé que me podía delatar, pero no creo que él me relacionara con su compañera de trabajo, mientras me chupaba, Luisa comenzó a chupar mis pezones, no imaginaba que ella tuviera esa maestría, ni que acabáramos en algún momento teniendo una relación lésbica, pero entre los dos me estaban dando mucho placer. Ahora le tocó el turno a Luisa, era excitante oír como gemía cuando el chupaba, yo quería corresponderla y me posicioné sobre sus tetas, mis labios succionaron los pezones, pero ella me rechazo, me agarro indicando que pusiera mi coño sobre su boca, monté sobre su cara con las pierna abiertas, Luisa estaba totalmente ida, por un momento pensé que todo se iría al traste, que nos descubriría el primer día, y mientras ocurría eso note como comenzaba a temblar estaba teniendo un orgasmo bestial, me chupaba con tanta fuerza que casi me hacía daño, hasta que quedo extenuada, mientras nosotros estábamos en pleno calentamiento.
Marco monto sobre mí , abrió mis piernas con sus rodillas y su polla entro suavemente mi vagina estaba bien lubricada, sentía como embestía con sus caderas, notaba como la punta de su verga se abría paso hacia dentro de mí con una facilidad espantosa, nos besamos, me mordía en el pecho, en los pezones, me hacía daño, no quería escapar, ahora su espalda se había puesto húmeda, mis sandalias habían desaparecido, y mi antifaz casi también, noté que se iba a correr dentro de mí, lo retire violentamente, y eso hizo que se quedara algo cortado, yo quería aquella polla en otro sitio, cuando el entendió que lo que deseaba era que se viniera dentro de mi boca se excitó aún más, y así fue como recibí el primer de muchos futuros lechazos en mi boca y en mi cara, no quería pensar, solo disfrutar el momento, había deseado convertirme en eso y lo había conseguido, me caía la leche por el cuello hacia mis tetas, que deberían de estar rojas, incluso algún morado acabaría saliendo al día siguiente, pero me daba igual, quería más. Luisa no tardo en dejar bien limpia esa polla que ahora estaba más floja, pero hinchada medio dura.
Luisa se montó a horcajadas sobre él, las manos de Marco apretaban sus tetas, ella se estaba calentando, los dos se estaban calentando, él volvió a estar preparado y ella se dejó caer introduciendo la verga que apuntaba al techo, en la oscuridad pude ver la cara de placer de los dos, comenzaron una cabalgada de placer, ella gemía, él le azotaba en el trasero, yo busqué la boca de ellos, pero estaban el uno para el otro, hasta que descargo dentro, muy dentro de ella, Luisa volvía a estremecer su cuerpo, temblaba, nunca la había visto así, lo que los franceses llaman “la petite morte”, se estaba manifestando un orgasmo sin fin, por un momento creí que mi amiga se iba al otro mundo en la mejor de las situaciones, hasta que cayó sobre él, se abrazaron, me uní a ellos y quedamos recostados los tres cuerpos , en un amalgama de bocas, y lenguas, sin mediar palabra nos fuimos al baño, nos cambiamos y salimos de la habitación como habíamos convenido, esperamos desde el taxi a una distancia prudencial y lo vimos salir, no se molestó en buscar si estábamos en las inmediaciones, él había cumplido con todas las expectativas, marchó por la acera en dirección opuesta a donde nos encontrábamos nosotras.
Ya en casa mientras caía el agua por mi cuerpo pude ver lo que presentí, varios morados en mi pecho, sonreí y pensé que el juego solo había comenzado.
Lunes (en el café de la mañana)
Buenos días Marco, ¿qué tal tu fin de semana?,
-Bien, tranquilo, salí el viernes con unos amigos y el resto del fin de semana lo pasé tranquilo en casa, ya sabes series de televisión, leer etc., ¿y tú?
-También en casa, la tarde del domingo la pasé con unos amigos.
-Siento no haber podido salir contigo el fin de semana
-No te preocupes, lo entiendo
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