El regalo de Mirta.
Por cosas del destino tuve un accidente hogareño y eso trajo que enyesaron una mano por quebradura del meñique, mi mejor amiga sabía que era «cuidada» por mi nieto, mi nieto postizo y ella. Pero deseaba que yo tuviera algo diferente ya que me encontraba dolorida por contracturas..
Estuve enyesada en mi mano derecha por mas de un mes, esto me tenía muy muy mal, pese a que tenia la atención necesaria de mi nietito, Ale, mi sobrino o Mirta la mano me tenía de regular humor.
Ya pasados 20 días mi querida amiga y psicóloga no tuvo la mejor idea de contratar una “masajista” muy especial para que me descontracturára, para eso lo preparo para un viernes y pasar un fin de semana tranquilo y “relajada”.La profesional era una señorita de unos 30 años que traía su propia camilla para realizar el masaje.
Mirta la trajo y la chica se presento como Mariana, podía distinguir la hermosa figura que estaba debajo de sus ropas pese al abrigo, me dijo: “ponete cómoda o sea desnuda, aquí esta calefaccionado y te será placentero”
Yo fui sacándome la ropa y ella se saco el abrigo, tenia un guardapolvo color maíz muy al cuerpo, parecía elastizado, muy corto, sus piernas eran envidiables ya que eran torneadas y ella en comparación a mi estatura era alta, se denotaban unos buenos pechos para su edad.
Al terminar de armar la camilla puso una gran toalla y me tapo con otra.
Comenzó a pasarme una crema y a masajear todo mi cuerpo con energía, deteniéndose en los “nudos” que encontraba en mis músculos.
Al pasar unos 45 minutos el masaje se fue convirtiendo en una caricia placentera, hasta que note que iba buscando los puntos de excitación.
Al bajar por la espalda cada vez llegaba mas cerca de mis glúteos, hasta llegar a ellos donde primero los masajeo enérgicamente y después fueron caricias de placer, y bajando con sus manos a m i entrepierna.
En eso momento yo ya estaba muy relajada, pero el calor de sus manos me erizaron todos los pocos pelitos que tengo y mi sexo empezó a vibrar imaginando la experiencia de una buena masturbación paga.
Ella siguió con el masaje pero llego solo a rozarme los labios de mi vagina, logrando que mis deseos se incrementaran, siguió por mis piernas y fue relajando todo mi cuerpo.
Cuando termino en mis pies, me hizo girar y quede boca arriba, totalmente desnuda, ella se desabrocho el delantal que tenia y pude ver que tenia una pollera muy corta,(realmente envidiable, me recordaba mi juventud) y un corpiño negro, hermoso, que permitía ver que sus pezones estaban duros y erectos.
Mi imaginación volaba, pero siempre la realidad supera la ficción, así que imaginen lo que viene ahora.
Volvió a comenzar de mi cabeza a mis pies, logrando llevar mi espíritu a un estado casi de ensueño. Sus masajes en mi cabeza, rostro y cuello me permitían ver sus pechos muy cerca de mi boca y la tentación de prenderme a ellos era irrefrenable, esto me puso mas caliente cuando bajo por mis hombros y tomo mis pechos, apretándolos con dulzura y rozando mis pezones que estaban duros por la situación, creo que me estaba mojando.
Se acerco a mi oído y me pregunto si me gustaba, Yo, atine a decir un “me encanta” y mis manos buscaron su entrepierna, al encontrarla me encontré con la grata sorpresa de que ya ella estaba sin bombacha y pude conectarme con una vulva hinchada y suave, totalmente depilada.
Fue bajando cada vez mas a sentir sus manos de lleno en mi vulva y sus caricias se hacían mas intensas, con sus manos suavemente fue abriendo mis piernas para tener un mejor plano para hacerme gozar.
Me pidió que mantuviera los ojos cerrados y que viajara con mi imaginación para estar en el lugar mas placentero que deseaba, no se dio cuenta que estaba en ese lugar.
De repente sentí algo mas calido y húmedo, su lengua trataba de hacerse lugar en mi “chochito” y eso me hizo abrir bien mis piernas y recibir ese masaje lingual que estaba esperando. Fue despacio y rápido fue mas que placentero, me chupo me mordió con sus labios metió sus dedos, en mi mente esperaba que se subiera y chocara su concha contra la mía para que se enamoraran con frenesí en una lucha de placer.
En un momento comencé a sentir esa sensación única e inexplicable de que estaba por tener mi orgasmo tan deseado, y … Se dio cuenta!!!, me tomo de mis caderas con energía y su lengua se retorció dentro mío, comence a sucumbir y acabe, acabe, acabe y su boca succiono mi clítoris como una aspiradora haciéndome llegar al cielo, creo que me dejo tiritando.
Un segundo después sentí sus labios sobre los míos, aspiré el perfume de mi sexo después de un momento único.
De repente volvía sentir una lengua sobre mi vulva y una mano acariciando mi barriga, comprendí que mi gran amiga Mirta había disfrutado del espectáculo con mis ojos cerrados y ahora estaba dándome y dándose placer chupándome como solo ella lo hace.
Esto dio inicio a otro momento placentero que nos llevo a las tres a la cama, la cual nos sirvió holgadamente para disfrutar.
Las caricias, besos, chupadas y metidas de dedos en todas nuestras zonas erógenas nos llenaban de una experiencia sin igual.
Me llevaron a sentir, con sus cuerpos y con los aceites y fragancias que se sentían en el ambiente cosas muy lindas, cosas que acaparo para hacer sentir mejor a quienes estan conmigo.
Pude comprobar algo, no hay mejor estimulante para la libido y para nuestra satisfacción que nuestros sentimientos, si bien este masaje sexual pago fue maravilloso y una nueva experiencia para disfrutar.
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