El verano de nuestras vidas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Joselyne, y corría el verano del año 1991 a mis tiernos 15 años, mi familia planificaba estas vacaciones durante unos meses de anticipación y llegado el día, era motivo de alegría, al encuentro de la aventura y la emoción propia de la adolescencia. Para este verano en particular, a parte de mis padres y mi hermano menor, nos acompañaba mi prima, la favorita de mis primas!, que era como una hermana y mi mejor amiga, a pesar que teníamos 2 años de diferencia. Todo corría casi normal, con la monotonía de la rutina natural de una familia de clase media, que solo quiere disfrutar los días de relajo fuera del estrés, y en una época de la vida donde todo tiene que ser perfecto, sol, playa, arena, y el mar,, el balneario?,, Ventanas! un pueblo costero de Chile. Hasta ahí todo bien, pero al transcurrir de los primeros días, notaba a mi prima distraída y distante,, el motivo?, un muchacho!, el típico chico de playa, Marcelo, delgado, de cuerpo fibroso, de piel morena, cabello desordenado y una sonrisa que iluminaba todo, y atendía un quiosco, donde vendían, pelotas de playa, lentes de sol, paletas de helado, además tenían el control de las duchas y los baños públicos, y yo, celosa de esta situación, el quitaba la atención nuestro tiempo juntas con mi prima. Mi prima una chica linda a sus 17 años, y vale comentar que hoy en día es una mujer muy guapa, de cabello color castaño, de silueta delicada pero con unas piernas y un trasero muy tonificado por producto del vóley que practicaba en el colegio, una carita ya bronceada que por producto del sol se le llenaba de pecas coquetas y asían aún más graciosa y linda su cara, ella, andaba totalmente embobada con el muchacho de este verano, y no, y yo celosa cuidaba de no perderla de vista, hasta ese día donde estábamos recién acomodándonos en la playa con mis padres, los quita soles y las toallas, ella se perdió de mi vista, e instintivamente , ya como acostumbraba mi prima, dirigí mi vista hacia el quiosco, supuse que estaba ahí!, con el!, que mal, ya me sentía incomoda tener que buscarla, y deje que transcurriera el tiempo necesario para salir a su búsqueda. Ya había pasado un poco más de 1 hora, la cual se me fue tirada de espalda al sol, no sentí que hubiese sido tanto, pero al ver que no llegaba fui a su búsqueda, me acerque al quiosco donde en remplazo del muchacho había una señora de mucha edad, gorda, la cual me provoco miedo y vergüenza preguntar por el, me entro la ansiedad de la ausencia y por qué no! El miedo, levante la cabeza dirigí mí vista hacia la orilla de la playa tratando de distinguir su traje de baño que en esa época estaba de moda, de color flúor amarillo intenso, pero no estaba bañando su cuerpo en el mar, la conocía no podía estar lejos, mire en dirección a la calle donde transitaban mucha gente y vehículos, me dirigía hacia el borde del pavimento, en dirección hacia la calle, quería a cortar camino por un pequeño callejón muy estrecho que solo mi cuerpo delgado caía por ahí, y daba justamente la parte trasera del quiosco, baños y duchas que administraba el mismo negocio, pasaba por ese lugar en particular cuando siento la risa en carcajada de Viviana, mi prima, -¡lo estaré imaginando!- pensé, me detuve y trate de concentrar mi atención a volver a escuchar eso, mientras miraba a mis pies, -ja, ja, ja- si! Exclame,, es la risa de ella, me incline en el espacio estrecho, el cual estaba tapado entre panderetas y vehículos estacionados, y trataba de despejar del ruido de ambiente, y concentrarme en su risa, y una risa ya más tosca pero de un matiz de varón joven acompañaba a las carcajadas suaves y calladas de mi prima, es Marcelo! Dije a mi interior, apegue mi oreja pequeña de niña, abultada por mi pelo recogido detrás de ella, y mi corazón comenzó a palpitar más rápido de la ansiedad y de los celos que el chico hasta ese entonces provocaba en mí, en mi búsqueda de acomodar mi oído en el punto exacto de donde provenían las voces silenciosas, y en el recorrido apegada a la tabiquería improvisada, sentí una saliente filosa en mi oreja la cual se trataba de un orificio de un clavo errado, y que me permitía ver la escena más impactante, curiosa, mesclada con emoción, y al pasar del rato de acostumbrar a mi ojo a la penumbra de la sombra dio paso a la curiosidad seguida de la excitación. El orificio solo me permitía ver parte del cuerpo de ambos, que comenzaba de sus cinturas hasta un poco más abajo de sus rodillas, podía ver como las manos, del joven acariciaban las nalgas redondas de mi prima y ella repetía las caricias en el cuerpo del muchacho, podía ver como sus cuerpos se juntaban, y se movían rítmicamente, al mismo compas, sus vientres y cinturas, podía oír el eco de los besos apagados de sus labios, y la respiración jadeante de mi prima acompañada de los pequeños quejidos de Marcelo, ahí estaban ellos dos parados frente afrente podía ver el rose de los muslos musculoso del joven, con los muslos tonificados de ella, el empujaba su pelvis al vientre de mi prima y ella le permitía el acercamiento, colocándose de puntilla en forma intermitente, el separaba la costura del traje de baño, del trasero de mi prima permitiéndose, poder meter sus manos dentro, perdiéndose de vista, entre la tela del traje de bajo y por entre los glúteos del cuerpo de ella, y ella, a su vez también perdía sus manos, por detrás de la parte baja de la espalda del joven, dentro del bermuda de Marcelo, el en un movimiento brusco mete su mano más adentro y le dice suave, – estas húmeda- ,, – si!- responde ella, con vos silenciosa y entre cortada, sacando una de las manos del interior de Marcelo, y llevándolo al entre medio de sus piernas, saca su mano rápida mente de esa zona de su cuerpo y veo como mueve sus dedos experimentando la suavidad de la humedad que le había detallado el chico, – ji, jiji, ji- ella ríe nerviosa, y pierdo de vista esa mano que creo que la subió para rodear el cuello del joven, el cual responde de un agarrón al trasero de mi querida prima hundiendo los dedos en sus nalgas, ella de una forma instintiva poco preparada sube la pierna derecha, tratando de acomodarla en la huesuda cadera de Marcelo, dejando a mi vista el bulto que se asomaba por debajo del traje de baño del chico, obvio a mis 15 años, si bien no experimentada, y hasta ese entonces, ingenua o infantil, yo tonta no era, podía darme cuenta que ese bulto se trataba del pene erecto del joven que frotaba todo su cuerpo, que enérgicamente respondía a ese estimulo mi prima. Estaban en ese trabajo, cuando escucho la voz de mi prima, decir,, -Hagámoslo por encima-, dando por seguido el acto de empujar al muchacho al otro extremo del bañadero, ampliando un poco más la imagen, en donde él apoya, su espalda en las tablas permitiéndome ver el torso desnudo, su abdomen marcado por su improvisada musculatura, y al tiempo que mi prima bajaba su bermudas, me permitía ver como asomaba su miembro, erguido, rígido, parado y que al tirar el pequeño pantaloncillo hacia abajo, hiso un movimiento de rebote , la cual mi prima detiene con sus manos, pequeñas y delicadas, y a ese efecto el pene, el primer y más hermoso pene que había visto hasta ese entonces, se veía gigante en las palmas y por entre los dedos de ella, y el efecto de las caricias y el apreté que hace con ambas manos, hace salir un líquido, transparente y de aspecto viscoso, con el cual comienza a jugar y esparcirlo por toda la cabeza, y el tronco del pene, ella cubre el cuerpo alto y moreno de Marcelo, con el de ella, delicado dejando a mi vista la espalda de Viviana, y su trasero, redondo, joven y tonificado, podía escuchar el jadeo y la respiración acelerada de ella, y podía observar el movimiento que ella ejercía por encima de él, con sus piernas muy juntas, y el arqueo propio del movimiento que producía su tronco y los glúteos del trasero de ella, que frotaba por encima del muchacho se pudo ver como el pene asomaba por entre los pliegues, de las nalgas de ella, incrustado, metido entre sus carnosidades, saliendo del orificio del pene, en forma repetitiva ese líquido viscoso, que caía a pequeñas gotas que terminaba por pegarse en las piernas y los glúteos de mi prima, de repente un ¡Hay! Violento por parte del, hace que el ritmo del movimiento de mi prima, baje de intensidad, logro oír un –Me duele-, que te duele? Responde mi prima, -tu traje de baño, me rosa muy fuerte el pene-, entonces mi prima trata de solucionar en forma rápida la queja de Marcelo, y logro ver que por entre medio de sus piernas en un movimiento de arqueo de sus piernas bronceadas, se logra ver los dedos, finos y pequeños con sus uñas cuidadas, que brillaban en la penumbra, separo la parte baja del calzón flúor del traje de baño hacia a un lado, dejando a la mi vista, los labios vaginales, que también brillaban lustrosos por efecto de su propia humedad, y se podía apreciar como los bellos púbicos rizados tanto de ella como los de él, se acariciaban mutuamente la parte baja se sus genitales, después de apartar a un lado el calzón, ella posa su vagina en el tronco del pene, que no penetraba al interior de ella, pero se podía ver brillante, lustroso bronceado, como satisfacía la ansiedad, inquieta de mi prima, podía ver todo su pene erecto, rozando la zanja rosada que se producía comenzando desde el botón del ano de mi prima terminando apretujado por los labios vaginales de ella, a horcajadas trataba de ocupar el lugar de donde pertenecía por naturaleza geométrica, pero mi prima evitaba la penetración, y al escapar de la cavidad carnosa de la vaginal terminaba por chocar en las carnosidades del botón del ano, pero ella tenía el control del movimiento, que de suave se transformaba en frenético, y en minutos violento volviendo nuevamente a la suavidad de un propia de un cuerpo tierno y delicado, mientras el solo disfrutaba y trataba de controlarla, incrustando sus dedos en las caderas de mi prima, el arqueo su tronco donde mi prima tuvo que acomodarse a la postura de él, lo cual permitió dejar más a la vista toda la vagina en su brillante esplendor, y por parte de Marcelo, me dejo ver toda la plenitud del pene erecto que tomaba una forma venosa gruesa terminando en una cabeza hinchada lustrosa, rojiza, ella solo frotaba y el comenzó a moverse de forma violenta y obscena, clavándose en los glúteos y de vez en cuando la punta del pene se hundía tanto en la entrada de la vagina como en el botón del ano, hacían ese ejercicio, en una forma rítmica cuando mi prima hace un brinco, y un quejido ahogado en un beso, que expresaba molestia y un dolor placentero se dejo escuchar dentro de la pequeña habitación, interrumpía la escena, los dos quedaron estáticos y mi prima enderezo mas sus piernas, quedando de puntillas de sus pies, el aferrado a los glúteos de las nalgas de mi prima, pregunta con voz muy baja, -Te duele?!-,, lo cual ella responde con un si ahogado en sollozo,, él relajo las piernas, y hace un movimiento torpe, lo cual mi prima responde con un apurado, -no te muevas!-, el quedo estático por unos segundos, y ella comenzó a incorporarse nueva mente al movimiento, despacio, volviendo a apoyar la planta del pie, por completo a las tablas del piso húmedo del lugar, y seguido doblo las rodillas, el por un acto natural abrió los pliegues de las nalgas, y veo con horror y excitación como el pene se perdía por completo dentro de mi prima, por el ángulo del cual me encontraba, no podía distinguir en donde entraba de esa forma tan majestuosa ese lindo pene que ya se me hacía grato mirar, solo lograba distinguir que el ritmo lo volvió a controlar ella, mezclándolo con quejidos, que de alguna forma los repetía, en mi propia respiración, que de vez en cuando, cerraba mis ojos tocando por instinto mi cuerpo y mi vulva por encima de mi traje de baño que logro notar que al igual que a los amantes, que observaba tan atentamente, estaba húmeda, al tacto, mis bellos púbicos estaban empapados de esta viscosidad, que por algún motivo olfatee y acto seguido, seguí torpemente tocando, e imitando el frote que observaba del pene en la vagina de mi prima, y mis sentidos se desplegaron mi cabeza se abombaba sentía que el corazón estaba metido en mi cabeza, mis piernas tiritaban sintiendo a ratos que perdían fuerzas, temblaba mi cuerpo completo, me agradaba esa sensación de soledad e intimidad, que experimentaba en ese momento, quería más, quería sentirme llena de alguna forma, y quise dar el paso más osado y rebelde contra mi propio cuerpo, metí mi mano directamente al tacto piel con piel con mi vagina, que estaba muy mojada, mis dedos chapoteaban con esta tibia humedad, y podía sentir que mi vagina estaba caliente, directa mente mi palma frotaba enérgicamente el clítoris, y las yemas de mis dedos, rosaban cosquilleaba la entrada de mi ano, nunca antes lo había hecho, tenía miedo de provocarme algún daño si hacia algo más, con lo experimentado ya era suficiente, pellizcaba mi clítoris y siento unas ganas de orinar mezclado con un remezón eléctrico en mi cuerpo, creo haber tenido unas ganas de llorar y reír a la misma vez, a esta altura de mi vida lógicamente lo que experimente fue un orgasmo, que a ese entonces no entendía, suspiraba muy profundo, y trataba nuevamente de volver a mi ritmo natural de respiración, lo cual hacia forzosamente, con inhalaciones profundas y exhalaba, lentamente, le había perdido la atención a los dos que estaban encerrados ya por mucho rato, había perdido la noción del tiempo, volví a acomodar mi ojo a la improvisada perforación, y tarde unos segundo a acostumbrar a mi vista a la penumbra de la habitación, solo escuchaba los jadeos y los quejidos de ambos que de alguna forma se escuchaban más fuerte, sentía como algo pegaba cachetadas rítmicas, y ya incorporada mi visual, vi como los amantes habían cambiado de posición, ella estaba colgando del cuerpo de él, con sus piernas rodeando fuerte mente las cintura por sobre las caderas del muchacho, y el, a su vez, la sostenía con toda su manota esquelética agarrada del culo redondo de ella, y permitía levantarla y dejarla caer de lleno arriba del pene tieso de Marcelo, ella se dejaba tomar y daba empujones torpes con sus glúteos permitiendo la entrada del pene dentro de su cuerpo,- Eso!- el pene de el donde estaba, había perdido ese detalle del ejercicio que hacían dentro de la caseta, no podía ver bien por el ángulo, del cual me encontraba, cuando un ,, -Hooo!!!-,, – Haaa-,,, y gruñidos que el hacía, lo combinaba con el doblar de las rodillas del muchacho, lo cual permitio que mi prima ese pequeño movimiento del, parapara más la cola permitiendo ver como el lustroso pene entraba por el ano de Viviana, dejando solo los pequeños testículo fuera de su cuerpo, los cuales semejaban tener vida propia ya que se movían solos y el pene grueso pulsaba, ella gritaba para sus adentros cortando el ahogo en besos salivosos, del muchacho, solo alcanzaba a ese instante a ver la barbilla de ella de hundía en los labios de Marcelo, quedan estáticos por un largo rato, ella no se podía separar de él, sus talones que no podía ver, se notaba que aprisionaban la cintura del muchacho y el traba de descansar el cuerpo pequeño de mi prima en sus muslos musculosos, y con el pene siempre dentro de su cavidad anal, que también se notaba brillosa, y mi prima ni dejaba de frotarse su propio cuerpo en contra el cuerpo moreno de Marcelo, un,, -Haaaaaaaa!-,, largo de satisfacción se escapa de la garganta de ella, reflejándolo en el relajo que produjo su cuerpo que estaba tenso, inerte el pene muy inesperadamente cae desde dentro de ella, dejando caer otro tipo de líquido, ya de color blanco y espeso cuajado, de la punta del pene hinchado, y ella, lleva su mano izquierda, por detrás de ella tapando la entrada de su ano con sus dedos, para que escapase más de ese líquido, que ya parte de sus muslos y pantorrillas estaban chorreadas, el apurada mente, la le alcanza a sus manos un jarro con agua que sacaba de un balde cercano a ellos y ella a chorros dejaba caer por su vientre para terminar botando a chorros este líquido espeso blanco, mezclado con el agua, suelta un chorro de orina, mientras el pene en forma horizontal apuntaba la frente de ella, deduje que ese líquido que primera vez lo veía, era el semen de él, mientras ella terminaba de lavar su intimidad. Era la primera vez de todo el rato que miraba la cara de mi prima, yo estaba a escasos centímetros de ella solo nos separaba las tablas del tabique, tenía su cara diferente, sus mejillas de un rojo intenso, y sus ojos muy brillosos, con una expresión, muy adormecida, se terminó de acomodar el calzón de traje de baño, y se dio cuenta que el pene estaba a la altura de su cara con aun con gotas de semen asomando lo toma con su mano derecha lo acaricia, y lo dirige a su boca envolviéndolo con sus labios rojos al natural chupando con dulzura la cabeza del pene, pasando su lengua por el tronco del cuerpo del pene, y bebiendo el semen que restaba por caer del interior del miembro, podía escuchar el sonido gutural que producía su garganta al tragar el líquido, que en mi provoco un arcada de asco, lo cual me imagino escucho mi prima por que dirigió suavemente la vista hacia donde me encontraba y logre apreciar que ella por un segundo me observo, me asuste, chille, me sorprendió, como si yo estuviese haciendo algo malo, me sentí culpable, también acomode mi traje de baño, me pare y corrí a donde estaban mis padres, en silencio durante todo lo que resto del día. Ya para la cena, después de pasado lo ocurrido durante la tarde en la estadía en la playa, y por mi parte teniendo un silencio, evitando el contacto visual con mi prima, solo se me venían las imágenes, a mi cabeza, repetitivas, en forma reiterada, los cuerpos, la humedad, el pene de aquel muchacho, todo me resultaba inquietante, excitante, y después de haberme auto explorado solo esperaba el minuto de poder estar sola y volver a tocarme para sentir nuevamente esa sensación eléctrica en mi cuerpo que me gustó tanto experimentar. –Que pasa niñas?-,, pregunta mi mama, y yo sonriéndole, y ocultando mis pensamiento de golpe, respondo con un nada corto, mi prima hace un pequeño contacto visual con una sonrisa tierna, extiende su mano y toca mi brazo haciendo un pequeño movimiento de caricia. Ya terminada la comida ella me busca en mi dormitorio, donde lo compartimos, me pregunta si era yo la que estaba detrás de las duchas en la playa, y obvio le respondí que sí, – Y que alcanzaste a ver?-,, me pregunta con su voz suave,- La verdad,, todo, lo vi todo!-,, -¡Qué horror!-,, exclama aterrada llevando sus manos a su cara, pro sigue diciendo, – que vergüenza-, -no le cuentes a los tíos por favor-,, -Tranquila, no diré nada-,, le respondo tratando de tranquilizarla, porque lo hiciste? le pregunto, -no se me deje llevar, no supe lo que hacía hasta cuando ya estaba en los brazos de el- respondía apenada, -tu sabes que con eso podías quedar embarazada!-,, tratando de llevar la conversación con madures, y ella me tranquiliza bajando el tono de voz, -no te preocupes, no eyaculo dentro de mi vagina!-,, – y acaso no es lo mismo?- pregunto sorprendida!, ella se ríe de mi pregunta, – Noooo,,, bueno está de más explicar por dónde tenia metido su pene, y por ahí no se queda embarazada-,, respondo con un Mmmmm! Dudoso, a esa edad y en esa época no era un tema que dominara muy bien, me acompañas ahora verlo?, me pregunta como rogándome, estaba a punto de responder con un no!, cuando entra mi mama a la habitación, y lo primero que pregunta si saldremos al centro del pueblo a los juegos mecánicos, que estaban instalados en el borde costero, y adelantándose a la mi respuesta, Viviana responde con un Siii! Entusiasta que ilumino la cara de mi mama, -Bien pero no regresen de muy tarde, antes de las 10 de a noche las quiero en la casa, eran un poco más de las 6:15, y me toma del brazo y yo aun con mi pelo húmedo por la ducha, alcance a tomar un chaleco, y Salí corriendo a la par con mi prima, ya en la playa no fue difícil encontrar a Marcelo, caminaban unos pasos más delante de mi tomados de la mano yo los veo, y no puedo evitar que las imágenes enciendan mi imaginación después de haberlo visto hace unas cuantas horas atrás, desnudos y fundidos en un solo cuerpo, se mezclan por entre la gente, se me pierden de vista, y al re encontrarlos los veo besándose tímidamente, trato de hacerme la loca ante aquella escena, y después de un rato se acerca Viviana y me comenta que ira al quiosco, que está en la playa, y si yo puedo esperarla en los juegos por un rato,- Nooo!, no me dejes sola por favor-,, le suplico, hace una mueca, con sus labios y me toma del brazo un poco brusca y me dice -entonces qué?, quieres acompañarlos?,, – no sé pero sola yo no quiero estar, menos acá!-, ella suelta un suspiro, se encoje de hombros, y me dice, – ya Ok, está bien vamos todos-, y caminamos todos tomados de los brazos en dirección al quiosco, aún era claro y el sol aun entibiaba por entre el viento frio de la playa, entramos al quiosco, y el saco tres refrescos, de cola, pero la diferencia que el marcaba que el tenia escondido una botella de pisco, combinándolo con su refresco, invitando a beber a mi prima y de vez en cuando a mí, comenzamos una charla, donde contábamos cosas personales cada uno de nosotros, experiencias en la escuela y el relataba como era su vida en el eterno balneario, y seguimos bebiendo del licor que preparo de forma improvisada, -ella estaba espiándonos detrás de las duchas-, comenta ella, -¡Queeee!- responde el, soltando una carcajada irónica y burlesca, -en serio!-, tratando de reafirmar lo dicho por mi prima, -Siiii!- responde toda agrandada, mi prima tratando se hacerse notar más adulta, como si lo que hicieron escondidos en las duchas fuese lo más normal del mundo, -y que viste-, pregunta mirándome a la cara,,, después de un corto silencio mirando al suelo,,, respondo, – todo-,,, vuelve a reír, incorporándome a su risa y uniéndose a las carcajadas Viviana, por un largo minuto nos reímos, y él se acerca a mi prima y le roba un beso, el cual ella responde abriendo su boca de una forma muy obscena de ver, se sentía el respirar, mientras reían con sus bocas pegadas, seguían bebiendo, y él le dice, – ves que no era para asustarse tanto!- , ahora que importa, lo que paso, o si vuelve a pasar-, acercando sus cuerpos aún más comenzando a frotarse pero ahora vestidos, ella lo aparta sin hacer mucho esfuerzo, ya para, en un tono, desafiando a que siga con el acercamiento fortuito, -Y qué?!, si ya vio todo, total estando acá o afuera ya sabe lo que hacemos-, -claro!-,, responde ella con los labios pegados a los de él, si claro sigan si quieren me salgo por un rato, haciendo un movimiento con mis piernas, pero ella me detiene diciendo, tranquila que no pasara nada de lo que yo ya no haya visto, siguiendo el beso largo y bullicioso al choque de sus lenguas ahora tenía más de cerca el espectáculo, ella se dejaba tocar el trasero por Marcelo, y él se dejaba tocar el bulto por encima del pantalón por mi prima, ella de alguna forma mete su mano dentro del pantalón, dejando notar que tenía agarrado el pene del muchacho, lo hacía sin ninguna vergüenza, sabiendo de mi presencia ahí en el mismo sitio, el responde entre risas y quejidos, con sus manos al igual que ella por debajo de su pantalón más apretado, que para facilitar el trabajo tubo que desabotonar, y metiéndolo por entremedio de la ropa interior rosa de ella, -Hay!, Hay, uffff, comienza a quejarse, por instinto me acerque a mi prima para auxiliar a sus quejidos, y ella pasa su brazo derecho por mi cuello ayudándose a sostener su cuerpo con el mío, estaba yo parada al medio de los dos, sintiendo el aroma que emanaba de sus genitales, mirando como el la deseaba con besos en el cuello de ella, y escuchando como mi prima repetía calladamente y suave,, – Qeee,,, riiicooo,,, huyyy,,, ufffff,, hooooo!,- mi corazón se aceleró, y puse mi mano por la espalda de Marcelo, comencé a jadear al ritmo de mi prima, solidarizando en su placer, y a sus quejidos, ahogados, miraba donde estaba la mano izquierda de ella, y se ayudaba a sostener, agarrada del pene dentro del pantalón, ella tenía sus ojos cerrados y su boca abierta, tomando bocanadas de respiros, entre los sollozos, y él tenía su cara hundida en su cuello y sus pequeños hombros, y yo solo quería volver a ver el pene de él, que de un tirón del botón del pantalón que el ayuda a desatar de una forma muy fácil, salta cubierto por la mano de mi prima que no soltaba por nada, el baja un poco más abajo de las caderas de mi prima su apretado jeans, y acomoda con la mano aun aferrada de mi prima por entre los pliegues de la vagina de ella, y comienza a moverse, rosando el rosado clítoris que asomaba tímidamente de los labios vaginales de Viviana, y yo lo observaba, y de cierta forma ayudaba a que eso ocurriera pase mi mano derecha la cintura de mi prima y con mi mano izquierda la cintura de Marcelo, incorporándome a los movimientos de los dos, mientras mi prima hundía sus uñas en mis hombros, y el e abrazaba con su brazo fuerte, derecho, apretando con sus dedos mis caderas, ella con un grito, para la acción,, – Nooo, tu sebes que no, no puede entrar ahí-,, le dice enojada al chico, -perdóname- , le ruega el, deteniendo los movimientos mi prima me mira fijamente vuelvo a ver su rostro rojo, y su vista adormecida, se sale del miembro de Marcelo que ya lo pude ver muy tieso apuntando hacia arriba el cual no podía despegar mi mirada de ese hermoso pene, él se dio cuenta que no podía dejar de mirarlo, y i prima se colocó entre los dos, quedando el, detrás de ella acariciando su cuerpo, y espalda, obligándolo a sentarse en una pequeña banca que había ahí, ella se agacha un coco y saca unas de las piernas del jeans, sentándose arriba de él quedando solo con uno sus zapatos, sus calcetines de adolecente, y su calzón arrugado entre las ropas, ella ya sentada arriba de él, se frotaba el pene con su vagina, él la agarraba de las caderas, desnudas, y ella pegaba pequeños saltos sin dejar de soltar mi brazo derecho, yo miraba como el pene asomaba por las el vientre de mi prima, su cabeza roja y era más grande lo que yo dimensione cuando observe detrás de las duchas,- lo haremos como hoy en la tarde?- pregunta con vos de súplica Marcelo, – Siii!- responde ella, – pero mójame bien-le pide al joven amante, y hacían todo como si yo no estuviese ahí, mi prima se levanta un poco las caderas y el humedece con su pene la entrada del ano de mi prima, yo ya no aguantaba más, y me senté arriba del muslo ya desnudo de Marcelo, literalmente en el muslo derecho, y comencé a mover mis caderas adelante y hacia atrás, con mis jeans puestos cerré mis ojos mientras apoyaba mis manos en los hombros de mi prima, baje con mis ojos cerrados mi mano derecha hacia debajo de mi prima quería tocar ese maravilloso pene y logre sentir la humedad de mi prima, lo húmedo de sus pelitos, de su zona púbica al igual que yo toque su vagina y la tenía muy caliente y seguí mi ruta por encontrar el pene hasta que lo logre, llevando mis dedos a la punta de la cabeza, que trataba de entrar por los pliegues del ano de mi prima y por alguna razón se le dificultaba, escuchaba a mi prima decir, -cuidado, cuidado, huy, hooo!- la mire, y le pregunte, -¿la quieres adentro?- y me respondía entrecortado,, – Siii, siii- ,, -Te duele?- ,, pregunte, -un poquito-, me responde, – quieres que te ayude?-,, y sus ojos llorosos me miran sorprendida,, y responde,, -Y cómo?-,,, me pare frente de ellos y me agache hasta la altura de sus genitales, abriendo más las piernas de ambos, hundiendo mi cara por entre medio de los dos, con mis manos masajeando los pequeños testículos de él, y con mi mano izquierda masajeaba los labios vaginales de ella el pene se suelta violentamente de las carnosidades de mi prima apuntando directamente a mi nariz, lo acaricie con las dos manos lo apreté un poco más , y combinando los jugos de la vagina de mi prima con los jugos de él lo frote para hacerlo más resbaloso y lubricado, mi prima se da un pequeño brinco y acomode el cuerpo completo del pene en la entrada del ano de ella, y vi como la roja cabeza comenzaba a hundirse dentro de ella, comencé a pasar mi lengua por arriba de los testículos con pequeños pelitos suaves de él, mirando como lenta mente se introducía hasta lo último dentro de Viviana, -Huuu!!,,, Haaaaj!- gime el, -Hay, hay, huy,, no te muevas, no te muevas,- le repetía a ella y comenzó a subir a bajar por todo el cuerpo del pene del joven, de aquel pene vigoroso, ella comenso ha moverse más rápido el incorporo a los movimientos de ella mientras yo desabotonaba mis jeans y comencé hacer el mismo proceso de la tarde era exactamente igual pero con ese pene más cerca, y mis manos mezclada con sus jugos, chupaba de vez en cuando los testículos y los gemidos míos se mezclaban con los de mi prima, baje un cuco más mis pantalones casi pos debajo de mi trasero, y no dejaba de frotarme, mi vagina , y mi prima toda abierta de piernas bajaba y subía por el pene de él muchacho, me puse de pie y comencé a frotar mi vagina en los muslos de Marcelo yo también abierta de piernas lo humedecía tratando de acercar lo que más podía mi vientre, con el mi prima, quería sentir el rose y el calor de él, me tomo también de mis nalgas acercándome a los cuerpos de ellos, era fuerte sus manos, mientras mi prima comenzó a gritar –No ,,nooo no Hay hay- y yo trataba de consolarla acariciando su vagina, y ella tomaba mis manos y las hundía en su vientre, y yo aprovechaba de tocar el pene que estaba más caliente y mojado, soltó un –Hooooo-, yo la abrase muy apretada a mi cuerpo, -huy que rico!- exclamo, -yo quiero también- ,,, le dije,, – por favor-,, – estas segura Jose-, – siii, por favor-, el escuchaba no se hiso el tonto, y comento , -quieres sentir lo que sintió Viviana?-,, -claro, quiero sentir, lo deseo-, respondo temblorosa, mi prima se levanta, de arriba de él, y él se acomoda nuevamente a recibir a su nueva y joven amante, que era yo, me paro frente de el con mis ojos cerrados para que el dirigiera mi cuerpo al suyo entregándome por completo, siento sus labios hacer contacto con mi ombligo, y bajando con cortos beso hasta mi zona privada, que soltaba con la lengua de este joven insolente, que chupaba y mordía a gusto mi vagina, yo en todo eso no abría mis ojos solo dejaba llevar por lo que él me hacía, nuevamente mis muslos comenzaron a temblar y mis piernas no podían el peso de mi cuerpo el me sostenía, con sus manos en mis nalgas yo casi sentada en sus manos levante una pierna y la puse por arriba de sus hombros, y mi prima ayudaba por detrás mientras el lamia mi vagina mi prima seguía frotando su vagina en el húmedo pene de Marcelo, yo estaba aferrada de los brazos del muchacho, me habría las puertas del placer con quien experimentaría un rito sagrado, que involucraba mi sexualidad y lo compartía con la persona que más amaba a ese minuto, Mi adorada prima, era mi cómplice, mi testigo silenciosa, mientras me abandonaba a las caricias que me daba con su lengua Marcelo, siento como uno de sus dedos inquietos, entra por mi orificio anal, mi reacción fue abrir los ojos y agarrar su pelo desordenado, y provocando un grito de desesperación de mi parte, pidiendo que no lo metiera mas pero tampoco lo sacara, porque me gustaba, el muy delicado seguía tratándome con delicadeza, me tranquilizaba con las caricias otorgadas por su lengua y sus manos y hunde un poco más su huesudo dedo que lo saca lo humedece con sus labios y lo vuelve a meter, en esta segunda metida provoco mas placer que dolor sentía que el también temblaba, hasta sentirlo todo adentro de mí, comenzó por sacarlo y meterlo suave lo mojaba más y repetía la acción, ya después sentía dos yemas abriendo paso, metió uno, y tímidamente metió el otro, solo las puntas de los dedos, yo di otro brinco pero de sorpresa no de dolor y rei, y ayude a que entrara más,, se me transformaba en un desafío personal,, quería saber hasta dónde podía llegar o cuantos dedos podía meter,, y de un de repente a otro ya tenía tres dedos entrando y saliendo y yo gemía como un animal, escuchando los cuidados de advertencia de mi prima que contemplaba como el hacia el delicado trabajo de dilatar mi ano, – Huy, advierte ella, ya parece que estas lista a recibir, al igual que yo el pene, Marcelo se para frente de mí, me besa la mejilla sintiendo el aroma de mi vagina en su boca, y besa a Viviana volviendo a frotarse con ella sus genitales,, pegados, pensé que ya se había olvidado lo que yo quería pero no soltaba mi cuello con su mano de hombre joven, me toma de las caderas, me acomoda delante de él, me inclina solo un poco apoyándome en el mesón del quiosco, y siento como comienza a frotar su pene entre mi vagina, y mi ano, lo fregaba fuerte sentía el calor de sus líquidos que emanaba de su pene, siento con susto como el pene solo se acomodaba a la entrada de mi vagina, mi prima estaba al lado izquierdo mío y sentía su mano como dirigía el pene y con la otra mano abría las nalgas para facilitar la penetración que pronto comenzaría, y yo esperaba ansiosa,, porque tengo que admitir que quería tenerlo adentro ya no importaba mucho si era en mi vagina o en mi ano,, solo lo quería que llenase el espacio sentía vacío dentro de mí, ella reía y estimulaba tanto a Marcelo como a mí, y yo sentía la cabeza caliente del pene de mi joven que estaba a punto de iniciarme, al parecer ella aparta el pene de mis cavidades, lo chupa, por lo que alcanzo a mirar por sobre mis hombros, y sentí su aliento caliente chocar en mis glúteos, el se agacha un poco y pasa su intrusa lengua, humedece, y vuelve introducir, sus tres dedos, duros en mi ano, que yo recibo con movimientos suaves la penetración de estos, vuelve a ponerse de pie chocando su dura cabeza del pene con mi clítoris y mis labios vaginales, y yo al contacto gimo y vuelvo a moverme, como para facilitar la entrada de este, se hunde un poco en mi vagina, siento un pequeño ardor, me asusto doblo un poco mis rodillas y siento como la cabeza del pene se acomoda en la entrada de mi ano, y vuelvo a la postura inicial con la cola muy parada y siento como algo un poco más caliente que los dedos de Marcelo, entra, llenado mi interior y al sentir esa cosa dura que palpitaba dentro de mí, y sentía como invadía cada centímetro de mi cavidad yo estaba extasiada, y a la posición que él me tenía sentía una suave presión y cosquilleo en mi vagina pero por dentro, él ya se movía empujando no tan rápido y yo le ayudaba moviéndome parando y agachando mi cola encorvando mi vientre y expandiéndolo para permitir que entrara todo, yo estaba muy a gusto muy cómoda sentía que podía moverme sin problemas , no había dolor, solo placer abra y cerraba a gusto mis piernas, me paraba por completo y volvía a encorvarme, me movía violenta y rápida provocando bramidos en él, mi prima reía y me alentaba, y estaba sorprendida a mi facilidad de reaccionar a esos estímulos sexuales, el se sale por un segundo de mí, me paro frente de él lo abraso por arriba de su cuello trepo por su cuerpo siento su pene que mi prima acomoda por debajo de mí y me dejo caer violenta arriba del pene,, yo quería todo, le comencé a mojar todo el vientre a Marcelo con mis fluidos vaginales el me agarraba y me empujaba, como queriendo romper mi ano con sus embestidas, él se sienta mientras yo sigo arriba de él me salgo por un instante de volví a dar la espalda y tomo la postura que tuvo mi prima en un principio, y ella me dice,- frótalo en tu vagina frota-, le hago caso y comienzo hacer movimientos pélvicos, arriba abajo con su pene tieso atrapado por mis labios vaginales, mi prima vuelve a tener esa mirada perdida hipnotizada por el pene de Marcelo se acomoda junto a mí cara a cara, y el pene de Marcelo se ve atrapado entre las dos vaginas,,, nos abrazamos con mi prima, moviéndonos en un solo ritmo, la punta del pene asomaba por nuestros vientres, y el gemía ,exclamando,, – ya no puedo más- estaba segura que eyacularía, – probemos , probemos mira-, me habla Viviana, se levanta rápidamente se arrodilla frente al pene de Marcelo, lo agarrara mientras aún estaba frotándose en mi vagina me coloco alrededor de los dos, arrodillada mientas el metía sus dedos en mi culo, solo miraba lo que mi prima hacía, y acerca mi cabeza a su vientre para que haya contacto con mi cara en su pene, mi prima lo chupaba repetidas veces corría el pliega de la piel que cubría el pene por completo, con sus dos manos y yo quise abrir mi boca y probar mientras los labios de mi prima, rodeaban el tronco y los testículos del pene todo húmedo ya ahora con saliva, meto como puedo la cabeza del pene en mi boca, lo chupo trago un poco de ese líquido que rodeaba el pene de Marcelo, y el empuja en un movimiento de cadera un poco más el pene dentro de mi boca sintiendo que la cabeza casi rosaba mi garganta, mi prima aprovecha mi retroceso, saca el pene dentro de mi boca y ella lo introduce dentro de la de ella abriendo por completo la mandíbula casi llegando a rosar su mentón con los testículos de este potro semental, yo miro a los ojos a Marcelo y los tenia blancos de placer, agarrado a la nuca de Viviana, y ella se dejaba embestir por los movimientos de él, y siento un sonido gutural de tragar y botar saliva, sale del pene de Marcelo como quien sale uno tratando de respirar acelerada debajo del agua, tomando un respiro rápido, y tomo el pene en mi oportunidad, y ya salía a borbotones el semen blanco, me apresuro para evitar que se cayera ese líquido blanco que mi prima tanto saboreaba, y lo comienzo a beber, sintiendo dentro de mi boca el segundo chorro inundando mi garganta, palpitando, la cabeza y el tronco, trague un largo trago viscoso saldo, me retiro, para poder respirar, y mi prima vuelve a l ataque por mas, chupando y estrujando, me subo mientras mi prima aun chupaba el pene lo introduzco como puedo aun duro y el comienza a moverse violentamente que me calentó tanto que comencé a tener esos espasmos eléctrico con esa sensación de orinar temblando por completo mi cuerpo,, soltando y relajando mi cuerpo a un orgasmo desesperado orinándome y chillando ahogadamente, no podía parar no podía era lo más rico que sentía en mi cuerpo, al borde del desmayo, que placer, que jornada,, que hermoso, terminado todo, volvimos antes de las 10:00 de la noche con mis padres, las dos abrasadas, riéndonos, y jurando hasta el día de hoy que ese verano seria el verano de nuestras vidas,,,, por siempre,,, Fin.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!