El Vigilante de la Privada 20
Matt finalmente conseguirá disfrutar de la ultima nena, y mucho más que solo eso….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Saludos a todos, perdón la tardanza, estuve ocupado por cuestiones laborales, por eso no pude actualizar antes, ahora si les dejo este ultimo capitulo del Vigilante de la Privada.
20
No podía ser de otra forma, antes que pudiera reaccionar el vigilante, Frank se retiraba de la privada para viajar a la isla del placer, aunque antes bien fueron al bar del Rincón, donde pudo experimentar de primera cuenta lo que estaría por vivir en aquel sitio, un morbo más allá de lo soñado, aunque el hombre iría muy lejos de su hogar, pero debido a la necesidad del trabajo es que se fue al sitio, esperando acabar con los abusos de sus sínicos jefes de la compañía anterior. Todo sería diferente a lo imaginado, su primer contacto con ese mundo, pensó en algo formal, como con todos los trabajos normales, casi se corría al sentir el aire que había dentro, pues se encontraba lleno de una esencia del sexo que jamás imaginó, era una locura sexual, vio a meseras disfrazadas de diferentes profesiones, presumían sus seductores cuerpos de una manera escandalosa, le sonreían de manera coqueta como si prometieran una pasión sin límites, haciendo cosas tan eróticas, dejando ver más de su carne, enseñando prendas intimas, usando significados ocultos, solo les faltó meterse entre las piernas de los clientes para hacerles alguna mamada deliciosa sacándoles las vergas hasta beber de la leche de macho, era demasiado extraño, pero bajo el apoyo de Matt, quien le acompañó, pudo disfrutar de una preciosa mulata candente lo hizo sentir un placer sin igual, pues esta lo cabalgaría de manera impresiónate, deliró por el sexo gozado, no pudiendo hacer nada, quedaría en una mesa siendo usado, casi ahogándose con esos hermosos pechos, que se restregaban contra el cuerpo del hombre en un ritmo cadencioso que resultaba más embriagador que el mejor licor, haciendo que se mareara mientras se corría muy dentro de aquella hembra, cuyo coño parecía estar chupándole la verga con una presión inesperada, sin contar que no sabía dónde meter las manos, pues no recordaba cuando fue la última vez que tuvo sexo.
Mientras tanto veía como el guardia era libre de tomar a Kathy, la seductora jefa de las meseras, encargada del lugar, una hembra completamente seductora, rubia de cuerpo excitante, pechos redondos como naranjas grandes, una vulva estrecha perfecta, afeitada para cogerla en una faena furiosa que hacía llenar cada centímetro de aquel cuarto con la fragancia del sexo vicioso, siendo un espectáculo total pues esta solo usaba unas medias de liguero color negro que contrastaban con su nívea piel, moviéndose en una fuerte cabalgata donde unos sonidos parecidos a aplausos se escuchaban de manera que resonaban en toda la habitación, viéndose perdidos en su totalidad en aquel encuentro pérfido, de besos, caricias o demás movimientos sexuales que los iban conectando de manera intima, que iban asegurando un placer tan intrínsecamente amplio, que en breve se vería la primera corrida, mientras que Frank apenas era capaz de seguir el ritmo de su pareja, siendo completamente controlado por la preciosa mulata que ofrecía sus redondos pechos, sus formas delirantes entre caricias bucales sensuales, llenas de pasión carnal, para que este los consumiera de manera golosa, casi como un bebe hambriento mientras ardían en un placer inesperado, así Frank devoraba e incluso parecía que estaba chupando verdadera leche, lo que indicaba una verdad inesperada, pero ajeno a eso se quedaba el hombre, que al final acabó siendo exprimido hasta su última gota, masajeado de tal forma su verga para ver como luego al menos 2 chicas más, ambas de aspecto colegial le mamarían luego tragarían toda su carga, dejándolo delirar de placer, peor que si se hubiera bebido hasta caerse, en medio de aquella habitación donde respiraba con todas sus fuerzas para no ahogarse, dejando ver como se terminaba corriendo en un orgasmo tan potente que lo dejaron vencido.
Después de eso aquel pobre hombre se quedaría enganchado a esos placeres, jamás esperó sentir aquel placer tan vicioso, parecía un bebe abriendo los ojos al nuevo mundo, sin pensarlo se iría a solicitar el trabajo con el tal jefe Eddy, dejando a la pequeña Janeth bajo el cuidado de Carmelita, a quien miraba con ciertas dudas, como si ella fuera una golfa del lugar, aunque un poco molesto Matt aseguró que ella no era de esos locales, la conoció antes de unirse al gremio, por lo que no debía confundirla, pero aceptó que Sayo y Micky lo eran, por lo que la historia de que dejaron ese ambiente ganaba cierta lógica inesperada, lo cual le dio una ligera idea de lo que ocurrida, pero fuera de todo ello, la nena se quedaría muy tranquila con su cuidador especial, quien estaba pensando en todas las cosas ricas que le haría a la preciosa chiquilla, quien se hallaba encantada viviendo con su “novio”, o al menos así lo veía.
Fuera de aquel lugar mientras el buen Frank se dirigió al lugar mencionado, tomando un camión cuyo viaje sería de al menos 9 horas, llegando a una playa, donde tomaría un camión, luego se movilizaría hasta un local que le pareció muy elegante, donde un tipo con un olor a camarón lo atendió, un bruto usando un tatuaje de perro, quien al cabo de una llamada aclaró todo, se notaba que había mucho cuidado en la entrada del local, así acabó saliendo en una pequeña lancha donde alcanzaría un muelle de una minúscula isla, ahí llegaría hasta un restaurante de aspecto animado, en que vería un ambiente similar al de antes, una sensualidad a flor de piel que invitaba al deseo, pues solo faltaba que las meseras se tragaran las vergas de sus jefes, esperando su buena ración de leche, y por poco se perdía mirando a todas partes, pues aparte había una gran variedad de hembras de todas las formas, colores y sabores; pero al final llegó a una oficina, viendo que lo atendía un joven que le recordó ligeramente a Matt, aunque este tenía rasgos más duros, además que llegaba una sexy mujer usando una lencería bastante provocativa, la cual apenas cubría sus deliciosas formas, mirándole con sorpresa, por lo que el encargado al ver el papel, le ordenaría que le comiera su verga, lo cual la joven con una sonrisa picara se acercaría a Frank para hacerlo, sacándole el miembro con una delicadeza tan fina que sintió esos dedos con una suavidad que le puso tieso en pocos segundos, mientras una lengua húmeda iba dándole un placer que le sorprendió demasiado, mientras Eddy decía.
Amigo, espero que estés listo, voy a entrenarte para que puedas trabajar en este lugar – decía mientras veía como su mesera le arrancaba la vida al novato con solo su lengua.
Mientras eso ocurría, dejando fuera por varios días a Frank, la pequeña Janeth se la pasaba con Matt bastante bien, con solo 5 años, estaba aprendiendo muchas cosas de manera sutil de Carmela, quien era muy astuta en su forma de tratarla, mostrándole como debía portarse, sin que esta chiquilla se diera cuenta de las intensiones de ambos, todo lo veía como un juego, el cual iba despertando su sexualidad de manera amena, aunque eso no era nada difícil, se hacía evidente que el trabajo de Ramon y Rafa seguía vigente en la nena, logrando que esta se perdiera en el deseo erótico que ellos habían impuesto desde hace tiempo, logrando verla correr de un lado a otros desnudita, dejándose besar con lujuria, incluso jugaban con su lengüita, pero aparte se podían dar cuenta que su pequeño coño estaba intacto, igual que el culito carnoso que casi como una especie de broma picara, lo restregaba de manera coqueta sobre la ingle de Matt, igual que si lo incitara a usar su verga para hacerla suya, cuestión que dejaba ciertas dudas, aunque se notaba más preparada la bella nena para la acción que muchas niñas. Con unas leves caricias, se iban dando cuenta que Janeth reaccionaba mas como una hembrita sexual activa, sus tetillas se ponían tiesas, listas para entregarse al placer, empezaba a gemir como si fuera una gatita mimosa, deseosa de hallar la lujuria, lo cual aceleraba la sangre de cualquiera, siendo lo mejor que ella misma buscaba aquellas atenciones de su “novio”, haciendo de su estadía un momento un poco más excitante, pues era descuidada, dejaba a la vista su pequeña figura, buscaba bañarse con el joven, dejando que su coñito quedara a mano del vigilante, quien no perdía tiempo, la cuidaba como se debía, pero haciendo juegos precoces le hacía aceptar cada maliciosa verdad, recordando que solo podía decir Si.
Eres una linda nena, dime quieres ser mi putita para siempre – decía Matt mientras acariciaba a la risueña nena entre sus brazos mientras estaban en la tina.
Si quiero – respondía la niña contenta.
Dime, quieres que hagamos muchas travesuras que se sentirán muy bien de ahora en adelante – volvía a insistir Matt mientras le sobaba las tetillas.
Si quiero – respondía la niña contenta.
Quieres que hagamos una fiesta privada con todas mis novias – preguntaba coqueto Matt mirando a la nena quien se emocionaba.
Si quiero – respondía la niña contenta.
Pero no vas a decirle nada de esto a tu papi, porque se supone que son juegos secretos – añadió Matt algo inquieto por la situación-
Si, no diré nada – respondía la niña contenta.
Para Matt todo aquello era una sensación indescriptible, la nena se quedaba en su casa para ser convertida en su putita, y cada que podía, le besuqueaba con una perfidia absoluta, le tocaba el culito redondo, a veces metiéndole el dedo hasta el anito, logrando que pujara un poco, pero iba con un tacto tan cuidado que iba logrando lentamente que esta empezara a gemir, aunque fuera una nena tan pequeña se aferraba al hombre, Janeth se perdía en los deseos sexuales de una mujer adulta, y lo sabían todos perfectamente. Incluso una vez al llegar Matt pudo notar a Micky comiéndole la vulvita jugosa, con sus manitas trataba de hacer que la joven se quedara pija sobre sus rajita, logrando que esta gimiera como una gatita en celo, haciéndola que se “corriera en seco”, además que en otra ocasión vería como la chiquilla le chupaba los pechos a Sayo, viéndose como una bebe golosa, pero lo hacía con tal afán, que resultaba escurriendo levemente la joven por el placer desatado. También Matt había visto como la nena se perdía en sus deseos cuando le metían un dedo por el culito, mientras su cuerpo era tratado con un aceite aromático haciendo que cada fibra de su ser se volviera más ardiente, era un locura, pero la tierna criatura se volvía una esclava del placer sexual, llegando a enloquecer de deseo, lo cual hacia mas delicioso ese momento en que disfrutaban, incluso la hacían estar desnudita muchas veces para irla disfrutando levemente, pero también la dejaban con solo alguna pequeña prenda juguetona que excitaba terriblemente a Matt, quien quería empezar a penetrarla, romperle el coñito de una buena vez, aunque eso sería a su tiempo, no era tan bruto como para traumarla de por vida.
Siguiendo los días, en una lujuria continua apenas interrumpida por la educación preescolar, en su momento Matt sería mandado a llamar al Rincón del Placer, donde necesitaba firmar unos papeles importantes, parte de las formalidades del gremio de Perros, o algo así le dijeron, nada que no pudiera manejar, o al menos así lo vio el joven, quien no perdió tiempo acudiendo en la mañana, llegando para encontrarse con Kathy, quien le esperaba de buen humor, bebiendo un poco de soda con licor de frutas en un coctel preparado de una receta secreta, que tenía un olor delicioso que parecía trasmitirse a la hembra para darle un aire más seductor, detalle que era casi imposible, porque esta era de por sí bastante seductora, aunque muchos dirían lo contrario por su edad, así tras una ligera charla, donde se revisarían ciertos datos, formalidades que acabaron pronto, la mujer entre copas dejándole ver donde debía firmar aunque no tardaría tiempo el joven en preguntarle algunas cosas.
Oye, tú sabes cosas del gremio, esa cosa, dice el viejo Razo que es un negocio familiar, pero no me queda claro, podrías explicarme mejor, porque no acabo de entender nada – decía Matt algo incomodo porque leía los documentos, pero no los terminaba de entender.
Es muy sencillo, es que tú eres prácticamente un heredero de un fundador, tienes desde nacimiento un pie dentro de este negocio, algo que muchos quisieran por los privilegios, pero déjame decirte, gente de fuera puede entrar, y por sus funciones son sus ocupaciones en la organización, pero no cuentan con el “prestigio” de tus familiares, además te decía de tus labores, déjame te explico, por ejemplo, Eddy o Dany son perros de trabajo, ellos se encargan de cumplir las fantasías o caprichos del club, tu eres de pelea, te encargas de encontrar rivales para quitarlos del camino o nuevos candidatos para que se unan al club, también estamos nosotras las de compañía, que solo somos adornos, somos más que simples putas, nos pueden confiar secretos, esos son los tipos de perros, con cada uno hay sus funciones y privilegios – señaló Kathy muy tranquila, cruzando su pierna dejando ver sus muslos torneados.
Mm, ya veo, cuéntame más – decía Matt mirando esas piernas carnosas casi alcanzando a ver la tanga negra que usaba la mujer.
Es sencillo, algunos de los perros de trabajo se dedican a cuidar los burdeles, o realizar trabajos, por ejemplo Dany hace años encontró a una preciosa niña que fue entregada a los medios, ahora es actriz, ha salido en varias novelas, muchos la aman, Emma, si mal no recuerdo, pero le cambiaron el nombre a Emily, la reconoces, así como sale tiernamente en programas familiares, tiene sus juegos sexuales con el hijo de un productor, la niña ha sido sodomizada de tal forma que hace hervir la sangre, chupa la verga de manera irresistible, gime como sirena encantando a todos, se restriega entre las manos se su futuro esposo hasta hacerlo delirar, está bien entrenada; son parte de las funciones de su sector, también hacen películas especiales, o diferentes trabajos de poca monta, todo para satisfacer a los magnates, reúnen a las mejores hembras con tal de hacerlos gozar cuando ellos quieran – aseguró Kathy con toda la calma, aunque dejaba ver cierta sensualidad y es que al usar un vestido ceñido, su figura se dejaba ver de manera exquisita, en especial la vulva apenas cubierta por una delicada prenda muy sensual.
Mm, déjame adivinar, yo como perro de pelea tengo que romperle la cara a los idiotas de la competencia, o meterme con el crimen organizado, o incluso ir contra desertores traidores o cosas así, o al menos eso me dejas entender porque me llamas perro de pelea, pero eso de conseguir el material para los otros, como queda – dijo Matt algo inquieto, sintiendo una erección en sus pantalones ante la sensualidad de la mujer.
Eso es algo de suerte, no esperamos que nos sirvieras de tal forma, por eso te dan bonos especiales, es una suerte, pero tienes razón, principalmente para eso sirves, detener a la competencia, además si no puedes con el trabajo puedes llamar a otros contactos para pedir ayuda, por suerte Dad Army te dio permiso de llamarlo, aunque debo advertirte, cualquier perro si es descubierto, se le es abandonado, es solo la forma en que se manejan las cosas dentro del gremio, nada personal, ahora bien, todos tienen sus privilegios, los de trabajo se pueden volver seudo magnates que funcionan como apoyos, por eso la mayoría quiere entrar en estos puestos – señaló Kathy casi dándose a desear haciendo un gesto sensual, como si quisiera comerle la verga al joven, pues notaba la erección en sus pantalones.
Ya veo, y siendo de trabajo, eso no me corresponde, pero ¿Qué me toca a mí? Porque no me gusta quedarme como un tonto – señaló un poco incomodo Matt, pues en ese momento ya queria tomar una vez más a Kathy para sentir su cuerpo seductor.
Bueno, tienes acceso a todas las instalaciones y trato especial, por ejemplo, puedes hacer casi lo que quieras aquí, y sí, estoy consciente, si quieres ahorita me puedes hacer lo que quieras, de hecho estoy contando con ello, sabes moverte muy bien “cariño”, pocas veces me tocan machos tan bravos, mm, también te ayudamos para que estés cómodo, además puedes anexar a algunos candidatos a perros para recibir bonos, por ejemplo Frank podría volverse uno más adelante – decía Kathy, casi insinuándose un poco para que le viera mejor el joven, desde sus tetas exquisitas, hasta su vulva bajo la falda.
Mm, entonces ese pobre diablo lo va a lograr, eso es bueno, supongo – decía un poco inquieto, pero cansado de las insinuaciones, jaló a la mujer para empezarla a manosear directamente, sintiendo directamente las formas de su cuerpo.
Ah, que bien sabes usar las manos cariño, si, ese hombre tiene talento con los números, podría ser útil, mm, pero es un completo idiota, casi nos da pena verle, mm, al menos podría acabar como un anexo tuyo, es que le falta determinación, aunque es un pervertido de primera, mm – aseguro Kathy mientras era sobada delicadamente por aquel hombre que disfrutaba de sentir sus pechos con una firmeza que le encantaba.
En serio que eres una perra, si sigues así creo que me voy a calentar tanto que te voy a preñar, maldita sea – decía Matt mientras tocaba ese cuerpo delirante, sintiendo cada parte con sumo cuidado, en especial los pechos que eran liberados, viendo unos pezones puntiagudos que eran tentadores para lamer, pero de igual forma iba alcanzando la pubis jugosa, a través de una tanga de lencería, muy sensual.
Mm, adelante, lléname la concha de leche, te lo dije, mm, son 3 tipos de perros, los de trabajo, pelea y yo soy de compañía, pero mi plaza es temporal, mm, si cometo un error o mis clientes consiguen algo mejor me pueden desechar, mm, con suerte conseguí trabajo como jefa aquí gracias a Eddy, pero dentro de poco cumpliré 30, mm, eso no es bueno, muchos clientes pierden interés cuando superamos esa edad, y tu cariño, eres especial, mm – decía la mujer mientras abría sus piernas completamente para dejarle al joven que la sintiera a sus anchas su vulva, sintiendo como los dedos del hombre hurgaban su interior, el cual comenzaba a escurrir sus mieles, por lo que le besaría apasionadamente.
En serio que eres una puta de lujo, más no pensé que eso pasara, aunque si te pones en ese plan, creo que te tomaré la palabra, que empiezo a tener el deseo de probar las tetas de una mujer embarazada, quiero probar tu leche preciosa, ah – decía Matt casi listo para comenzar a penetrar a la mujer, quien se levantaría para quitarse el vestido quedando con apenas unas medias color piel, y sus tacones puestos, mirándole con lujuria, como si estuviera lista para sentirlo todo.
Te gusta lo que ves, cariño – decía Kathy, que incluso se abría su coñito que apenas tenía una pequeña franja de bello rasurado, mientras que sus mieles estaban escurriendo por sus muslos de manera abundante, dándole un toque sensual.
Claro que si preciosa, si bien que me dan ganas de llenarte ese coño con mi leche, me pregunto qué tan rico sonara su vulva cuando la llene, pero siga cogiéndote duro – advertía de manera viciosa Matt sin perder de vista a la hembra frente a él.
Mm, eso lo vamos a averiguar, porque yo quiero probar tu leche con mi boquita de abajo – decía la mujer mientras se acomoda para recibir dentro aquella verga, pero curiosamente al intentar penetrarse, no lo logró, dejándole una duda mirando al joven como si no entendiera algo.
Pues Matt se controlaba muy bien, ciertamente quería romper ese coño como otras veces, sentir el aroma de sus mieles escurrir, escuchar sus gemidos suplicando por mas, esto mientras se fundían en un encuentro total de placer, unidos en un ritmo constante, pero algo quería saber antes de gozar, y no esperaría por esa respuesta, así que atrapando a la mujer con sus manos sobre aquel delicioso culo, que era tan suave, parecía incitarlo a buscarla, empezando a tallar un poco su verga dura sobre su vulva jugosa, que empezaba a bañar aquella barra de carne de forma lenta, incitándole a buscar el placer, restregando sus sexos de manera viciosa, intentando hacer que esta se calentara hasta perder la cordura, fue que la Kathy comprendía lo que ocurría, el tendría el control, ella debía someterse, lo cual le hizo disfrutar de su encuentro más de lo esperado, pues así le gustaban los hombres, le daban pena aquellos que jugaban a ser poderosos, o que necesitaban de alguna fantasía para sentirse realizados, prefería a los machos fuertes que sabían que deseaban, buscándola a ella para disfrutar de su preciosa figura, tal como lo hacía Matt en ese momento, sintiéndose deseada, tanto que su cuerpo respondía, dedicándole una mirada coqueta, que le agradaba al guardia.
Ahora dime, Kathy, si quieres ser mi puta, ¿Qué pasa? Pues me dices que soy especial – sentencio Matt algo inquieto, ya deseando penetrarla finalmente, restregando su verga con fuerza.
Ok, no te pongas así, te lo iba a decir, mm, es que eres bisnieto de un fundador del gremio, mm, eso te da una posición especial por encima de otros, mm, es como si esto fuera una mafia, mm, tú tienes pedigrí entre los demás perros, mm, por linaje tienes antigüedad, podrías ser apoyado, mm, en casos especiales, mm, en serio, estas por encima de otros a pesar de ser novato, mm – decía finalmente Kathy con todas las ansias al sentir esa barra de carne lista para abrir su interior, dedicando una mirada lujuriosa, esperando finalmente ser penetrada por el joven.
Oh, ahora entiendo, prácticamente es que como estoy bien metido en ese gremio, desde la cuna, quieres quedar preñada para tu posición dentro quede segura, si aparte de rica eres lista, ja, como todo queda en familia, tiene sentido, es mejor ser parte de los perros que hallarse en contra, lo entiendo – decía más intenso Matt viendo como tenía a su alcance a tan preciosa mujer rogando por ser penetrada, dispuesta a lo que fuera.
Y que piensas, cariño – cuestionaba Kathy ansiosa, pero justo en ese momento fue penetrada por el joven, quien no se lo pensó mucho, y como le gustaba demasiado aquella preciosa mujer, solo deseaba gozar de aquel excitante cuerpo.
Sin contenerse comenzó a bombear dentro, moviendo sus caderas con una firmeza que iba abriendo los pliegues internos, logrando que la mujer se fuera perdiendo en aquel delirio sexual, dejando que el hombre chupara sus pechos grandes y deliciosos, dándoles un masaje con su lengua que le estaba haciendo que enloqueciera, era un gusto enorme, no dejaba de sentir un palpitar en sus tetas, deseando ese placer alargarse hasta no poder más, quería seguir gozando aquello hasta olvidar su nombre, pues con cada embestida de aquel macho, quien la tenía bien sujeta, sobando cada parte de su cuerpo, entre caricias, pero también ligeras lamidas o mordidas, ella se perdía en un delirio sexual, una oleada de calor tan fogoso que se volvía irresistible, no pudiendo detenerse ante cualquier cosa, estaba demasiado entregada, que por segundos no podía dejar de pensar en nada.
Mm, que rico, se nota que todos en tu familia son machos, mm, no puede ser esto es demasiado, mm – decía Kathy con un delirio en su boca ante las embestidas que iban agitando todo su interior con una fuerza carnal irresistible.
Así te gusta verdad puta, quieres quedar preñada, ah, te daré ese gusto – decía sin detenerse, aunque sabía que no debían durar mucho tiempo, pues solo fue por unos papeles, pero ya habían estado cogiendo demasiado, y su verga no dejaba de entrar y salir de aquel cuerpo.
Si, dámelo todo, quiero más, mm, es demasiado rico, eres como Razo, ahh, tan fogoso, me encanta, ah – decía la mujer recordando el pasado.
No podía evitarlo, pero su memoria le regresó a hace más de 20 años, cuando era una niña flaca de un orfanato de otra ciudad, propiedad del viejo Razo, aunque este con menos años, sus últimos momentos de placer sexual, la llevó a su casa para enseñarle los placeres de la carne, le dio un poco de licor dulce, para hacerla sentir más alegre, la estuvo sobando, calentando su cuerpo, así cuando la penetró, después de algunos juegos previos, ella fue liberando un placer inesperado, pensó que le dolería, pero los masajes en su vulva con una pomada especial evitaron un ardor temido, y por el contrario, lo había gozado tanto, que no pudo resistirse a seguir en ese vaivén de caderas salvajes que iban liberando un delirio erótico inesperado, logrando excitar tanto a la mujer, niña en ese momento, que se corrió completamente cuando le llenaron de leche su interior, luego de ello, esperó recibir un trato especial, pero eso no ocurrió por la llegada de un nieto no nato. Sin embargo la suerte de Kathy mejoró un poco, siendo convertida en una atracción dentro de las meseras especiales de la taberna de Razo, acabando al poco tiempo como la putilla favorita de un excéntrico millonario, quien le dio todo, se la llevaría para tenerla de amante, fingiendo ser hija adoptiva, aunque tendría problemas con la esposa de este, y después de ello saldría a vivir como la amante secreta de otro magnate, mas todo fue temporal, siendo como una gata pasando de un hogar a otro, aunque no perdió tiempo, se enteró de muchas cosas, además que se ganó la simpatía de muchos, sin contar que se mantuvo en contacto con el viejo Razo, así logró acomodarse como una especie de camarera especial en un antro del gremio, siendo conocedora de muchos secretos de muchos magnates, quienes no podían hacerle nada porque era leal al gremio, resultaba difícil castigarla por nada, pero su posición era frágil, así que podría perderla, y de ser así, quedaría expuesta, sin embargo, el saber que estaba embarazada de un perro de cuarta generación, le daría una seguridad, pues no podría dejar el gremio. Por ello movía sus caderas de manera viciosa, pensando en cómo se sentía aquella barra de carne entre sus pliegues internos, una sensación tan placentera, que iba rozando su interior, dándole un toqueteo tan sensual, el cual le llenaba de placer, uno tan intenso que jamás esperó disfrutarlo, o mejor dicho, nunca soñó volver a gozarlo, por lo cual se entregaba con más gusto a esas sensaciones tan adictivas, emitiendo sonoros gemidos de pasión, junto con un escalofrió eléctrico que recorría cada poro de su piel, hasta que finalmente se acabaría corriendo, mientras que Matt le llenaba su interior de una carga completa.
Ah, perfecto, si seguimos así me terminarás preñando – decía Kathy completamente perdida en el placer que aun recorría sus piernas, aferrándose al joven con un gesto de delirio sexual, que le encendía mucho al hombre.
Ah, eres de locura mujer, siento que no me termino de correr contigo, necesito volverlo a hacer – advertía Matt pensando en que quería volvérsela a coger, aferrándose listo para continuar con el encuentro sexual, necesitaba llegar hasta el fondo.
Estaban pensando en eso, incluso la mujer se acomodó de a 4, ofreciendo su coño que escurría levemente, lista para ser penetrada con una fuerza mayor, su gesto era un deleite, cuando unos toquidos se hicieron escuchar, pues estaban en un privado, donde podrían beber a gusto, pero seguían estando en el local del Rincón del Placer, a nadie le sorprendería que estuviera cogiendo, sin embargo de estar alguien ahí era por alguna razón, por ello antes de abrir, se escuchaba a una mesera común llamar a la jefa, pues no faltarían los clientes que la buscaran, lo cual daba por finalizado todo, algo que fastidiaba mucho a Matt, aunque no tanto como a Kathy, quien sabia no estar segura en su posición, pero estar entre los brazos de un hombre tan potente, dispuesto a clavársela hasta el fondo para preñarla, era un deleite, lo cual le haría tener un poco de paciencia, aunque tendría que despedirse.
Recuerda llevarte los papeles, con estos fírmalos, también tu mujer, Carmela, Sayo y Micky ya son prácticamente tuyas, un regalo del gremio por tu ingreso, tienes suerte, porque tu familia está siendo apoyada por las desgracias que han pasado desde hace años, cosas que no me corresponde contarte, o quizás ya lo sepas, da igual, llena todo eso, después regrésamelo, o quizás vaya para que pasemos otro buen rato, por cierto, tienes derecho a 3 putitas exclusivas, encuentra a algunas chicas que te gusten dentro de la privada, márcalas como tuyas, así el gremio no se entrometerá, porque debes saber, muchas de las mocosas están siendo observadas por los miembros de Club, puede que busquen quitártelas, así que piensa bien con cuales no quieres que se metan.
Eso último le recordó una cosa, la vez que se cogió a las gemelas frente a esos cerdos mirones, o la vez que se cogieron a Carmela a la fuerza un idiota pedante que luego se enteró que acabo en la miseria prostituyéndose en un tugurio barato por unas monedas, realmente el gremio era un organismo degenerado, tan podrido que jamás debería confiar en estés, pero no tenía opciones, ahora estaba metido, y solo le daban opción para tener a 3 de todas las niñas, era una situación desagradable. Regresaría lento a la privada, habiendo comprado un poco de dulces finos antes, quería pensar en cómo las cosas habían cambiado, si bien que hasta hace poco no tenía trabajo, era un policía sin placa, un vago conocido por ser un golfo de primera, pero ahora tenía un deber con un organismo vicioso que podría ser la causa de su muerte, aunque le pagaría bien, también tenía a una serie de bellezas deliciosas, las cuales podría coger cuando quisiera, todo por ser el vigilante de la privada Oasis Azul, lo cual era una mezcla de suertes. Pensaba en esas cosas cuando llegó a su lugar de labor, ahí lo esperaba un par de bellezas, las cuales no dudo en llevarlas al cuarto privado donde descansaba cuando comenzó su labor de guardia, ambas estaban contentas, dispuestas a que les arrancara las ropas, incluso parecían querer que lo hiciera, se movían de manera coqueta en sus cortos atuendos, además no tenían problemas en decir que eran su propiedad, incluso al acercarse podía oler sus fragancias de hembras en celo, se veían muy dispuestas a gozar de su barra de carne.
No tardó en aprovechar la situación, una vez dentro, fuera de las vistas de los metiches, las desvistió con desespero, cumpliéndoles el gusto de ser desnudadas de manera salvaje, dejando sus cuerpos desnudos uno sobre otro en la cama, exponiendo sus coños que se veían jugosos, además se rozaban entre sí, notándose en ese momento como es que escurrían sus mieles sexuales, mientras sus redondas tetas chocaban entre sí, aplastándose mutuamente, mientras miraban a su macho deseosas de sentir aquel placer carnal, dedicándoles miradas llenas de lujuria, sabiéndose sometidas, convertidas en hembras desesperadas de aquella verga enorme que les haría sentir un placer sin igual, clavando su vista en como Matt se acercaba con una buena erección para darles directamente, y cuando entro en una, solo se escuchó un suspiro, antes de empezar el vaivén, mientras controlaba a la otra enterrándole el pulgar en su culito, sacándole un fuerte gemido por lo brusco de su tacto, aunque se notaba que la chica estaba deseosa de sentirse dominadas, las esclavas sexuales de aquel hombre, quien las empezaba a gozar a sus anchas.
Son un par de putitas preciosas, y saben que solo serán mías, ¿cierto? Porque me apresuran por que las deje preñadas, muchos viejos locos quieren leches de sus tetas enormes, o me van a decir que prefieren encontrar algo diferente – decía triunfal Matt mientras empezaba a embestirlas, perdiéndose en el movimiento de sus caderas, que no dejaban de perforar aquellas carnes suaves, que se iban abriendo ante el joven, que daba un ritmo rudo pero firme, que las hacía perderse entre todo ese tiempo sexual, mismo que las convertía en sus hembras.
Ha, si, papá se queja, mm, muchos de sus nuevos socios, quieren vernos preñadas, mm, incluso hay quienes se ofrecen, mm, parece que nuestra madre era una puta famosa, mm, por eso quieren cogernos, pero algo pasa, que, mm, solo tú puedes hacerlo, mm, papi nos entregó a ti, mm, así que tú decides cuando dejarnos panzonas, mm, ahhh – decía entre gemidos Samanta, se perdía en aquellas sensaciones tan lujuriosas, se notaba que le encantaban, su rostro se enrojecía, sus quejidos hacían arder la sangre, y en ese vaivén se acabaría corriendo después de unos minutos, mientras era penetrada de esa manera tan fiera.
Sin demora comenzaría luego a penetrar a Tatis, por suerte Matt no se había corrido, así que podía seguir adelante, aunque se daba cuenta que ambas eran demasiado calientes, en cuanto una se corrió, parecía que se había orinado, la corrida fue bastante abundante, deseaban ese encuentro desde hace tiempo, eran adictas a ese sexo con él, pero el guardia no podía hacerlo siempre con ambas porque estaba disfrutando de otras, aunque las mismas gemelas se daban cuenta de ello, y prueba sería lo siguiente, pues sin detenerse, mientras la iba penetrando con fuerza, alargando su placer tanto como le era posible, a pesar que se hallaba tan caliente que no duraría mucho, pero así la otra hermana diría:
Ay, Matt, sabes que solo podemos coger contigo, mm, eres una bestia del sexo, nos hemos metido con otros, mm, pero nada que ver, mm, tu nos convertisteis en tus perras, mm, sabes cómo hacernos que solo queramos tu verga bien metida nos de gusto, pero, mm, te follas a todas, Valeria, Bella, Laura y Edna, mm, nos dejas poco tiempo para gozarte, mm, es difícil, mejor enciérranos en tu casa para disfrutar, ahh, me vengo, ahh – decía Tatiana casi perdida en su corrida mientras su cuerpo se rendía ante el placer apenas tratando de hacer lo posible para seguir aferrada a los músculos de su macho, quien la agitaba por dentro a tal grado que la hacía perderse en la gloria del sexo.
Matt no se pudo contener sabía perfectamente lo que estaba haciendo, le gustaban esas 2, por suerte, como el padre de este par de preciosuras era socio de un idiota sin remedio, le dieron un requisito especial para unirse al club, entregar a sus hijas, detalle que no le gustó, pero accedió por los beneficios que recibiría, de hecho mientras ambas gemelas estaban lamiéndole la verga para tragarse su corrida, en otra parte su padre se reencontraba con su ex esposa, una mujer frívola que se hallaba asustada por el peligro de perderlo todo, y un hijo ya mayor de edad, quien deseaba saber de su padre, haciendo un buen momento, sin imaginar que al mismo tiempo sus hijas o hermanas terminaban llenándose la boca de semen.
Después de eso las gemelas se irían recordándole que debían seguir disfrutando de algunos encuentros, incluso de ser posible tendrían que grabarlos para que los miembros del club lo gozaran en sus fetiches, ahora bien debido a la hora, Matt las acompañaría a su casa, viendo al moverse, que era observado por un par de bellezas, por una parte Bella, quien le lanzaba un papelito de manera fugaz, dentro había un mensaje para que le llamara después, se notaba que la pequeña deseaba seguir gozando de la verga de su macho, pero también pudo ver al padre de Karlita mirándole fijamente, lo cual no era bueno, ese tipo estaba loco. Antes que se retiraran Samy y Tatis, Valeria igual se acercaría corriendo desesperada, pidiéndole que fuera a su casa por una descompostura, por lo cual tuvo que dejar a ambas preciosidades, aunque era a solo unos metros de su residencia, iría con gusto a ver qué pasaba, con la suerte que estaba celosa la niña, y quería un poco de atención, así que la cargaría para darle un besuqueo terrible, pues la casa estaba sola, los padres se fueron a una cena importante, mientras que los hermanos salieron de fiesta, así que antes que se diera cuenta, la niña quedaba desnuda en su camita, con sus piernitas abiertas, para que este hombre le comiera el coñito de manera viciosa, metiendo la lengua hasta el fondo, como si quisiera saborear mejor el interior, pues iban saliendo sus mieles sexuales de una forma copiosa, igual que sus pequeños gemidos, que trataba de contener para no ser descubierta por los vecinos chismosos, así fue sacándole un buen orgasmo en cuestión de segundos, cuando este sin dudarlo, aprovechando aquella vulva jugosa, se sacó su verga para meterla de un solo tajo, logrando que la niña pujara un poco, más no fue doloroso, pues sabía hasta donde podía irrumpir dentro de su pequeño cuerpo, logrando darle un segundo orgasmo con solo la penetración, pues realmente estaba caliente la nena, tanto que tras unas pequeñas embestidas llegó a su tercera corrida, que le agotaría mucho, dejándole a Matt la libertad de tomar a la nena para aun penetrada estar jugando a un juego más seductor de besos y caricias, con varios comentarios coquetos, logrando que Valeria se entregara más a su macho, asegurando que era una fiel hembrita dispuesta a todo por este, encendiendo los ánimos como para que este quisiera llenarle la vulva de leche, sin embargo el teléfono interrumpiría todo, pues sus padres iban a volver antes de tiempo.
Con apasionados besos se despidieron, la niña se veía poco contenta, se despidió mientras se bañaba, no quería llamar tanto la atención y su cuerpo olía a lujuria, más no había tiempo que perder, así que se marchó Matt, para finalmente llegar a su casa, donde su abuelo para el momento dormía, de alguna manera el viejo Benito se mantenía vivo, aunque se notaba muy acabado, culpa de sus locuras de juventud. Sabía que lo esperaban en la cama Carmela, quien con gusto estaría con Janeth, a quien quería desvirgar cuanto antes, de hecho pensando en el papel que cargaba era una buena idea apuntarla (aun pensaba en los papeles que le dio Kathy), pues recordaba que fue a ella la primera nena en la privada que llamó su atención dentro de la privada, cuando recién se mudo, por ello acomodarla como su putita personal, le hacía pensar un poco las cosas, aunque aun le faltaban 2 nombres, pero le sobraban opciones, también contaba a Kimmy, quien de ser posible iría a cogérsela aunque estuviera su madre, o eso estaba pensando cuando abría la puerta y vería a su amada hembra esperando por él en la entrada, casi ofreciéndose a cualquier cosa que este quisiera, al ir enseñado sus formas en una sensual lencería, que podría matar a un cardiaco con solo verla.
¿Qué ocurre? Pensé que estarías preparándola – dijo Matt viendo a su mujer.
Dime una cosa, que estas pensando para el futuro, porque soy una golfa, lo acepto, pero no soy idiota, las cosas han cambiado, mucho y – estaba diciendo la mujer algo nerviosa, cuando este la tomaría para besarla, pero al tiempo sentiría entre sus piernas la verga apuntando contra ella.
Tranquila mujer, que sabes cómo me enciendes, eres lo mejor que me ha pasado, no quiero verte en manos de algún puto cualquiera, eres mi hembra, y pienso gozarte como ni sueñas – dijo Matt con un deseo en su boca que calentó mucho a la mujer, quien tallaría un poco su vulva contra el cuerpo de su macho.
En verdad esas palabras parecieron agradar a la mujer quien esperaba algo así, por lo que luego le diría que le siguiera, irían al segundo piso, pero desde las escaleras verían que Sayo y Micky vigilaban un cuarto desde la entrada, notándose inquietas, incluso se sobaban las vulvas, que apenas eran cubiertas por unas finas telas en forma de tangas que se perdían en sus nalgas, dejando escapar un aroma embriagador, pero Matt eso lo podía soportar, más no lo que hallaría dentro del cuarto. Sería una locura, no pudiendo creer lo que vería, dentro estaban 3 nenas jugando de la manera más erótica, Laura y Edna, se hallaban desnudas con Janeth sobre una cama, untaban cremita en su cuerpo, haciéndola sentir muy bien, rozando su pequeña cuevita del placer en un masaje intenso, mientras se entregaban en un morbo infantil difícil de resistir, menos cuando se decían:
Escucha bien, si también vas a ser la novia del joven Matt, tendrás que dejar que te la meta aquí, el sabe hacerlo rico, te va a gustar, sabe como cogernos para que lo amemos mucho, tu pierde cuidado, pronto querrás vivir con su cosota metida hasta el fondo – decía Edna mientras untaba crema en la vulvita de la nena menor.
Si, Edni tiene razón, yo tenía miedo en un principio, pero ahora hasta me distraigo en clases porque tengo ganas de que me la meta hasta el fondo, mm, te va a gustar mucho, el guardia es como un gorila o un león, y por eso tiene muchas novias – añadía Laurita quien se iba acariciando su pequeño cuerpo con la crema.
Entonces cuando llegue le diré que me la meta, para ser su novia por completo – decía la dulce Janeth sonrojada, para sorpresa de todos los presentes, mientras le iban untando aquella crema especial en su pequeña vulva, que se abría lista para coger.
Para Matt oír aquello fue como una descarga de locura en su cabeza, un fuego furioso lleno su cabeza con sólo una idea, metérsela hasta el fondo, así que entraría a mitad del juego, asustando un poco a las 3, pero en cuanto vieron como se le marcaba la verga apuntando al aire, sabían que eso era lo que deseaban, el les iba a dar el gusto que tanto pedían, de hecho se vería al joven empezar a comerle el coñito, empezando a penetrar a la más pequeña con su lengua, en un juego de pasión tan bien hecho que no le tomaría mucho empezar a darle una serie de “cosquillas mágicas” que retumbarían en su interior, logrando en minutos que se corriera en seco, sabiendo perfectamente cómo hacer para que la dulce nena se sintiera tan perdida en ese evento, que con sus manitas se aferraba al cabello del joven, mientras se empezaba a marear por el calor que iba despertando dentro de ella, aunque pronto intervino Carmela para detener un poco los ímpetus de su novio, quien se notaba enloquecido por el ardor sexual. De igual manera Sayo entró al cuarto, ahí se subió a la cama donde empezó a sobar con delicadeza las formas de Edna, quien veía todo de manera asombrada, perdida en como una nena tan pequeña se adentraba al placer adulto, mientras empezaban a ella misma, a darle una penetración con sus dedos en su pequeña vulva, mientras le decía:
Lo hiciste bien pequeña, vas a ver como es un macho desatado – decía Sayo antes de lamerle el cuello logrando que se excitara en un escalofrió sexual.
También te luciste preciosa, veras que esta noche la vamos a pasar de maravilla – agregó Micky sin dejar de sobar el cuerpito de Laura, quien se perdía viendo a Matt.
Ambas chicas empezaban a sentir las tiernas formas de aquellas nenas hermosas, dándoles un placer físico, mientras sus ojos hacían que se perdieran mirando como el vigilante iba desatando una lujuria total en el cuerpo de la dulce Janeth, consiguiendo que gimiera como si fuera una mujer adulta, mientras Carmela iba manejándola para que aceptara aquellos mismo sensuales de la manera más conveniente, pues no quería que se fuera a asustar, lo cual estaba funcionando, pues era tan pequeña, que un orgasmo sería demasiado para ella, sin embargo, una explosión de cosquillas era algo que fácilmente podía comprender, una sensación que iba tomando forma mientras la lengua del joven se apoderaba de la vulva, así que la nena se entregaba contenta a los deseos que en minutos le dejaban sentir aquel placer prometido, gozando como si fuera lo mejor del mundo, sintiéndose tan bien, pero ella misma diría:
Pero me falta que me la meta, o no seré su novia – decía la preciosa Janeth, casi ofreciendo su coñito, el cual soltaba una fragancia deliciosa.
Sin embargo Matt no era idiota, su verga era muy grande, sabía que una nena tan pequeña podría sufrir de aquella herramienta, así que se lo pensó un poco, pues estaba decidido a cogerla, y sacó una pomada para los golpes, la cual se untó un poco, con eso bastaría, el resto sería talento propio al momento de coger, empezando a meterla lentamente, abriendo sus pliegues que parecían recibirlo, dejándole sentir la suavidad de esa carne deliciosa, mientras que el ungüento hacia de las suyas adormeciendo con una sensación helada, la cual le daría cosquillas ricas a la nena, quien se iba perdiendo en el placer. Era algo inesperado, pero la preciosa nena, se iba entregando como si fuera una mujer adulta, gimiendo un poco, cerrando sus ojitos, gimiendo, aferrándose con sus pequeños dedos, logrando que se perdiera en un calor tan delicado, pues el joven media hasta donde, antes de entregarse en un placer demencial, un movimiento de caderas suaves que iban liberando la lujuria, mientras Carmela iba besándola, cuidando que no se asustara.
Ya ves preciosa, ahora eres la mujercita de Matt, y después de esto podrás gozar aun mas de encuentros secretos, sentirás explosiones de felicidad que te harán gozar, pero solo si le eres fiel a tu hombre, porque otros no serán tan cariñosos – le decía entre mimos la joven, mirando cómo es que la nena se perdía en aquel juego prohibido.
Tenía que ser cuidadoso, por ello la fue embistiendo lentamente, logrando que pujara un poco, aunque en breve se convertirían en gemidos de placer, perdidos en ese mar de lujuria, donde la nena tendría su primer orgasmo mutuo donde su vulvita sería llenada de leche, sintiendo una oleada de calor eléctrico inesperadamente grato acompañado de tenues gemidos que daban gusto al escucharle, sin embargo la fiesta no acabaría, pues pronto la nena desfalleciendo sería retirada mientras su vulva escurría, para dejar ver como un nuevo miembro de aquel grupo. En este caso Micky tomaba su lugar, dejando de lado su sensual lencería, unas piezas que dejaban transparencias que revelaban su figura, enseñándole como debía hacerlo en un acto por demás ardiente al ensartarse ella misma, aunque Matt sería muy solicitado y la dulce Laurita dejaría su coñito al alcance para que este lo devorara, sacándole fuertes gemidos a la dulce niña, quien dejaba ver en su rostro la lujuria que sentía, perdiéndose en largos minutos de placer, en un vaivén que le haría recuperar la firmeza que le caracterizaba tanto. Todo sería una verdadera orgia, pues luego llegaría turno de Sayo, quien se podría de a 4 para que le rompieran el coño de esa manera tan fuerte, quería sentirse usada, se bombeada con furia, dejando que el joven desatara toda su furia, mientras Edna lo besaba, dejándose masturbar por un dedo travieso que llegaba a sentir sus pliegues internos que escurrían mieles del deseo, al mismo tiempo que iba sacándole fuertes gemidos silenciados por una lengua experta, en un ciclo sin fin de pasión carnal, que estaba lejos de acabar.
Fue inesperado, pero pronto tanto Laurita como Edna hicieron Tijeras, se acomodaron para restregar entre ellas sus vulvas cruzando sus piernas, solo que entre ambos coñitos dejaron la verga de Matt, quien recibiría aquel masaje inesperado, sacándole una sensación indescriptible, nunca soñó con algo semejante, ver ambas vulvas despidiendo sus mieles de seducción mientras su virilidad se sentía tan bien, empezando a arder por tan ardiente contacto, un acto erótico tan inesperado como deseado, más no sería el final, su verga tras ser bañada por un par de corridas de ensueño, sería objeto de una mamada de locura, esta por parte de Carmela, quien haría algo que deseaba, empezando a coger, solo que dejarían a la pequeña Janeth en medio, para que ella fuera presa de los juegos de ambos pervertidos, los cuales hacían que la nena acabara sintiendo el sexo como si fuera una mujer adulta, un sexo fuerte que le hacía delirar de pasión, entregándose al placer de tal manera, que le resultaba imposible resistirse a semejante fantasía sexual a la que era introducida, logrando correrse mientras Matt cogía con fuerza a Carmela, quien no dejaba de gemir, suspirar o suplicar por un poco de acción, y entre la pasión diría:
Qué te parece Janeth, mm, te gusta, así es como cogen los adultos, mm, tu también lo harás, mm, ya lo estás haciendo, mm, pero eres chiquita, aun te falta por aprender, mm, y nosotros te enseñaremos todo, ahh – decía con ardor sexual antes de besar a la niña, logrando que se desvaneciera en sus deseos sexuales.
Realmente había sido una locura, cogieron de manera total, disfrutando de sus cuerpos sin límites, dejando la cama invadida del calor sexual, pero a la mañana siguiente aun con el cuarto oliendo a sexo, Matt había logrado coger con todas las hembras en su cama, y darles fuertes orgasmos, se sentía tan bien, se preguntaba si eso era lo que sintió su primo Dany con sus primas, quien lo sabía muerto, detalle que le molestaba, pues pese a que poco lo trató, este le dio esperanzas para hacer lo que hizo hace unas horas, gozando de un placer sin igual al verlas a todas desnudas, escurriendo su semen de sus conchitas, dejando poco a la imaginación. Ahora estaba amaneciendo, se sentía tan bien el vigilante, por ello dejó el cuarto para pensar un poco las cosas en su sala, esperando que la brisa matinal desde la ventana lo refrescara, pensando en que más podría hacer, pues seguía ardiendo por dentro, soñando despierto en todas las posibilidades, cuando vería que alguien le siguió, desde la cama hasta el sillón, estando igual de desnudos, listos para seguir con la faena erótica, asegurando lo que eso significaba. Matt vio a esa pequeña con lujuria, realmente la dulce Janeth se perdía en aquel deseo, por lo que viendo como recuperaba firmeza la verga de su macho, su hembrita llegaba por mas, la nena se alegró de forma coqueta por ver aquello, y fue a acercarse lista a continuar con su juego, acomodándose para ser penetrada, ofreciendo su vulva recién estrenada, siendo levantada y en un solo movimiento que lejos de lastimarla, sería tal como lo prometió Carmela, le penetró, pero lo disfrutaría más que la vez anterior, recibiendo las embestidas con un gusto que se reflejaba mientras la nena gemía de manera viciosa, convertida en una putita por completo, mientras cogían como si nada más existiera en el mundo.
Era el paraíso, que se convertiría en infierno, cuando súbitamente ambos notarían que una figura que no debía estar ahí dentro se hallaba viendo como cogían, alguien había entrado a la casa, descubriendo el pequeño secreto, dejando en duda su destino, pues el sol le daba de espaldas, no permitiendo que supieran de quien se trataba…
¿Fin?
Puedes volver a escribir sobre el incubo porfa gracias me encantan tus historias eres magnífico
saludos, gracias por recordarme, pensaba en hacer al menos un capitulo especial del incubo, se me había olvidado, quizás luego retome la temática del incubo, gracias por tu comentario…
Excelente muy excitante con morbo y lujuria, continua la serie.