El Vigilante de la Privada 9
Pese a que algo no esta bien, Matt sigue su vida, pero ahora que tiene a Carmela, esta demostrará que tan erótica es….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
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No podía creerlo, pero era una de las mejores suertes, después de enterarse de algunas cosas, pues las nenas que tanto le gustaban no le eran indiferente, por el contario, ellas solas buscaban tener alguna clase de acercamiento con él, aunque no sería sencillo poseerlas, era necesario esperar a que hicieran su jugada, para darles entrada libre a caer en su verga, y este en verdad respondería con una buena acogida por tenerlas a ambas, sólo debía ser paciente, pero ahora Matt prestaría más atención a la casa 17A de la privada, donde vivía Carla, una de las nenas que deseaba cogerse, una lindura de pequeño aspecto, con una boquita sensual, perfecta para mamar una verga, lo sabía al ver como chupaba las paletas de caramelo, le encantaba la idea de oírla gemir cuando le comiera la vulva, verla tragar verga ya fuera por boquita, su entrada de abajo, o verla bien penetrada usando su culito, era un delirio pensarla bien cogida, ya quería saborearla, sentir su néctar ya fuera de sus labios o mieles, teniendo una pequeña oportunidad. No pasaría mucho tiempo antes que pudiera acercársele, por causas de mantenimiento tuvo que cambiar las cámaras, o mejor dicho los detectores de incendio, pues al revisar los equipos, se dio cuenta que no transmitían nada adentro, o la imagen estaba dañada, lo cual le dio algunos temores, pensó que fue descubierto, aunque él no había colocado nada, sabía que no saldría bien librado si era el caso, todo empeoró cuando el padre de la niña llegaría a buscarle por culpa de un accidente, pero con buen fortuna se daría cuenta que no debía preocuparse, pues venia para cambiarlas, ya que el señor de la casa diría:
Ah, lo siento, se que estaban rotos, pero no quise decir nada, es que mi mujer hizo una escenita, rompió muchas cosas, como la agarré en medio de su mugrosa infidelidad hace un par de años, esta no quiso hacerse responsable, quería salirse con la suya y rompió muchas cosas, ah, me quería culpar de violencia familiar, me quedé nervioso porque entre tanto daño las alarmas contra incendios, y solo que no me recupero del divorcio, que si no los hubiera pagado, en verdad, lo siento, aparte que casi se me quema la cocina por culpa de unas palomitas caceras – decía el hombre un poco preocupado, ya habiendo llevado al vigilante con él.
No se preocupe, mejor así, diremos que salieron defectuosos y de esta forma que el jefe pague los platos rotos, le parece – dijo Matt como si fuera alguna clase de travesura, mientras se preparaba para quitarlas de sus lugares.
Oh, gracias, pero ¿Por qué haría eso por mi? No nos conocemos muchos, y yo estaba molesto por la pérdida del viejo Benito, a veces tomábamos cervezas juntos, me da pena que esté tan mal, y me desquité con su nieto – dijo apenado el señor.
Tranquilo, es amigo de mi abuelo, seguro este haría lo mismo, además no estoy contento con el gordo ese, el jefe quintero es un abusivo de primera – dijo el vigilante mientras acomodaba la cámara en la sala de manera disimulada.
Ah, déjame adivinar, se le queda viendo a tu novia con cara de coyote hambriento, jejejeje, no es por ofender, pero te cargas una preciosidad, cualquiera querría tenerla en la cama, seguro que es una bomba sexual – dijo el señor Carlos al vigilante con picardía mientras se quedaba cercar, sin saber que pronto lo iban a espiar.
Lo es, y no cualquiera la tiene contenta, se lo puedo asegurar, digo, aquí en confianza, yo eh roto a un par de putas en su momento, por eso la tengo contenta – se burlaba un poco complacido Matt, hablando muy tranquilo con el señor que resultaba muy agradable.
Pues se que su novia va a estar como trabajadora de mantenimiento, eso nos avisó, pero no le sabia esas mañas, aunque dime una cosa, jejejeje, las del distrito villas son buenas, pero las del mercadito son de temer, o me dirás que eran de congal, por mm, esas son finitas, muy guapas, pero no aguantan nada – se burló el señor Carlos sonriente, haciendo un gesto libidinoso.
Jajajaja, como me divierte esa frasecilla, en turismo la usan para los que vienen de visita y quieren coger, pero no, yo soy cosa seria, una vez me metí con las de media noche, a la que me rompí en apuesta fue a la vieja Maluca – se burló un poco Matt, viéndose como todo un macho.
¿Qué? Estas hablando en serio, la madre de todas las putas, la perra sarnosa de la noche, la que te da 5 segundos de cielo, pero 5 meses en el infierno, carajo, la rompiste, usaste protección – decía el señor y una cara le dijo todo, lo que le hizo reírse.
Sí, me puse condón, me la follé en 10 minutos le di su primer orgasmo, pero en 20, uf la había hecho correrse hasta 3 veces más, así que le gane $300, esa vieja tenía cara de espanto, pero bien que la hice chorrearse – dijo molesto Matt, aunque acabaría con una risilla.
Pues qué bueno que me lo dices, porque en serio, yo una vez estuve con esa tipa, me agarró borracho, me sacó $500, 100 en la mamada, pero 400 porque me enfermó la muy maldita – aseguró molesto el señor sobándose la entre pierna.
Con eso el hombre quedaría más tranquilo, dejando que Matt acabara, acomodando sus cámaras en los lugares donde estaba seguro que vería mejor acción, y luego de ello saldría, pues necesitaba revisar algo afuera, era tal como dijo el señor Carlos, Carmela fue contratada, si aparte le querían poner un uniforme con una falda muy corta, como había perdido su trabajo de mesera, todo porque el amante del dueño, era amigo de su padre, este le pidió que le apoyaran para hacerla volver a casa, algo pasaba con ese tipo, de hecho se notaba que había un humor difícil en la ciudad, una presión muy molesta, se mantenía una especie de tensión y las noticias poco hablaban de eso. Pero todo eso apoyó a que Carmela se fuera a quedar con Matt, quien visitó un poco su hogar para darles las noticias de su noviazgo, pero acabo enojado, viendo como su padre se estaba por meter en grandes problemas por hacer algunos negocios ilegales terribles (fraudes que eran obvios y lo atraparían fácil), sus hermanos igual, parecían querer meterse en un grupo peligroso, para ganar “respeto” en las calles, solo su madre parecía algo sensata, viendo a su familia como diciendo “estoy rodeada de imbéciles”, no metiéndose en esas tontería, aunque se veía inquieta, pues seguía noticias de una ciudad cercana, parecía que un loco millonario con negocios en bienes raíces estuvo causando problemas, aparte que otros estaban siendo encerrados por diferentes crímenes relacionados, decía que tenía familia ahí, pero este solo le sabia de hermanas, quienes no figuraban ahí, aunque con gusto la señora vería que su hijo se consiguió una preciosa novia.
Debido a muchas circunstancias Matt fue a ayudar a Carmela quien se mudaría realmente con él, estarían apretados, pero no había de otra, y realmente el vigilante quería quejarse por el espacio, pero con tan mala suerte que el dueño diría: si quieres arreglar el lugar adelante, eres libre de hacerlo, pero no cuentes conmigo, tengo otros gastos que atender; lo que fastidio al joven, quien querría reclamar, aunque no tenía tiempo para eso, pues también volverían a encontrarse con Ramon y Rafa, quienes se hallaban furiosos por la jugada que les hizo, aunque tratarían de evitarlo de momento, se salvaron porque las pruebas eran insuficientes, además que dieron una buena suma para evitar quedar atrapados en las celdas, terminaron endeudados, por lo que se les vería regresar furiosos, aunque los siguientes días se quedaron encerrados en su casa, pues su trabajo se había retrasado por su encierro, así que no podían hacer nada por vengarse.
Durante esos días vería Matt como siguen las cosas, con las Gemelas todo estaba bien, las chicas le contaron a su padre que un par de amigos fueron a visitarlas, pero que viéndose libres de actuar intentaron forzarlas a algo, sólo que el vigilante las sacó del problema defendiéndolas de manera tan varonil, lo que le dejaba a este bien parado frente al señor Claus, quien no dejaba de asumir que se quedaría con alguna, pensando que quizás Carmela solo era un gusto pasajero, además que como otros tantos, el hombre miraba a la joven de una manera casi depredadora, sintiendo una fuerte erección por tan deliciosa mujer, anhelando poder disfrutar de ese coño que prometía ser jugoso, así mismo Kimmy seguía vigilándolo de cerca, parecía una acosadora, incluso se dejaba tocar en cualquier oportunidad, siempre que la “novia” estuviera fuera, pero no llegaban a nada serio debido a los tiempos, pero al menos ella lograba tener varios orgasmos gracias a sus caricias. Por su parte Angie, lo empezaba a saludar de manera muy efusiva, intercambiando miradas coquetas, que lo invitaban a usarla a su antojo, se notaba que la nena quería repetir, se veía ansiosa de sentir aquella carne de macho furioso encima de ella, y en las cámaras hacia de las suyas, sobándose su vulvita o haciendo algunos juegos sensuales frente a su celular, tomándose fotos desnudas, que lo hacían desear robarle el equipo, aunque esta no lo supiera, estaba haciendo un excelente trabajo para calentar al vigilante. Además Bella empezaba a ganar confianza a su lado, acercándose lo suficiente como para jugar coqueta, aunque solo cuando estaban solos, era lista para no llamar la atención, se veía como una niña sumisa deseando que su amante la besara, y claro que lo hizo en varios descuidos, sobando bajo su falda, logrando sacarle algunos suspiros de calor sexual, mientras que Erick se quedó varios días enfermo, según dijeron los médicos tenía una infección por un desgarro anal así que estaría convaleciente por un tiempo, lo que dejó a los 2 chicos nerviosos (Naty y Simon), pues si se daban cuenta de sus juegos, estarían en graves problemas. Así mismo Jessy saludaba mucho a Carmela, y la madre de esta siempre intentaba agradecerle o pedirle ayuda, dejando a la nena en sus manos en cada oportunidad, lo que significaban muchos juegos donde la chica le enseñaba sobre como coquetear con los hombres, cosas pérfidas, o gozar en privado, todo oculto en lecciones de vida, que aseguraban un verdadero gusto sexual, logrando que en veces la nena viera a Matt con un nerviosismo interesante, como si quiera algo prohibido de este, lo cual le serviría en sus planes.
Así mismo con el paso de los días, Valeria se iba portando mejor con el guardia, aun no hacían nada, pero se daba cuenta que la nena se hallaba inquieta a su lado, jugando con su falda, como si quisiera algo poco común de su parte, logrando que su verga se hinchara cuando en sus descuidos dejara ver sus nalgas o vulva apenas cubiertos por un calzoncito de algodón, pues solo hacia eso cuando usaba su uniforme escolar, finalmente Laura y Edna, se notaban muy ansiosas a su lado, fingían demasiado bien, sin embargo cada que estaban cerca, hacían sus juegos, exhibiéndose, o siendo descuidadas a propósito, además que iba notando como en los videos, las nenas en sus casas comenzaban a jugar en sus camitas, se tallaban aquella parte infantil, logrando que de estas escurrieran sus mieles sexuales, o al menos eso parecía, pues siendo tan chicas, eso quedaba en duda, solo el recuerdo de sus palabras morbosas eran prueba de sus deseos sexuales despertados, por ello ahora se fijaba mejor en ambas, siempre estaban pendientes de él, incluso jugaban haciendo poses que antes las tomó de manera picara, descuidos infantiles, aunque ahora las notaba mas eróticas, pues sabía que intentaban provocarle, y es que las 2 iban al mismo club de gimnasia, y hacían toda clase de ejercicios, pero al seguir espiándolas, hablando con los padres, o revisando lo que podía se enteró de un par de cosas: primero, todas las niñas eran algo golfas, segundo, parecía haber alguna clase de trauma con el hecho de ser vírgenes, así que buscaban como seducir a algún hombre para coger con este y tercero, todo había sido culpa de su maestra borracha en un evento quien dijo “las niñas vírgenes por lo general no son tan flexibles”; eso ultimo le daba una idea, seguro el instructor o lo que fuera, estaba viendo qué hacer con las chamacas, lo cual era algo estimulante a su parecer.
Matt solo podía ver como acomodarse entre las nenas, haciendo acercamientos con cada una de ellas, para poseerlas así como veía a la gemelas, pues tanto Samy como Tatis ahora se dejaban someter, sabían que si él decía algo, ambas quedarían encerradas en un internado o convento, según el capricho de su padre, además que iba dándose cuenta que realmente les gustaba el ser cogidas con ese ímpetu sexual, pues el vigor del guardia lograba satisfacer a la perfección todos sus deseos carnales, de hecho sentían un gusto enorme por tenerlo cerca, jugando con ambas, siendo cogidas por este hombre, quien las revolvía desde dentro con cada penetración, un placer culposo que no querían admitir. Todo iba medianamente bien, el vigilante se iba ganando a su vecinos, permitiéndole Matt disfrutar cada que podía de las nenas, siendo las gemelas sus favoritas, cogiéndolas mientras que Carmela miraba desde el cuarto como su macho usaba a ese par de hembras sometidas, ambas habían caído, solo mentían de manera convincente, pero si este las obligara, incluso ella podría unirse a sus encuentros, más no quería echar a perder nada, antes debía tenerlas bien controladas antes de poder gozar de esa fantasía de coger con ambas chicas. Pese a todo eso, los avances de Matt con sus putitas, los cuales mejoraban su calidad de vida sexual, eso no era todo, la situación rara de la ciudad seguía adelante dentro de oscuros rincones de por doquier, en un asunto que parecía demasiado delicado, por ello tendría que moverse en una noche, un poco tarde, para acudir a una cita, la cual no podría ignorar aunque quisiera.
Tiempo sin verte viejo, pensé que ya te habías ido al cuerno o donde sea que te querían trasladar, ya no se bien ¿Qué paso? – dijo Matt, llegando al café Celaya, una de las tantas mesas, donde lo esperaba el anciano.
Todo a su tiempo, necesito arreglar algunas cosas, y contigo son prioridad, así que cálmate, porque en serio, no te aguanto, hubiera preferido seguir con tu antecesor, pero bien que has conseguido cosas buenas, algunos pajilleros vouyerista que tengo no dejan de sobarse con tu material – dijo el viejo mientras pedía un café.
Bien, como sea, me tienes el dinero, porque si no, busco a quien más venderle lo que consigo, y que cosas, todos ahí muy puritanos, pero son una horda de pervertidos, además la estoy pasando mal, y el otro día hablé con el viejo, no debo recibir por video menos de $100, aunque creo que podría ganar más – señaló Matt algo malhumorado.
Tranquilo, no te conviene quedar mal conmigo, además todo tu material es de primera, de hecho el jefe está bastante contento, te manda un incentivo, porque quiere ver si se puede hacer algo con esos putitos del trió, en especial quiere romper al mayor – dijo Ian algo inquieto entregando un sobre sin que nadie lo viera.
Eso se puede arreglar, no tengo interés en ellos, son un par de babosos, de hecho ese pedazo de mierda se está por meter en broncas muy graves, solo es un babosito que se cree muy rudo, así que si lo quieren convertir en putita, adelante, les diré donde lo pueden hallar, de todas maneras están sospechando de sus cosas, no sabe mantener la calma, como al chiquillo le rompió feo el culo, adivina – dijo Matt mientras recibía un sobre con dinero.
Oh, con que eso pasa, ya entiendo, mm, jejejejeje, ah, esos putitos se creen la gran cosa, pero no saben nada, siempre terminan usando lencería, tacones, chupan las vergas de otros como si fueran dulces y sus juegos de machos alfas acaban – se burló Ian recordando algunas cosas.
Ah, bueno, entonces estamos bien, luego vemos los de esos hermanitos ¿verdad? Porque ahora tengo que volver al trabajo, la verdad es que estoy viendo cómo sacarme un par de zoquetes de encima, sin olvidar que mi jefe es una basura – dijo con fastidio Matt.
Jejejeje, tranquilo chiquillo, tu concéntrate en sacar material delicioso, las vulvas de adolecentes depilándose los coñitos, tetas jóvenes, vergas aprendiendo del sexo, toda clase de sexo sin tabús, lo demás queda fuera, a menos que sea competencia, otros tipos haciendo uso de esto, aunque dime ¿Cómo se llama tu jefe? No lo sé bien, pero igual lo maldecía tu abuelo, ah, como sea, mejor consíguete una panocha para comer, jajajajaja – se burlaba un poco Ian.
Pues que gracioso, porque ahora que lo dices, estuve investigando, los tarados que quiero romper hacen videos de porno ilegal, quizás puedan ser competencia, también buscan coñitos vírgenes o vergas secas, mi jefe es el gordo Quintero, o algo así, quien se la pasa acosando a mi vieja, que sí, tengo pareja y me está ayudando con todo, mientras estamos negociando ella se toca su concha jugosa mirando a todos los vecinos cogiendo como si el mundo se fuera a acabar, hasta un par de cosillas que les dejo en la USB están ahí gracias a ella, así que cálmate – dijo Matt algo molesto.
No estaba contento, pero Ian al escuchar eso, se quedaría inquieto, como si hubiera dicho algo importante, y querría decirle que revisara mejor a ambos tipo, pero este no se quedaría más tiempo, una llamada por celular lo interrumpiría, se trataba de algo urgente, incluso le dejaría la cuenta al joven, aunque con la paga recibida, no le importaría, pues la suma era de 5 ceros, incluso compraría unos chocolates exclusivos que vendían ahí para Janet, pues quería ganarse un poco más el cariño de la nena y por su pancita era una muy buena idea, siendo una nena tan dulce, no le costaba trabajo o razones para llegar y darle ese gusto, lo que agradecía su torpe padre, quien se acercaba un poco más pensando que al menos podría ver a las sensual novia. Matt después de eso se retiraría, aunque no volvería a la privada, antes se fue a un local donde halló a Carmela, quien lo saludó afectuosa, parecía estar recogiendo un par de maletas, venia con ella un chico un poco avispado, resultó ser el hermano menor, quien no estaba muy contento con que se fuera de la casa, pero el pleito con su padre iba en serio, así que le vino a dejar sus cosas, luego de ello se irían juntos a la casa, bueno, el pequeño cuarto que tenían, oficialmente eran pareja, y quería disfrutar un poco, aunque no les sería posible, realmente era algo gracioso, pero la llegada de Carmela seria una especie de mezcla de suertes, pues en buen momento la llamaban para cuidar de una niña, quien no se sentía tan bien, según parecía, se trataba de Jessy, quien se iba a quedar sola un par de horas, mientras sus padres salían a un evento de sus hijos mayores, lo que les dejaba la casa sola para disfrutarla en privado.
Casi parecía un regalo del cielo, pero Matt no estaba invitado, se trataba de una “noche de chicas” lo cual fastidio al hombre, quien quería romperle el culito a tan preciosa nena, sin embargo debía esperar, no era el momento, al menos no todavía, lo que le cansaba, pero no se podía hacer nada, sabía que su mujer era tan pervertida como él, así que estaría planeando algo muy caliente, y pronto el también gozaría de la nena. El tiempo seguiría su curso, Carmela se iría a cuidar de la niña, como ella era una especie de trabajadora especial, su sueldo iba por propinas, una maña más que arregló el dueño para evitar problemas de sueldo, cosa que fastidio a Matt, pero seguro así lo quiso por desquite, ya que el viejo mañoso hubiera preferido tenerla de puta personal, chupándole la verga, comerle el coño, cogérsela hasta hacerla gritar, eso lo sabía muy bien, no era difícil verlo meter a alguna golfa con una de las cámaras de vigilancia que tenía, una de las pocas cosas que guardaba, eso en su monitor de entrada, aunque en más de una ocasión pensó en hacerle una jugada, como desquite, lo cual se hizo necesario cuando llegó ese día o noche.
Mata, digo Matt – dijo con fuerza el jefe mientras lo buscaba.
¿Qué se le ofrece? Jefazo – respondía fingiendo tenerle algo de aprecio.
Mándame a la Carmela, necesito de sus servicios, era puta de lujo, no, tengo una junta con unos clientes, podría estar por vender la privada, necesito a alguien que entretenga, no la acapares maldita sea – decía el gordo evidentemente ebrio.
Jefe, ella no era puta, niñera, mesera, nunca puta – dijo tratando de aclarar aunque le quería romper la cara por ese comentario.
Como sea mándame a la puta, porque quiero con quien descargarme, si la tengo bien gruesa porque no he podido cogerme nada en días, jejejeje – se burló el hombre antes de irse caminando sin decir más, llegando a su pequeña residencia dentro de la privada.
Eso fastidio mucho a Matt, quien quería romperle la cara, pero se daba cuenta que el infeliz podría vender el lugar, lo que le dejaba una duda, ¿Qué estaba pasando? Quizás su negocio se iba a perder, necesitaba hacer algo para mantenerlo, o de lo contrario todo se iría al caño, pero de momento se decidió a hacer algo con lo cual ganaría tiempo. Mientras tanto, ausente de todo eso, Carmela había llegado a la casa de Jessy, quien fue recibida de manera muy afectuosa, lo cual alegró a los padres, pues miraban con agrado a la niñera, en especial el papá, igual que tantos ahí, hubiera querido ser abrazado por aquella sensual hembra, para sentir los redondos pechos contra su cuerpo, recibir sus besos, acariciar ese cabello, o lamerle la cara de manera viciosa, el hombre apenas mantenía la cordura ante aquella situación, aunque se le notaba una mirada insistente en las pronunciadas curvas, mientras su esposa decía:
Gracias por ayudarnos Carmelita, en verdad eres de mucha ayuda, y pensar que estábamos en contra de que trabajara tu novio, a todo esto, ¿Cómo se conocieron? – decía la mujer, hablando por inercia aunque el tiempo no estaba de su lado.
Ah, pues golpeo a un tipo que me acosaba, es que era mesera en un restauran bar, esa es la versión ligera, luego le platico mejor, es tan varonil – dijo la muchacha contenta.
Oh, ya veo, con que te gustan los hombres rudos, bueno saberlo, pero cariño, tenemos que irnos – decía el señor, mientras apresuraba a su mujer, de manera casi astuta, pero eso estaba de más, sin demora se fueran a su evento.
Perfecto, luego hablamos carmelita, porque se nos hace tarde, pero en verdad quiero que me cuentes, parece que Matt es más noble de lo que pensé, tienes nuestros números, en caso de emergencia, le dijimos a Jessy que te haga caso en todo – decía la señora alarmada por la hora.
Una vez que los padres partieron, viendo que la mujer le gruñía al hombre por sus obvias intenciones ante sus curvas, dejaron a la joven con la nena, quien se veía inquieta, pensativa de la situación, como si esperara algo, la muchacha le dejaría descansar en la sala de televisión, donde se pondrían a ver una película, todo muy tranquilo, incluso pidieron una pizza, aunque la familia era tan “saludable”, pero ese detalle le gustaba a la chiquilla, quien a su lado no se resistía a ser mimada, aunque su mente estaba lejos de quedarse pensando en lo que había pasado esa vez que se enfermó, y desde entonces la joven se volvió una buena amiga.
Oye Carme, en serio eres la novia de Matt, porque lo veo muy pegado a otras chicas, las gemelas por ejemplo – decía Jessy algo inquieta, mientras veía la película.
Ah, preciosa, lo que pasa es que los hombres como Matt son diferentes a otros, siempre les gusta tomar control de las hembras a su alrededor, son como los leones, con una manada – decía de manera juguetona Carmela mientras le daba palomitas.
Cierto, me lo contaron, el león macho tiene muchas novias y con todas hijos, también lo vi en el canal de la selva – decía la niña dándole la razón.
Pero mamá se enoja, cuando papá ve a otras chicas – agregó la nena.
Si, no todas la mujeres somos iguales, unas quieres que su macho solo las vea a ellas, otras nos gusta verlo con otras hembras, siempre que no nos haga a un lado, pero no te preocupes, esas son cosas de adultos, ya aprenderás – decía Carmela un poco traviesa.
La niña acepto sus palabras sin problemas, sabiendo que su amiga no le mentiría, eso le gustaba de la niñera, le decía cosas que sus padres no se atrevían, dándole escusas como que era muy chica para saber de eso, no sea grosera o demás, eso le molestaba, le hacía sentir tan pequeña, pero al contrario Carmela le contaba las cosas de manera sencilla, las entendía, al mismo tiempo que hacían cierta complicidad, pues lo que se enteraba estaba prohibido, sabía perfectamente que no debía contarlo a otros, pues viendo a sus padres, se ganaría un castigo. Pronto llegó la Pizza, el repartidor se vio algo nervioso, aunque al ver a la sexy niñera no dudó en coquetearle, a lo que le dijo ella: pregúntale a mi novio, el de la entrada; cosa que heló la sangre porque vio a un tipo enorme, difícil de aguantar un puño; aun así se iría contento por la propina, mientras veían la película comieron un poco, pero la niña se llenaba de grasa, eso esperaba la mujer.
Ha, Jessy, te manchaste – dijo Carmela enseñándole su ropita sucia.
No hay problema, tengo que dejar esto para lavar – dijo conveniente la niña.
Bien, mejor sácate eso, para dejarlo en la ropa sucia y lavarlo de una vez, así no se mancha más, porque luego tus papis se enojaran conmigo por darte algo “poco saludable”, luego te bañas y listo – dijo como si hicieran una travesura.
La niña aceptó, le gustaba eso de la niñera, le daba sus gustos, arreglaba problemas que hacía, sus padres eran muy estrictos, pero también seguían muchas tendencias, ahora estaban obsesionados con una vida sana, prohibiéndole dulces o demás cosas, por lo que se sentiría muy contenta cuando ella le trajera de “contrabando” uno chocolates, unos que le regaló su novio, al terminar su película, Jessy se iría a bañar, estaba lista para eso, aunque por pedido de su madre, Carmela debía cuidarla, era una mujer con muchos traumas en algunos sentidos.
Nada de eso importaba ahora, la sexy niñera llegaba para cuidar a la niña, quien se estaba lavando su pequeño cuerpo, así que entraba a la ducha para hacer de las suyas, bueno, en realidad estaba en una tina de baño, y desde afuera le comenzaba a ayudar, sobando ese pequeño cuerpo con el jabón, le iba acariciando siendo muy cuidadosa, tocando cada parte de su pequeño cuerpo, desde la espalda, hasta los pies, tratando de hacer presión en su vulva, la cual le afectada mucho con un hormigueo por todo su cuerpo, le estaba provocando una calentura irresistible, si la misma niña cerraba sus ojitos mordiéndose el labio.
Te gusta esto – dijo Carmela mirando a la nena.
Sí, me gusta mucho – respondió Jessy abriendo levemente las piernitas.
Oye pero tienes que lavarte bien – decía la muchacha viendo a la nena.
Ayúdame, si – agregaba con una picardía difícil de resistir.
Era una invitación al juego, y la iba a aprovechar, le sobaría todo el cuerpo con el jabón cubriendo levemente cada parte de su piel con una fina capa de espuma, la cual acariciaba dejando un aroma a limpio, eso le ayudaba mucho a relajar a la preciosa chiquilla, quien se dejaba hacer de todo. Por experiencia propia Carmela tocaba cada centímetro con un cuidado especial, intentando excitarla, no estaba segura si una niña tan pequeña pudiera sentir placer, pero veía con gusto que era el caso, se estaba calentando, su cuerpo respondía, aunque le tocara las inexistentes tetitas, solo eran una puntas traviesas o igualmente sobaba su piel, causando una sensación placentera, intentando alcanzar cada parte desde su cintura, ombligo, también sus brazos, pero hacia énfasis en sus piernitas, muslos, y nalguitas, lo que causaba una sensación placentera, una serie de hormigueos en la chiquilla que le gustaban demasiado, mirando a todas partes excitándose por aquella sensación tan agradable, cerrando los ojos, mientras la mujer veía con gusto eso.
Te gusta Jessy – decía un poco inquieta Carmela.
Sí, me gusta mucho – respondía la nena dejándose llevar.
Bueno, pero ya acabamos, estas limpiecita como te quiere mami – dijo la mujer dando por terminado el baño.
Aquello no le gustó a la nena, quería más, eso lo esperaba Carmela, quien había dejado afuera su ropita, pues le iba a dar un gustito planeado, uno que satisficiera a su pequeña amiguita, quien se veía insatisfecha, lo cual le encantaba a la joven, quien sabia como manejar a esa niña preciosa, pues como esperaba era tan golosa de sexo, la empezaría a encaminar al terreno del erótico. La sacó desnudita, apenas usando una toalla para cubrirla, dejándose mojar un poco, luego aprovecharía eso, cuando la niña viera sus formas, deseaba ver si quedaba excitada, pero antes debía llevarla a su cuarto, donde la terminaría de secar, aunque como traía una camisa clara Carmela, se le notarían perfectamente la fina piel de su cuerpo.
Jijijijiji se te ven las bolas – decía traviesa la nena viendo los pechos de su niñera.
Ah, esto no es bueno, mejor me quito la camisa o me enfermaré – dijo la mujer, pero no quería hacerlo, era como si le pidiera permiso a la nena, quien se sintió importante.
Hazlo, ya estoy desnuda yo, no le diré a nadie – dijo risueña Jessy saltando en la cama desnuda.
Bueno, pero en serio no le digas, porque se supone que no debo hacerlo, aunque esto me sirve, quería darte un masaje con aceite para que duermas bien, te parece – decía la mujer buscando la aprobación de la niña.
Era necesario tener la confianza de la nena, detalle que había logrado, ahora la chiquilla se acostaba en la camita rosa con peluches, quitando la colcha para dejarse tocar, mientras Carmela hacia de las suyas, sacándose la ropa quedando solo en su lencería habitual, y desde que estaba con Matt, siempre estaba coordinada, no deseaba verse mal frente a su hombre, quería gustarle, por eso ahora usaba un conjunto azul claro, que a la niña maravillo.
Te vez muy linda – decía Jessy asombrada por el cuerpo de la niñera.
Claro, las mujeres enamoradas nos volvemos más bonitas, mira a tu mami, yo tengo a Matt, que es mi león, ahora déjame te arreglo para que puedas dormir bien – dijo astuta Carmela, siendo un truco, para ganar su aprecio, aunque si le caía bien la nena, solo que igual la quería ver empalada por la verga de su novio mientras le comía la vulva.
Una vez hecho eso empezaría a sobar su cuerpo con aceite de bebe, seguía desnudita, empezando por el brazo izquierdo, luego el derecho, su carita, y pasaría a sus piernas, dándole un masaje a la planta de los pies, sabia donde tocar para incrementar la sensación, lo cual funcionaba, pues la niña empezó a quejarse, pero no de dolor, sino por unas extrañas cosquillas en su cuerpo, lo que hacía sentir un calor nacer e invadir todo su cuerpo.
Mm, se siente raro, aquí abajito – decía Jessy mientras se tocaba cerca de la vulva.
Luego iré a esa parte, pero dime, te duele – le decía mientras le iba acariciando con cierta intensidad las piernitas, para incrementar la sensación.
No, me gusta mucho, se siente tan rico – aseguró la nena algo adormilada, realmente se estaba relajando mucho con esas caricias.
Diciendo eso comenzaría a sentir como las manos subían, saltando de su vulva a sus hombros para alcanzar los pechos, haciéndole sentir un calorcito especial por todo el pecho, así como una corriente eléctrica tratando de alcanzar su vulva jugosita, pues pese a su edad, por causa del juego, estaba sintiendo algo que no era común en las niñas de su edad, llegando a quedar muy inquieta, empezando a suspirar por el deseo que se iba liberando, en especial cuando alcanzaba a tocar la entrepierna, aunque ahí era cuidadosa. Carmela se fue acomodando sobre la niña, acercándose para dar cierta cercanía, le iba sobando lentamente hasta llegar a la vulva, que estaba lampiña, regordeta, y la chiquilla se sentía tan caliente, dejándose tocar con toda libertad, mientras los dedos llegaban, rosaban esa parte tan intima, logrando que Jessy se sintiera deseosa de sentir más, pero no llegaba, lo cual la hizo decir:
No me tocarás ahí, se siente raro, pero muy rico – decía la niña ansiosa.
Mira, lo haré, te daré un masaje especial, pero siempre y cuando lo guardes como secreto, porque se supone que nadie debe tocarte ahí, entendido – decía cuidadosa Carmela.
Si, secreto de corazón – decía Jessy ansiosa, abriendo sus piernitas.
Bien, pero antes de eso, un beso de la confianza – agregaría la niñera ya muy caliente.
Era falso eso que decía, solo una escusa, pero bien que le serviría, le daría un besito en los labios, mientras tocaba su pequeña vulva, los pechos de Carmela estaban sobre la chiquilla, logrando que esta pudiera sobarlos, mientras que su vulvita era alcanzada con cuidado, para darle un gusto total que lograría hacerla quejarse, pero en un arranque de pasión, robándole un beso mas adulto, se apoderaría de su linda boquita. Jessy no comprendía nada, el calor de aquel encuentro le estaba gustando, pues las intenciones de su niñera, aunque pérfidas, solo le traían un placer difícil de resistir, se estaba perdiendo en la lujuria, más no entendía nada de eso, y solo se entregaba totalmente a los deseos de la mujer quien le estaba haciendo sentir tan bien, que poco o nada le importaba, se estaría haciendo adicta a ese gusto inesperado.
Realmente era una escena para recordar, en medio de una cama infantil una joven con un cuerpo de infarto, sobaba la pequeña vulva de una niña desnuda, la misma se entregaba al placer, iba aprendiendo a como besar, mientras su pequeña vagina era atormentada con un roce sexual que le iba sacando una serie de cosquillas que nublaban la mente, era un completo gusto que no dejaba pensar en nada a la dulce chiquilla, quien en ese momento poco le importaba lo que sucedía, solo deseaba seguir sintiendo ese calor que la hacía esclava de los deseos de Carmela, quien se daba cuenta, la nena sería suya pronto, empezaba a gemir deseosa de mas, le gustaba como esos dedos se iban acoplando a su cuerpo, sin intentar nada más, solo caricias constantes, que iban dando vida al fuego en su interior, un hormigueo constante que la hacía adicta a ese contacto, logrando que esta deseara mas.
Te gusta, bebita, te gusta que te acaricie así – dijo cariñosa Carmela mientras sujetaba esa parte.
Mmm, si, mmmm, mas – decía la niña perdida en esos deseos carnales.
No quería forzar nada, pero era necesario, quería que la nena estuviera perdida en ese deseo, al tiempo que le preparaba para tener una buena verga dentro, así que fue entrando un poco en su útero, el cual apenas fue rozado, haciendo que la niña se asustara, aunque al notar como abría los ojitos, esta empezaría a tallar mas la vulvita, logrando que la sorpresa se olvidara por el gusto mayor, y la niña solo se veía más perdida, volviendo a cerrar los ojos mientras pujaba excitada, pero Jessy se taparía la cara para que no le vieran el rostro, pues empezaría a sentir unas fuertes oleadas de calor intenso, que hacían que la 2 hembras se rozaran entre sí, gemía cada vez más fuerte, por eso se tapaba la carita, aunque fuera tan niña estaba por correrse, era una locura, pero la nena estaba hirviendo, invadida por un deseo sexual demasiado intenso, como jamás espero sentir antes, no le importaba nada, ni siquiera sabía que pensar o sentir, sólo se dejaba tocar por la niñera, pero sintió una sensación como si fuera orinar, e iba decir algo, pero en un rozón lograría Carmela ganarle a la nena, corriéndose en seco.
Mm, que tal, se sintió bien ¿verdad? Jessy – decía la niñera viendo a su niña.
Si, muy rico – decía la pequeña perdida en todas esas sensaciones nuevas.
Apenas como una muñeca, se dejaría vestir por la niñera, quien la tomaba como si fuera suya, le dijo algunas cosas, como que era un juego secreto, que se hacía mejor en 3, que con un hombre se sentía mucho mejor, la niña no entendía nada, pero le creería todo, y terminaban justo a tiempo, pues los padres volvieron, apenas 30 minutos después, que apenas le dieron tiempo para limpiar todo, incluso la ropa. Al llegar le pagaron por su servició, los hermanos mayores de la muchacha estaban encantados viendo a tan sensual chica, maldiciendo no necesitar una niñera, pues querrían hacerle travesuras, sin importarles que tuviera novio, por su parte los adultos estaban contentos, su ayuda era increíble, aunque notaron el olor a pizza, a lo cual Carmela dijo:
Perdón, es que tenia antojo de una, así que la pedí, pero no se preocupen la niña comió correctamente, solo compré una individual para mí – aseguro la muchacha con una gracia aprendida por su trabajo en la estancia infantil.
Ah, ya veo, aunque había comida mejor, pero supongo que no querías abusar de la confianza, eres una buena chica – dijo la madre y dio las gracias por todo.
No se preocupe, la niña ceno bien, vimos una película infantil de muñecas, también se baño, hasta le di un masaje para que se relajara con aceite para bebe, es un ángel – aseguró Carmela.
Ha, ni quien fuera la bebe – dijo el papá recibiendo un codazo de la señora.
Bien Carmelita, que bueno que viniste, eres una gran ayuda, pero ten cuidado de no comer puras grasas, que luego puedes perder tu gracia – decía algo celosa la señora.
No se preocupe, que luego quemo la grasa, mi novio tiene un buen plan de entrenamiento, lo hace todas las mañanas, es muy disciplinado, por eso aunque joven estoy pensando en quedarme con él – decía la chica, sabiendo que eso le daría una imagen mejor igual que a su novio.
Ciertamente la chica era astuta, su tiempo de mesera no fue en vano, había aprendido a tratar con la gente, sabía que esos tipos eran creídos que se sentían mucha cosa por cualquier estupidez, si quería estar bien con ellos, sólo tenía que verse como si fuera una chica humilde pero honrada, y saberse comprometida con un buen hombre, era mejor, en especial porque la señora era celosa de su marido, seguramente pensaría que intentaría hacer algo con este, pero al decir eso calmó las dudas, aunque el hombre no le quitaba los ojos de encima, y ser la amante de un tipo así, bueno, hace un año que superó esa fantasía, cuando se acostó con uno de sus maestros para pasar el curso, aunque la verdad, poco le gustó, el tipo no valió la pena. Se retiraba Carmela, pensando que seguía caliente, quizás se podría poner su antiguo uniforme de bachiller y coger con su novio, eso siempre la terminaba calentando, aunque se toparía con una gran sorpresa al llegar y antes de entrar escucharía un ruidito, el propio del sexo.
Hace una hora, mientras Carmela estaba haciendo de las suyas, Matt estaba contento, le llevó al jefe un par de putas, este se encontraba bebido, con unos amigos, fue un dolor en el culo porque le pedía que le mandaran a su novia a coger, era un imbécil, incluso la señora Akiko pudo oírle gritar esas estupideces, por lo que le pidió disculpas, el gordo estaba insoportable, por lo cual se pensó una forma de desquite, y esa fue traer a las putas, las mandó traer del congal, eran finitas, puras niñas recién salidas de casa, sin recursos, así que algunas con suerte eran vírgenes, fáciles de tratar, pero entre ellas mandó llamar a la Maluca, quien no perdió tiempo, bajo un pago especial iría tras Quintero, para hacerle ver su suerte. Luego de eso Matt se devolvería a su casa feliz, o al menos eso pensaba, pues alguien lo esperaba en la entrada de su cuartito, una figurita delicada, muy bonita, quien esperaba un poco de atención, pues su padre se fue de viaje de trabajo, su madre se salió de la casa a un retiro de su fanatismo detestado, y su hermano por unas pastillas se quedó dormido, no deseaba pasar la noche sola, quería algo de calor contra el viento helado, así que fue a verse con su amante.
Oh, pero que tenemos aquí, mm, parece que una preciosa niña se siente muy solita – dijo coqueto Matt viendo a la nena, quien traía un pants y sudadera, no venía muy atractiva realmente.
Espero no le moleste, mi mamá se fue con sus amigotas, papá trabajando, y Erick esta sedado por su infección – decía Bella algo tímida.
No quieres estar sola, lo entiendo, pásale, tengo pizza, pero no con piña, puedes comer – dijo contento Matt abriéndole la puerta y la nena sonrió por la broma.
La chica entró y sin dudarlo agarró de la pizza, empezando a comer un poco, el cuarto estaba algo arreglado, solo era un cuadro con una cama, pero el closet estaba lleno, una mesita con muchas cosas, un tocador con espejo, y fue colocada una pantalla en la pared para ver películas, además que en la oficina pegada estaba un frigo-bar y un microondas, la nena se acostó en la cama, contenta de no ver a la novia, de hecho la vio irse a otro lugar, así que sabía que podría hacer alguna travesura con el vigilante, si bien que deseaba sentir un poco de ese hombre en su interior, su cuerpo necesitaba esas atenciones, se sabía suya, cuando el mismo Matt pondría una película de acción y la abrazaría para tenerla a su lado.
Mm, bueno, seamos francos, eres una pequeña putita, y eres toda mía, que hallas venido tan tarde a mi solo dice una cosa, quieres que te de cariñitos, o me vas a decir alguna mentirilla – decía mientras le empezaba a abrazar y besar en la nuca.
Mm, si, vine a eso, ah – decía Bella mientras se dejaba sobar su pequeño cuerpo.
Gracias al tiempo ya la tenía bien medida, Bella no se movía mucho, pero se trataba de una nena muy dócil, se hallaba caliente, quería algo de acción, podía no ser prudente, por el contrario, quizás se buscaba exhibir, así era ella, le gustaba ese carácter suyo tan entregado, así que no perdería el tiempo la conocía bien, empezaba a tener ideas, de lo que pasaría, necesitaba calentar su cuerpito, así que la beso mientras metía su mano por su pantalón deportivo, llegando con una caricia hasta su vulva que estaba un poco húmeda, debía al menos sacarle 2 orgasmos antes de penetrarla, para que ella misma perdiera la razón, iba a cogérsela con fuerza, sabía que a su pequeña putita le gustaba, aunque con gusto vería llegar caliente, quizás en un capricho decidió no correrse por sus dedos, quería su verga dentro, así que apenas se tocó, eso alentó a Matt, sabiendo sus mañas sexuales, empezando sus toques entre ligeros gemidos. Luego de ello quizás habría querido marcharse, la conocía bien pero antes de que pudiera reaccionar, Matt la estaba sometiendo en su cama, para dejarla solo con sus calcetas, en un manoseo cadencioso le fue quitando todo, para dejarla casi como había nacido, y al verla así, comenzó a saborear su cueva de placer, haciendo un trabajo bucal que alargaría por al menos 10 minutos, en los cuales apenas pudo contenerse la chica, quien miraba como le metían la lengua con una entrega total.
El tiempo se perdería entre esos juegos sensuales, caricias, o lamidas, besos perversos, que iban saboreando cada centímetro, dándole mordidas ligeras a las tetillas, logrando que esta se perdiera en una oleada de sensualidad que le encantaba, pues se sentía más mujercita que muchas de sus amigas, le encantaba saberse deseada, entregada al deseo, a la pasión de un macho, gimiendo un poco mientras era tocada de tal forma que su cuerpo ardía por un valor que la invadía hasta su ultima célula, llegando a su segundo orgasmo, mientras unos leves gemidos y su aroma de hembra en celo llenaban el cuarto, era lo único en su mente, lo cual despertó su total lujuria, le encantaba eso, estaba ahogada en la pasión.
Tan pérdida en esas penetraciones, que no sintió cuando la puerta se abrió dejando entrar a la novia formal, Carmela desataba la el deseo con solo caminar, y entraba para ver con gusto como su novio hacia suya a una muñequita sexual, que estaba perdiendo la cabeza, mientras quedaba expuesta para un tercero, se quedaba asustada, sin saber que hacer o decir, quería correr asustada, pero no podía, y en ese momentos se desvestía ante sus ojos, dejando ver un cuerpo demasiado sensual. Casi como un juego, uno inesperado, Matt se reacomodaba, dejándole cabalgar, algo que jamás había hecho, pero le gustaba, dejarse caer en esa verga, sintiendo como ella podía controlar las penetraciones, era delicioso, le estaba gustando demasiado, jamás se sintió así, era demasiado adictivo, querían seguir abriendo su utero por voluntad propia, pero súbitamente sentiría unas manos detrás de ella, debido al cambio olvidó a Carmela, fue muy tonta, dejando que la novia formal alcanzara sus pechos y labios, robándole algunos besos, con un tacto tan romántico que apenas se resistió.
Mm, que tenemos aquí, una pequeña roba-novios, creo que te tendré que dar una lección – decía finalmente Carmela mientras se unía a la acción.
Espere, yo – decía asustada Bella, queriendo escapar, pero antes que pudiera decir o hacer nada, las manos de la mujer alcanzaban su punto íntimo para empezar a jugar con su vulva, logrando desatar una corriente eléctrica en su pubis, que se escucharía a través de un gemido.
Bella no pudo evitarlo, o apenas responder, pero igual que su hermano quedaría entre 2 pervertidos, quienes tomarían su cuerpo, aunque estos la tratarían con más cuidado, era un evento inesperado, pero la jovencita tenían ahora el cuerpo de esa preciosa preadolescente a su merced, así que comenzarían a besarla, sujetarla, alcanzando sus inexistentes pechos, para comenzar a sobarlos, con un cuidado especial lamidas, besos, caricias, todo lo que hiciera falta, logrando que la chiquilla fuera convertida en una esclava sexual, su mente era una revoltura de placer, mientras su cuerpo era sometido al erotismo más puro, pues mientras sus entrañas eran revueltas por la verga de Matt sujetándola para que no pudiera moverse, Carmela tenia la libertad, de estimular su cuerpo, mientras tallaba sus redondas tetas de una manera tan sensual.
Te gusta verdad – decía la joven mientras pellizcaba un poco los pezones de Bella.
Ahh, me gusta – apenas decía la muchacha antes de correrse, en un clímax sexual que era como una descarga en su cabeza que iba a cada parte de su ser.
Mm, esta putita me chupa la verga con su boquita de abajo – decía Matt sintiendo sus pliegues.
La pobre Bella después de eso terminaría sobre el pecho de su amante, respirando agitada y sentiría como esa verga salía de aquella gruta de placer, el vigilante miraba con gusto como la carita de la niña estaba roja, perdida en la lujuria, sintiéndose satisfecha, pero eso no terminaba, Carmela miraba ese miembro aun fuerte, y quería su ración de sexo, no estaba satisfecha con su juego anterior, por el contrario estaba caliente por lo de Jessy, así que se la metió con todo el cuidado del mundo, mientras miraba el culito de la niña, por segundos una pérfida muy personal recorrió su mente, igual que a su hombre, estaban en sintonía, así que no perdió tiempo la muchacha en empezar a cabalgarle mientras la niña quedaba en medio, era la locura sexual, iban a hacerla gozar como nunca. La noche pasaría en un ardid de perversiones, siendo Bella la primera en hallarse consciente en medio de ambos pervertidos, aunque no abría traumas como algunos dirían, la niña quedaría en medio de tantas sensaciones sexuales, entre lamidas, besos, penetraciones, caricias intimas, invadiendo con una fuerza contundente su cuerpo, gimiendo como una loca puta desesperada, terminaría corriéndose hasta perder la conciencia, llegando a tal punto su cuerpo que esa noche quedaría marcada en su cuerpo, sintiéndose tan apegada a ese placer, que a partir de ese día, se vería muy modosita con Matt, como si fuera su novia, pero la niña incluso querría hablar con Carmela, a quien demostraría cierto afecto, aunque más buscaría la oportunidad de estar con ambos.
Delicioso relato como se coge a las niñas, rico sería uno igual en un residencial pero como los tipos Rafa y Ramón pero al contrario que sean guapísimos y un físico de gimnasio y sean organizadores de fiestas infantiles todas en su casa arreglada para hacer fiestas y lograr cogerse a niños y niñas
curioso que lo digas, este relato es parte inspiración de otro, que esta aquí, no recuerdo su nombre, pero es que no me agradaron mucho esos personajes, así que hice mi versión, de hecho, a veces me inspiro en las historias que leo aquí para hacer otras…