En la boca del lobo y yo sin poder ayudarte
En algún lugar del Norte de Chile en los inicios del siglo XX, sucedieron estas historias que vivi y otras me fueron relatadas. Esta me fue relatada pero pude haber sido protagonista si hubiese sabido antes las intensiones..
No recuerdo que andaban celebrando, pero en algo andaban. Quizás el aniversario de alguna Universidad.
Eran tu, el y ella. Ellos eran pareja hace bastante tiempo ya. Tu te habías hecho amiga de ellos producto de las circunstancias de tu vida.
Ya era tarde, habían bebido harto. Tu, unos tres tragos fuertes y largos y ya te sentías bastante mareada. Por ese motivo. no reaccionaste bien, ni entendías por que lado iba el auto que manejaba el. Cuando entendiste bien lo que pasaba estabas dentro de un motel junto a ellos, según te explicaron para descansar. No la pensaste mucho, porque con lo mareada que estabas te hacía bien descansar en esa cama grande y cómoda que se te ofrecía a la vista. Te recostaste en ella a descansar.
Ellos se quedaron de pie y empezaron a besarse. Cuando viste con la pasión que lo hacían, te inquietaste, empezaste a ponerte algo nerviosa.
Ella vino a la cama donde estabas tú. Al sentirla cerca, cerraste los ojos para ver que pasaba. Ella te tocó. Te pusiste rígida y ella lo sintió. “relájate…cálmate…relájate….nada malo te va a pasar”…..y sus palabras surgieron efecto y te dejaste hacer.
Te toco primero por arriba de tu ropa, muy cerca tuyo, casi pegada a ti….sentiste sus manos recorrer tu cuerpo, manos calidas, hábiles hambrientas de tu cuerpo. Tus senos sintieron por arriba de la ropa como eran apretados y sobados. Tus piernas cubiertas por una calza blanca apretadísima a tu cuerpo fue recorrida lentamente por sus dedos, sintiendo tu pequeños escalofríos, sobretodo cuando llegaba a tus nalgas y te las apretaba.
Se levanto un poco, tu sabías para que. Para sacarte la ropa. Te saco los zapatos .Después quiso seguir con las calzas blanca que cubría tus extremidades inferiores y tu intentaste resistir un poco, pero d nuevo las palabras…”relájate…relájate..nada te pasara”, surtieron efecto levantaste tus caderas para que pudiera sacarte ese pantalón ajustado que llevabas, quedando cubierta solo con esos diminutos colalest, que te encantaba usar.
Siguió tu torso, saco todo lo que ahí había, incluyendo el sostén. Tu te dejabas hacer.
Y ahí estabas…Semidesnuda, cubierta solo por un diminuto colalest, dispuesta y entregada a ella.
Se recostó nuevamente al lado tuyo y volvió a tocarte. Ahora tocó tus pezones. Con sus dedos jugo con ellos hasta dejarlos duros y parados, hinchados de sangre. Después acerco sus labios y lentamente tiro de ellos, mientras tu soltabas tu primer gemido. En ese mismo momento ella llevo su mano a tu entrepierna y busco sabiamente tu clítoris para masajearlo. Lo halló habido de caricias. Al primer contacto con sus dedos tu clítoris reaccionó erectándose y tu lo pudiste sentir claramente, como igual pudiste sentir la gran húmeda que ya estaba invadiendo tu vagina. En ese pequeño instante de mutua excitación abriste tus piernas y dejaste que ella gozara con tu goce. El….ni idea donde estaba ni lo que hacía….no te importaba…tu estabas gozando….con una mujer.
Cuando tomaste conciencia de eso, te paraste inmediatamente de la cama y casi con un grito desgarrador les pediste que te fueran a dejar a tu casa. Ellos se negaron. Tu desesperada tomaste tu celular y llamaste a tu ex, pero tenía su celular apagado. Quisiste llamarme a mí, pero no recordabas mi número y no lo llevabas escrito en tu celular.
Ellos te ofrecieron, cuando volviste del baño, después de intentar los llamados, una bebida, un trago para que te calmaras. Lo tomaste todo. Después te calmaste y relajaste.
Te recostaron y tu cerraste los ojos, mientras ellos se acostaban al lado tuyo.
Después de sentir como se besaban, escuchaste el profundo y largo suspiro de ella en el momento en que el, introducía su largo y grueso pene en la húmeda vagina de ella. Y luego los movimientos en la cama, las piernas de ella rozándote, y tu con los ojos cerrados.
De repente aparecen los fantasmas de siempre, tu cierras mas aun tus ojos y suplicas…quiero dormir….Y al abrir los ojos ya es de día.
Epilogo
Ellos al poco tiempo se separaron
Ella recuerda todo lo que pasó y nunca ha querido decirme todos los detalles.
Ella al día siguiente termino donde la psiquiatra y quería aclarar contigo todo, pero tu te negaste y yo di el recado de que no irías a la consulta.
Hola….hay un «pequeño error en la historia»…es a inicio del siglo veiuno y no veite como escribi al inicio.(Es decir 2002 al 2006 mas menos).Gracias
Y es «Veintiuno» y «Veinte»….asi esta correcto…Disculpas de nuevo