EN LO QUE TERMINARON LAS FANTASÍAS DE MI ESPOSO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Marlene tengo 46 años, de los cuales llevo 25 años de casada con Arturo y en todo este tiempo hemos llevado una buena relación pero debo comentarles que hace un par de años, en medio de una noche de muchas copas me hablo de una fantasía que tenia sobre que hiciéramos un trió, pero a pesar de lo embriagada que estaba ese día le dije que no, la verdad me cogió por sorpresa, mas sin embargo el asunto me quedo dando vueltas en la cabeza.
Tiempo después en el momento más excitante en que estábamos disfrutando del sexo volvió a mencionar el asunto del trió, pero ya en esta oportunidad no hubo tanta sorpresa y algo pudimos hablar, de si un hombre o una mujer, conocido o desconocido etc.
, y él me dijo que yo podía escoger lo que quisiera.
Ya con esta segunda oportunidad de mencionarme el tema sí que me quedo sonando la idea, pero no lograba imaginar cómo, con quien y cuando.
En algún momento pensé en el hermano de mi esposo, el se llama Gustavo y de tiempo atrás sé que es bastante caliente en asuntos de sexo, incluso alguna vez en una fiesta que hubo bastante licor, se me insinuó, pero yo deseche la idea de inmediato.
Pero la semana pasada mi esposo invito a Gustavo a nuestra casa porque estaba solo, su familia había viajado al exterior y él por su trabajo no pudo viajar con ellos, por otra parte nuestros dos hijos se iban desde el viernes a un paseo con sus compañeros de universidad, de manera que estaríamos solos los tres.
No niego que en algún momento pensé en lo que habíamos hablado tiempo atrás con mi esposo y en lo que yo había pensado respecto a Gustavo, pero creí que eran fantasías mías y me olvide del asunto.
Mi esposo me pidió que me arreglara muy bien por que de pronto salíamos a comer y yo me esmere por estar muy sensual sin caer en la atrevida provocación.
Una blusa semitransparente blanca, una falda negra un poco corta a media pierna y medias de nylon ajustadas a las piernas, rematadas en un encaje muy sutil.
Mi ropa interior la más delicada, toda negra.
En la noche cuando llego Gustavo decidimos ir a comer a un lugar que es como una cabaña muy acogedora y acompañamos la cena con unas buenas copas de vino.
Allí en el lugar después de las diez de la noche había opción de bailar y en ese momento pienso que se dio inicio a lo que más tarde vendría.
Primero mi esposo bailo conmigo y luego Gustavo, en principio todo muy normal, pero como no soy tonta comencé a notar cierto secreteo entre ellos y me dio la impresión, con ese sexto sentido que tenemos las mujeres, que algo se traían entre manos.
Efectivamente más tarde las invitaciones a bailar fueron más frecuentes de parte de Gustavo y cuando lo hacíamos el pegaba bastante su cuerpo al mio y como no soy de piedra me comencé a excitar y a rondarme por la cabeza la idea de que algo podría pasar más tarde.
Eso me lo fueron confirmando los hechos acontecidos durante el tiempo que estuvimos en aquel sitio, a la media noche convinimos en regresar a casa.
Pensé que dejaríamos a Gustavo en su casa y mi esposo y yo nos iríamos a la nuestra, pero mi esposo de manera muy casual le propuso a Gustavo que se quedara en nuestra casa pensando que en la de él no había nadie y Gustavo haciéndose un poco de rogar acepto.
Cuando entramos a la casa continuamos la fiesta, mi esposo pone música suave y licor para los tres y seguimos muy animados disfrutando de la noche, en medio de baile, chistes picantes y licor que no faltaba en ningún momento y en medio de todo, yo que no soy tonta, me di cuenta que mi esposo con Gustavo tenían acordado algún plan.
Cual sería?, No tenía ni idea, pero sí me parecía que algo habían acordado entre ellos, estaba casi segura que sí.
Sin embargo tome todo muy natural y deje que mi esposo manejara la situación a fin de cuentas no tenía ninguna intención de oponerme si esa noche llegaba a pasar algo con Gustavo, pues para mi él no me era indiferente.
A la madrugada mi esposo le bajo la intensidad a la luz, quedando el ambiente en semi penumbra y allí fue cuando él me invito a bailar, rozando su cuerpo fuertemente contra el mio, algo que en otra oportunidad yo no le habría permitido hacer delante de Gustavo, pero esa noche no pensaba en oponerme a nada y seguirle la corriente.
De reojo mire a Gustavo quien me observaba con ojos lujuriosos, podía ver como recorría mi cuerpo como una radiografía y bajo su pantalón se revelaba una erección que el ya no se preocupo por disimular, era claro que la fantasía de mi esposo estaba en progreso.
Luego cuando me invito a bailar Gustavo, mi esposo se fue a la cocina con cualquier pretexto y se demoro bastante en regresar, minutos que Gustavo aprovecho para rozar con su miembro erecto mi pelvis estimulando mi excitación y cuando mi esposo regreso, se pego a mi espalda para que bailáramos los tres, de manera que yo quede como un emparedado entre ellos dos.
Ambos no pararon de rozar sus miembros contra mi pelvis y mis nalgas y yo empece a respirar más aceleradamente.
Luego mi esposo desde la espalda comenzó acariciar mis senos por encima de mi blusa y en la medida que pasaron los minutos me fue abriendo la blusa aflojando mi brasier para finalmente quedar al aire mis senos para que Gustavo los pudiera observar inicialmente y cuando luego cuando mi esposo le dijo… Gus, como él le dice a él, no te parecen hermosos los senos de Marlene, él le respondió… me muero de ganas por acariciarlos y comenzó a hacerme gozar con sus mimos y roces con sus labios y su lengua alborotándome más de lo que yo ya estaba.
Pero allí no paro todo porque mi esposo bajo el cierre de mi falda y esta por su propio peso se deslizo por mis piernas y cayó al suelo, quedando yo prácticamente semidesnuda.
Ya en esos instantes Gustavo se había tomado confianza y me besaba en la boca y acariciaba mis senos con pasión.
Nadie decía nada, solo eran movimientos de nuestros cuerpos excitándonos mutuamente al ritmo de la música que sonaba en el momento.
Pronto mi esposo me quito la blusa, me saco el brasier y mi torso quedo desnudo a merced de cuatro manos que no paraban de acariciarme por todas partes.
Yo volaba por la excitación que me producían las caricias y los besos y llego el momento que mi esposo desde mi espalda deslizo su mano bajo mi panty y se encontró con el enorme flujo que salía de mi concha lubricada maravillosamente para una deseada penetración.
El acaricio por varios minutos mi clítoris llevándome al límite de alcanzar un orgasmo, pero paro y luego ellos se comenzaron a desnudar y sus pollas erectas apenas se acercaron a mí, quedaron en medio de mis piernas y pronto sentí una pequeña guerra entre las dos pollas buscando un espacio cerca a mi sexo.
Sus pollas se fueron empapando de mis flujos y con eso pronto Gustavo empezó a buscar como penetrar mi concha y por momentos la cabeza de su polla lograba entrar pero con los movimientos del baile se volvía a salir, entre tanto mi esposo pegado a mi espalda no paraba de frotar su polla en medio de mis nalgas que ya se encontraban humectadas por el movimiento previo de sus pollas en medio de mis piernas.
Sabía que mi esposo buscaría penetrar mi culo porque siempre le ha fascinado y yo pocas veces se lo he permitido.
Pero esta vez no me podía negar, por que su lugar de siempre iba a estar ocupado por la polla de Gustavo.
Los dos atacaban por ambos frentes me tenían deseando una follada fenomenal, pero estos momentos previos eran deliciosos, sus manos, sus besos sus pollas me embestían sin piedad.
Pero al parecer mi esposo deseaba realizar su fantasía de verme penetrada por otro hombre y cedió su espacio para que Gustavo me recostara sobre la alfombra y separando mis piernas él se acomodo y me hundió su polla hasta la raíz, en ese momento note la diferencia con la de mi esposo que es de menor tamaño.
Lentamente sin ningún afán Gustavo empezó a follarme con movimientos suaves de penetración que me excitaron maravillosamente y pronto empecé a gemir cada vez más fuerte y me olvide de la presencia de mi esposo entregándome a disfrutar de un bullicioso orgasmo, como hacía tiempo no conseguía.
Al terminar mire a mi esposo con su polla erecta como esperando turno, pero no me abordo enseguida, prudentemente aguardo a que me recuperara mientras que Gustavo continuaba con su polla erecta palpitando dentro de mi concha.
Con tanto licor que habíamos consumido todos estábamos desinhibidos y actuábamos sin hablar.
Mi esposo le indico a Gustavo que se acostara sobre la alfombra, encima me acomode yo dirigiendo su polla a mi interior y atrás de mí se acomodo mi esposo con las consabidas ganas de disfrutar de mi culo y así fue que pronto sus pollas me penetraron.
Nuevamente Gustavo empezó a meter y sacar su polla de mi concha y al mismo ritmo mi esposo lo hizo en mi culo y con el choque de las dos pollas en mi interior pronto lograron poner en candela el vértice de mis piernas.
Al comienzo los escuche a los dos respirar agitadamente pero después me olvide de todo y me concentre en mi doble penetración que por primera vez disfrutaba, y fue tal el orgasmo que experimente, que por momentos perdí la noción de todo y me sentí en el espacio, yo alcance mi orgasmo pero ellos se demoraron un poco mas pero al final al llegar los dos al clímax dejaron toda su carga dentro de mí, lo cual refresco ese fogón que era mi concha y mi culo.
Apenas los dos se desconectaron me fui directo al baño a dejar fluir todo el semen que invadía mi interior y luego regrese para saber que más iba a acontecer esa noche.
Cuando regrese Gustavo me dijo que lo había disfrutado al límite como hacía mucho tiempo no lo lograba.
Y mi esposo se le unió diciendo que para el también había sido extraordinario.
A esa hora ya eran las cuatro de la mañana y nos fuimos a dormir, le dije a Gustavo que durmiera con nosotros en nuestra cama matrimonial que era bastante amplia y así lo hicimos.
Mi esposo pronto comenzó a roncar en cambio Gustavo y yo no lográbamos conciliar el sueño.
El se pego a mi espalda y pronto sentí como su polla se acomodo entre mis piernas, porque todos estábamos desnudos.
Yo desee volver a sentir su polla dentro de mí y me acomode de tal forma que el la metió en mi concha y ahora que él lo hizo desde atrás sentí que su penetración fue más profunda, además con la yema de sus dedos comenzó a frotar primero mis pezones y luego mi clítoris y pronto disfrute de otro placentero orgasmo, luego percibí que el volvía a explotar dentro de mi concha, pero esta vez nos quedamos pegados y así nos venció el sueño hasta la mañana.
Tener dos pollas al tiempo taladrándome me pareció una experiencia maravillosa, fue un orgasmo inolvidable, después que se marcho Gustavo me hice la sacrificada con mi esposo, le dije que me había hecho una encerrona con su hermano para emborracharme y luego aprovecharse de mí estando yo indefensa.
Sin embargo de lo que no se entero mi esposo, fue de la follada que me dio Gustavo una vez que el comenzó a roncar.
Después como ya había vencido el temor de follar con otro que no fuera mi esposo, Gustavo comenzó a visitarme con mayor frecuencia y en la medida que pasaban los días nos fuimos tomando demasiada confianza y un día que eran más o menos las tres de la tarde, tiempo en que normalmente podíamos follar, el exceso de confianza nos traiciono y estando cogiendo con Gustavo, el encima de mí clavándome una y otra vez su polla y yo con los ojos cerrados disfrutando de un maravilloso orgasmo, cuando me corrí y abrí los ojos, vi parado en la puerta al mayor de mis dos hijos, Gustavo no se dio por enterado y siguió cogiéndome hasta alcanzar el clímax sin parar de meter y sacar su polla de mi concha sin compasión.
Yo quede paralizada y apenas nuestras miradas se cruzaron, mi hijo dio media vuelta y se fue a su habitación.
Gustavo finalmente se corrió y se quedo inmóvil.
Apenas pude le dije que debía irse y él se vistió y se marcho sin enterarse que mi hijo nos había visto coger.
Mi hijo mayor nos había encontrado follando como desesperados y yo no sabía por cuánto tiempo nos había estado observando.
Yo no fui capaz de ir a enfrentarlo y me dirigi a mi habitación, en la noche cuando nos sentamos a cenar el no me dirigió ni una sola palabra solo me miraba muy serio.
Terminada la cena todos nos fuimos a dormir y al día siguiente mi esposo y mi hijo menor salieron temprano y el mayor se quedo para irse más tarde, con la excusa que no tenia clase temprano.
Entonces fui directo a su habitación y le dije que debíamos hablar sobre lo que había visto en la tarde del día anterior.
El me respondió… Ya tú eres mayor y puedes tomar las decisiones que quieras y mi padre no se va a enterar por mí, sobre tus decisiones.
Lo único que te quiero decir es que tienes un cuerpo hermoso y verte coger con mi tío me produjo una enorme erección y envidia.
Y envidia porque? le pregunte.
Por que yo quisiera ser mi tío para coger contigo como lo hacías ayer.
No sabía que decir, pero me decidí ir de frente.
Me estás diciendo que te gustaría coger conmigo? Si, el me respondió secamente.
Déjame pensarlo y ya te diré más tarde, y me fui a bañar, pero cuando estaba bajo el agua pensando en la respuesta, mi hijo apareció desnudo y me propuso que nos bañáramos juntos.
De inmediato le dije que sí.
El entro, me miro de arriba abajo, me dijo que bonito cuerpo tienes con razón mi tío siempre se vivía fijando en ti.
Luego enjabono todo mi cuerpo deteniéndose especialmente en mis senos, mi concha y mi culo y enseguida dejo que el agua cumpliera su función.
Yo en recompensa hice lo mismo, lo enjabone y me demore más de la cuenta en su polla, que al contacto con mi mano fue creciendo bastante.
El temor que sentía inicialmente se fue convirtiendo en excitación y el siendo más alto y mas acuerpado que yo me abrazo y su polla quedo entre mis piernas.
Me beso con mucha delicadeza y acaricio mis senos excitándome más.
Salió y me alcanzo una toalla y mientras los dos nos secábamos me pregunto, aceptarías coger conmigo, no lo dude y le dije que sí y nos fuimos desnudos a mi habitación.
Cuando entramos me dijo quiero poner en práctica todo lo que vi en una película para adultos, aceptas.
Nuevamente le dije que sí.
Me pidió que me acostara y separando mis piernas comenzó a darme sexo oral arrancándome pronto un orgasmo irrepetible, luego se subió sobre mi y aprovechando los primeros flujos de mi concha, deslizo su polla a lo largo de ella para lubricarla y terminar dejándola a la entrada y empujando suavemente logro meterla toda.
Enseguida empezó los movimientos propios y mi excitación fue creciendo, tener sexo con un muchacho tan joven me impregno un deseo mayor al de siempre y levantando mis piernas lo rodee y sentí que su polla me penetro hasta el fondo y cada vez que volvía a entrar me producía algo muy especial, así estuvimos varios minutos hasta que separándose me pidió que me pusiera en posición de perrito para penetrarme desde atrás, procedí y volví a sentir su polla golpeando lo mas profundo de mi sexo.
Creí que así el lograría correrse pero cuando percibí sus intenciones recordé las de su padre de follarme por el culo.
Y con mucha paciencia fue penetrando con su polla mi culo y al tiempo con la yema de sus dedos frotaba mi clítoris lo cual me excito más y más en cada minuto.
Luego sentí como alcanzaba mi orgasmo pero el todavía continuaba buscando el suyo, cuando noto que yo me había corrido dejo de frotar mi clítoris y tomándome por las caderas comenzó un mete y saca descomunal.
Escuchaba su respiración muy agitada hasta que por fin dijo, me corro, me corro, uhmmmmmm, que rico, que delicia y se pego a mi espalda.
Yo me deje caer sobre la cama y él se quedo pegado a mí sin sacar su polla de mi culo.
Le pregunte si lo había disfrutado, me dijo que sí y agrego antes solo sabia la teoría, pero ahora he podido comprobar la práctica contigo, fue maravilloso.
Y levantándose señaló… hoy me voy a estudiar muy motivado gracias a ti.
En la última semana no he tenido contacto con ninguno de mis hombres quiero descansar y pensar un poco sobre todo lo que me ha acontecido.
De pronto más adelante les contare en que sigue mi vida intima.
Delicioso !!! Espero ansioso la segunda parte !!