ENTRANDO EN EL MUNDO SWINGER
Yo le dije que ya éramos personas adultas, que con nuestra madures podríamos experimentar cosas sin que se pusiera en peligro la estabilidad de nuestro matrimonio pera eso la oportunidad era la que habíamos hablado de las vacaciones en el caribe en u.
Somos una pareja de cuarenta y cinco años y veintitrés de casados, un hijo que estudia en el exterior y viene a compartir con nosotros en vacaciones, por eso tenemos mucha libertad para disfrutar en pareja nuestra vida.
Mi relato comienza hace dos años atrás, cuando en la cama mi esposa y yo estábamos viendo una película para adultos y se presentó una historia swinger en un sitio en el caribe y por molestar le pregunte a mi esposa si a ella no le gustaría que tomáramos unas vacaciones en un lugar como ese, ella se lo pensó y luego me respondió que le daba mucho temor por la unidad de nuestro matrimonio.
Entonces le pregunte si dudaba que después de la experiencia a ella le quedara gustando y enseguida dijo…No, no, no es por mí, es por los dos. Le dije… bueno es solo una experiencia y nada más, sería interesante conocer y además como es voluntario participamos hasta donde nos sintamos cómodos y si no, paramos el asunto.
Mas adelante otro día hablamos tomado unas buenas copas y en la intimidad de nuestra cama, comenzamos a hablar fantasías sexuales. Ella dijo… una vez pensé como seria la fantasía de una aventura con otro hombre, pensando que solo había estado conmigo y fantaseo cómo sería hacerlo con otro.
Yo le dije que ya éramos personas adultas, que con nuestra madures podríamos experimentar cosas sin que se pusiera en peligro la estabilidad de nuestro matrimonio pera eso la oportunidad era la que habíamos hablado de las vacaciones en el caribe en un sitio swinger.
Y por primera vez, no se si por las copas o la excitación que los dos teníamos, ella acepto ligeramente aceptar el plan de vacaciones en el caribe que hacia un tiempo comentamos. Le dije que averiguaría, conseguí información y cuando le comentaba mis avances sobre la información, percibí que esto le producía alguna excitación de manera que seguí adelante y el día que ya conocí muy bien el tema, le dije sin ser realidad que ya había contratado el plan, que solo debíamos acordar la fecha y esta vez en la noche cuando la busque para estar juntos percibí desde el primer momento bastante humedad en su concha y la relación de esa noche en ella fue extraordinaria, no se si era que se estaba imaginado desde ese momento que yo era el otro.
Esa misma noche la invite a fantasear imaginando cómo sería el día que ella fuera poseída por otro hombre. Total, que así estuvimos un par de meses antes del viaje, fantaseando con la aventura extramatrimonial.
Pronto se acerco la fecha y fuimos a comprar ropa adecuada para el viaje, le hice comprar unos trajes de baño bastante insinuantes, faldas cortas, blusa vaporosas y ella siempre me decía que le parecían muy atrevidas esas prendas, pero poco a poco se fue convenciendo que la lugar que íbamos nadie nos conocía, de manera que no importaba como se vistiera ella. Además, podía haber playa nudista.
Al llegar al lugar, un sitio espectacular sol, palmeras, playas nos recibió una anfitriona quien nos orientó sobre la forma como se desarrollaban las actividades en el lugar siempre teniendo en cuenta que es un ambiente swinger donde nadie se molesta por nada, en todo es voluntario acceder, aceptar o rechazar cualquier situación. Se participa en lo que uno se siente cómodo o se retira si lo desea.
En la primera reunión donde seis parejas nos presentamos, comentamos de donde veníamos, nuestros nombres, la relación de pareja y el conocimiento del ambiente swinger. Nosotros habíamos acordado decir que nos habíamos involucrado en este ambiente hacia seis meses, aunque no era cierto. Pero no queríamos pasar por los más novatos.
Los días uno y dos las actividades fueron muy recreativas al aire libre, pero al final del tercer día nos reunieron las seis parejas y la orientadora dirigió un juego con dados de espuma. Con un juego de números del uno al seis se escogían las personas de las parejas y con otros dos dados uno indicaba actividades como: acariciar, besar, etc. y el otro revelaba partes del cuerpo como: piernas, boca, senos etc.
Al comenzar pasaron varias mujeres y hombres a proceder según lo indicaran los dados siempre con personas de diferente pareja a la propia o sea que cada persona tenia siempre cinco posibilidades.
Cada juego se realizaba sin afán, en medio de comentarios y risas, algunas veces los participantes miraban a su pareja antes de actuar, pero todos sabíamos que debíamos estar abiertos a lo que viniera o retirarse.
Mi sorpresa fue grande cuando le toco a mi esposa y era que uno de los participantes le diera un beso en su concha, ella estaba muy nerviosa de hacerlo, pero la anime y todo fue tan sorpresivo que no tuvo otra opción que aceptarlo. Mas tarde me toco el turno a mi y debía darle un beso en la boca a la esposa de otro participante y lo hice con mucha naturalidad tratando de darle confianza a mi esposa.
En cada día, de los siete que estuvimos allí, las actividades fueron subiendo de intensidad erótica, especialmente en las noches, así fue que en el quinto día fuimos a un salón que más parecía una discoteca, con amplios sofás y divanes, licor lo que quisiéramos, música, baile y en la medida que trascurría el tiempo las luces iban perdiendo intensidad de manera que a media noche distinguir donde estaba la pareja requería un esfuerzo de la vista y tener encima pocas copas. Adicional había unos biombos que daban la sensación de alguna privacidad.
Con la confianza que fue creciendo entre todos los participantes, aquella noche mi esposa departía con unas personas, mientras yo estaba en otro lugar. Esa noche se nos unió la organizadora y su pareja e intervenían como cualquiera otra pareja participante.
La belleza de la organizadora era extraordinaria, y la presencia de su pareja era la propia de un modelo de revista, lo cual atrajo a mas de una de las mujeres del grupo.
A media noche por estar disfrutando con la organizadora, de besos y caricias me olvide de saber donde estaba mi esposa. La última vez que habíamos tenido contacto con ella la note que ya estaba bastante alegre gracias a los cocteles que había bebido. Pero después de disfrutar unos momentos maravillosos con la organizadora, aunque no fue posible tener sexo con ella, aduciendo que debía estar pendiente del bienestar del grupo, entonces comencé moverme por el salón encontrando a mas de uno disfrutando de sexo oral, caricias eróticas, bailando semidesnudos y cuando ubique a mi esposa, distinguiéndola a la distancia por el color del cabello y el peinado, vi que su pareja la tenia recostada contra la pared y por los movimientos de sus caderas no era difícil entender estaba follando con otro participante. Decidí buscar otra opción y me encontré en el bar una mujer esperando le atendieran su coctel, y entablamos conversación. Después de beber nuestras copas la invite a bailar y una cosa llevo a otra hasta terminar follando en uno de los divanes protegido por uno de los biombos.
Cuando la fiesta estaba por terminar fui a buscar a mi esposa, que ya estaba descansando tranquilamente en un sofá. Me dijo que ella no estaba buscando nada, que todo ocurrió espontáneamente, estaba caminando cuando un hombre la llamo por su nombre, al voltear vio que quien la llamaba era el que le había dado el beso en su concha días atrás y de inmediato comenzó a cortejarla y a decirle que estaba muy hermosa y le pidió que pasaran al diván que estaba detrás del biombo más cercano y sin pasar mucho tiempo ni mas cortejo vino el primer besos y luego sus manos hicieron lo demás, recorriendo sus senos, sus piernas y su concha. Mas tarde vino el sexo oral y sin tapujos disfruto de un maravilloso orgasmo, más sin embargo luego le retorno las atenciones en su verga. Y las cosas continuaron con besos y caricias que ayudados por el licor calentaron los ánimos y en menos de nada estaban follando.
Le dije… Creo que ese fue el momento cuando tuve que suspender la diversión con la organizadora, porque ella tenía que estar pendiente del grupo, y cuando traté de ubicarte, me encontré que estabas follando con uno de los participantes. ¿Lo disfrutaste?
Bueno, fue como la primera vez, no tan gratificante como eran las expectativas.
Quizás debamos buscar un momento mejor, revisa entre los participantes con cual te gustaría estar y lo invitas a nuestra habitación pero déjame esconder en la habitación porque me excitaría increíblemente verte follar, gozaría tanto o mas que cuando alcances tu orgasmo.
Y antes que terminara la fiesta ella contacto al hombre que deseaba, se citaron para el día siguiente, acordando la hora. Y al otro día muy puntual llego su invitado a la habitación. Yo me escondí en el closet que tiene una persiana de madera que permite ver hacia afuera. Vinieron los saludos correspondientes, algún cruce de palabras y a esto lo siguió un beso prolongado. Le pregunto por mi y ella le dijo que yo estaba enterado de esta cita y solo deseaba que disfrutáramos el momento sin afán. Y vinieron las caricias luego se desnudaron, y llego el sexo oral mutuo hicieron un sesenta y nueve que elevo la velocidad de sus respiraciones.
Él la acostó en la cama y mamándole su concha hasta que casi la hace venir, pero ella no quería acabar con lengua sino con su miembro dentro.
Después ella me conto que en ese momento se acordó de las lecciones que le había dado yo en relación a lo que debía decirle a su amante, son las cosas que pocas mujeres dicen cuando están en la cama, y que tanto excitan a los hombres, mientras le mamaba la concha ella le decía: eres un verdadero macho, tu sí que sabes mamarla y de una forma muy sensual le dijo mirándolo a los ojos:
Papi, me gustaría demasiado tenerte dentro, por favor cógeme
Cuando la penetró, ella sintió que se venía, el hecho de estar desnuda con otro hombre, portándose como si no tuviera marido la excitó sobremanera, ella después me decía que pensaba que al estar en el acto se iba a sentir indigna, y efectivamente se sintió así pero eso la excitó más.
Él se la metió completica y luego se puso las piernas de ella en los hombros con la intención de poder hundírsela hasta la raíz. A mi esposa el tamaño del largo de la verga no le pareció gran cosa, pero el grosor que él se gastaba sí que le dio placer, todas las veces que entro en su concha sintió cada centímetro rozando las paredes de su concha.
Así la estuvo follando un largo rato, ella le decía:
Papi, tu verga me tiene gozando y que tamaño tan rico tienes
Ahora voy a pasar todas mis vacaciones aquí para que me cojas siempre
Yo le había dicho que tenía que ser muy expresiva para que él se calentara bastante, aunque me dijo que le daba cierta pena soltarse del todo, que eso lo iba a dejar para el segundo polvo.
Él comenzó a magrearle las tetas con una mano mientras cada vez se la cogía con más ánimo, pero poco a poco se fue inclinando sobre ella hasta quedar completamente tumbado entre sus piernas. Apoyándose en las rodillas y adoptando la típica postura del misionero, continuó con el frenético mete saca, y yo contemplaba claramente desde mi escondite como su gruesa polla se abría paso con facilidad dentro de la concha de mi esposa, que ahora le acariciaba y arañaba su espalda presa de una excitación desbocada. En un momento dado, la respiración de mi esposa se tornó más entrecortada, empezó a gemir y con cierta claridad decía… Si… si…. ya…. más…. hasta que un largo e inconfundible gemido me dio inequívocas muestras que había alcanzado un monumental orgasmo. -¿Ya te has venido, mi amor? Le pregunto él al notar su gemido final.
Si, si fue maravilloso, me gusto mucho tu verga entrando y saliendo de mi concha y ahora quiero que te corras como lo mereces.
Cuando él sintió que se iba a correr, sacó la verga y se la puso entre las tetas y ella le hizo una paja, pero luego volvió a su concha y con mayor intensidad se la follo hasta que él le dijo que se iba a correr, y entonces ella le pidió que lo hiciera dentro de su concha y el hombre descargo toda su potencia sin compasión.
Espero que les haya gustado mi relato, es absolutamente verídico, si tienen oportunidad de vivir una aventura así, vívanla, es muy excitante ver a tu mujer gozando de placer cuando otro se la folla.
muy intenso el cuento seria grato compartir mas