Entre tres
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Callie.
Pues resulta que tengo una amiga que es medio picarona, compartimos gustos por los libros, nos hemos contado muchas de nuestras aventuras, bueno, más bien yo le he contado las mías, porque ella era virgen hasta hace un par de meses, claro que a ella no se le escapaban sus buenas masturbadas y me conto algunas cosillas.
Algo que tienen que saber de mi, para que entiendan bien este relato, es que me gustan las mujeres, desde pequeña siempre me han llamado la atención y tengo algunas historias que contarles sobre eso, pero lo dejare para otros relatos, sin embargo, eso no significa que sea lesbiana, no, porque los hombres también me ponen, hombres alto y fuertes con un gran pene. Supongo que me pueden considerar bisexual.
En fin, pues mi amiga me llamaba mucho la atención, ella es bajita poco más de metro y medio, a mi me llega como a la nariz, como sea, tiene el cabello negro, largo y lacio, no es delgada, es un poco llenita pero tiene muy buenas curvas, sus caderas son anchas y tiene pechos pequeños que caben perfectamente en mis manos (ya lo comprobé jejejeje). Me gustan mucho sus labios, son rositas aunque delgados y es de tez blanca. No sé, me siento como enamorada de ella.
Ella, claro está, no es ni lesbiana ni bi y yo me moría por comérmela toda, me masturbaba pensando en ella, en como seria besar sus lindos labios, mamar sus pechos (que no podía y no puedo dejar de ver cuando lleva blusas escotadas a la escuela) y como seria comerme su rica vagina, ¡la deseaba tanto! Que me había imaginado un montón de escenas en donde la emborrachaba y la convencía de hacerlo, pero no me atrevía por miedo a perder su amistad, hasta que un día se presento la oportunidad de tenerla justo como yo quería.
Verán, ella estaba entusiasmada con un tipo que parecía corresponderle de igual manera, todos creíamos que era así, pero después de una fiesta en la que bebimos bastante, nos fuimos a mi departamento y pues ellos terminaron haciéndolo (ella era virgen hasta entonces) dos días después, nos enteramos de que el tipo volvió con su ex, lo cual la dejo destrozada. Yo lo sabía, mas sin embargo ella se hizo la fuerte y me dijo que no le importaba, yo como para animarla le dije en broma que le presentaría a un amigo que tiene una tremenda verga de 22 cm (¡y no miento! El tipo no está muy bueno y no es ni feo ni guapo pero tiene ese tremendo pedazo de carne entre las piernas que me hace suspirar), y ella me dijo que estaba bien, yo le di su face y a él le hable un poco de ella y se pusieron en contacto inmediatamente. Mi amigo sabia que ella me gustaba mucho y que le traía ganas, así se lo dije y no sé cómo demonios lo hizo pero consiguió que ella aceptara hacer un trió con nosotros. ¡Yo no lo podía creer! Y le pregunte, naturalmente ella dijo que era verdad y que no tenía nada de malo intentarlo, a estas alturas ella ya era consciente de mis tendencias (o sea que me gustaban las mujeres tanto como los hombres) y no supe que pensar. Más bien deje de pensar y me puse a actuar.
Lo planee detenidamente porque quería que ella disfrutara al máximo, no me importaba si yo obtenía placer o no, solo me importaba ella, mi placer seria verla disfrutar. Ella me a contado que tiene cierta atracción por el sado (a mi no me va mucho eso aunque en ciertas ocasiones he soñado con que alguien me ate y haga conmigo lo que quiera), y bueno le plantee mis ideas a mi amigo de lo que quería que hiciéramos con ella.
El día, que fue la noche buena pasada, nos reunimos los tres en mi departamento. Yo estaba muy nerviosa y ella también, yo más que nada porque tenía miedo que ella se arrepintiese. Empezamos en la sala, yo había colocado una sabana sobre la alfombra y cuando ellos comenzaron a besarse, yo me senté en el sofá que quedaba enfrente, para verlos. El la desnudo lentamente, mostrándome todo lo que yo deseaba con ansias, lo hacía con esa intención, la de mostrarme todo lo que seria mío.
La recostó completamente desnuda sobre la sabana y acaricio su cuerpo con sus toscas manos de hombre, yo estaba completamente excitada, pero quería verla disfrutar un poco. El la beso suavemente y fue bajando sus besos hasta sus pechos, que lamio, mordió y chupo con delicadeza, después bajo más, hasta llegar a su vagina y comenzó a chuparla. Ella se retorcía de placer, con los ojos cerrados y los labios entre abiertos, yo no aguante más y me senté a su lado y comencé a besarla. Al principio suave y lentamente, tanteando el terreno, tenía miedo que ella me rechazara, pero no lo hizo, lo que me impulso a besarla con más ímpetu. La bese con fuerza y pasión, llenándome de ella, tragándome sus deliciosos gemidos, ¡Dios!, quería saborearla toda.
Bese y chupe su cuello, era tan suave y olía tan rico a jabón de coco (ella se había bañado en mi casa y usado mi jabón de coco, por eso sabia esto). Cuando llegue a sus pechos me volví loca chupándolos y mordiéndolos, ella protesto cuando los mordí porque le dolió, creo que fui un poco brusca, así que trate de calmarme un poco.
Mi amigo se movió para darme espacio a mí, tome los blancos muslo de mi amiga separándolos bruscamente y empecé a lamer (solo de recordarlo se me hace agua la boca y mi vagina). Podía oler su excitación, su sabor no era dulce como dicen, pero tampoco desagradable, sin embargo, yo me sentía en la gloria chupando aquella vagina que tanto había deseado. La lamí toda, chupe, mame desde su vulva hasta su clítoris y de regreso, introduje cuanto pude mi lengua en su delicioso hoyo, la penetre con mis dedos y dese tener un pene que poder meterle para hacerla gritar de placer. Mientras yo disfrutaba de lo mío, mi amigo se había colocado a horcajadas sobre ella, apoyándose en sus rodillas y tenía su pene metido en la dulce boca de mi amiga, me sorprendió la forma en que ella se lo mamaba, como toda una experta, se lo metía todo a la boca, esa enorme verga sin atragantarse ni nada, la muy golosa…
Ambos nos detuvimos y le dije a mi amigo que fuéramos al cuarto, la ayudo a levantarse y los tres entramos. Metí una silla al cuarto, y le dije a mi amigo que se sentara en ella, hicimos que ella se sentara sobre él, pero dándole la espalda, quedando de frente hacia mí. Tenía la verga de él hasta el fondo en su rica panochita, con sus piernas extendidas tanto como se podía, toda abierta hacia mí, él agarro sus brazos y los sostuvo hacia atrás, tratamos de no lastimarla pero al mismo tiempo que sintiera un poco de dolor. Así como estaban él intentaba moverse, era un poco difícil, pero la verdad es que no me importaba, es frustrantemente placentero sentir un pene tan grande dentro y que no se mueva, eso quería yo, que ella estuviera al borde de la excitación todo el tiempo. La bese agresivamente, mordí su cuello y mame sus pechos con fuerza, ella protestaba un poco porque decía que le dolía, pero yo no me detuve. Después me arrodille y seguí chupando su clítoris, no me detuve hasta que ella exploto en un delicioso orgasmo. Entonces mi amigo se levanto con ella y la acostó en la cama, boca abajo, y comenzó a penetrarla, al principio lo hizo lento, pues ella estaba muy estrecha todavía, pero una vez que se acostumbro, el acelero sus movimientos.
Mirándolos, yo me acomoda a su lado y me masturbaba, estaba tan excitada, deseaba yo también ser penetrada, pero no iba a interrumpirlos, así que metía mis dedos a mi vagina para darme placer. Ella me noto a su lado y se acomodo de tal manera que el pudiese penetrarla y ella me besaba y me mamaba los pechos a mí. Los hacía suave, y le dije que los mordiera, que me gustaba así, entonces lo hizo. Solté un grito cuando una de sus manos comenzó a acariciarme la vagina, me tallaba el clítoris despacio y luego me penetraba con sus dedos, me estaba volviendo loca, quería venirme y al mismo tiempo quería seguir disfrutando. Ella grito contra mis pechos y dejo de mamarlos, entonces me di cuenta que había tenido otro orgasmo, mi amigo se detuvo y la dejo acostada a un lado entonces se puso sobre mi y empezó a penetrarme despacio, una vez que estuvo dentro se retiro también lentamente y luego dio un empujón fuerte, sabía que a mí me gusta el sexo rudo y me complació, me dio tan fuerte que pensé que me rompería, gritaba tan fuerte como mis pulmones me lo permitían (soy muy ruidosa), me dio la vuelta bruscamente dejándome a cuatro y tomándome de las caderas, me embistió como loco, me dolía pero también me gustaba, supongo que conmigo estaba pagando el no haber podido ser tan rudo con mi amiga.
Me di cuenta que ella nos miraba embelesada, y la muy picara, se estaba masturbando. Como pude, la hice ponerse debajo de mí para chupar su vagina mientras yo era penetrada con fuerza.
No me di cuenta si ella tuvo otro orgasmo o no, solo la escuche gritar y yo estaba concentrada en mi propio placer, sentía como mi vagina se contraía con los deliciosos espasmos pos-orgasmo. Tampoco fui consciente de si él termino, solo sentí como se salió de mí y fue al baño. Sentí mi vientre un poco adolorido y me recosté en la cama boca abajo, dejando que los espasmos terminaran y luego me quede dormida.
A la mañana siguiente me desperté muy tarde, ya casi era mediodía, mi amigo no estaba, supongo que se habría ido pues era ya navidad y creo que el mejor regalo de navidad que pude haber tenido, fue el encontrar a mi amiga todavía desnuda y dormida a mi lado.
Eso es todo por ahora, pero les prometo más relatos. Besos húmedos a todos ¡!
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