Familia Corrupción y Sexo 31.5
Fuera de la mira de Dany, otros se siguen moviendo en un movimiento de lujuria mezcla con locura total….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
16.5
En una ciudad a varios kilómetros de ahí, un evento importante se realizaban, un par de mujeres acompañaban a un hombre quien las tomaba por la cintura, este se hallaba orgulloso de su logro, tenía a 2 increíbles hembras a su lado, y pronto las disfrutaría, ambas portaban elegantes vestidos de cena que remarcaban perfectamente sus preciosos cuerpos, eran Lorein y Clara, quienes pese a los años, se imponían con unos cuerpos que llamaban la atención de todos, invitados de una fiesta que sabía las mañas intenciones de su superior, y al retirarse iba a disfrutar de esas mujeres, que estaban robándose las miradas de todos, si un calor parecía rodear a ambas a cada paso que daban, escuchándose comentarios como:
Otra vez el jefe llego con sus hermanas – y eso que, ni que se las fuera a coger – ellas son hermanas, pero no del jefe, así que has cuentas – oh, entonces el jefe tiene a ese par en la cama – si, y creo que ya le han dado hijos, así que viejito pero listo – carajo, que yo si me las cogía de maratón, pero oye, no se te hacen conocidas – sí, pero si aprecias tu rango, no le dirás nada, ellas son propiedad del Dad Army así que te callas – entendido, wow…
Oír eso a Lorein y Clara les gustaba, después de ser tratadas como putas en su ciudad natal, insultadas por entregar a sus hijas al niño violador, juzgadas de la peor manera, cuestión que se oía demasiado perversa, pero nadie les ayudó, ciertos amigos en los juzgados, conocidos dentro de las escuelas, incluso grupos de ayuda y beneficencia, todos se hicieron a un lado, si acaso el tío Razo les dio un medio de escape mientras intentaba hacer algo, pero no les prometía nada, apenas lograron ponerse a salvo en la puerta del placer, trabajando, solo que sin darse cuenta fueron esclavas de Eduardo, el medio hermano del causante de todos sus problemas, quien aparte les dejó en otra situación comprometedora, aunque al final no les molestaba tanto, terminaron muy bien ubicadas, pues aquellos comentarios de admiración eran preferibles. Lorein siendo más morena que Clara, usaba un vestido negro, aun tenía su cabello corto, pero con el maquillaje adecuado y arreglo, se veía deslumbrante, con una prenda que dejaba a la vista que no traía sujetador, y su tanga daba la sensación de desnudes, unos tacones realzaban sus piernas, además que cada parte de su candente cuerpo eran realzados, de igual forma Clara se veía preciosa, con su cabello largo, en un rojizo más intenso (pintado), y de piel más blanca, usaba el mismo tipo de vestido que su hermana, pero en tono rojo vino, que le daba un toque elegante, sin olvidar que realzaba también ese hermoso cuerpo de forma seductora, así mismo su tanga se perdía entre los pliegues de su piel, dándole una sensación que atraía las miradas. Todo eso lo disfrutaba Dad Army, quien pese a haber perdido a una esposa e hijos antes, en un altercado, quedándole un pequeño solitario, que ahora disfrutaba de tener nuevos “hermanos”, este también gozaba de ese par de amantes, mientras escuchaba sentado en un rincón las peticiones de algunos otros líderes militares, o hacían acuerdos y negocios, pues este era el contacto para hacer pedidos al gremio de perros, quienes seguramente iban a satisfacer todas sus ordenes, mejor que muchos reclutas prometedores, algunas putas para un evento, alguna despedida de soltero por allá, una fiesta privada dirigida a los generales, un hijo que necesitaba perder la castidad para hacerse hombre, algunas películas que disfrutar en funciones especiales cuando salieran del país en alguna misión, todo lo escuchaba Dad Army con gusto, sabiendo que todo eso le daba prestigio entre otras autoridades, pero también sentía un orgullo al ver como sus 2 nuevas hembras llamaban la atención de algunos tipos, se las comían con la mirada, pero sabía que al acabar, ellas gemirían cuando su verga las penetrara, si tenerlas a ambas dominadas era el mejor de los afrodisiacos.
Cerca de la media noche el hombre volvió a su residencia, no iba muy ebrio, aunque si tomó un par de copas, a su lado un par de bellezas llegaban más alegres, así las deseaba, y quería gozarlas, así que las llevó hasta sus aposentos, para disfrutarlas, aunque dejaría la puerta abierta porque sabría que tendría compañía extra. Una vez en su cuarto, a pesar de los años y todo, se mantenía en buena forma, se sacaría su ropa dejando ver unos músculos aún palpables, y una erección considerable, sabía que solo tendría una carga, pero debido a tanta acción, podría aguantar más que muchos chicos, quienes al ver lo que seguiría se hubieran corrido prematuramente, pues Lorein se sacaría el vestido gracias a la gravedad, este era ligeramente más holgado, dejando ver liberarse lentamente aquella carne sensual, mientras que Clara debía ser tomada por el hombre para ser despojada del vestido, quedando solo con tacones, tangas y algunas alhajas, regalos de su macho, a quien se entregaban gustosas.
Relájate mami, hoy te haré gozar como siempre lo hago – decía malicioso Dad Army.
“Si” decía la mujer sacándose la tanga antes de acostarse, dejando ver una vulva casi lampiña, más que por una pequeña mata de pelo dejada así a propósito, luego el militar vería a la pelirroja, quien se dejaba sacar la última prenda, dejando que este le diera una nalgada y decía:
Vamos mami, que no tienes opción, eres toda mía ahora – decía nuevamente malicioso Dad Army.
E igual que su hermana se acomodaba en la cama, para empezar a besuquearse con esta, logrando calentar al viejo, quien se acercaría, decidiendo, a que agujero primero invadiría, eligiendo a la menor, pues las últimas veces lo estuvo haciendo con Lorein, si aparte se bañaron juntos antes de irse a la fiesta, así empezaría con unas suaves embestidas, para sentir como el aroma de su hembra inundaba las sabanas, haciendo hervir la sangre del viejo, quien intentaba mantenerse fuerte para darle gusto a la otra, pero tampoco iba con prisa, gozaba el momento, disfrutaba de cada embestida, la simple imagen que tenía al frente, y los gemidos de ambas mujeres.
En serio soy afortunado, y pensar que todo empezó porque un chico idiota quería contentarme, y las emborracho hasta que se perdieran, en cuanto te vi Lorein, fue amor a primera vista, algo en ti me cautivo, y creo que es igual con Gregory, mi hijo, creo que ve a su madre en ti, por eso descuide mis labores, acudí a la isla del placer, pidiéndole ayuda a la persona equivocada, y que suerte la mía, te hice madre a ti Clara, de mi más pequeño hijo, aunque ambos chiquillos, ahora son míos, mis hijos, perdí unos en un atentado, pero gracias a ustedes tengo nuevos, incluso hermosas hijas – decía soberbio el viejo disfrutando de aquellos cuerpos que se entregaban a él.
Si tanto las quieres porque no las traes con nosotras – dijo Lorein acariciando a su hermana de forma seductora, excitando al hombre con aquel acto.
Si, mmm, queremos a nuestras hijas, ahhh – decía Clara mientras era penetrada, y con su cuerpo trataba de atraer la atención del hombre que sentía como si su verga fuera acariciada por aquella concha como si fuera una boca.
Porque es el deber de un hombre velar por sus mujeres, y serán sus hijas, pero son las hembras de Dany, él las tiene que recuperar como buen macho, antes quería que interviniera para deshacerse de un idiota, usar mi nombre como amenaza es de cobardes, lo ayudaré a ser más fuerte, pero no a conseguir las cosas de manera fácil, solo si corre peligro su vida moveré la mano, a fin de cuentas viene a ser mi yerno, jajajaja – dijo Dad Army mientras hacía que Clara se corriera con una profunda penetración, y luego se lo metería a Lorein de una sola embestida, aprovechando los flujos de su hermana en la verga.
Pero queremos a nuestras niñas con nosotras – suplicó la mujer mientras era sometida por el militar, quien le hacía gemir después.
Vamos, cariño, nosotras somos tus hembras ahora, no nos darás ese gusto – decía Clara con una voz tan seductora que hacia al viejo sentirse como un colegial hirviendo de placer, mientras los pechos de la mujer tocaban un costado del hombre, quien aceleraría las embestidas movido por la excitación que esas masas de carne le causaron.
Con eso el viejo sabía que no duraría, pero no le molestaba, era mayor, pero tenía su impacto, además tenía a sus pies a 2 mujeres con más de 10 años menos que él, ambas de aspecto tan seductor, se ganaban las envidias de muchos en sus juntas especiales, y las hacia gozar en cada embestida, lo que le hacía sentir tan bien, pues podía oler en el aire el aroma del sexo, el cual ya no podía percibir antes, pero desde la llegada de ambas, su vigor volvía, se sentía más feroz, las sometía para recuperar su fiereza, así que se aferraba a esa carne femenina como un depredador hambriento de pasión, pero agregó mientras Lorein sentía su orgasmo.
Miren niños, esto es lo que hace un macho, tiene a sus hembras bien atendidas, las hace perderse en la pasión, sus madres son mías, las hago sentir placer, tanto que por eso se quedan conmigo, ambas juntas, y ustedes cuando crezcan lo harán, encontraran a las suyas, las harán gozar metiéndoselos hasta el fondo, como yo lo hago, o igual que Dany, quien es el macho de sus hermanas, jajajajajaaa– se burlaba el viejo Dad Army sorprendiendo a ambas mujeres que verían a los niños asomarse por la puerta abierta para ver como cogían, no tenían más de 6 años el mayor, pero les miraban fijamente, eran sometidas por ese hombre de manera casi violenta, pero sus cuerpos se aferraban a ese erotismo, y saberse vistas por sus hijos, aunque pequeños, hacían que fueran descubriendo un placer inesperado, además los 3 niños bajo la guía del viejo, entendían algo todavía fuera de su alcance, por el momento.
Mientras eso ocurría, la noche en otra parte también era ardiente, pero no tan gentil, por el contrario, era una escena mezcla de sensualidad con salvajismo y alevosía se presentaba, una violación enfermiza que era ocultada por los efectos de una droga nueva, que manipulaba las mentes para doblegar la voluntad y alterar los recuerdos. Regresando a la ciudad donde Dany vive, pero no en su hogar, por el contrario era en una elegante casa dentro de un suburbio, casi todas las luces se mantenían apagadas, solo una en el sótano se mantenía prendida, ahí se hallaba un pequeño laboratorio improvisado, que despedía un olor muy penetrante, un hombre se mantenía a salvo con una mascarilla, mientras una mujer aspiraba ese hedor, deseando huir, pero no podría hacer nada al respecto.
Bien, Lucia, ahora sácate la ropa, pero lentamente, quiero ver tu precioso cuerpo de puta lujosa una vez más, es una orden – dijo un hombre con voz bastante viciosa, cara de degenerado viendo con morbo a la pobre mujer, quien estaba sometida a los desvaríos de aquel demente.
Obedezco – decía la mujer levemente consciente de lo que pasaba, sacándose las prendas de su ropa, primero caería su bata, luego la camisa botón por botón, en un lento movimiento que parecía tratar de excitar al hombre revelando con encanto sus enormes pechos cubiertos por el sostén, después dejaba fuera su falda, quedando en unas pantimedias negras y un juego de lencería del mismo tono, que le daba un aire sumamente erótico, pues aquellas prendas apenas podían cubrir su sensualidad, un cuerpo seductor que a la mayoría de los hombres pondría tieso, deseando sentir su calor con una lujuria casi animal
Mm, en serio que el embarazo te hizo bien, te vez más deliciosa, tus tetas están más gordas, tu panza se arregló por el trabajo, y las nalgas o piernas, siguen perfectas, ni quien te viera con una niña que te las mama toda los días, que envidia – decía el hombre con morbo, sacando una cinta para medir, mientras le escurría la baba por la mascarilla.
Con morbo comenzaría a tocar ese cuerpo, sus manos temblaban ansiosas, sintiendo cada parte, disfrutando de los pechos que eran tan suaves, parecían oler a leche materna, de manera obsesiva los lamería hasta hacerlos chorrear de baba y un poco del alimento de su bebe, pues con aquella talla no dejaba de producir el alimento para la niña hermosa, pero se acababa mezclando y esta recorría su cuerpo alcanzando su ombligo, aún sin detenerse, se abría camino por los pliegues de su piel sudorosa, hasta llegar al borde de las medias, que cubrían su tanga, logrando que el viejo se emocionara al ver como se manchaba la tela, empezando a amasarla con un deseo enfermizo, sintiendo una obsesión por ese cuerpo ardiente, viéndolo con un deseo que no podía contener.
En serio que soy afortunado, siempre fuiste mi alumna más sexy, todos te deseaban, querían llevarte a la cama para cogerte como animales, metértela como poco más que salvajes, siempre los oía decir que la clavarían hasta el fondo, hacerte gemir igual que a una cerda, agarrarte esas enormes tetas y lamerlas, incluso algunos pensaban en la forma de cogerte en equipo, fracasados, pero mírate, estas frente a mí, convertida en una puta barata, y te entregas fácilmente, es una burla, toda tu deliciosa carne es mía, la estoy gozando como un campeón – decía el tipo mientras sacaba esos pechos para lamerlos, tiro lejos el brasier, sintiendo una gran victoria en sus manos, una carne suave que olía deliciosa, estaba tibia, tan fragante y jugaba de manera obsesiva, mientras una cámara grababa todo, pues el tipo no dejaba de tomar nota de su investigación.
Como un depravado este sobaría cada parte de ese cuerpo sensual, mientras sus manos estaban tan inquietas, temblorosas y sudorosas, e intentaría sentir cada parte de su cuerpo, no pudiendo contenerse al tocarla, pues estaba obsesionado, queriendo lamer cada centímetro de su piel con un desespero que se reflejaba en su cara, llenándola de saliva que escurría de manera viciosa, incluso lamiendo sus axilas, mientras hablaba como si fuera un gusto que le pertenecía igual a una linda niña que miraba todo con la vista perdida, apenas vistiendo unos calzoncitos blancos ajustados a su enorme culo, momento en que hubo una reacción de parte de la psicóloga, que llamó la atención del degenerado, que creía que eso no ocurriría.
¿Qué pasa? Acaso te burlas de mí – decía el hombre.
Maestro, siga conmigo, no toque a Jane – decía en un esfuerzo la mujer, quien había tomado una medicina antes de llegar para evitar eso.
Cállate, ella dentro de poco será toda mía – dijo el doctor con desespero.
Maestro, siga usando mi cuerpo, deje a Jane en paz – volvía a decir Lucia en un esfuerzo.
Cállate, esa niña es el clímax de mi trabajo, el control mental, pronto será toda mía, eh trabajado demasiado como para ahora venir con tus cargos de conciencia, ya veras, la hare mi mujer, la cogeré cuando quiera, mejor que una puta o esclava sexual, más que su papi me llamara cariño, le romperé el coño cuando quiera, y en especial ese culo precioso, no habrá nada que me niegue ese placer, así como tú, además ella está sola, abandonada a su suerte, así que no tiene caso, si casi me la entregaste recuerdas – dijo el intento de medico sádico de forma burlona.
Se equivoca, no fui yo, seguí órdenes, no era lo correcto, no sé cuando me afectó tanto, usted, soy responsable, se equivoca – decía Lucia tratando de reaccionar por culpa de la droga.
No, tú serás mi puta, la #2 y esta niña será mi mujer la #1, mi trabajo me lo permite, en cuanto consiga las palancas necesarias, nadie se resistirá – decía con un tono enfermizo el falso médico sin dejar de tocar aquel cuerpo provocativo, pellizcando los pechos que soltaban leche, así se restregaría contra él para saborearla, deseando someterla a sus deseos carnales.
Se equivoca, esa niña no está sola, vendrán por ella – decía Lucia para molestia del médico quien no toleraba esa resistencia.
En ese momento, cansado de tanta insolencia, este sacaría un consolador de gran tamaño de su escritorio, la vería de forma sádica, y la tumbaría en un escritorio, todo frente a Jane que apenas era consciente de lo que ocurría, estaba perdida a causa de una droga experimental que desarrollo el infeliz, siendo testigo de cómo aquel que llamaba papá dejaba a la psicóloga expuesta para su enfermizo placer, pero era lo que buscaba Lucia, quien trataba de ser el blanco de aquellos abusos dejando libre a la niña de su enfermiza obsesión, quien vería como le rompían las medias a la mujer para dejar expuesta su vulva con una ligera mata de cabello que sobresalía, hecho a un lado su tanga, liberando un aroma de sexualidad que enloquecería de erotismo al hombre, quien siguió para penetrarla con un enorme consolador, uno con muchas pequeñas protuberancias que le hicieron abrir los ojos por aquella sensación de sorpresa y placer mezclado con dolor, mientras lo movía de forma torpe en el interior de la mujer, una agitación poco agradable, pero que gracias a la droga podía someterla. Aquel intento de doctor trataba de hacerla gemir de placer, pero eran una mezcla de gritos con gemidos por culpa de su torpeza, detalle que ignoraba el malnacido, pero que le molestaban porque trataba de hacerla gemir como una golfa.
Vamos, que no te gusta, cierto, te gustan pitos pequeños, no tan grandes, es una lástima, si bien que me di cuenta desde hace años, por eso en la carrera te empecé a trabajar, pero como me muevo mucho no pude completar el trabajo, maldita sea – se burló el hombre, mientras se esforzaba por hacerla correrse, pero era tan brusco que no lo conseguía y cuando se le cansó la mano, decidió cambiar de estrategia, soltó el aparato dejándolo tirado en el suelo, para sacar otro.
Este era un consolador plateado, con una opción de vibrador, el cual temblaba con muchas velocidades, la ultima era ritmo violento, que no era placentero, pero vicios, viendo la cara, lamiéndola un poco para sentirse dueño de aquella sensual hembra que soltaba su aroma femenino, el tipo prendía el aparato, mojado con un aceite especial, haciendo un ruido molesto lo fue posando sobre cada parte de aquel seductor cuerpo, tratando de jugar con ella, primero en los pechos que temblaron cadenciosamente, luego en el ombligo, al final lo puso contra el botón de placer de la mujer sacándole un fuerte gemido, pues ella no se podía controlar, su cuerpo obedecía las ordenes de aquel “maestro”, quien le dio clases de fármacos, apenas soportando gracias a una droga que se tomó antes, así que sentía con total claridad, aunque era como si su cerebro vibrara de una forma no tan placentera, siendo peor cuando el hombre en su desespero por no conseguir excitarla como deseaba, a través de una corrida viciosa que mojara todo como si se orinara, le enterraría aquel aparato en su culo, haciéndole gemir un poco, aunque no sería por placer sino de sorpresa, pues sus entrañas se revolvían al sentir una descarga lejanamente familiar, suspirando un poco, pero eso antes de que viera como el sádico hombre sacaba algo más, una máquina para coger.
Ahora si maldita puta, te vas a seguir burlando de mi problema – decía el vil doctor mientras prendía y apagaba el aparato para que este violara a la psicóloga, metiendo el falo en su vulva un tanto violento, y al encender su cuerpo fue agitado por aquella maquina súbitamente.
No se tentaría el corazón mientras el consolador hacia su función, fingir embestidas con un consolador de plástico que iría a una marcha tan fuerte que apenas le dejaría sentir algo, pues el ritmo no era agradable, un calor molesto en cada embestida, mientras el hombre no perdía el tiempo manoseándole el cuerpo tocando los pechos con lujuria, pellizcándolos, chupándolos o mordiéndolos, tratando de hacer que estos soltaran mas leche materna, pero eran toques enfermizos cargados de su malograda lujuria, mientras la pobre Lucia apenas respondía a aquel acto con una mezcla de quejidos con gemidos, lejanos al placer, momento en que el tipo diría:
Mira esto hija, dentro de poco tu estarás aquí recibiendo verga, y lo vas gozar, sólo ríndete, olvida todo y lo pasaras bien – se burlaba el hombre mientras veía como la pobre psicóloga se terminaba corriendo de manera intensa, justo la reacción que deseaba.
Pero lejos de calmar al doctor, este no detendría el aparato agitando aquellos enorme pechos que fácilmente excitaban a todos mientras el pene falso se enterraba en esa jugosa vulva que soltaba sus olores seductores casi adictivos, la mujer se quejaba de tal forma que daba gusto, convertida en una puta esclava sexual bajo los capiruchos de aquel loco, se veía completamente dominada, gritando de placer mientras se corría una y otra vez, en medio de esas embestidas mecánicas, sin embargo aquel malnacido vería como su miembro permanecía flácido, lo cual le frustró mas, su gran secreto, si por ello volvía a enloquecer dejando que la maquinaria continuara por largo rato más, pues el degenerado miraba todo eso con morbo, deseando una gloriosa erección para ser él quien estuviera actuando, pero solo podía ir satisfaciéndose ante esa vista en su sadismo, perdiendo el tiempo hasta que el efecto de la droga en Jane se acabara, quedando más dormida que despierta. Al notar eso se molestó el falso padre, quien por estar de maldito con su ex alumna no tuvo tiempo para hacerle alguna sugestión o trabajo nuevo, y no podía drogarla más, perdió su tiempo, eso se había estado dando desde hace varios meses, cada fin de semana él intentaba hacer un proceso de control mental y Lucia se volvía la victima del experimento, siendo violada de esa forma tan despiadada, pero incapaz de decir algo por la maldita hipnosis impuesta, así volvía derrotada a su casa, controlada al punto que no podía rescatar a Jane, aunque sabía que lo estaba pasando mal, por lo que se volvía la victima de ese degenerado, su cuerpo terminaba profanado con la maquina o diferentes consoladores que eran más duros que el miembro del viejo, siendo este un precio que pagaba por culpa de lo que había hecho antes con esa familia, una culpa que no le dejaba en paz, pero esta vez le habría dicho: maestro, deje el experimento, lo digo por su bien, esa niña no está sola, vienen por ella, además, valiente idea de hacerla su esposa si usted es impotente, no se le parará nunca, ahora cálmese, le dejé toda la semana llena de trabajo, o quiere quedar mal con sus ayudas, “gran doctor”…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!