Follando en un promontorio del pantano a la puesta del Sol
Mi novia y yo somos bisexuales totales, nos gustan las chicas y los chicos por igual. Somos nudistas, morbosos y tenemos un punto fuerte exhibicionista..
Hace años estábamos en una zona apartada del pantano de San Juan mi novia y yo, desnudos encima de una piedra viendo una puesta de sol. La piedra estaba en un promontorio cuya forma era como una península que se adentraba en las aguas. Empezamos a acariciarnos suavemente calentándonos poco a poco, terminamos follando como descosidos encima de la roca.
Al cabo de un rato estábamos rodeados de pequeños barcos que nos acompañaron todo el tiempo, sin quitar ojo sus ocupantes de nuestras evoluciones, cosa que nos excitaba más, pues tenemos un punto muy fuerte de exhibicionismo.
Una vez anochecido fuimos invitados a entrar en un velero mediano, que pertenecía a una pareja mayor que nosotros. Acabamos montándonoslo entre los cuatro en plan royo bisexual anárquico, yo follaba con el marido que era bisexual versátil como yo, y mi novia se lo hacía con la mujer y luego intercambiábamos, de tal manera que el marido me follaba a mi, yo chupaba al tiempo el coño de su mujer y la mujer comía el coño de mi novia y yo penetraba al marido que tenía un culo muy rico. Estuvimos una noche de entrega total al placer, todos somos bisexuales por lo que disfrutábamos el doble sin complejos. De manera que yo follaba a la mujer y el marido me penetraba al tiempo. Cuando uno está en esa situación, el placer es indescriptible,
Comimos follamos, estuvimos los cuatro con caricias desordenadas, unos momentos de éxtasis total. Así estuvimos hasta las 2 de la madrugada.
El matrimonio trabajaba al día siguiente y nos invitaron a llevarnos al puerto donde teníamos el coche. Les dijimos que nos teníamos que quedar por que nuestra ropa estaba escondida en el bosque y nos apetecía hacer el regreso al nuestro vehículo desnudos, aprovechando la oscuridad de la noche. Nos despedimos y se marcharon.
Aprovechamos mi novia y yo para bañarnos entre más caricias estábamos muy excitados.
Estando todavía en el agua, todavía con nuestras cosas todavía escondidas entre los helechos, apareció una parejita muy joven que también estaban desnudos. La parejita nos propuso ir a una playa escondida donde tañían atracada una zodiac.
La parejita nos invitó a recenar y a unas copas, Al ver la barca me pareció también nos habían observado, cuando follábamos encima de la roca. Sin preámbulos empezamos a jugar entre nosotros montando allí mismo una cama redonda en una gran manta que extendieron en la arena.
Con la parejita seguimos mismo rollo bisexual desordenado que habíamos tenido con la pareja anterior pero esta vez , a la luz de las estrellas.
Permanecimos en esa playa toda la noche entregados a nuestros juegos bisex con más baños nocturnos enrollándonos entre los cuatro, mi polla pasó por la boca de los tres y mi culo que ya estaba calentito y dilatado recibió saliva de todos y semen del joven varias veces en felices intercambios.
De esa manera nos amaneció entre, jadeos, baños breves periodos de sueño etc,
Amanecimos todos abrazados y continuamos más juegos eróticos. Seguimos de esta manera continuamos hasta la media tarde.
Entonces volvió a aparecer el velero de de la primera pareja. Resultaron ser los padres de la chica de la pareja con la que habíamos pasado la noche.
Entre risas acabamos todos en un chalet de una urbanización cercana, propiedad de los padres de la chica.
En la casa siguió la diversión, follándonos unos a otros, intercambiándonos fluidos alternando con baños en la piscina.
Es una sensación muy excitante ser penetrado por el padre mientras me follo a su hija y su mujer nos chupa todo al tiempo. Mi ojete parecía el túnel del metro, pero estaba muy bien lubricado.
Pasamos el puente follando unos con otros. Ahora nuestras relaciones son muy intensas de hecho el padre de la chica me dio trabajo, en los tiempos muertos laborales la hija y el padre por separado nos vemos en el despacho, que morbo a veces se escuchan nuestros jadeos. En esta familia son muy liberales, nos hemos convertido en seis felices follamigos. Ahora pasamos mucho tiempo en el chalet de la Ciudad de San Ramón, Al chalet llevamos invitados igual que nosotros.
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