Húmedo sueño de mayo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
– Vamos Diana – Susurré en su oído, tomé su mano y la lleve a su habitación. Ella se adelanta, muy juguetona se acerca a la cama y se sienta, verla ahí hacían más intensos mis deseos de poseerla.

Rápidamente cerré la puerta me dirigí hacia ella, mientras quitaba mi playera la cual arrojé al suelo, quedé parado frente a Diana con mi torso desnudo, nuestras miradas se cruzaron realmente nos deseábamos, queríamos sentir el calor de nuestros cuerpos desnudos. Comencé a bajar mi pantalón sin desviar la mirada de Diana quien estaba ahí sentada, con una playera bastante holgada, se notaba que no traía brazier, su linda boca dibuja una sonrisa pícara en su cara.

Saqué mi pantalón quedando solo en bóxer, dejando en evidencia mi gran erección, acerco mi mano derecha a mis genitales y comienzo a frotar mi pene sobre mi ropa interior, poco a poco libero mi pene, que cada vez se siente más duro, con mi mano restante tomo el rostro de mi joven amante, y acerco mi pene, lo paso por sus mejillas, el glande se desliza por su boca llegando hasta la otra mejilla, rozando así varias veces esos lugares, ella con los ojos cerrados, disfrutaba, o eso parecía.
– Sácate el pantalón – ordené.

Accedió, rápidamente me dejo ver sus piernas, noto que no tenía ropa interior.
– Vaya!!!! Cada vez me sorprendes más – dije, acercando mis manos a sus nalgas.
Pronto ella se incorpora, acerca mi mano izquierda a mi pene, toma mi diestra y junto con la de ella la acerca a su vagina, mostrándome su humedad, estaba bastante mojada, con su mano restante me toma por el cuello y me atrae a su cuerpo.

– Ediel mira como me tienes – me susurra al oído y me planta un pasional beso. – Ven aprovechemos esta cama – Dice recostándose lentamente, y llevándome con ella, bajo las sábanas nos abrazamos frente a frente, sus manos al igual que las mías descendían , yo acariciaba sus nalgas con deseo , mientras ella buscaba mi pene al encontrarlo empezó a masturbarlo, sumergido en el placer que me entregaba su pequeña mano , subo las mías a masajear sus senos, seguíamos besándonos apasionadamente, mis besos van hacia su cuello, poco a poco los mismos dulces besos se trasladan a sus senos que tenían los pezones despiertos.

Mi lengua dibuja círculos alrededor de sus pezones, y mis manos en dirección a su vagina sintiendo su rica humedad, mis dedos índice y medio la penetran y mi pulgar masajea su clítoris comenzando un lento vaivén, al morder suavemente uno de sus senos, salían deliciosos y agradables suspiros de placer de la boca de mi amante, de la boca de Diana.

Rápidamente la despojé de su playera, pues solo era un estorbo. Mi mano seguía penetrando a Diana, me enloquecía provocarle tímidos gemidos, realmente la disfrutaba, mi mano se movía de forma brusca, yo estaba muy excitado, saqué mi mano de su húmeda cavidad y la acerqué a su boca, la yema de mis dedos rozan sus labios dejando un invisible camino con sus fluidos en ellos.
– Quiero sentirla en mi pene – me miró fijamente, en ese momento me tendí de espaldas en la cama, ella se recostó a mi lado y acarició mi abdomen bajando hasta tomar mi pene así mismo su cuerpo………..

– Espera – toqué sus senos, su abdomen busqué su sexo – También la quiero sentir en mi boca- dije al encontrarla. Ella subió se sentó en mi boca y comencé a chupársela, acercó su pequeña boca a mi pene y se lo introdujo poco a poco, comenzó muy lento, se notaba era primera vez que lo hacía, pues lo hacía con bastante paciencia y ternura, ternura que al pasar los minutos se convirtió en pasión desenfrenada. Mi pene cada vez más duro, su vagina cada vez más húmeda y caliente, un placentero 69. Estábamos en eso cuando mis deseos de penetrarla se hicieron incontrolables, quieté mi boca de su vagina.

– No aguanto más, QUIERO PENETRARTE – dije mientras ella dejaba de chupar mi pene- Vamos, acomódate sobre mi- Pedí. Mirándome a los ojos se sentó en mi, se lo metió lentamente, yo tome sus cadera y ella comenzó a moverse muy lento, me sonrió pero pronto desvió su mirada. Tomé su mentón……

– Mírame, no dejes de mirarme – dije, acaricié su cabello, volví a tomar sus caderas, sus movimientos se volvieron más y más rápido. Ella tan pequeña y tan pervertida, Me encanta, me complace.

Pronto ella dejo de moverse, se quitó de encima de mí y se puso en 4, enseñándome el trasero, corrió su cabello al lado derecho, acercó su mano a su vagina y comenzó a masturbarse frente a mí, se tocaba el clítoris tan rápido como podía, movía su trasero, verla masturbándose realmente me encantaba, mi fantasía cumpliéndose.

La tenía en 4 masturbándose para mí, nuevamente sentía enormes ganas de penetrarla, acerqué mi pene a su trasero, mi pene pasea por todo… por todo su trasero, ahora busco su vagina húmeda, sin penetrarla aún me topo con su mano, ella masturba ambos sexos pero pronto encuentro su cavidad. Es mi turno yo dirijo, mi pene en la entrada de su vagina, lo introduje de una rápida y fuerte estocada, lo que provoco que ahogará sus gemidos contra las sábanas, su trasero totalmente parado para mí, ya dentro el vaivén, rápido pero suave, poco a poco y por la excitación, aumenté el ritmo de las estocadas, ella aferraba las uñas en las sábanas. Acaricié su espalda, tomé fuertemente sus caderas, amasé su trasero, el placer me inundaba por completo. Sus actos demostraban placer, y ser yo quien se lo entregara me excitaba más y más. Deseaba que ese momento fuera eterno.

De pronto escuché unos jadeos, que no eran de Diana, ambos miramos hacía la puerta. Una amiga de Diana masturbándose, con la puerta entreabierta observándonos, seguí penetrando a Diana, sonreímos, nos excitaba la idea de ser vistos en el acto sexual, y un trío, todo era cada vez más interesante……….

La amiga de Diana al notar que fue descubierta se acerca a la cama, se desvistió y se sentó frente a Diana abriendo sus piernas, tomó por el cabello la Diana, la acercó con suavidad a su sexo, las miradas entre ellas eran de total complicidad. Antes de comenzar a lamer Diana toco con una de sus manos la vagina de su Amiga………
-QUE MOJADA ESTAS!!!! Me gustas así – Sin perder más tiempo comenzó a lamer, su lengua paseaba en los labios vaginales, entra donde abunda la humedad y asciende al clítoris, ahí se detiene, lo atrapa entre sus labios, lo mordisquea y lo besa, su amiga gime, sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo de su amiga con deseo. En ese momento decidí tomar los brazos de Diana, impidiendo que acariciara los senos que ella deseaba, lograba sentir su desesperación por zafarse y complacer a su mujer con algo más que su boca.

Diana le pide a su amiga que tome su lugar, esta se niega pero Diana con mucha ternura, se alejó de mí, se acercó ella, le susurró algo al oído mientras acariciaba su cabello, tratando de convencerla quizás, pronto le pidió que se tienda en la cama Diana me miró, me sonrió besó los labios de su deseada mujer y tomó mi pene dirigiéndolo a la vagina de su amiga. La penetré con duda pues Diana se alejó de nosotros, por un momento pensé que se iría, pero se sentó en un amplificador cercano a la cama, miraba como yo penetraba a su amiga y comenzó a masturbarse.

Ambas mujeres muy calientes, sus gemidos dejaban en evidencia el placer que sentían. Pronto Diana se acerca a la cama se monta en la boca de su amiga y comienza a moverse muy rápido. Quedamos frente a frente, me tomó la cara y besó alocadamente mis labios, sus desenfrenados besos fueron bajando por mi cuello mi abdomen hasta llegar a ambos sexos y comenzó a chuparlos, a lamerlos, chupaba el clítoris erecto de su amiga, yo sentía su lengua en mi pene. Su amiga gime cada vez más fuerte y yo también, los dos muy excitados a punto de acabar, saque mi pene de la vagina y empecé a masturbarme en la entrada de la vagina y de la boca de Diana, mientras ella seguía chupando. En ese momento su amiga y yo tenemos un orgasmo, acabamos al mismo tiempo en la boca de Diana. El semen en los labios, la lengua de Diana quien se bebió ambos orgasmos. Luego ella sonrió, sus ojos pedían más y más pues ella aún no alcanzaba el orgasmo. Le pedimos que se tendiera en la cama, nos metimos entre sus piernas y comenzamos a chupar su vagina húmeda y caliente, haciendo que Diana suplique por más. Su amiga subió a juguetear con los senos de Diana, los amasó acercó su boca a sus pezones, los chupa y los besa, finalmente Diana acabó en mi boca gimiendo y mojándolo todo……..

Luego de eso Diana nos besa a ambos, pero pide a su amiga que se acueste en la cama, quien obedece rápidamente Diana se acerca y comienza a subir con su lengua por las piernas de su víctima, esta lanza unos pequeños gemidos de placer demostrando lo ansiosa que estaba por una lengua, y no cualquier lengua , la de Diana. Ahora ella tomó por el cabello a Diana y la acercó a su sexo, la puso justo ahí, en su vagina, la lengua comenzó a hacer su trabajo y yo mirando esa escena, comencé a masturbarme. La amiga de Diana comenzó a moverse y pedía más Diana metía el clítoris en su boca, lo aprisionaba con sus labios y lo estimulaba con su lengua, en ese momento Diana introdujo sus dedos en la vagina, penetrándola bruscamente, ella miraba el rostro de su amiga y yo seguía masturbándome frente a ellas.

Diana comenzó a tocarse sin dejar de complacer a su amiga, muy excitada ambas
– Diana …….. mmmmm …. Voy Aaaa Aaaa … ACABAR!!!! –
– VAMOS ACABA PARA MI, TE DESEO – respondió Diana que movía su lengua más rápido. Su amiga gime cada vez más
– NO PARES ……… POR FAVOR ……. MÁS RÁPIDO …..mmmmm .. mmmmm – dice muy caliente – Voy a acabaar ¡!! Mmmmmm…. – sus gemidos se mezclaban con los de Diana que seguía tocándose
Finalmente Ella acabó con la lengua de Diana.
Diana acabó con sus dedos.
Y yo acabé mirando esa escena.

Ahí la amiga de Diana se viste y se va…….. Diana tras ella…. Quise detener a Diana. Pero desperté.

Desperté con mi pene totalmente erecto, un sueño tan delicioso que parecía real. Sin frenarme me masturbé recordando el sueño, pensando en ella, en Diana, en nuestras fantasías, en nuestros escritos.
Nada como auto complacerse en la mañana.
Y Algo más en la tarde ……… visitaré a Diana …………………………….