intercambio de esposas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Quiero compartir con vosotros lo sucedido en mi matrimonio, estoy casado hace más de 20 años, tuvimos dos hijos los cuales ya son mayores y están estudiando en el exterior, gracias a que nuestra situación económica es bastante buena.
Durante muchos años hemos trabajado con mi esposa alcanzando a reunir un capital importante representado en nuestra empresa que es muy rentable.
Mi esposa se llama Sofía es una mujer que a sus 40 y tantos años se conserva muy bien, es atractiva y muy simpática por eso a veces los hombres se equivocan porque ella les da confianza, pero ella sabe pararlos a tiempo, sin embargo lo que sucedió recientemente creo que fue consecuencia de varias cosas.
Desde hace algún tiempo mi cuñada, Lorena, siempre que compartimos en fiestas o salidas a alguna discoteca me invita a bailar y ya con sus copas encima, en la medida que ve posibilidades, no para de rozar su pelvis contra mi polla y desde luego he tenido unas erecciones que ella debe haber notado, pero siempre que pude, traté de hacerme el distraído y buscar la manera de evadirla cuando quería que saliéramos a bailar, pero mi esposa cuando lo notaba intermediaba diciendo… no seas desatento ve a bailar con ella, yo no sé si mi esposa no se habrá dado cuenta, o si lo sabe y sin embargo me empuja para que baile con su hermana.
Por otra parte el marido de mi cuñada, Ernesto, siempre lo vi tratando de ganarse a mi esposa, mas de una vez lo sorprendí observándola con ojos de deseo y una vez lo escuche diciéndole al hermano, esa mujer está muy buena, cierto, y el hermano que es algo don Juan, le respondió, cierto, es mucha mujer.
Pero de allí las cosas no pasaron.
El mes pasado, mi esposa y su hermana organizaron una salida a discoteca y estando solo los cuatro se creó mucha intimidad, lo cual acompañado por unas buenas copas hicieron que el ambiente se calentara bastante.
Como era de esperar hacia la media noche mi cuñada me invito a que bailáramos, el sitio a esa hora contaba con poca iluminación, diría que era bastante escasa, lo cual hacia que se creara mucha fricción entre las parejas en la pista de baile.
Y en el caso de mi cuñada y yo no fue la excepción.
Entre tanto mi esposa Sofía y Ernesto, se habían quedado en la mesa pero desde la pista de baile yo trataba de observarlos, básicamente por si ellos venían a bailar y yo poder retirarme un poco de Lorena.
Creí que con dos veces que bailáramos sería suficiente y trate de volver a la mesa pero Lorena me dijo, estas aburrido de bailar conmigo? Y dijo otras cosas más tratando de intimidarme, por lo cual continuamos bailando y viendo el deseo de ella decidí aprovechar la oportunidad y comencé a acariciarle discretamente el cuerpo, los senos, me pegaba a su espalda y le pegaba mi polla a sus nalgas y ella lo disfrutaba.
Esto hizo que yo tuviera una erección de antología y deseara follàrmela allí mismo, pero eso no era posible.
Volví a mirar a la mesa y note que Ernesto le había pasado el brazo por encima de los hombros a mi esposa y estaban tan cerca sus caras que fácilmente la podría besar si ella no se oponía.
Además el brazo derecho estaba bajo la mesa en dirección a lo que podían ser las piernas de Sofía, lo cual a cambio de disgustarme me excito más de lo que ya estaba.
Viendo los deseos de Lorena le dije que saliéramos hasta el parqueadero donde había dejado el coche y como estaba prácticamente al fondo, por el camino fueron pasando cosas que al llegar al coche se consumaron, Lorena me dio una mamada maravillosa y antes de que yo explorara me acomode entre sus piernas, le quite la tanga y le hice sexo oral alcanzando ella un orgasmo maravilloso, pero yo no quería quedarme con esa excitación, apenas ella se repuso, me acomode y le dirigí mi polla a su concha y una vez la penetre, comencé el mete y saca hasta que no pude mas y explote dentro de ella y así quedamos inmóviles por un par de minutos.
Recuperados le dije volvamos a la discoteca y ella se seco con su tanga quedando sin nada bajo el vestido.
Cuando entramos en nuestra mesa no estaba Sofía ni Ernesto, entonces le dije a Lorena que iba al servicio, pero se me ocurrió subir al segundo piso y desde allí observar la pista de baile para ver si encontraba a mi esposa y a su cuñado.
Por unos instantes por la escasa luz no podía distinguir a nadie, pero en la medida que agudice la vista los ubique.
Ellos bailaban muy pegados, sus mejillas estaban una contra la otra y las manos de Ernesto se deslizaban lentamente sobre el vestido de Sofía y ella se dejaba hacer sin oponer resistencia.
Me fui al servicio y luego regrese al mismo lugar para volver a observarlos y oh sorpresa, Sofía y Ernesto se estaban besando apasionadamente mientras que sus cuerpos parecían uno solo, especialmente a la altura de sus pelvis.
Decidí regresar a la mesa, y le pregunte a Lorena como estaba, me dijo, súper bien, hace tiempo deseaba estar contigo y hoy por fin las cosas se han dado.
Ya existiendo tanta confianza e intimidad le dije he visto a tu esposo y a Sofía en la pista de baile, pegados como si fueran uno solo, en especial sus pelvis y besándose apasionadamente.
Ella me dijo, eso está perfecto, ellos también tienen derecho a disfrutar la noche igual como lo hicimos nosotros.
Le pregunte si ella se había dado cuenta que a Ernesto le gustaba Sofía y ella me contesto, se necesita ser ciego para no darse cuenta que la desea desde hace muchos años y si hoy lograra hacerla suya calmaría tanta ansiedad.
Propuse entonces crearles el espacio para que ellos lo hicieran.
Ella me dijo tengo una idea, vayamos a nuestra casa y como a pocas cuadras hay un centro comercial abierto toda la noche, yo escondo el licor y tu y yo salimos a comprar, y así los dejamos solos para que disfruten la noche.
Le dije que estaba de acuerdo pero que simularíamos salir y nos quedábamos dentro de la casa porque yo quería ver follar a Sofía.
Lorena estuvo de acuerdo y así cuando ellos regresaron de bailar Lorena propuso que fuéramos a su casa, pagamos la cuenta y nos fuimos.
Cuando ellos regresaron a la mesa note a Sofía con sus mejillas bastante coloradas y una particular excitación.
No tardamos en llegar a la casa de mi cuñada y hacer la pantomima del licor, poner música para ambientar y luego proponer ir a comprar más licor, Ernesto dijo que iría conmigo, pero Lorena le dijo que ella me acompañaba para indicarme donde quedaba el centro comercial, simulamos la salida y así en teoría era Ernesto y Sofía habían quedado solos.
Lorena le dijo a Ernesto en broma antes de salir, no se vayan a dormir porque no llevo llaves.
Esto para que estuvieran tranquilos que no los íbamos a sorprender.
No paso más de un par de minutos, cuando Ernesto comenzó a besar a Sofía, y ahora que estaban solos, las caricias fueron mayores, en principio Sofía trato de detenerlo actuando con el subconsciente de la dignidad de una mujer casada, pero poco a poco se arrojo en los brazos de Ernesto y rápidamente los senos de Sofía saltaron a la vista y Ernesto no paraba de besarlos y chuparlos mientras su mano se deslizaba bajo su falda y comenzaba a acariciarle su concha, a pesar de la música podíamos percibir con Lorena la agitación de sus respiraciones y pronto Ernesto consiguió su primer trofeo quitándole la tanga a Sofía, ella se decidió y busco dentro del pantalón de Ernesto su polla la cual saco como pudo a la vista y después de acariciarla por unos minutos comenzó a mamársela, se la chupaba efusivamente y Ernesto levantó su rostro hacia el techo disfrutando el momento.
Luego cambiaron y Ernesto metió su cara entre las piernas de mi esposa y empezó a darle un masaje con su lengua al tiempo que alternaba con chupones en su clítoris y pronto Sofía estaba alcanzando un orgasmo maravilloso, esto me excito tanto que nuevamente comencé a acariciar a Lorena y ella también se excito.
Ernesto se levanto y acomodándose entre las piernas de Sofía apunto su polla hacia la concha de ella y suavemente se la fue hundiendo, esto me produjo casi un espasmo, ver a mi esposa penetrada por otro era una fantasía que tenía desde hace años pero siempre imagine que sería algo imposible.
Ernesto comenzó un mete y saca fenomenal, sus pelvis chocaban con violencia y Sofía respiraba agitadamente, mirando directamente a los ojos de Ernesto con una mirada lasciva, expresando un deseo sexual irrefrenable.
Cuando Ernesto alcanzo el clímax exploto dentro de Sofía quedándose pegados por unos minutos.
Se suponía que saldríamos y haríamos la pantomima regresar más tarde, pero decidí cambiar todo y le dije a Lorena, sígueme y entrando a la sala dije… Bravo, lo habéis disfrutado tanto como nosotros? Ellos se sorprendieron quedando inmóviles, pero agregue diciendo… Nosotros con Lorena sabíamos del deseo reprimido que ustedes tenían y decidimos crearles este espacio para que lo disfrutaran.
Con estas palabras ellos ya se relajaron y despegándose Sofía se fue al baño y a los pocos minutos regreso algo tímida, pero Lorena le dijo… Sofía no te preocupes que en el parqueadero de la discoteca me folle a tu marido, así que lo tienes muy merecido.
Ahora vamos a brindar y a celebrar este momento, y llenando las copas seguimos bebiendo hasta el amanecer, cuando estábamos mas alegrones a la madrugada tuvimos un encuentro de los cuatro, totalmente desnudos intercambiando parejas y gozando al límite.
Sofía estaba muy desinhibida por el licor y dijo… tengo una fantasía y es estar con dos hombres a la vez, yo entendí el mensaje y pronto Ernesto y yo la estábamos penetrando por delante y por detrás logrando que alcanzara un orgasmo que imagino se escucho en todo el vecindario.
Al terminar Lorena dijo… quiero experimentar eso mismo ahora.
Como Ernesto y yo no habíamos alcanzado el clímax, nuestras pollas aun permanecían erectas, por eso de inmediato fuimos a atender la petición de Lorena quien también lo disfruto al límite, pero esta vez ya no aguantamos más y dejamos nuestras cargas dentro de ella quien gozo asombrosamente.
Ya era la madrugada entonces Lorena nos propuso que nos quedáramos, pero Ernesto pidió que nos fuéramos a dormir con parejas cruzadas, así lo hicimos y al amanecer escuche que Ernesto se estaba follando nuevamente a Sofía y esto me excito sobremanera, pero Lorena estaba profunda y no quise despertarla.
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