Intercambio de Maridos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LolaSW.
Este último sábado de febrero combinamos con esta pareja amiga para tener un encuentro atrevido, -como dije- son nuestros "amigos con derechos" y ya hemos compartido la cama varias veces.
La idea era hacer algo distinto, y pensábamos intercabiar maridos, ya entrada la noche nos encontramos en una wiskería para charlar y tomar unos tragos. Luego, cada hombre se llevaría la esposa del otro, para terminar la noche cada uno por su lado, podrían ir a bailar, y luego terminar la noche -con sexo- en algun motel.
El morbo para mi marido estaría en que, mientras el estaba en la cama con la mujer de su amigo, éste, estaba en la cama conmigo.
Al menos esa era la idea de este juego morboso, que se nos ocurría seria divertido y productivo en términos de placeres.
Pero… el hombre propone y -el diablo dispone- y en ese caso el demonio de la lujuria metió el rabo y tuvimos un leve cambio de planes.
Ya estábamos terminando en la whiskería, los hombres bebían poco -porque debían conducir- pero NOSOTRAS, -yo y mi amiga- como no teníamos que conducir nos pasamos de copas.
Antes de retirarnos mi amiga me pidió que la acompañara al baño ( las mujeres siempre hacemos eso ). Entramos juntas y mientras mi amiga se metía en un privado yo aproveché para arreglarme el maquillaje frente al espejo.
Espejo que me permitia ver -por el reflejo- como mi amiga se subía la minifalda, y se quitaba la tanga antes de sentarse en el retrete.
El sonido de la orina saliendo de su vagina, me provocó la sensación mas extraña que habia experimentado, era una presión en el pecho que subía desde el hombligo, las gotas de orina parecían brillantes bajo la luz dicroica que iluminaba el baño, y cuando vi la orina escurriendose por el inodoro pensé "que desperdicio".
Mi amiga se secó cuidadosamente su vagina con papel sanitario, y despues de examinar que no hubiera quedado ningun resto de papel adherido a su piel, se bajó la falda y salió del privado para colocarse la tanga.
Fué ahi que me acerqué a ella como hipnotizada, y creo que mi amiga adivinó algo extraño en mi mirada porque le temblaban los labios y los párpados, la tomé de la cintura y la besé en la boca.
Pensé que mi impulso terminaría ahi, pero el olor a alcohol de su boca, mezclado con el de su labial, su respiración, su piel que sentía debajo de su ropa ajustada, me dejaron mas loca aún.
La apreté contra la pared y la volví a besar, ella respondió a mis besos, y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y nos besamos tanto que el tiempo se detuvo.
Con la respiración acelerada por la cachondez, la miré a los ojos y le dije, " al diablo con el intercambio de maridos…. hoy quiero estar contigo…."
Mi amiga no habló, se limitó a besarme con lujuria y nuestras lenguas se entrelazaron en el interior de nuestras bocas unidas.
Jadeante de calentura, le dije "quiero que hoy seas mía…. quiero hacerte de todo…"
Si alguien hubiera entrado al baño en ese momento habría flagrado la mas candente escena de cachondez lésbica que pueden protagonizar dos mujeres.
Mi amiga contra la pared, besándome, y yo metiendo mi rodilla entre sus muslos mientras me aferraba a sus nalgas para obligarla a restregarse contra mi pierna.
Salimos del baño abrazadas, y nuestros respectivos esposos ya habian pago las cuentas y esperaban que saliéramos, antes que reclamaran por la demora les dije:
-" hay cambio de planes, si quieren ver el mejor show de sexo lésbico, vamos ahora mismo a un motel"
– Salimos abrazada por la cintura del interior de la wiskería escandalizando algunos paseantes que nos miraban tan risueñas. Besé a mi amiga en la boca, y pude escuchar hasta que algun envidioso decía en voz alta a su interlocutor -".. putas tortilleras.."
Nos reimos mas aún, como respondiendo a la crítica y embarcamos rumbo al motel.
Encontramos un lugar tranquilo con una cama redonda en el centro de la habitación, mas que desnudarnos, yo y mi amiga, nos arrancamos la ropa la una a la otra… nuestros marido miraban extasiados desde una esquina del cuarto, mientras se desnudaban lentamente.
Rodamos sobre la cama, hundí mi cabeza entre las piernas de mi amiga y ella hizo lo mismo, lo último que escuché fue que uno de los hombres le decía al otro -"mmhhh el 69…"
Las dos sabíamos lo que queríamos, mi lengua se habrío paso en su vagina, mientras sentía los dedos y la boca de mi amiga hundirse en la mía..
No sé cuanto tiempo estuvimos así, solo sé que nos olvidamos de nuestros maridos, solo éramos dos hembras sedientas de sumo vaginal bebiéndonos la una a la otra.
Nuestros cuerpos eran una sola carne embriagadas de placer, dandonos goce mutuamente, rugientes de calentura y cachondez, rodeadas por dos hombres que -como podían- se abrían paso entre nuestras carnes para buscar un resquicio por donde meter sus sexos y llevar ellos tambien un poco del placer que -como hembras egoístas- estábamos compartiendo.
Perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que tuve, y hasta creo que -por momentos- llegué a perder la conciencia, porque para mí en ese momento el tiempo se detuvo.
Cuando extenuadas y sudorosas, recuperamos la compostura, los hombres ya estaban dentro de la bañera de hidromasaje, y seguian mirandonos con una sonrisa mientras conversaban sobre nosotras. Restos de esperma en varias partes de mi cuerpo, y en el de mi amiga, indicaban que los hombres no la habían pasado tan mal mientras nosotras jugábamos con nuestros cuerpos y habían gozado, dentro, y sobre nosotras.
Salimos de la cama y nos dirigimos hacia la bañera, donde los hombres nos esperaban emocionados , en ese momento mi amiga, me dice "voy al baño y regreso" pero yo la detuve tomándola del brazo y le dije un ¡no! que la dejó sorprendida..
Desconcertada me miró y me preguntó – ¿quieres que orine en la bañera ???
El meneo de mi cabeza diciendole que nó y mi dedo índice apuntando hacia mi boca abierta fue mas que suficiente para que ella entendiera que yo quería una lluvia dorada.
Como ví que dudaba no le di tiempo a pensar y la arrastré hacia dentro de la bañera, y los hombres nos ayudaron a entrar, pero no entendían nada cuando yo apoyé mi nuca en el borde de la bañera y puse la cara hacia arriba mientras mi amiga permanecía de pie.
Puse mi cara frente a su vagina, y esperé el placer, mi amiga, se reía nerviosamente y no conseguía relajarse para orinar, al poco surgieron unas tímidas gotas, que yo me apresuré a saborear, eso le dió confianza y de su sexo surgió un delicioso torrente de licor dorado y caliente con un delicioso sabor a té sin azucar. Su orina cayó por mis hombros y mis tetas y hasta alguno de los hombres extendió el hueco de su mano para recoger algunas gotas que caían y llevarlas a su boca como cuando bebemos agua en una fuente o un manantial.
Pensé que el show había terminado ahí pero cuando mi amiga agachó en la bañera, me miró diciendomé "ahora yo", y se puso con la cara hacia arriba y la boca abierta haciendo piquito como las aves cuando piden comida…
Saqué mi pierna para el borde de la bañera y me acomodé para orinarla en el cuerpo, en los hombros y las tetas, pero ella volvió a colocar su cara frente a mi vagina y su boca abierta.
Su inexperiencia le jugó una mala pasada, la descarga de mis orines la sorprendió en pleno rostro, le entró orina en los ojos, y en la garganta haciendola tocer.
Asustada intenté retirarme pero ella me sujetó las piernas y se recompuso rápidamente para no arruinar el momento y no desperdiciar una sola gota de tan valioso licor.
Me encantó verlo, reía como una niña jugando con una fuente, con sus manos esparcía mi orina por su cara y por sus tetas que sostenía levantadas para que las alcanzara mejor el chorro que las bañaba, metia sus dedos impregnados de mi orina en la boca de mi esposo y de su marido..
Hecho esto nos volvimos a abrazar y besar, y luego nuestros hombres se comodaron para quedar junto a nosotras, y continuar con una rica sesión de sexo-en-la-bañera.
En esos momentos yo y mi amiga nos dedicamos a competir entre nosotras para ver cual de las dos es mejor dando sexo oral, y la prueba es que la mejor es la que consigue que el hombre "levante su mástil" primero para comenzar a darnos placer.
Por suerte nuestros hombres repondieron rápido y en pocos minutos ambas estábamos recibieno placer dentro del agua. En mi caso, el sexo dentro del agua tiene un placer especial, la presion que hace el agua -en el interior de la vagina- durante el "bombeo" del hombre, me vuelve loca, y es por eso que me encanta tener sexo en la playa -dentro del agua-
Terminamos cuando ya estaba amaneciendo el domingo, el zumbido de las aspiradoras y el trajin de las empleadas de limpieza nos despertaron y rápidamente nos embarcamos en los automóviles para regresar a nuestras casas -pero- una vez mas el diablo metió el rabo porque se produjo la confusión mas divertida ya que mi amiga se subió al coche de mi marido y yo me subí al automóvil de su esposo, -sin pensarlo- hasta parecía que nos habíamos combinado, ya que los hombres se quedaron esperando a que nos diéramos cuenta del error y nos cambiaramos de coche -pero- ni yo ni mi amiga nos movimos del interior de los coches.
A fin de cuentas la idea original era un INTERCAMBIO DE MARIDOS. y eso queríamos.
El amigo de mi esposo me miró y me pregunto ¿ donde vamos ???
Le dije -donde quieras-
Fue así que partimos rumbo a la casa de mi amiga, en el auto de su marido, sin saber que destino elegirían mi esposo y mi amiga.
Llegamos a su casa extenuados, tanto yo como él solo deseábamos dormir…
Siempre llevo en mi bolsa mi cepillo de dientes, asi que me fui al baño a cepillarme los dientes y cuando regresé el esposo de mi amiga dormía desnudo, pero roncando ruidosamente.
Me acosté a su lado y me quedé dormída….. Cuando desperte mi amigo seguia durmiendo y roncando asi que me fui a duchar, me volví a cepillar los dientes y -envuelta en una tohalla- me puse a preparar el desayuno. No es fácil estar en casa ajena, intentando ubicar donde está el café, las tostadas y la mermelada, al final encontré café y unos grissines y mermelada.
El sonido de la descarga en el inodoro me indicó que el marido de mi amiga se había despertado y al rato sentí que se estaba duchando, salió desnudo del baño y yo lo invité a tomar el desayuno que el miró con sorpresa. Tomó un grissin lo mojó en mermelada y me lo puso en la boca, yo tomé el grissin entre los dedos -como si fuera un cigarrillo- y me recosté a la pared -como si yo fuera una prostituta fumando- le dije "hola lindo… quieres pasarla rico conimgo.."
Es evidente que tengo pasta de ramera porque mi provocación fue tan eficaz que el hombre me arrancó la tohalla que me envolvía y me cargó en los brazos llevándome de vuelta al dormitorio. Asi se terminó el plan del desayuno, porque ahi estaba yo en los brazos de un hombre que no era mi marido camino de su cama… Me dejó caer en el medio del colchón y se subió sobre mí comenzando a recorrer mi cuerpo con su boca y con su lengua. Aquel hombre era una tormenta de cachondez y en pocos minutos sentí como recuperaba la erección.
Yo misma abrí mis piernas lo mas que podía y tomando su sexo con mis manos lo encaminé para que me la metiera, yo ya estaba lubricada y entró fácil y rico, parecía que recien nos encontrábamos para tener sexo, tal era la calentura de ambos, aquel hombre sabe hacer su trabajo, o al menos sabe como me gusta el sexo a mi, ya que alternaba un vaiven con dulzura por momentos, con un sexo salvaje con embestidas casi insoportables por momentos, para luego volver al sexo-con-dulzura.
Nos besamos, me besaba mientas me sujetaba por las muñecas, y esa inmoblidad de mis brazos, simulando una violación me dejaba mas cachonda y salvaje.
En un momento se detuvo, me acarició el pelo y el rostro y -mirándome a los ojos- me dijo:
-"te quiero…" – yo quedé horrorizada con la declaración… preferí fingir que no habia entendido, asi que le dije -"soy tu puta…" eso lo enardeció por un momento, pero enseguida volvio a decirme: – "te amo…", esto no estaba en mis planes asi que abriendo mis piernas lo mas que podía, lo tomé por las nalgas para empujarlo dentro de mí y le comencé a gritar "¡dame tu leche"!…."¡dámela toda!" …. "¡la quiero yaaaa!"
Este truco me lo enseñó una amiga prostituta para cuando queremos que el hombre acabe rápido, y funcionó,, apoyé mis talones en el colchón y levanté mi pelvis hacia adelante y comencé a darle embestidas mientas la clavaba las uñas en las nalgas hasta que sus gemidos y estertores me indicaron que estaba eyaculando….mientras yo lo seguía instigando con mis palabras diciéndole "asi" …"dámela toda"… "soy tu puta"
Nos quedamos quietos durante muchos minutos, el sobre mi cuerpo sudoroso con su sexo aún dentro de mí mientras perdía la erección, los dos en silenció…
Yo rompi el silencio diciendole con énfasis: " te prohíbo que me vuelvas a decir "te amo"-
– ¡Perdón! dijo él, -compungido- consciente del error que había cometido…
– "Tu mujer es mi amiga" -le dije- y agregué "nunca la haría una trastada"…..
-¡ Perdón !!! volvió a decir él…
El fin del incidente fue providencial, porque a los pocos minutos llegaron mi esposo con mi amiga que venían de pasar la noche en nuestra casa. Me saludé con mi marido con un jugoso beso y mi amiga hizo lo mismo con su esposo….
Nos invitaron a comer, pero preferimos volvernos a casa yo y mi marido.
El recorrido en coche fue en silencio, apenas intercambiamos unas miradas cómplices y unos apretujones de manos…
Cuando llegamos a casa nos desvestimos y caímos extenuados en la cama, solo queríamos recuperar energias despues de una maratónica sesion de sexo….
Nos tendimos en la cama, ambos desnudos y nos abrazamos en silencio…
-"Te gustó lo que te hizo (fulano)" -me preguntó- ¿cuantos polvos te echó?
– Perdí la cuenta… le dije…
-"me encantó verte haciendo tortillas con (fulana).." replicó…
-"fue para tu morbo" -le dije- "para que lo disfrutes tú y veas cuanto te amo.."
-"te quiero" -me dijo mi marido-
-Necesitaba estuchar eso, -le dije- y lo besé con dulzura
– "y la lluvia dorada" -dijo- "debí haberte filmado y lo posteabamos en internet..
El besó la punta de mi nariz ( siempre hace eso ) y me dijo con cara de sorpresa.
-"tu boca huele a esperma" a lo que yo le repliqué "y tu boca huele a vagina"
Nos reímos y nos volvimos a besar con mas pasión, y nos volvimos a besar una vez y otra vez mas…. -"soy tu esclava" -le dije- me miró desconcertado como no dando crédito a lo que escuchaba, así que lo repetí -"SOY TU PUTA" …"soy tu esclava"- "quiero que me ofrezcas para que otros me disfruten" ….. "solo así me voy a sentir que soy tuya.."
Su falta de reacción me irritó así que me monté sobre él y le dije con calor " te quiero con todas mis fuerzas.."… "quiero que me hagas sentir que SOY TUYA !!!.."
Girando el cuerpo mi marido me quitó de encima de él y me dejo debajo suyo sin salir de entre mis piernas, mi declaración le habia provocado una gran exctitación, -y era eso lo que yo buscaba- sentí como su sexo se ponia deliciosamente duro e intentaba meterlo en mi vagina, yo comencé a patalear y a arañarle la espalda para que saliera de encima de mi… me tomó de los puños y me inmobilizó los brazos, yo ya estaba lo suficientemente lubricada como para que su sexo entrara fácilmente en mi vagina, y así fue, era delicioso sentir que me estaba tomando por la fuerza, yo me seguí debatiendo, intenté abofetearlo pero él me volvió a sujetar los brazos, solo mis dientes me quedaban como defensa, lo mordí en los hombros , a lo que seguía con sus deliciosas embestidas en mi vagina humeda y hambrienta, volví a intentar morderlo, por lo que él me giró boca abajo para que mi boca no lo alcanzara… parecíamos dos animales salvajes en un ritual de apareamiento, yo necesitaba sentirme hembra, necesitaba sentir que ese hombre era -mi macho- era como si quisiera exorcisarme de todo lo que habia hecho desde el dia anterior, conmigo boca abajo comenzó a abrise paso con su miembro -duro como piedra- entre mis nalgas húmedas por la transpiración de la lucha, mientras me mordía la nuca y los hombros, sentía como entraba en mi culo hasta que mi lucha cesó y un gemido, un leve ronroneo salía de mi garganta acompañando las embestidas que me daba…
-"¡esto querias!" dijo con voz agitada,,, "eso… eso!!!! " -le dije-
-"quiero sentir que soy tu puta, quiero que me hagas sentirlo…"
A esas alturas mis manos ya estaban libres y las usé para abrirme las nalgas, ya sea como un gesto de entrega y sumisión, o como una forma de facilitar que su sexo fuera aún mas adentro de mis carnes…
-"mi culo es tuyo…" -le dije con un rugido…. "¡mi culo es para el hombre que amo…!"
Sentí cuando su esperma estallaba entre mis nalgas, fue delicioso…. llegué a sollozar de dicha y de placer… ahi comprendí que lo que hay entre yo y mi marido es AMOR y todo lo que pueda hacer con otros hombres o mujeres será solo sexo, porque mi cuerpo le pertenece…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!