la mujer de mi jefe
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un hombre joven terminando mis treinta, trabajo en una empresa de computación y dentro de poco creo que será mi ascenso a gerente de toda el área, comparto con el grupo como puedo, no soy un modelo pero tengo mis encantos, no me siento superior ni nada por el estilo.
Todo lo contrario de mi actual jefe, es adulador con los dueños y presumido con todas y cada una de las cosas que posee. Creo que cuando compra algo nuevo nos lo muestra a todos nosotros antes que en su propia casa, creo que para echarnos en cara que ha tenido más o mejor suerte que muchos de nosotros. Bueno el caso es que además de poseer un espectacular deportivo del año y de tener el mejor equipo de la oficina, también es el mejor vestido, posee trajes elegantes y de unas marcas que costaría muchísimo para cualquiera de nosotros comprarlos, vive en una espectacular casa en una de las mejores zonas de la ciudad y como si fuera poco Katty, su esposa, la mujer más hermosa que jamás haya visto, una combinación entre el culo de Jennifer López, las tetas de Jessica Simpson, y la cara de Brithney Spears, algo espectacular, y lo más importante la personalidad de una bailarina de Reggaetón, extrovertida, jovial y muy sensual, tanto en el trato como en su manera de desenvolverse.
Cierto día Albert, que así se llama mi jefe, nos invitó a todos a una parrillada en su casa, era de esperarse lo mejor, alrededor de la piscina con mesonero, chef, todo el licor que quisiéramos, música en vivo ,etc. Pero la principal atracción para mí era poder disfrutar del caminar de esa espectacular hembra en un diminuto traje de baño, alrededor de la piscina, en resumidas cuentas luego de una excelente parranda quedamos unos pocos a deslumbrarnos un poco más de las últimas adquisiciones de nuestro particular jefe, nos paseó por su nuevo SUV 4X4, con todas las comodidades, así como una que otra pintura de algún pintor famoso que modestamente había comprado en sus recientes subastas de caridad, como a las tres de la mañana solo quedábamos Albert, Marc y yo, acompañados de la hermosa Katty, quien ya mostraba al igual que todos, serios signos de embriaguez, Albert sacó a relucir un Coñac de 25 años que guardaba en su bar, y comenzamos a hacer rondas de Shots, a la tercera copa Albert se puso erótico y comenzó a toquetear a su mujer y a meterle la mano entre las piernas, ella un poco apenada le rechazaba con disimulo aunque no parecía disgustarle del todo, paso seguido comenzó a besarla y descubrió sus hermosos senos para masajearlos con fuerza a la vez que los saboreaba uno a la vez, ante nuestra mirada atónita, ella visiblemente excitada comenzó a colaborar y se quitó el pareo y el traje de baño que aún vestía, me sentí en la gloria, estaba viendo en cueros a la que para mí era la mujer más bella del mundo.
Albert desenfundó su verga erecta del pantalón diciéndole a katty, que se la mamara, ella disfrutaba no solo el hecho de que estaban a punto de cogérsela sino que esta vez tenía público, así lo hizo cuidando de colocarse en un ángulo donde mostraba al detalle toda su acción, comenzó a besarle el glande con mucho cuidado para luego acariciarlo con la lengua desde la base de las bolas hasta la punta, luego nos sorprendió un poco al ver como se la tragaba completica hasta la base, por poco se mete las bolas también, ya Marc y yo estábamos a estallar no dejábamos de masajear el bulto de nuestros pantalones y no tardó Marc en comenzar a pajearse allí mismo, katty se colocó sobre Albert para hacer un 69, Albert metió su lengua en la raja de katty y esta gemía y se saboreaba los labios para luego enterrarse nuevamente la verga de Albert hasta su garganta, estuvieron en eso más de 10 minutos, luego fue deslizando su cuerpo hasta colocar su vagina a la altura de la verga de Albert pero aun de espaldas, como para ofrecernos una panorámica de la cogida, se fue introduciendo lentamente la verga de Albert, sin apartar su seductora mirada de nuestros rostros, apenas se la había enterrado hasta el fondo cuando Marc estalló en leche, yo quería prolongarlo hasta el final así que disminuí el masajeo, katty dejo escapar una sonrisa al ver que marc llenaba de leche sus pantalones con un poco de vergüenza, katty comenzó a cabalgarse a Albert como si fuese su primera vez, contorneaba sus caderas con fuerza pero con mucho ritmo, parecía que bailaba algún tipo de danza erótica, cambió su posición para ofrecernos ahora una panorámica de su espectacular culo, era una imagen que nunca podre borrar de mi mente, el miembro de Albert perdiéndose dentro de la vagina de Katty, pasaron unos minutos más y fue Albert quien estalló en leche dentro de katty, quien no paró de contornearse sobre la verga hasta que la desmayo por completo, la sacó de sí, tomo la hielera y con el agua helada lavó su vagina que emanaba largas trazas de leche, Albert cayó casi de inmediato en un profundo sueño, nos levantamos listos para irnos cuando katty dijo la frase que más temíamos pero que a la vez más deseábamos, “quieren quedarse otro rato conmigo?”, me parecía increíble lo que mis oídos acababan de escuchar, había logrado no solo verla completamente desnuda en una espectacular escena sexual sino que ahora tenía chance de protagonizar mi propia película con ella.
Aún con precaución me coloque en frente de katty para darle un largo y jugoso beso con lengua, que me hizo parar los pelos, ya tenía desde hace rato una buena erección, Marc por su parte no perdió tiempo y se colocó en cuclillas a mamarle el culo, ella abrió con una mano sus nalgas para sentir su lengua en lo más profundo, besé su boca y sus sudadas tetas por largo rato, ella con su otra mano ya sostenía mi verga dándole movimientos suaves, Marc no salía del culo de katty y a ella no parecía molestarle, fui bajando lentamente lamiendo cada centímetro de su cuerpo, saboreaba su dulce sudor que trague con gusto, comencé a darle una mamada larga y muy cuidadosa, ella levantó su pierna derecha para facilitarme las cosas, lo que aprovechó Marc para introducirle completamente la lengua en el culo, rápidamente le arrancamos un suave orgasmo que se prolongó por casi un minuto, se le aflojaron las piernas y tuve que ayudarle a colocarse en el sofá justo al lado de su marido, quien abrazaba un cojín y soñaba quien sabe con qué.
Marc quedó por fuera, la tenía toda para mi, seguí chupando sus néctares hasta que me pidió que se la metiera, saque completamente mi pantalón y me coloque entre sus piernas, ella las abrió para facilitarme aún más las cosas, era lo máximo, enterré mi verga en ella lo más que pude, no sin antes apreciar nuevamente su hermosura en una posición que hasta ahora solo en sueños había visto, sus gemidos no paraban provocándome una erección gigantesca y dolorosa, comencé a bombear dentro de ella sin dejar de besar y acariciar sus hermosos senos, a los pocos minutos se incorporó para colocarse de perrito, lo que aprovecho Marc para cascarle su verga en la boca, verle las nalgas y pasar mi pene entre ellas era una experiencia fuera de este mundo, sentí envidia de que Albert se comiera este manjar cuando quisiera, pero por ahora era yo quien se la comía plato tras plato.
Comencé a cogerla de perrito y el golpear de mis bolas con sus nalgas estaba a punto de volverme loco, embestí con fuerza sus nalgas, hasta arrancarle un segundo orgasmo justo en el momento en que Marc le llenaba la boca de leche, ella se dejó caer y me preguntó como quería cogerla ahora, me recosté en la alfombra y le pedí que me cabalgara como se había cabalgado a Albert, así lo hizo y a los pocos minutos de contemplar el ir y venir de sus caderas y el bambolear de su enormes tetas, no aguanté más y le inundé la vagina de leche, ella se desincorporó rápidamente para alcanzar a atrapar en su boca los últimos disparos que salían de mí, siguió mamándomela con fuerza y a los pocos segundos ya estaba listo para una segunda vuelta, esta vez fue ella solita quien se sentó encima de mí, me agarró la verga y la dirigió directamente hacia su culo que estaba algo dilatado por la mamada que le había dado Marc, quien por cierto, ya también se había quedado dormido, se introdujo poco a poco mi verga en su orificio disfrutando cada centímetro, podía ver su cara de perversión y gozo en la medida que se iba desflorando poco a poco, una vez introducido todo comenzó a mover sus caderas en semi-círculos, dilatando completamente su esfínter, apoyaba sus piernas y sacaba mi verga de su culo para mostrarme lo ensanchado que estaba, era un espectáculo de otro mundo, he visto mujeres disfrutar el sexo anal pero esta era totalmente diferente, se desensartó y se colocó en cuatro patitas, pidiéndome que la perforara nuevamente, así lo hice y a los pocos minutos presencié el primer orgasmo femenino vía anal provocado por mí, seguí perforando su culo por un buen rato mas para luego llenarle el orificio con mi esperma, esta vez no tan abundante como la primera vez pero suficiente para apagar el fuego lujurioso que nos consumía.
Desnudos como estábamos, nos lanzamos en la helada piscina para lavarnos, allí entre caricias y besos nos despedimos sin mediar muchas palabras, a partir de allí todo siguió igual, Albert seguía indiferente e igual de presumido, asumo que no se enteró de la maratónica cogida que le di a su mujer, por otro lado Marc y yo somos los hombres más felices del mundo, compartiendo tan singular secreto
De vez en cuando la llamo y morboseamos un poco comentando la experiencia pero no hemos logrado concretarla de nuevo, por lo menos se que ella está dispuesta, de allí en adelante no me ha preocupado la actitud de Albert ni sus aires de grandeza, solo me importa que en cualquier momento podré revivir la experiencia sexual más gratificante de mi vida.
horrible relato se la pasa hablando de las «cosas del jefe» la mitad del tiempo