La nevada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LA NEVADA
Por Luis P.
Había llegado la noche anterior a la ciudad bajo una fuerte nevada. El blanco empezaba a cubrirlo todo y las calles tenían un luz fantasmagórica producto del reflejo de la nieve. No tuvo más remedio que aceptar pasar la noche allí y buscar un hotel.
Fue a uno que le recomendó su jefe y donde podría conectarse a Internet y seguir trabajando si al día siguiente todo seguía colapsado y no podía regresar. Cuando llego al hotel coincidió en la recepción con dos chicas que al parecer estaban en su misma situación, la nevada las había atrapado y pasarían la noche allí.
Una era alta seguramente superara el 1,70, castaña clara, con media melena, rasgos afilados y unos ojos penetrantes de color miel. Cuando se quito el abrigo puedo ver que era de complexión delgada, y que bestia una blusa blanca abierta y al estar detrás de ella pudo ver como asomaba ligeramente un sujetador, también blanco, además llevaba una falda larga, por debajo de las rodillas, pero bastante ajustada, le hubiera gustado ver como la sentaba por detrás, pero estaba demasiado cerca y no quería ser demasiado descarado. Su compañera era morena, con una larga melena, más baja y con más curvas, unos rasgos suaves, ojos negros, pero dulces y unos labios carnosos. Llevaba un jersey negro de punto con cuello de pico y unos pantalones finos de cintura baja y cuando se inclino a por su maleta pudo aprecia que un tanga rojo asomaba por encima del pantalón. Ambas parecían más jóvenes que el y por sus carpetas pudo ver que se dedicaban a las telecomunicaciones, así que supuso que serian comerciales o algo parecido. Se quedo un rato ensimismado intentando no mirar de forma muy descarada mientras llegaba su turno para recoger la llave de su habitación. Cuando volvió a la realidad ellas se dirigían al ascensor y el recepcionista le daba las buenas noches.
Esa noche después de cenar algo y pasear por la ciudad nevada cuando volvía al hotel pensó que estaría bien encontrarlas en el vestíbulo, pero no tuvo suerte y fue a su habitación para ver la un rato la tele y dormir hasta la mañana siguiente.
La ciudad amaneció como esperaba, todo nevado, con una capa espesa que decía bien a la claras que hoy no podría volver a casa. Así que después de conectarse a Internet, comprobar el correo y hacer unas llamadas se dio una ducha y bajo a desayunar. Por suerte había llevado ropa de repuesto, siempre lo hacia aunque no tuviera previsto pasar la noche porque prefería quitarse el traje cuando antes.
En el comedor del hotel estaban las dos chicas de la noche anterior. Ellas también se habían puesto algo menos formal, ambas llevaban vaqueros y la castaña una camiseta y la morena otro jersey, esta vez más colorido.
Coincidió con la castaña en la mesa del café y después de la típica conversación estupida sobre la nevada se entero de que ellas también tenían previsto salir de la ciudad la noche anterior, que ya habían terminado su trabajo así que aprovecharían para cerrar unos asuntos que habían dejado pendientes y luego hacer algo de turismo. Teresa, así se llamaba la castaña, le invito a sentarse a la mesa con ellas para desayunar. La morena le fue presentada como Inma. No había duda de que la voz cantante la llevaba Teresa, era más habladora, más expresiva, más arrolladora, mientras Inma observaba, pero siempre que hacia un comentario solía ser acertado.
Un tipo joven, quizás de la edad de las chicas se auto invitó ya que el comedor estaba casi vacío salvo por un par de parejas de extranjeros. Tenía el aspecto de un niño que se pone el traje de su padre y que encima piensa que le sienta bien. Dio todos sus datos sin ser preguntado, era agente de seguros, también de paso y resulto tener un año menos que las chicas, que tenían 25, como supo gracias a la conversación. El otro se sonrió oyó la respuesta de su compañero de mesa “32, casi 33” y por su gesto debió sentirse como si fuera el jefe de la manada.
Después de desayunar cuando cada uno se iba a su habitación el nuevo propuso ir a comer juntos, las chicas parecieron reticentes, pero el decidió jugársela y decir que si, si las chicas hubieran seguido diciendo que no se hubiera inventado una excusa de ultima hora para no aguantar al adolescente. Pero ellas parecieron animarse al ver que irían los cuatro y decidieron quedar a las 2 en la sede de un banco que todos conocían.
La comida transcurrió bien, las dos chicas eran muy agradables y tenían toda la conversación que se podía desear, si embargo el jovencito no podía apearse del tono de comercial, parecía insistir en vender seguros aunque hablaran de viajes que habían hecho.
Tras la comida se disculpo, debía hacer unas llamadas y usar el ordenador, y se levanto para ir hacia el hotel. Teresa se levanto y con argumentos parecidos dijo que le acompañaba. Creyó ver una mirada extraña en su compañera, no sabia muy bien porque, pero durante el camino Teresa le aclaro que no aguantaba más al chaval y que su amiga seguramente la echaría en cara esa huida tan descarada. “Inma es demasiado educada” dijo literalmente.
Después de un corto paseo, se despidieron en el ascensor y cada uno subió a su habitación. A la media hora sonó el teléfono de la habitación. Resulto ser Teresa, tenía un problema con el portátil y la conexión y quería saber si podía echarla una mano. Volvió a vestirse y bajo a la habitación de ella.
Después de un rato trasteando con el ordenador consiguió conectarlo a la red. Se lo paso a ella y después de mirar la pantalla durante un breve instante ella apago el ordenador, se puso de pie, se sentó en sus piernas y lo beso. Sin más. Sin media palabra. El se quedo totalmente sorprendido, pero cuando sintió la suave lengua de ella explorando su boca reacciono y puso sus manos en su caderas y la atrajo un poco más. Después de besarse un buen rato sin decir palabra ella se levanto y de pie frente a el comenzó a desnudarse y cuando solo llevaba puesta la ropa interior le miro y le dijo “te vas a quedar vestido?”. El sonrió y se levanto mientras se desabrochaba la camisa, y de pie frente a ella se quito los pantalones y volvió a besarla. Agarro su culito con las dos manos, fuerte, mientras se comían la boca, estaban cada vez más y mas excitados, ella movía su vientre con el suyo y cuando sintió su pene en erección comenzó a moverse arriba y abajo suavemente, haciendo que la erección fue aumentando.
El deslizo su manos dentro de su braguitas, blancas con un dibujo de un personaje de comic, casi infantiles, y sintió la piel de su culito, suave, muy suave. Apretó, ella dio un respingo y el pudo comprobar que sus nalgas eran duras y bien formadas. Sin dejar de hacerlo comenzó a besar su cuello, a lamerlo, mientras bajaba por su garganta, por su pecho, mordió el sujetador con los dientes y lo fue bajando, hasta que asomo un pezón. No muy grande, sonrosado y comenzando a despuntar, y lo beso. Ella soltó un gemido, así que el volvió a besarla, mientras ella misma se desabrochaba el sujetador y lo dejaba caer. Sus pechos no eran muy grandes, pero si bonitos, daban ganas de comerlos, la aureola estaba como hinchada, y los pezones se notaban erectos aunque no era muy grandes. Así que se lanzo a besarlos, chuparlos, a morderlos, con ansia, una de las veces ella dio un pequeño grito y cuando el pidió perdón ella volvió a empujar su cabeza entre sus pechos y el mordió, mordió hasta dejar una pequeña marca de sus dientes sobre la piel de su pecho izquierdo.
Cayeron sobre la cama, el bajo sus braguitas sin dejar de besarla mientras ella hacia lo mismo. Noto lo húmeda que estaba su entrepierna, acaricio una fina línea de vello púbico, suavemente y sus dedos encontraron la fuente de calor y humedad que esperaban, empezó a acariciarla con la palma de la mano sobre el pubis y los dedos subiendo y bajando rozando su culito y volviendo subir. Mientras ella hacia lo mismo con su pene, lo acariciaba, bajando y subiendo la piel del prepucio, masturabanole. El pido que parara sino quería que se corriera. Ella dijo que eso era justamente lo que quería pero no así.
Se tumbo sobre el y comenzó a girar como una aguja de reloj, hasta que frente a el estaba su coñito, totalmente mojado abierto, casi juraría que lo veía palpitar y no pudo evitar una exclamación cuando ella, sin mas aviso se introdujo su polla en la boca. Agarro sus nalgas y hundió su cara entre ellas, lamió su coñito, metió su lengua, subió y bajo hasta el orificio de su culo, jugando con la punta de la lengua mientras ella movía las caderas adelante y atrás con ansia, como si la estuviera penetrando a la vez que mamaba el pene, lubricándolo con abundante salía.
Ella no paraba de mojarse, el sentía el sabor en su boca y buscaba mas y mas. Dio un azote en el culo de ella, duro, tenso y ella respondió rozando su pene con los dientes. Apenas pudo avisarla de que se iba a correr cuando ella empezó a gemir mas fuerte y el sintió en la lengua que tenia en su vagina como temblaba, como se tensaban los músculos…y se dejo ir. Eyaculó. Por un momento pensó en retirarse para no hacerlo en su boca, pero rodeo su glande con sus labios y lo acaricio con la lengua, mientras el se corría, ella a su vez hacia saltar su coñito sobre su cara mojándolo, haciendo que su cara brillara por los flujos que salían de su interior.
Ella se volvió y le miro con la cara más lasciva que había visto en mucho tiempo. “esto ha sido por el ordenador” y comenzó a reír. Luego repto y se tumbo sobre y comenzó a besarle lentamente y finalmente introdujo su lengua en la boca de el. El la correspondió y pese a que ella se había tragado casi todo su semen, el extraño sabor en la boca de ella le excitó y la beso con más fuerza, abrazándola y acariciando su espalda.
Sin dejar de besarla y abrazarla giro sobre si mismo y ella quedo tumbada boca arriba. El volvió a deslizarse por su cuerpo, ahora su piel estaba caliente, salada por el sudor de ambos, los pechos seguían hinchados y la marca de sus dientes todavía era visible. Bajo por su vientre, recorrió su cintura con la lengua, acaricio su caderas, bajo hasta sus rodillas y subió por la cara interior de sus muslos, la piel, antes tibia, ahora estaba caliente, un poco pegajosa por su flujos, así que comenzó a lamer, el olor a sexo inundaba su cerebro, solo sentía ese olor y la piel bajo su lengua con ese sabor que le volvía loco….
Dio un lametazo sobre los labios de su vagina y ella suspiro. Una mano apareció y separando los pliegues de carne hizo asomar el clítoris que el se lanzo a besar y chupar, ella le ordeno seguir mas y mas fuerte. El sin pensarlo metió un dedo, luego otro y comenzó a moverlos con fuerza, solo con el sonido que hacían los dedos se podía adivinar lo empapada que estaba. Y sin avisar volvió a sentir en sus dedos lo que antes había sentido su lengua, como ella se estremecía y como era invadida por un orgasmo que la hacia arquear la espalda y gemir…”así perrito, lame” se la escapo, y el obedeció hasta que ella termino de jadear.
“no te ha molestado lo de perrito no?” pregunto ella cuando la cara de el asomo entre sus muslos. El sonrió y dio un beso en su clítoris, muy suavemente.
“ahora me toca a mi” dijo ella. Le tumbó sobre la cama y se arrodillo entre sus piernas, sus manos subieron y bajaron por su pecho, acariciándole con la punta de los dedos, mientras besaba su vientre, el cerro los ojos y se dejo llevar, limitándose a sentir. Noto su aliento sobre su pene medio erecto después de haberse corrido, sintió como lo besaba, como su saliva humedecía el tronco de su polla y la lengua lo acariciaba, extendiendo esa saliva. Suspiro cuando la lengua de ella rozo su glande y sus labios lo envolvieron, mientras una de sus manos acariciaba los testículos y un dedo se deslizaba hacia abajo, hasta casi rozar su ano.
El con una mano acaricio su pelo y la otra agarro las sabanas revueltas con fuerza mientras sentía como su erección iba aumentando dentro de la boca de su amante, con el dedo jugando cada vez más cerca de su culo. Ella empezó a cabecear un poco mas rápido, deslizando sus labios a lo largo de su pene que iba recuperando su grosor cada vez más rápidamente. El dedo índice de la chica acariciaba la zona entre su testículos y su ano, excitándole mas y mas, ese mismo dedo subió por el pecho de el, hasta su boca, y lo chupo, mojándolo, intuía lo que vendría a continuación y cuando el dedo comenzó a presionar en su ano, gimió y contrajo las nalgas. Su polla respondió automáticamente, como encabritándose, ella mordió con suavidad y luego beso la punta de su capullo. Comenzó a moverse mas rápido, mamando su polla, hasta introducirla totalmente en su boca, y volviendo a sacarla, mientras el dedo índice de ella presionaba otro poco y comenzaba a penetrar en su culo…..
“creo que ya estas listo” dijo ella, y sin mas se sentó sobre el, dejándose caer y la polla entro, resbalando en su interior. El sintió el calor que desprendía, la humedad y agarro las caderas de ella, ayudándola a moverse en círculos sobre el. Despacio. Sintiendo cada rincón, el roce la piel de los muslos de ella sobre los suyos y poco a poco comenzó a subir y bajar despacio, apenas imperceptiblemente aumentando la intensidad lentamente, hasta que en cada movimiento la polla entraba y salía casi totalmente. La respiración de ambos se aceleró y el movimiento se hizo más rápido y más fuerte. Subiendo y bajando, sin pausa ya. En ese momento se abrió la puerta.
Inma entro en la habitación y se quedo mirando la escena. El solo oyó su voz, el cuerpo de Teresa sobre el tapaba la puerta. “Es que no paras” dijo Inma…y se rió. Teresa respondió con una carcajada y la dijo “pues nada, únete”, “serás guarra” replicó la morena, todavía con la sonrisa. “de momento mirare” dijo a continuación. El asistió mudo a la escena, perplejo ante la naturalidad con que las dos mujeres mantuvieron el dialogo. Entonces vio aparecer a Inma detrás de Teresa, por su derecha y como se sentaba en un sillón junto a la cama después de retirar el ordenador.
Teresa volvió a moverse, otra vez lentamente, solo las caderas, en círculos, pero el seguía mudo de sorpresa. “Será mejor que hagas mas que mirar, este ha perdido la concentración” dijo mientras reía. Inma sin decir nada se levanto, se quito el jersey y mostró un sujetador negro, semitransparente, que sus pechos llenaban. Tenía unas tetas notablemente más grandes de las de Teresa. Luego se desabrocho el pantalón y lo dejo caer mientras se quitaba los zapatos y volviendo a sentarse separo las piernas y dijo “mejor así?”. Teresa asintió y simultáneamente Inma comenzó a acariciarse.
El no podía creerlo, no dejaba de mirar como las manos de ella pasaban por su vientre, acariciaban su pecho y sus muslos sin desviar un milímetro la mirada de la pareja. Teresa seguía moviéndose “mejor, ya reacciona” y rió de nuevo. Inma se quito el sujetador. Sus pechos eran grandes, tenia la piel blanca y los pezones muy oscuros y en cuando comenzó a pellizcarlos empezaron a crecer, eran grandes, nudosos, el sintió como su boca salivaba imaginándolos en ella. No aparto la mirada mientras Teresa seguía montándole, casi parecía que el fuera un simple consolador, ella seguía ajena a la escena que sucedía en la habitación.
Inma se incorporo. “que te lo coma, se le da muy bien” dijo Teresa. Inma se quito el tanga y se sentó en el pecho de el. Sus muslos mas llenos que los de Teresa también eran muy suaves, y lentamente se puso de rodillas sobre la cara de el que sin dudarlo se lanzo a comer el coño que se le ofrecía, este totalmente depilado, lo hizo sin ninguna concesión como si estuviera hambriento, y así era, pero a Inma no pareció importarle, al contrario, comenzó a gemir casi instantáneamente, en cuanto sintió la lengua del hombre entre sus labios, buscando el clítoris y comenzó a acariciar sus propias nalgas.
El sabor de Inma era más picante, y su flujo menos abundante, pero igual de delicioso, así que siguió lamiendo, chupando y besando hasta que sintió los grititos que agudos que precedieron al orgasmo de la morena que restregaba el coño contra su cara, como si se estuviera masturbando frotando su coño sobre su la cara de el. Casi a la vez sintió una vez mas los músculos de la vagina de Teresa tensándose y tuvo que controlarse para no volver a eyacular.
“Ahora la toca a ella” dijo mientras descabalgaba. “Ponla a cuatro patas y follatela”. El no lo dudo y colocando a Inma en esa postura comenzó a acariciar su culo con la polla, mojada por los flujos de su amiga, y a dar con ella golpecitos. Paso el capullo por el culo, lo deslizo hacia abajo y cuando sintió la entrada…empujo despacio, pero sin detenerse, tenia el coñito mas carnoso que el de Teresa, parecía que su polla desaparecería engullida, y cuando llego al fondo volvió a salir, del todo, y de nuevo entro, ahora mas rápido, hasta los huevos. Repitió el movimiento 3 o 4 veces mientras Inma jadeaba y Teresa abrazada a la espalda de el, besaba su cuello.
El movimiento comenzó a ser más continuo. “joder, yo quiero mas” dijo teresa y se deslizo debajo de Inma, buscando con su lengua su clítoris mientras la morena hacia lo mismo con ella. El sintió el pelo de Teresa entre sus muslos y su lengua que lamía su polla cuando salía de lo más profundo de su amiga. También la sintió en sus huevos cuando ella intento atraparlos con su boca. Inma parecía fuera de control, jadeaba, gemía y movía sus caderas sin control, pero sin despegar la boca de la entrepierna de teresa que que levantaba las caderas para facilitarla el trabajo. Siguieron así, el sintió el coñito de Inma temblar, no sabia si por su polla o por la lengua de su amiga, pero no le importaba, estaba disfrutando y haciendo disfrutar y no pensaba para de moverse, pero tuvo que hacerlo cuando Inma se desplomó sobre su amiga con un profundo suspiro. La cara de Teresa apareció entre sus muslos y dio un lametazo a la polla que tenia sobre ella…”me encanta el sabor de su coño” dijo y le sonrió.
“Ahora la vas a follar a ella” dijo Inma, el se sintió como un objeto, pero la verdad es que no le importo, dos mujeres atractivas y muy excitadas, tanto como el mismo, estaban desnudas en la cama, y el único pensamiento de los tres era disfrutar “y yo voy a veros” recalcó.
Se sentó con la espalda en el cabecero de la cama y las piernas muy abiertas y con el dedo índice indico a su amiga lo que quería. Teresa parecía muy dispuesta a hacerlo y fue gateando has besar su pechos, mientras el seguía de rodillas sobre la cama, con el pene duro, hinchado buscando mas placer. Se acerco y agarro los pechos de la morena con fuerza clavando los dedos y los masajeo mientras Teresa que ya tenia la boca ocupada siguiendo las instrucciones de su amiga levanto una mano para acariciar su polla. “sabes? A ella también le gusta a cuatro patas”, sin decir mas el se situó detrás de Teresa agarro su caderas y sin dejar de mirar la escena que tenia delante, comenzó a moverse, deslizando la polla entre las nalgas de la mujer que estaba ante el y que tenia la cara hundida en los muslos de otra mujer que se acariciaba las tetas, pellizcando sus propios pezones. “Por el culo” ordenó la morena.
El no discutió y comenzó a acariciar su ano con el glande, ya estaba algo dilatado por los juegos de toda la tarde, pero aun así dudaba que estuviera preparado para ser penetrado, así que escupió sobre el y extendió la saliva con un dedo, que si se deslizo fácilmente en el interior. “Así, la gusta, te lo aseguro” volvió a hablar Inma. El de nuevo acerco el pene y volvió a empujar, esta vez no pensaba ceder, poco a poco el culo se fue abriendo, y tragando el pene. Teresa levanto la cabeza y gimió, pero Inma volvió a empujarla entre sus muslos. Sentía como la polla iba entrando en el culito caliente y estrecho, pero desde luego no era la primera vez que pasaba algo así, enseguida su ano se acomodo a la polla que lo llenaba y Teresa comenzó a moverse muy suavemente. La polla entra y salía muy poco, lo justo para terminar de dilatar y hacer que el dolor diera paso al placer.
De nuevo sintió una mano conocida acariciando sus testículos, Teresa había decidido masturbarse mientras era penetrada y ella hacia disfrutar a su amiga con la lengua. Los jadeos fueron subiendo de intensidad, mas fuerte, más alto, pero ninguno podía controlar sus impulsos. Inma fue la primera agarro a su amiga del pelo y la hundió la cara con fuerza mientras levantaba las caderas….
Luego se incorporo y se puso de rodillas junto a el acariciando su espalda. Ahora Teresa solo tenía que preocuparse de sentir, sus dedos en el coño y una polla que taladraba su culo. La mano de Inma fue bajando hasta el culo de el, sentirla tan cerca, como antes había sentido la de Teresa, hizo que embistiera mas fuerte, arrancando algún gritito sordo de la garganta de Teresa. Inma no perdió el tiempo y esta vez fue un dedo anular el que comenzó a jugar en la entrada de su culito, empujando cada vez mas fuerte, hasta que empezó a entrar, el contrajo sus músculos, “ me voy a correr” susurro.
Teresa acelero su movimiento, el de sus caderas y el de sus dedos” y termino por explotar hundiendo su cara en el colchón, dejándose caer. Eso hizo saltar la polla fuera del culo, Inma se coloco frente a ella y la agarro fuerte, comenzando a mover su mano mientras miraba la cara que ponía el hombre un segundo antes de explotar…eyaculo, su semen salto sobre las tetas que lo esperaban y siguió eyaculando mientras la mano de Inma se movía arriba y abajo, hasta que esta se inclino y lamió la ultima gota de leche que asomaba…luego con sus manos la extendió por su pechos y se giro hacia Teresa que se incorporo para besar los pezones duros y oscuros de su amiga de uno de los cuales colgaba una gota de esperma para luego besarla en la boca.
Luego el se dejo caer en la cama entre las dos. Sudorosos, jadeando, pegajosos, el olor denso de la habitación no dejaba lugar a dudas de lo que había pasado…
Al día siguiente las carreteras estaban abiertas y tras un café se despidieron.
Autor: Luis P.
Comentarios a luisp1975@hotmail.com
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