La panocha de anita

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La panocha de Anita

Una de las fantasías que habíamos pensado con mi novia anita, es que miremos que tan rico es que le hagan la paja a anita, y esto lo conversamos cuando estamos con unos traguitos y claro calentándonos y haciendo cosas arrechas.

Sabíamos que nos íbamos en unos días a una finca de unos tíos de anita en un pueblo a 3 horas de la ciudad. Nos fuimos en autobús, para aprovechar todo lo rico de la calentura. Mi novia anita es de unos treinta y tantos años, y yo de cuarenta y dos. En el viaje nos íbamos calentando, ella traía una falda azul muy delgada y corta calzoncitos del mismo color, y una camiseta deportiva sin sostén. Anita no tiene tetas grandes, y con la calentura se le marcaba los pezoncitos. Nos fuimos a la banca de atrás ya que estaba lleno, y mucha gente estaba de pie. Poco a poco se iban corriendo hasta llegar a los asientos traseros.

Anita dentro de su calentura, estaba disimuladamente con las piernas cruzadas y veíamos a un joven que la miraba disimuladamente, y con la gente de pie prácticamente los empujaban hasta llegar cerca de donde estábamos sentados, el joven estaba agarrado a los tubos para no caerse, y el pensando que no nos habíamos dado cuenta le rozaba con la pierna a las de anita, eran como las 9 de la noche, lo que de verdad estaba oscuro y anita se abrió un poco las piernas, y con el movimiento del autobús, el le puso la pierna en la mitad de las piernas de anita y yo miré con disimulo, ella no me miraba, para que no se diera cuenta el joven.

Al rato anita se estiró un poco, con las piernas mas estiradas, lo que el joven aprovechó para sobarle la pierna de el en la entrepierna de anita, así seguimos un buen rato, ella se dio sus maneras y me dijo al oído que estaba mojada lo que yo sin decirle nada, se metió la mano por dentro de la falda y se empezó a hacer la paja. Yo me hacía el dormido, y al cabo de un rato se paró una señora que iba junto a anita, y se bajó del autobús, lo que el joven aprovechó para sentarse. Quedamos solo los tres en la parte trasera, de pie había unos dos muchachos y una joven que iban de pie, anita con la mano me empujó y yo sonreí, al rato nuevamente se acariciaba las piernas y se subía un poco la falda, yo estaba caliente con la verga parada, de pensar como la estaba mirando y sintiendo las piernas de anita.

El joven algo inquieto, estaba con las manos cerca a los muslos de ella, lo que anita, le cogió la mano al joven y se la puso encima del muslo, el le acariciaba suavemente, y se sentía la respiración de anita bastante rápida, el por debajo de la falda le empezó a acariciar ya que se veía la mano en la panocha de anita, ella con la mano de el se empezó a quitar los calzoncitos, lo que miraba para todas partes, y se los dejó en los muslos un buen rato, el la pajeaba y con la arrechera de anita levantaba un poco la pierna, para que le meta el dedo en la panocha.

La verdad olía a panochita de anita, yo estaba a punto de estallar de la calentura, y anita le sacó la verga del joven, era grande y gorda, lo que anita me codeó y yo la entendí, ella la empezó a pajear, y a su vez ella se metía el dedo en la panocha, al cabo de un rato anita se estiró dándole el culo a el, y abrazándome a mi, haciéndole creer que yo estaba dormido, el la empezó a acariciar y al rato anita hizo un pequeño ruido y supe que le metió el dedo por el culito, y por espacio de unos segundos se oía el sonido de lo mojada que estaba la panochita de anita, se volteó nuevamente donde el, y con la mano en la verga la pajeaba, hasta que lo hizo venir.

Luego le cogió la mano de el y se la metió en la panocha, y bajito le decía dale, dale, dale, pajeame, hacéme venir, que estoy muy arrecha, y al rato dijo ya, ya, ya, me vine. Anita como estaba tan caliente se bajó los calzones, se limpió la mano y se los pasó al joven. El se notaba inquieto, se subió la cremallera, y se iba a levantar y ella lo haló para darle un beso y para que yo oiga, le dijo, vamos a estar en el pueblo, nos busca.