la sorpresa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por negroscl1974.
Todo comenzó por twitter, Manuel reviso mi perfil y se interesó en mi experiencia en tríos, me pidió fotos con rostro, sin ropa y teniendo sexo hay suficientes en mi perfil, así es que solo le interesaba ponerle un rostro a mi cuerpo.
Nos juntamos en el Starbucks y adelantó en parte lo que quería, un trio entre él y su amante y yo calzaba en los requisitos.
Nos dirigimos camino al departamento, como en todos los encuentros, la primera vez tiene algo de especial, hay excitación, nervios, temor quizás, pero las fotos de Alejandra habían provocado una erección en mí.
El departamento era el 1404, tenía una buena vista y no muy lejos habían varios edificios de altura similar, seguro daríamos un buen espectáculo a quienes estuvieran atentos a mirar.
Entramos, Manuel me ofrece vino, mientras descorcha la botella y me sirve una copa, noto que sobre el sillón hay una cartera, unos zapatos de taco a la entrada de la pieza y que el agua de la ducha corre.
Manuel recibe un llamado y me dice “Roberto, debo irme por un par de horas, debes encargarte de Alejandra”.
Era primera vez que me pasaba algo así, que hacer, esperar vestido en el living y presentarme cuando estuvieras vestida, avisarle por la puerta del baño, para que estuviera bajo aviso, mientras pensaba en eso, decidí mirar por la puerta abierta del baño, ahí estaba Alejandra, desnuda, con el pelo largo dándome la espalda, la ducha tenía un vidrio que solo cubría la mitad, lo que me permitía mirarla sin obstáculos, se jabonaba el cuerpo de manera muy sensual, mi erección había comenzado a molestarme, por lo que decidí quitarme la ropa.
En cuanto estuve desnudo empecé a caminar hacia el baño por inercia, ahora a centímetros de Alejandra, podría observar con detalle sus curvas, ella se lavaba el pelo cuando entre a la ducha, mi primer movimiento fue poner mi mano derecha sobre sus ojos, ella dio un pequeño salto y dijo “¿Manuel?”, acerque mi boca a su oído y la hice callar “Shhhhhh”.
Mi mano izquierda baja a su vagina, la que esta depilada por completo, comienzo a rozar suavemente su clítoris y la escucho suspirar, su culo busca por instinto mi pene y lo encuentra duro y grueso, sus caderas comienzan un suave vaivén, buscando que la lubricación natural permita que mi pene la penetre.
Su respiración esta agitada y ahora Alejandra busca con sus manos mi verga, ya no quiere esperar más por mi pene, cuando logra acomodar la cabeza a la entrada de su vagina, se detiene, como dándole suspenso a la primera embestida, para luego curvar la espalda y metérsela hasta la base de un solo movimiento.
Mi cuerpo esta duro, tenso, entregado y ella por primera vez ha notado que lo que tiene metido dentro no es de Manuel.
Siento que tus caderas van dejando de presionar, mi pene empieza a aparecer de entre tus nalgas, brilla por tus fluidos y por el agua de la ducha, sale casi por completo y vuelve a hundirse dentro de ti, tu respiración esta entrecortada, yo me mantengo firme, no me muevo, literalmente “me está culeando”, el agua hace que los golpes de nuestra caderas suenen aún más fuertes y lo que eran suspiros ya son tímidos gemidos.
Saco mi mano de tus ojos y al bajarlas tu boca atrapa mis dedos, chupas con ansias, claramente nos falta el miembro de Manuel para calmar tu ganas, logro llegar a tus pechos, me agarro firme y ahora soy yo el que embiste con fuerza tus caderas, poco a poco tu espalda se ha curvado y estas casi en 90 grados, no logro ver tu cara, pero te escucho gemir cada vez que mi pene llega al fondo de tu vagina, siento que palpita rítmicamente, tus rodillas se doblan un poco y una de tus manos trata de sujetarme para que me quede dentro, no haces ruido, solo suspiras, tu vagina aprieta fuerte y estoy seguro de que estas acabando.
Los minutos pasan y no hemos dicho una sola palabra, de reojo he visto una sombra, es Manuel, lo miro por el espejo con su pene duro en la mano, veo su cara de caliente, tratando de desvestirse sin dejar de masturbarse, se acerca despacio y extiende la mano hacia tu culo, al tocarlo, por primera vez te veo girar la cabeza y mirar, en tu cara hay placer y sorpresa, no es Manuel quien lleva culeándote todo este rato, no es Manuel quien te hizo acabar hace unos minutos, pero eso ya no importa.
Manuel tiene dos dedos en tu culo y a cada embestida los siento moverse en tu interior, mi pene esta hinchado y palpita rítmicamente avisando la proximidad del orgasmo, miro a Manuel y le digo “voy a acabar”, y ambos responden al mismo tiempo “dentro del culo”, saco mi pene y lo dirijo donde hace unos segundos estaban los dedos de Manuel, lo hago suavemente, pero tus caderas empujan hacia atrás y mi pene se hunde hasta el fondo, gritas por la mezcla de dolor y placer y lo siguiente que escucho es “Dale fuerte, rómpeme el culo, lléname de leche”, Manuel ha metido su mano en tu clítoris y agita sus dedos de manera frenética, escucharte es lo que me faltaba para alcanzar el orgasmo, me aferro a tus caderas con mis manos, empujo con toda mi fuerza hasta sentir como sale el primer chorro de semen, retrocedo casi hasta sacar mi miembro por completo y vuelvo a penetrarte fuerte y profundo en sincronía con el segundo chorro caliente y espeso que sale de mí, repito los pasos hasta que mi pene deja de palpitar, tus piernas ahora tiemblan y Manuel sigue masturbándose con una mano y estimulando tu clítoris con la otra, comienza a gemir diciendo “voy a acabar” y tu tratas de girar tu cuerpo, buscando con tu boca la cabeza roja de su pene, tus labios están a centímetros de ella, cuando el primer chorro de semen sale disparado hacia tu boca, la cual se abre aún más para recibir el resto.
Saco mi pene de tu ano y el semen se escurre por tus nalgas para luego bajar por tus muslos, me salgo de la ducha mientras tu boca aun succiona el pene de Manuel.
(continuara…)
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!