Las hijitas de la casera son mis servidoras sexuales
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo estaba decepcionado por lo del divorcio y en esos días me dediqué a tomar alcohol, después de mi trabajo. La mayoría de los días o iba ebrio o con olor a licor. Debo decir que no soy feo, tengo mi atractivo físico, pues nunca he sido gordo, me he mantenido en buenas condiciones físicas, además que tengo entre las piernas una buena verga de casi siete pulgadas.
Yo me empecé a llevar bien con las hermanas, Lesly y Julieta, hijas de la casera, las dos son muy lindas hembritas, en pleno desarrollo, y con sus hormonas alocadas, con sus tetitas en crecimiento con lindas aureolas como pezones, sus nalguitas son muy atractivas, y eso es por que su mamá tiene un tremendo culo, enorme, pero lamentablemente lleno de celulitis. Las niñas pues comenzaron a insinuarseme, pero yo ya estaba curado por el fracaso que acababa de tener, asi que no les prestaba mucha atención, además pensaba -"son solo adolescentes!"-. Pero ellas eran muy promiscuas, conseguían la llave duplicada que tenía su mamá como encargada de los apartamentos y entraban a mi apartamento a registrar mis cosas, eso si nunca se me perdió nada, pero encontré mis calzoncillos usados tirados en el suelo, las hermanitas lo habían sacado de una pequeña lavandería que tenía mi apartamento. Asi también en una ocasión, me estaba bañando y ellas entraron hasta la ducha, corrieron la cortina de baño y alli estaba yo totalmente desnudo frente a ellas, las hermanitas me vieron y se comenzaron a reir, yo al principio me tapé, pero al ver que ellas no les dio pena, me puse a jalarme la pija frente a ellas y la fui poniendo parada, ellas al verme con el pene bien parado, salieron gritando de alli, al principio pensé que se lo contarían a su mamá y que eso pondría fin a mi estancia alli, pero no, las pequeñas no contaron nada a nadie.
En otras ocasiones, yo estaba acostado en mi cama, solo con un boxer puesto, ya me había acostumbrado a no hechar pasador a la puerta, pues de todos modos ellas conseguían la llave y entraban a mi apartamento, ellas se acostaban conmigo a ver tv, ellas se ponían acostadas boca abajo para ver la tv, como traían la falda del colegio, yo podía verles sus piernas y sus calzoncitos apretando sus nalguitas, eso me ponía excitado y mi pija iba creciendo dentro de mi boxer. En otras veces me pegaba tal excitada que yo me ponía en medio de ellas y les tocaba sus piernas y en ocasiones sus nalguitas sobre su braguitas, ellas se reían y no decían nada.
En una ocasión charlando con ellas, yo las estaba ayudando en sus tareas escolares, Julieta la menor que era más extrovertida, confesó que ellas descubrieron un cajón donde su papá, que ya no vive con ellas, guardaba unas peliculas, y ellas vieron que eran peliculas de adultos. Le pregunté a Julieta que cómo sabía que eran peliculas para adultos, y ella me dijo que habían parejas haciendo cosas con eso y me señaló mi pija que ya hacía un bulto en mi boxer, pues me había excitado su confesión. -Ya han visto una, que no sea en los videos?- les pregunté, ellas dos lo negaron, entonces la pregunta fue -quieren ver una pija?-, ellas se comenzaron a reir, entonces vine yo y me bajé el boxer y salió mi pene semierecto. Ellas gritaron como escandalizadas, pero seguían viendo mi pene, entonces comencé a acariciarmelo frente a ellas, mi pija iba creciendo y creciendo frente a su vista.
Invité a Julieta a tocarlo, ella acercó su mano y lo hizo timidamente, luego le dije que lo acariciara, le enseñé como hacerlo, ella lo tomó y comenzó a acariciarme, luego lo jalaba, casi como una paja, luego su hermanita dijo que también quería hacerlo ella, asi que Lesly me tomó con su pequeña mano y también me hizo una rica paja, después de unos minutos mi pija se puso hinchada. Ellas se turnaba para acariciarla. Todo se interrumpió cuando se oyó el grito de la casera llamándolas, entonces ellas se fueron, apenas pude decirles que esto sería nuestro secreto.
Los días transcurrían y las hermanitas me pegaban unas deliciosas pajas, previo mirabamos televisión y yo les tocaba sus piernas y sus nalguitas, cada vez me animaba a tocarlas más, y a ellas les gustaba, a la pequeña Julieta ya le tocaba los pequeños pelitos de su cuquita, acostados, le acariciaba su cuquita sobre su braguita, y colaba un dedo debajo de su braguita y le tocaba sus pelitos, luego días más tarde se lo hice con Lesly, ellas no decían nada, solo las oía suspirar.
Una tarde, la casera había salido, me preparé con una peli porno, en la cual dos chicas le daban tremenda mamada de pija a un fulano, yo quería que las hermanitas hicieran lo mismo conmigo. Las convencí que la miraramos juntos, y cuando la peli estaba en lo mejor, ellas lo miraban atentas, les dije que si querían hacer lo que miraban, sabía que ellas estarían excitadas y en última instancia con ciertas cosquillas en sus cuquitas. La primera en probar por supuesto fue Julieta la menor, no se animaba hasta que le dije que cerrara los ojos y que yo la guiaría, ella abrió su boquita y le puse mi pene entre sus labios, le dije que la chupara como lo hace con una paleta de helado, ella comenzó a mamar mi pija y fue algo exquisito, sentir lo tibio y suave de sus labios, luego le dije que lamiera mi tronco y por último que dejara abierta su boca mientras yo entraba y salía y ella chupaba. Fue buenisimo, me pegué una excitada que deposité unas gotitas de preseminal en la lengua de Julieta.
Luego su hermanita se animó y le repetí el tratamiento, entre las dos me dieron una riquisima chupada de pija, me dejaron al borde, tuve que pajearme apenas se fueron y no fue por mucho tiempo, eyaculé a los pocos segundos. Lo anterior lo fuimos repitiendo, yo les preguntaba si les gustaba chuparme mi pene y ellas decían que si, luego me confesaron que algunas de sus amigas del colegio hacían eso con sus novios en los baños durante el receso.
Una noche, era viernes, después del trabajo, yo había salido a tomar licor con mis amigos, regresé a mi apartamento, serían como las once de la noche, en esos días de calor, me quedaba solo con ropa interior. Me quedé dormido apenas puse la cabeza en la cama, pero más tarde, creí que era un sueño húmedo, pero no, las dos nenitas estaban en mi cama y me tenía con los calzoncillos abajo, y las dos mamaban mi pija, fue un excitante despertar, las ví y ellas me miraban y se reían entre ellas.
Solo la luz de mi lampara de noche estaba encendida, yo dejé que ellas siguieran haciéndolo, mi pija estaba totalmente parada. Bajo los efectos del licor y estando muy excitado, me incorporé y tome a quien tenía más a la mano, a Lesly, la tiré en la cama y le arranqué su pijama y luego las bragas, creo que se las rompí, le dije que ahora me tocaba a mi chuparle su cuquita, me metí entre sus piernas y levantando sus piernas, le comencé a comerle su tierna chuchita, yo le chupaba y lamía sus labios vaginales con fuerza y deseo, al principio ella intentaba quitarme, pero conforme pasaron los segundos ella fue desistiendo, yo le comía su cuquita y su clitoris, la pequeña comenzó a emitir muchos gemidos, no eran fuertes, pero se dejó hacer todo lo que yo quería, entonces bajé la fuerza y ahora le lamía desde la chuchita hasta su redondo culito, la lamía toda de ida y de regreso. Los gemidos de ella se fueron haciendo más fuertes, su hermanita era solo una observadora de todo, parecía como asustada.
Luego me fui subiendo sobre la pequeña Lesly, posiblemente yo estando sobrio no hubiera intentado nada, pero estando bajo los efectos del licor y la excitación que me embargaba, me subí y puse mi pija en la entrada de su cuquita, luego que la había llenado de saliva, comencé a empujar y mi pija se fue abriendo paso por su cerrada vagina, ella gritó y me abrazó, se puso muy nerviosa, intenté calmarla diciendo que todo pasaría rápido, entonces la fui ensartando poco a poco, para apagar sus gritos la besé y seguí penetrándola, metí mi glande y comencé a bombear mi pija y me puse a cogerla, ella gritó cuando sintió mi pija entrando en su cuquita, me mordió el labio, pero yo seguí penetrándola, intentaba meter más de lo que sacaba, después de cinco minutos asi, se la tenía bien hasta adentro de su estrecha vagina y ella ya había dejado de gritar, ahora gemía de placer. Su hermanita solo de observadora. Luego me detuve un rato solo para quitarle la parte superior de su pijama y le mamé sus tetitas, eso la puso más excitada, asi que mientras le chupaba sus pezoncitos, comencé a mover mi cintura, asi ella se acostumbró a mi pija dentro de ella. Yo casi llegué a moverme dentro de ella como cuando follaba a mi exmujer, es decir con buenos bombeos, llenos de deseo y lujuria. Oi como la pequeña Lesly se corrió dos veces estando debajo de mi y recibiendo mi pija en su chuchita, de las dos, la segunda corrida fue espectacular, pues sus gemidos parecían chillidos, parecía que la pequeña estaba llorando, pero era de excitación. Su hermanita Julieta la miraba como apenada, pero no decía nada.
Bajo los efectos del licor, no mediaba consecuencias, y llegué a mi climax y eyaculé dentro de su cuquita, gemí varias veces y moví mi cintura descargando todo dentro de la vagina de Lesly, luego nos quedamos ambos quietos, aún yo encima de ella. Poco a poco me quité y ella se quedó un rato acostada en mi cama, su hermana llegó a su lado y le miraba la cuquita de donde salían pequeños hilos blancos de semen con sangre. Entonces Julieta le dijo que su mamá podía darse cuenta que no estaban en su habitación, que era mejor que se fueran, ella ayudó a Lesly a ponerse la pijama y luego se marcharon, yo ya estaba dormido y no me di cuenta de nada.
A los dos noches de eso, ellas llegaron como siempre, pero noté que Lesly estaba callada, pero su hermanita me comentó que esa noche, su hermanita Lesly tenía sangre en su cuquita, y que al otro día, o sea ayer, le dolía mucho toda su "cosita". Me preguntaron que estaba pasando, yo le dije que ahora Lesly era una señorita, pues ya había estado con un hombre, les dije que ahora sus senos iban a crecer más rapido y que todo su cuerpo tomaría forma de señorita, se los dije tan bien, que Lesly estaba muy contenta de todo eso. Yo miraba que Julieta quería decir algo, pero no se animaba, entonces le dije que si quería también hacerlo. Ella me dijo que si. Le dije a Lesly que se fuera a su casa con su mamá, para que ella no sospechara nada. Me quedé solo con la pequeña Julieta, quien para mi era la más bonita y con cuerpecito más delicioso.
Primero la puse a mamarme la pija, hasta que me la puso a mil, luego le dije que se quitara la ropita, lo hizo y su cuerpo era muy bien formadito para ser una nena. Le dije que se subiera sobre mi y me pusiera su cuquita en mi boca, ella lo hizo y se sentó en mi boca, yo comencé comerle toda su cuquita y su culito, yo pasaba mi lengua desde su clitoris y la terminaba en su ano arrugadito, mi lengua se metía en todo lo que podía, pronto ella comenzó a excitarse y empezó a gemir, luego a chillar de gusto, se corrió en mi boca y parecía que se desmayaba, la pequeña Julieta era más caliente que su hermanita.
Luego al igual que su hermana la desvirgué al estilo misionero, me subí sobre ella, pero antes me puse un poco de aceite para bebe en la pija, pues vi que la nena era muy cerradita de su cuquita, más que su hermanita, la fui penetrando y ella gritó cuando mi pija rompió su himen. Le levanté las piernas, para abrirla más, no dejé de empujar mi pija hasta que, al igual que a su hermana, la penetré totalmente, luego me puse a bombearsela, al mismo tiempo le mamaba también sus tetitas redonditas. Cuando observé que ya no gritaba más de dolor, me empecé a mover ritmicamente entrando y saliendo de su vaginita. La pequeña llegó a dos orgasmos más, uno como la tenía y el otro fue cuando la puse encima de mi pija y le dije que se moviera encima de mi pija, mientras se movía encima se fue ensartando toda mi pija. Al igual que su hermanita sangró esa noche y al otro día estaba muy adolorida de su chuchita. Otro excelente polvo para mi.
Luego los siguientes días para mi las hermanitas fueron mi obsesión, yo les compraba lo que me pidieran, dulces, juguetes y cualquier cosa. Lo siguiente para mi fui cogerlas a las dos juntas. Escogí un momento en que su mamá salió y ellas se quedaron haciendo su tarea en su casa, llegaron conmigo y me dijeron que su mamá había salido con un su novio. Era la oportunidad soñada. Comenzaron chupándome la pija, luego las desnudé y las puse en cuatro diciendoles que estabamos jugando a los animalitos, yo era el rey león y ellas mis leonas, me puse atras de ellas, les acaricié sus cuquitas con mis dedos hasta que se mojaron totalmente, después la fui penetrando a cada una diciéndoles que el león quería preñarlas y tener leoncitos, ellas se dejaban hacer lo que yo quería.
Las fui cogiendo por turnos, sus bellos y tiernos culitos blancos eran exquisitos, las cogí al estilo perruno por un buen rato, los gemidos de las dos pequeñas comenzaron a oirse en mi apartamento, luego ya excitados todos, puse a Lesly sentada en mi rostro, comiendole su cuquita mientras yo estaba acostado, y a Julieta montándose sobre mi pija, se la metía y ella jineteaba. Las hice correrse a ambas casi al mismo tiempo, una con mi lengua y la otra con mi pija. Era lo más sabroso que había hecho en la cama. Al rato las cambié de posición a cada uno, les di una soberbia cogida a ambas esa noche. Esta vez si usé condon, pues no quería ningún susto más adelante.
Para mi buena suerte, los siguientes días la casera, mamá de las pequeñas comenzó a salir frecuentemente con su novio de turno, lo cual aumentó las veces que las chiquitas estuvieron en mi cama.
Que faltaba?, ya eran casi mis servidoras sexuales, hacían lo que yo les pedía. Fue entonces cuando pensé en cogerlas por su culito, lo deseaba mucho ya, al principio ellas dijeron que no era correcto hacerlo por alli, pero nuevamente les puse un video en el cual las parejas tenían sexo anal y gozaban mucho, de ese modo ellas se convencieron y las pude desvirgar del culo a las dos en la misma noche. Al otro día el dolor ahora era de su ano y no de su chuchita. Pero ya me tardé mucho en este relato, lo de la desvirgación de sus culitos será para contarlo con detalle en otro relato.
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